Mi poema: UN MUÑECO DE TRAPO Mi poeta aquí sugerido: Luis Ramiro

Soy un muñeco de trapo,
viejo, sucio y maloliente,
que abrevando irá a la fuente
a lavarle a su retrato,
y su mente.
Escrito breve en el que se narra una historia de ficción con un reducido número de personajes, una intriga poco desarrollada y un clímax y desenlace final rápidos.
Soy un muñeco de trapo,
viejo, sucio y maloliente,
que abrevando irá a la fuente
a lavarle a su retrato,
y su mente.
Pasaba junto a un cubo de basura
un día como siempre en mi paseo
mas miro y ¿qué dirán que es lo que veo?
¿quizás un alacrán, tal vez un cura
o un niño disfrutando en su recreo?
Hay un colegio en mi calle
que se llama Maravilla,
que por las mañanas chilla
sin poder decir que calle,
gritos que a toda pastilla ,...
Yo creo empleo ¿y tú?
-Yo no, yo vivo del erario.
Y ese erario ¿qué es?
-El es quien paga mi salario
para que puntual llegue a mi cuenta a fin de mes.
Como la arena que arrastrando van las olas,
aprovechándose de la fuerza del viento,
existe gente que maneja el sentimiento
para acercar hasta su altar las caracolas,
contándoles un cuento.
Algunos hoy quisieran sin por qué,
a la infancia robarle la inocencia.
Pues que he de confesar, pido clemencia,
que una noche de Reyes yo me até
el dedo y una cuerda a la ventana...
Pues él llegó a Madrid siendo un mocete
mas bien desaliñado o descuidado,
un joven e inocente mozalbete
que tuvo que aprender siendo un zoquete
a ser más pillo y listo que el de al lado.
Quizás cuando me muera dirán que fui un poeta
que succioné en la teta de la musa Talía
y pensando en Erato guardarán mi libreta
o colgarán mi retrato en una sacristía.
No crean que ésta es la ocasión primera,
la historia atiborrada está de ejemplos,
son gentes nos invitan a sus templos
tratando que sigamos a su vera.
Para mi en este mundo nada es mágico,
que ha perdido de su cara la inocencia,
vagabundo en su penar pide clemencia
pues de tanto arrastrar se ha vuelto trágico.
Sobre la fina arena y en la mimosa playa,
cuando el astro sol se asoma y comienza a sonreir
el agua anda aun dormida y el cielo se desmaya,
yo guardo entre las olas mis ansias de vivir.
La vida es placentera y muy tranquila.
Comienzo en la mañana paseando,
si siento que al andar me voy cansando
me paro en un café, tomo una tila.
¿Sabes?
Tu vida es como el canto
más bello y más hermoso de las aves,
un rayito de luz,
un sueño que al trasluz
va conformando un manto
Hoy pretendo mostrar a mis lectores,
si es que alguno me sigue, que aun retengo,
que aunque viejo, que muchos años tengo,
oí en mi infancia piar a ruiseñores,
silbar, balando a ovejas, los pastores.
Fue un momento, una ilusión,
un suspiro verde y grana
que ensombreció a una mañana
fruto de alguna traición.
Y el balcón, aquel balcón
y aquella brisa malsana
conjuraron la función....
Benditos los caminos polvorientos,
dichosas las encinas y pinares,
las fuerzas que atormentan a los vientos
en altas, las colinas y en pajares.
La vida, dijo un pájaro atrevido,
te tiene reservado un premio gordo
y vine a tropezar en tanto un tordo
soltaba una cagada el mal nacido.
Cada lección que daban no entendía,
cada letra, fundida, era un concepto,
si terciaba la pata allí metía
exponiendo a mear fuera del tiesto.