Solo poesía
«La sociología política o sociopolítica es interdisciplinaria, donde la ciencia política y la sociología se cruzan».
Señoras y señores, me confieso
siguiendo las costumbres de mi infancia,
así la confesión les suene a rancia
pues de la confesión me encuentro preso.
A usted que es catalán de pura cepa,
-deduzco que sus padres tambien lo eran-
que igual que a sus hermanos les parieran
en ese lindo lar y no en la estepa
y allí todos tan lindos florecieran.
El cerebro te amarga la vida a cada paso,
te va poniendo pegas, te va contando cuentos,
ignora qué es amor, qué son los sentimientos
se muestra muy insistente así no le hagas caso
le importas tres pimientos.
El mar, siempre ese mar, ¿el mar te engaña?
dechado es de belleza y de emociones.
En ese inmenso mar, en su maraña
la vida se sumerge a trompicones,
dotado de maldad y de traiciones
el mar, ese es el mar, el mar y España.
Oíste, amor, los hombres no son buenos,
no creas lo que dicen de sí mismos,
ni sigas con pasión sus catecismos
que dictan su verdad. Y aun mucho menos
Bendita paz, bendita esa utopía,
que hace al hombre un dechado de bondad.
En tanto exista el hombre no habrá paz,
así quiera adornar de fantasía
tan triste realidad.
Por mucho que haya fuerzas contrapuestas
yo sé que el mundo avanza,
no puedo precisar si la tardanza
pudiera ya tener las botas puestas
que a tanto no me alcanza.
Espero alguien me crea, no sabía
que me llamara Antonio. Que a los años,
-debiera de pasar mil desengaños-,
y al verlo en los papeles sentiría
ser fuente con dos caños.
Haciendo una cuchufleta
nací yo como el que nace
por culpa de una bragueta,
tal cual fuera de un desguace,
colgándome de una teta.
Te he visto en una foto, te deseo,
posiblemente yo no te merezca,
quizás seas amable cuando crezca
y pueda disfrutar de tu flirteo.
La calle es mi escenario, donde observo
las cosas que se ofrecen, donde miro,
pues vivo como el aire que respiro
pegándome a las gentes y a su acervo
que soy como un vampiro.
Mi visita pasó sin hacer ruido,
nadie escribió de mí. Y en mi defensa
ni siquiera un artículo en la prensa
osó preguntarme a qué había ido.
Resulta que yo no era un elegido
así que alguna vez tal lo pensara,
que el día en que nací no se parara
el mundo al conocer que había venido.
Yo no soy quien soy, nunca lo he sido,
nací para ser libre y soy esclavo,
viví ardiendo pendiendo de algún clavo,
haciendo siempre el tonto me he sentido,
y apenas reconozco si me lavo.
Que yo vine hasta aquí sin saber como
y pronto he de morir sin saber cuando,
me paso así la vida divagando,
buscando a la verdad a que no asomo
y sigo en este magma preguntando.
Comprendo. La justicia, ese es un tema
un harto complicado y peliagudo.
La ley aquí se aplica del embudo
lo estrecho para el otro si le quema
Ayer, hoy y mañana, eso es el tiempo,
quien toma la medida a lo que pasa,
Y al paso que se da suelta la grasa
haciendo que el compás siga a destiempo
quemando su argamasa.
A esos tipos tan iguales
que se creen diferentes,
que ensuciando van las mentes
de los otros por sus males
concernientes.
Hola, yo soy Donaciano, y tú?
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