Así no he de seguir, no me interesa, pues paso, me entristezco y me consumo, la vida es cigarrillo que me fumo, me acecha a cada paso y que me pesa y casi no echa humo.
Que el mundo no es mi mundo está muy claro, pues que éste lleno está de sabandijas, se meten con descaro en las rendijas dejando al que le pilla en desamparo sin colcha y sin cobijas...
En la estancia reposa ya el finado, la tez muestra un semblante muy sereno, rezando unos amigos a su lado, pretenden liberarle del pecado mas todos hablan de él, fue un hombre bueno.
Cuando la luz se apaga, el sol no hiere, cuando el cielo se oculta al infinito, cuando acabe este verso que hoy recito y se pueda saber por qué se muere.
¿Quién manda siempre aquí? El Presidente. ¿Qué méritos aporta? El que más trepa. El mismo que se pasa por la chepa aquello que lamenta y que no siente y allí donde le quepa.
Cuando pasen los años ya verás que la vida se escapa entre las manos, que los sueños se quedan ya lejanos y es que entonces quizás lamentarás tu ignorancia al juzgar a los ancianos.
Ya no quiero. Vivir no me interesa. Que el tiempo que he vivido ya es pasado y así que este momento ande a mi lado ya sé que no me aguarda una sorpresa.
¡Qué triste es esta vida, no la entiendo! ¡Qué lástima que existan alcornoques! ¡Qué pena que me causan los disloques! ¡Qué esfuerzo me produce ir resistiendo, pues mira y no me toques!.
Quizá sepas la vida va muriendo, se va poquito a poco, lentamente, desliza hasta llegar a la pendiente Así que tú te vayas resistiendo, irremediablemente
He visto a Dios llorando en las esquinas en un país doliente, bella Ucrania, que ve como muriendo va su gente, la ruina pululando en el ambiente, y sufre al ver que aun siguen las inquinas...
Un ave se ha cagado en mi sesera ¿por qué será si yo nada la he hecho? le puede suceder a otro cualquiera. Maldigo a esa costumbre puñetera pues sé que no hay derecho.
Se fue como el que sufre de un infarto no supo soportar los desamores que acuden de la mano de traidores diciéndole a la vida ya estár harto de flores sin olores.
Hay veces que me angustia una certeza acerca de mi estancia y del futuro, hay veces, reconozco que es muy duro, que acecha ese presagio a mi cabeza lo veo todo oscuro.
Hay veces que la vida te da palos y piensas que de allí ya no hay salida, y vuelves a empeñarte en la partida sufriendo diferentes varapalos sintiendo que tu vida ya no es vida.
Quisiera ser un cántaro en la fuente, el agua que resbala a su albedrío, la lluvia que saltando va en el río y toda junto al mar se hace presente como tu amor y el mío.