Vivir es consumirse poco a poco igual que hace la vela que queda sin pabilo en la candela haciendo como dicen se hace el loco cuando algo hay que no cuela.
Hay seres superiores, sé que existen, los he visto en mis sueños muchas veces, te advierten que tendrás lo que mereces mas tú a que a ellos les veas se resisten por mucho que les reces.
Permítanme que aquí yo hoy me presente, mi nombre es Lucifer, les juro, pues me deben de creer, que así que esto les suene a prepotente, el mal es mi deber.
Quiera dios que yo me haga millonario, quiera dios que tu madre sea abuela, quiera dios que te enseñen en la escuela a escribir como dice el diccionario, quiera dios no te saquen una muela.
Suponga que es usted un tarambana, sin fuerza voluntad, por consiguiente, un tipo al que le puede la galbana, despierta, va y se asoma a la ventana y ve que está nublado y se resiente.
¿Qué veis? pues no soy yo, todo es postizo, las gafas, el bigote y un sombrero, que el pelo no se vé pues lo prefiero, confieso que no tengo el de un erizo mas no me desespero.
Un pájaro he plantado en mi escritorio no sabe ni cantar, decir ni pío, posible es que el terreno esté baldío, se encuentre aun sin preñar en paritorio o acaso tenga frío.
Yo tengo un coche viejo que no para de echar ventosidades, si alguna vez reprocho se me para o finge no entender, no da la cara y escupe por un tubo suciedades.
Lo siento si yo pierdo algún amigo de quien dicen que van por la otra acera, que sepan que el ser gay no va conmigo mas yo a las discrepancias no castigo, que un pito me interesa su pernera.
Están los jugadores frente a frente sentados en la arena junto al mar, las piezas preparadas a jugar a un juego que es un tanto irreverente en el que se dirime el bien el mal.
Después de respirar hoy me he parado, no puedo discernir si no respiro, igual que el corazón sin el Adiro se muestra apocopado o al fin se pega un tiro.
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.