He leído, no sé si será cierto, que ocho mil son del mundo los idiomas, ¿ocho mil? ¡virgen santa, vaya bromas! yo que uno hablo y a hablarlo bien no acierto, pues confundo los puntos y las comas.
Si con uno basta y sobra, ¿para qué tantos idiomas? Lo cierto es que es una obra que más que comunicar lo que intenta es evitar que otros gusten lo que comas.
Juguemos a inventar nuevos idiomas para así confundir más a la gente, juguemos que jugando haga al oyente autista, más idiota, Y que a las bromas no pueda tan siquiera hincar el diente,
Critico a los idiomas creando van fronteras, usando a las palabras cual balas en trabucos, esclavas pignoradas, soldados mamelucos, bastardas y serviles y a veces pendencieras, en donde la metralla se enfrenta a los patucos.
Los que inventan los idiomas bien se sabe no lo hicieran para que otros entendieran ni los chistes ni las bromas, mas para que ellos pudieran separar como las lomas,...
De lógica, es palpable, es evidente que idiomas uno que haya sobra y basta, pues que esa es la verdad inteligente, se entienda con fluidez toda la gente y evite tanto esfuerzo que hoy se gasta.
Veintidos de septiembre. Otoño asoma. La fiesta la vendimia quedó atrás, los días por la noche duran más, el sol se ocultará tras de la loma y pronto a la cigüeña la verás.
Y así encogido de hombros estoy en el paraje repasando el camino, harto de caminar, el andén solitario, yo ausente de equipaje, ¡para qué las alforjas para tan corto viaje!....
Los dioses, esos seres inventados al ritmo que nacieron los idiomas, poniendo así los puntos y las comas, al cielo en que aparecen los nublados, renacen los enfados y las bromas.
El río anda empujando la corriente haciendo sobre el agua malabares, los chopos larguiluchos de esos lares lo aplauden de una forma displicente soltando de su leño lentamente...
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.