Pregunto si existir vale la pena o acaso aquí es vivir una memez, que empieza cuando empieza la niñez y acaba con la muerte, esa condena lo mismo que sin agua muere el pez.
No tienen corazón los que a distintos les tratan con desprecio, presumen descender de un roble recio, y adoran sin medida a sus recintos poniendo un sobreprecio.
Supongo. Y es que yo siempre supongo. Conozco. Sea que ignoro. Lo contrario. Certeza. ¿Dónde está ese diccionario? Que todo yo a la duda lo antepongo,...
Por qué me niego a ver lo que ahora veo, por qué no quiero oír lo que hoy escucho, por qué pienso que nada es ahora mucho, por qué me siento vivo cuando meo.
Yo que soy un ingenuo, un inocente, que no puedo entender que los idiomas se inventaran tratando que la gente mejoraran de forma inteligente los puntos y las comas.
Mi vida se divide en dos mitades, primera es reflexión, lo que presiento, las cosas que me ocurren, que lamento en torno a las bondades y maldades, por ellas me atormento.
Pintar algo en la vida no es sencillo, pintar con la cabeza, con los brazos, pintar como el que sueña con abrazos pintar con el pincel y sacar brillo o dándose codazos.
Pensar, una tarea de buen gusto, que un día no pensé y hoy me arrepiento. Si hubiera yo ocultado lo que siento me hubiera así evitado algún disgusto y algún que otro esperpento.
Imprime este mensaje. No lo tires. Recuerda el contenido te interesa, sabrás que la ventura no regresa, y obliga a que más tarde tú suspires soñando que te besa.
Modérese, señora, yo no he dicho que el mundo en que vivimos sea justo, no quise a usted causarle algún disgusto, retire por favor que soy un bicho y así se quede a gusto.
Al viento le pedí que me dijera, al agua le rogué que me escuchara, al cielo supliqué. Nadie me oyera. Ninguno, que yo sepa, respondiera, tampoco de ignorarme se jactara.
En este mundo hay putas, muchas putas, que todo aquí se vende, se vende a dios y al rey en las disputas jugando con las tesis disolutas del qué, cómo y depende.
En esta vida, amigo, puedes ser nacionalista, incluso, si es preciso, no creas que te quiero convencer, mas la vida es un tiempo, es un inciso y pronto ha de llegar su atardecer...
Están en todas partes. Merodeando. Subiéndose a menudo en las paredes. Van de acá para allá. Sólo, si puedes, habrás de protegerte toreando que quieto no te quedes.
He venido a buscarme y no me encuentro, es posible padezca de ceguera. Siempre anduve mirando para afuera pensando que del mundo yo era el centro, creo, como cualquiera.
No te comprendo, Dios, no te comprendo,ni comprendo a este mundo y a sus guerras,que nunca acierto a ver lo que tú encierras,si dices la verdad o estás mintiendoo malo eres, tan malo que me aterras.
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.