Mi poema: LA EDAD DE LOS POR QUÉS Mi poeta aquí sugerido: José Luis Piquero

¿Por qué llueve, por qué ladra el perrito,
por que el cielo es azul,
por qué hay amapolas, por qué nadan las olas,
por qué, dímelo tú?
En el sentido amplio de esta composición poética formada por catorce versos de arte mayor, generalmente endecasílabos, y rima consonante, que se distribuyen en dos cuartetos y dos tercetos.
¿Por qué llueve, por qué ladra el perrito,
por que el cielo es azul,
por qué hay amapolas, por qué nadan las olas,
por qué, dímelo tú?
¡Oh señor! que a tu imagen me creaste,
que en la cuna gocé de tu presencia,
no permitas que abuse de tu ausencia
y en aguas procelosas me devaste.
Buscando voy esencias en mi mente,
hurgando en mi poema preferido,
al grano separando el preferente,
la paja desechándola al olvido.
¡Venid a leer mis versos a mi casa,
hoy yo saldré a recibiros a la calle,
mi atención yo os aseguro y un detalle,
veréis, poetas, de mi ego a su argamasa!
Y así que ciego sea eso es incierto
que nunca ya perciba lo que hay fuera,
burlaros no debéis de mi ceguera,
no ver es diferente a ya estar muerto.
¡Oh, señor! que a tu imagen me creaste
con barro que amasaste con esmero
no permitas que el tiempo le eche al traste
tu trabajo artesano de alfarero.
Dicen que el paraiso está allí arriba en lo más alto,
donde plácidamente se encuentra el dios bendito,
que para subir no es suficiente dar un salto
y para que te oiga no precisas dar un grito.
No soy bueno, así que mi alias sea,
que a mis padres les debo y al azar
el nombre y la costumbre de rezar,
desde niño he cumplido esa tarea.
¿Por qué prófugo a mi me han declarado
si huir de palabras yo aun hoy no puedo?
y miedo, ¿por qué debo tener miedo
si sigo con mi yunta y con mi arado?
Hoy señalé tu espalda con mi dedo
pintando un lujurioso garabato,
revoltosa mi mano en arrebato
tu epidermis hirió en rubor y miedo.
He pasado, mirado y visto triste
manchada con grafittis tus paredes,
no presumas, verán que ya no eres
crisol de educación que un día fuiste.
Traviesa, redondita y tan oronda,
un cerebro aparentas chiquitito,
¡si sales a bailar ya eres la monda!
nadie puede ganarle a tu piquito.
Una persona esa era que miraba al espejo y se daba asco,
¡qué sería que hasta el reflejo recriminando se lo afea!
y que al verla los hombres se revolvían observando con gran fiasco
y hasta su sombra deforme la sigue así gritando ¡eres muy fea!
Yo voy matando el tiempo al tiempo que él me mata,
con el que bien me trata yo intento ser atento.
Como soy educado yo sé decir lo siento,
me excusen, no es preciso me estén dado la lata.
El cielo está plagado de inocentes,
no sé cuantos habrá ¿quizá un millón?
¿millón dices? Añade a ese montón
a Hugo que hoy se fue, tan buenas gentes.
Yo en la vida solo me dediqué a ganar dinero
y aunque no siempre el pecunio fue mi motivación
reconozco que de mis obsesiones fue primero
dinero, ganar dinero, sin más explicación.
Ando buscando un verso en que cupieran
doscientas mil ideas que le asaltan
a mi cerebro. Y mitigar supieran
las dudas que en mi mente se atragantan.
Me dicen que has ganao. Felicidades,
Milei, no sabes bien lo que te espera.
Que un día tú creaste una quimera
y hoy tienes que enfrentarte a realidades.