LA PRIMERA IMPRESIÓN (Mi poema)
Francisco Machado (Mi poeta sugerido)

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MI POEMA… de medio pelo
 

El día en que te vi, yo hoy te lo cuento,
fue mala la impresión que me causaste,
tan mala que hasta pudo echar al traste
la que es nuestra amistad, por un momento.

Después, cuando mejor nos conocimos,
tu imagen me cambió diametralmente,
ignoro por qué fue, si es que la gente
quisiera así evitar lo que sentimos.

Y es hoy en que, tras largos avatares
mostrándote leal en estos lances
me pongo a calcular y a hacer balances
y erijo un monumento en mis altares.

Los juicios de valor, ten comprensión,
no deben de tomarse a la ligera,
precisan cual la fruta de la espera
que llegue el punto a su maduración.
©donaciano bueno
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¿Qué es el Efecto Halo?
Se trata de nuestra tendencia a definir el conjunto de la imagen de una persona, basándonos en uno de sus rasgos. Si X es atractivo, X también será un ciudadano responsable y respetará la ley al pie de la letra. Es un fenómeno incoherente, pero así funciona. Hasta cierto punto, es una especie sesgo de confirmación, ya que juzgamos a las personas de una manera que confirme nuestra primera impresión, o aquello que ya opinemos,  de ellas. Lo empleamos para rellenar los huecos que existen en nuestro entendimiento de una persona a la que aún no conocemos. En ese sentido, también puede fracasar, ya que, si no nos caen bien, nos conducirá a preconcepciones negativas. X discute mucho, X es arrogante.

MI POETA SUGERIDO: <strong>Francisco Machado</strong>

Francisco Machado

El reloj de la cárcel

Hay una luz redonda
en la plaza desierta,
el reloj de la Cárcel
con su campana vieja

Sus tañidos al viento
toda la plaza llenan.
Cuando suenan las horas,
parece que se quejan.
¡Corazón de la Cárcel!
¡Alba de la siniestra
mansión del infortunio
donde mora la pena!
¡Donde el pobre recluso
pasa la vida, muerta
contando el minuto
la intensidad inmensa!
¡Qué lentas van pasando
las horas de tristeza!
En el ambiente trágico,
flotan como quimeras—
brazos largos—
plegarias, que no alcanzan
y deseos de cosas
que no llegan.

El reloj de la Cárcel
con su campana vieja
cuando suena, parece
que llora o que se queja.
Y el lúgubre sonido
de su armonía lenta
semeja el eco ronco
de un azadón en tierra

Hay una luz redonda
en la plaza desierta,
el reloj de la cárcel
con su campana vieja.

LA NIÑA Y LA FLOR DEL AMOR

Llevaba una niña un día,
En su manita una flor,
Y, aunque ella no lo sabía,
Era la flor del amor,
la que en sus manos tenía.
Esa misma niña, un día,
A un niño una flor llevó,
Y, al ver que éste no venía,
En sus manos la estrujó,
Sin saberse lo que hacía.
¡Era la flor del amor,
La que en sus manos tenía!

A Concepción Arenal

(Manuel Machado)

Porque fue buena y comprendió …
Porque su cuerpo fue leña
que su alma clara consumió
con una llama hogareña …
Porque negaba la maldad
y sabía la muerte impotente …
Porque alcanzó la bondad
del corazón y de la mente …
Porque tuvo al dolor cariño.
Porque en el hombre veía al niño …
Porque hizo el perdón fatal …
Porque endulzó las penitencias …
Porque iluminó las conciencias …
Es santa Concepción Arenal.

Chopos de candela (Un Machado en León):

«Verás la maravilla del camino,
camino de soñada Compostela
-¡oh monte lila y flavo! -, peregrino,
en un llano, entre chopos de candela.

Otoño con dos ríos ha dorado
el cerco del gigante centinela
de piedra y luz, prodigio torreado
que en el azul sin mancha se modela.

Verás en la llanura una jauría
de agudos galgos y un señor de caza,
cabalgando a lejana serranía,

vano fantasma de una vieja raza.
Debes entrar cuando en la tarde fría
brille un balcón de la desierta plaza».

Adiós me dijiste

Adiós me dijiste
una tarde plácida
escuchando el lánguido
suspirar del agua.

Adiós para siempre
repetiste impávida
siguiendo el camino
sin volver la cara.

Dispersa y atónita
quedó mi mirada
viendo como un todo
se convierte en nada.

A CONCEPCIÓN ARENAL

(con motivo de su centenario)

Concepción Arenal, España entera
canta en loor de tu bendita gloria,
la fama de mujer, santa y austera,
habrá de perdurar en nuestra historia.

Rayo de sol entre las sombras fuiste,
consuelo del enfermo dolorido:
la amarga queja del dolor oíste,
del pobre delincuente arrepentido
y a escuchar te aprestaste diligente.
Procurando vivir junto a la vida
de la insaciable y la perduta gente;
viendo saciar la sangre de la herida,
hiciste del Dolor tu santuario.
¡Oh, mujer inmortal, santa y asceta!
Por eso al celebrar tu Centenario
al lado del Dolor canta el poeta.
No has muerto, no, tu espíritu preside
esta fiesta solemne y religiosa
y en el alma de todos hoy reside
la tuya, triunfadora y generosa.
Concepción Arenal, al saludarte
y cantar con afán tu excelsa gloria,
esta composición quiero dejarte
en prueba del amor a tu memoria.

PLAZA RECÓNDITA

En un rayo de sol recogidas,
En la extraña plaza
Donde cantan y duermen a un tiempo
Dos fuentes hermanas,
Decíale un joven
A una niña pálida:
¿Por qué la tristeza
Invade tu alma?
Y la niña, al punto,
Dijo acongojada:
¿Ves esas dos fuentes
Que hay en esta plaza?
Tú eres la que ríe,
Yo soy la que calla.
Y la fuente muda,
La que seca estaba,
Sobre el blanco mármol
Derramó una lágrima.
En un rayo de Sol recogidas
Dos almas soñaban.

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Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

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