Ya sé que no es verdad, que lo que dicen algunos se lo inventan, y hay otros, pocos más, que lo bendicen y hay otros, muchos más, que lo maldicen pues bulos son que al vulgo representan.
Desnudo estoy mirándome al espejo cual Dios me trajo al mundo, me veo y no conozco, ya estoy viejo, escuálido, encorvado, cual pellejo, perdida la mirada e iracundo.
YO he sido afortunado, un ganador que en vida obtuvo premios a raudales, un vivo aventurero, un soñador, de activo caminar, trabajador luchando en buena lid con el amor...
Soy viejo. Y es por eso que yo recuerdo a Franco, el gran liberador, omnímodo y caudillo, que al pueblo adoctrinó de un modo muy sencillo. Constancia aquí he de hacer creando este estribillo...
Está preso mas no es un delincuente, está preso y no sabe ni el por qué; que hoy el miedo a morir próximamente se ha incrustado en lo oscuro de su mente...
Hoy tu alma en varios trozos se ha partido, se te nubla la mirada a cada instante, te arrepientes sin dudar de haber venido y quisieras no mirar hacia adelante.
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.