Ayer cavé una tumba en tu memoria junto al olmo seco segado por el rayo, el árbol está triste en su calvario y tu imagen forma parte de la historia....
Yo sé que la distancia es el olvido, que el día en que me muera olvidaré las buenas tantas cosas que aquí amé, y sé que aunque quisiera ya hacer ruido ya nunca más lo haré.
Aprendo. Cada día yo algo aprendo, que nunca yo echo nada en saco roto. Cada día me monto en esa moto, a aquel que no se monta no le arriendo ganancias al piloto.
Supongo. Y es que yo siempre supongo. Conozco. Sea que ignoro. Lo contrario. Certeza. ¿Dónde está ese diccionario? Que todo yo a la duda lo antepongo,...
Ese día en que yo quise ser libro mirando estaba absorto aquel estante con ojos del que mira alguna amante. Fue tanta la emoción que hoy no calibro el tiempo de aquel hecho tan vibrante.
Un tiempo hubo en que todo era bonito, silbaban desde el cielo ruiseñores, el arte en cotejar era bendito, guardar fidelidad un requisito y obras eran amores.
Robaros la inocencia ese es mi oficio. Yo soy predicador. Soy padre, el elegido del Señor, quien dude de mi honor sabrá el suplicio que habrá de soportar, sin un resquicio, por ser tan pecador.
En la estancia reposa ya el finado, la tez muestra un semblante muy sereno, rezando unos amigos a su lado, pretenden liberarle del pecado mas todos hablan de él, fue un hombre bueno.
Mi perro es un capullo. Siempre ladra. La lengua va, me mira y me la saca. Mi perro es un gruñón. Nada le cuadra. Con gritos mis oídos les taladra. Y encima se hace caca.
Nada es cierto ni es mentira, me da igual, nadie sabe la verdad de lo que dice, que este mundo es un completo carnaval así sea el mismo dios quien lo bendice.
Cuando la luz se apaga, el sol no hiere, cuando el cielo se oculta al infinito, cuando acabe este verso que hoy recito y se pueda saber por qué se muere.
Ya no quiero. Vivir no me interesa. Que el tiempo que he vivido ya es pasado y así que este momento ande a mi lado ya sé que no me aguarda una sorpresa.
Antes de nacer yo fueron mis padres -mi padre ya murió siendo aun maduro- y antes ya que mis padres mis abuelos cansados ya vinieron de otros duelos, de ancestros, de sus padres, sus compadres...
Andaba yo jugando al escondite -parece que fue ayer cuando era un niño- y vino la verdad a hacerme un guiño lanzándome a la cara cruel su envite diciéndome, cariño,