A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

»JOSÉ ZORRILLA
¡Ay del triste que consume
su existencia en esperar!
¡Ay del triste que presume
que el duelo con que él se abrume
al ausente ha de pesar!
¡Ay del triste que consume
su existencia en esperar!
¡Ay del triste que presume
que el duelo con que él se abrume
al ausente ha de pesar!
Sublime la mañana, en mi paseo
te vi que en la parada de la esquina
estabas con tu estampa tan divina
y vuelta a pasear por si te veo.
El tiempo es el que marca la distancia,
que sabe calcular el recorrido,
el tiempo aquel que viene y ya se ha ido,
y a veces cuando va ya no hay constancia
del eco ni el lugar en que ha vivido.
Las siete y veintidós de la mañana,
me acerco al exterior, frío hace y llueve,
añado otro motivo a la desgana
que viene a reflejarse en mi ventana
y al sueño le conmueve.
Esperada, cuántas veces
he llorado por tu ausencia
suplicando,
y has gozado de mis preces
reclamando tu presencia
¡hasta cuando!.
Que yo vine hasta aquí sin saber como
y pronto he de morir sin saber cuando,
me paso así la vida divagando,
buscando a la verdad a que no asomo
y sigo en este magma preguntando.
Ayer pasé a tu lado y no me viste,
me consta que eres algo despistada,
quizás fuera mirarme no quisiste,
no debes de culparle a tu mirada.
Posiblemente tú no me quisiste.
posible yo no fuera para tanto,
posiblemente fue que el desencanto
al corazón le fue creando un quiste
y sigue siendo reo de su llanto.
Tengo un nudo en la garganta
que llorar no me permite,
si se acerca algún envite
con frecuencia se atraganta,
mas si escucha que alguien canta...
La vida son etapas. La primera
apenas si te enteras, que es la inopia,
pues pasas por la misma sin luz propia
haciendo de reflejo de cualquiera.
Mentiras, son mentiras, que este mundo
plagado está de bulos y mentiras,
pues dicen que es perfecto y es inmundo,
nos vamos consumiendo en unas iras.
Me gustan las ciudades vestidas y aseadas
ausentes de pasquines, paredes sin panfletos,
que amables te reciben y muestran sus respetos,
exentas de excrementos y esquinas sin meadas
mostrando al visitante que no habitan paletos.
Comprendo. La justicia, ese es un tema
un harto complicado y peliagudo.
La ley aquí se aplica del embudo
lo estrecho para el otro si le quema
Ayer, hoy y mañana, eso es el tiempo,
quien toma la medida a lo que pasa,
Y al paso que se da suelta la grasa
haciendo que el compás siga a destiempo
quemando su argamasa.
A esos tipos tan iguales
que se creen diferentes,
que ensuciando van las mentes
de los otros por sus males
concernientes.
Cada día peor, la sanidad,
me perdonen si insisto, no funciona,
que ha perdido en el Reino su corona
que mostraba orgullosa cual deidad,
y que se desmorona.
Recuerdos, sin memoria no hay recuerdos,
que vagan sin parar o andan perdidos,
o llenos de pudor van escondidos
o puede fueran propios de ojos lerdos.
Tantas horas del día meditando,
tanto esfuerzo a misterios descubriendo,
tanto empeño para aprender muriendo,
tantos palos a dios con mazo dando
y a todo resistiendo.
Nacer por un desliz o un accidente,
nacer, una impostura, sin pidiera,
nacer sin consultar donde naciera,
nacer tan de improviso, de repente,
igual que sale el sol por Antequera.
Antiguamente dicen que se hacía,
la forma de sembrar era a voleo
más propia, más humana, según creo,
que a mano la simiente se esparcía.
Acerca mi abolengo yo aquí juro
que todo lo que valgo, lo que tengo
lo debo a la existencia de un conjuro
que supo adivinar que en el futuro
habría de ser rey. Y aquí sostengo
Si un día no me encuentras, no me he ido,
dejé sin conectar la grabadora,
ya sabes que fui un niño consentido,
y un paso al frente dar nunca he sabido
y estoy en mala hora.
Hola, yo soy Donaciano, y tú?
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