Me pides tu opinión y aquí te dejo sincera, la respuesta de un amigo, que todo lo que escribes suena a viejo, no salva tan siquiera ni el pellejo, espero no me entiendas te fustigo.
Lo siento, yo no escribo en Instagram, escucho con frecuencia que eso es malo. Si hoy quieres evitarte ese regalo de ver como tus versos penarán sintiendo que al olvido quedarán...
¿Por qué ya solo escriben versos libres jugando al buen tun tún con las palabras, tomando a las ideas más macabras ya nadie intenta y mide sus calibres?
Si quinientas palabras no son plagio ¿cuántos versos se pueden fusilar? La tal Lastra debiera meditar qué me espera si escribo y tal naufragio no puedo yo evitar.
Escribir un poema es cosa seria, y aun más si es que éste rima en consonante. Difícil mucho más e interesante si es fruto de estudiar la enciclopedia y ser un buen versante.
Me apuesto a imaginar, soy un labriego que un buen día se puso aquí a sembrar, esto creo que es mucho imaginar, pues yo escribo montándome en mi ego....
Hoy escribí un poema y lo he borrado, y es que al fin, nada más, es otra idea, otra más que se mete y que alardea por querer presumir como un soldado y muere en la
Dios piensa que pensar es de mal gusto ¡cuidado que en la boca no entren moscas!, que hablar de lo que ignoras es injusto ni sirve si a palabras las enfoscas.
¿Es famoso Bukowski? Es muy famoso. Así sea afamado, no me gusta, no crean por soez que a mi me asusta pues no le encuentro gracia haciendo el oso ni a mi madre azuzando con su fusta.
Esta es la historia de un viejo que jugaba a hacer poemas sin saber que de escribir el buen hombre no sabía, cogió un lápiz y un papel y en la mesa que allí había se dispuso a cavilar sobre
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.