Jsoe Betanzos

La soledad me asiste en mi faena de pescador, la cesta de lombrices relatará mi pérfida condena sobre el añil de insípidos matices.
Poemas de amigos de este aprendiz de poeta que han tenido la gentileza de publicar en su web
La soledad me asiste en mi faena de pescador, la cesta de lombrices relatará mi pérfida condena sobre el añil de insípidos matices.
Sólo el muro es bello cuando es ruina
Y odioso cuando nuevo es el Imperio
Que escupe asco, fobias, improperio
Y hace de la ofensa su doctrina
Novio fui de la hermosa Ana María,
linda chica de labios seductores,
entretanto juraba sus amores,
en la cama con otro se metía.
La mente vaga sola. Ya la vida
desvela en un amor no consumado
su luz, fulgor de brillo equivocado,
a paso lento, cura vieja herida
A veces mi país tiene estas cosas
cosas que a veces saltan a la vista
benditas, insolentes, caprichosas
de lo que vende con los ojos del artista
Soy como nací
allá en un lugar cualquiera
el día que me muera
me recordarán como fui.
Ni muy malo ni mejor
ni demasiado ladrón..
No me das, no te doy y no nos damos,
escondemos la magia en la trastienda,
pasamos de puntillas por la senda
del sentir, nos creemos ser los amos.
Tu mirada limpia y cristalina
rebota en cristales opacos.
Vidrios sin alma, sucios… mugrientos
que relucen abrillantados de lujuria y egoísmo.
Tus ojos interrogantes, no obtienen respuesta.
La faz humana ladea su mirada; así todo es más fácil. ..
Cubriendo va el ocaso ya el camino
desierto con su lóbrego sudario,
y un ave negra de nefasto fario
repite terca su agorero trino. ...
¿Pues qué hago aquí? Yo aquí trabajo.
¿Qué quiero aquí? Servir de amigo.
¿Y hay algo más? Sí, ser testigo.
de cuanto hay vivo aquí debajo.
Tengo que escribir las estrofas sueltas del rimar con tiempo
sobre el suelo de los campos vastos de la planicie inmensa,
donde el tiempo no existe y ahora lo reclama a los hombres
la reñida saña de devastación donde suspira mi naturaleza,
A mi vida diste sueños,
momentos de fantasía,
ornamento y alegría,
reposo en arduos empeños.
Enamorado me henchiste...
Me perderé como se pierden esas noches de insomnio.
Como se van en vuelo incierto las golondrinas en su libertad.
Así ,como un soplo ahogado en un charco de lágrimas embarradas
en laderas azotadas por un crudo invierno,en esas calles sin salida...
Así te amé: tan esbelta, piadosa,
tan tenue como la noche dormida,
tan Gris, tan hala, tan ninfa, tan vida...
Así te amé, ¡Sí! cual última rosa.
Mendigos, no sólo son
los que vagan mal vestidos,
entre las calles perdidos
suscitando compasión.
Del sueño azul, que de eternidad se jacta
sólo algún jirón de tela desteñida
morará en un niño gris a la partida,
son acuerdos que la verdad con dios pacta....
En un rincón secreto vive el sueño
de lo que habrá que ser, quizás, un día,
un mundo prodigioso, en armonía
y paz con los demás. Que no haya dueño...
Me desengaña el mundo, sus fronteras
el hombre es animal muy peligroso,
el padre de Laertes, ser juicioso
le advirtió de la Corte sus barreras.