
Mi poema: AMANECÍA EN SALMERÓN Mi poeta aquí sugerido: Nelo Curti
Amanecía en Salmerón, ¿no lo conocen?
En España, está en Guadalajara,
allí dónde las abejas se arrebocen
-pueblito de camino entre Milana y Sacedón-
Puedes leer uno de mis poemas "de medio pelo" y/o disfrutar abajo de los del poeta sugerido. Imprescindibles: Mis Maestros
Amanecía en Salmerón, ¿no lo conocen?
En España, está en Guadalajara,
allí dónde las abejas se arrebocen
-pueblito de camino entre Milana y Sacedón-
Las Cortes tienen forma de frontón
en el que la pelota no rebota,
¿preguntas? hay que se hacen un montón,
¿respuestas? hay se salen del renglón,
mas siempre las gallinas se alborotan.
Yo nací para creer
que arando trazaría mi camino
puliendo los escollos de mi sino,
y andando de puntillas merecer
para al final fenecer
sin conocer el destino.
Ciudadanos españoles, ciudadanos,
que al futuro con tristeza os enfrentáis
sin saber por donde iréis, por donde vais
pues los sueños que tuvisteis hoy en vano
segado han de plano.
Políticos del mundo son los trepas
que ascienden al poder con cuentos chinos,
gobiernan siempre haciendo de adivinos,
si lo hacen mal verán tú no lo sepas
obviando les importas tres cominos.
Tiempos, que fueron de paz, cuando a la vida,
los dulces rayos de sol de la mañana
envían un soplo de emoción, ungida
de olores a salvia espliego y mejorana.
¡Oh señor! que a tu imagen me creaste,
que en la cuna gocé de tu presencia,
no permitas que abuse de tu ausencia
y en aguas procelosas me devaste.
Buscando voy esencias en mi mente,
hurgando en mi poema preferido,
al grano separando el preferente,
la paja desechándola al olvido.
Una pulga, viciosa, diminuta,
tan pesada cuando hace sus deberes,
o esa punta afilada de alfileres
que te pincha y a la que gritas ¡puta!
La risa de Mona Lisa lleva el alma en su mirada
¡que esa no es risa es sonrisa! que es mirada enamorada
que me hipnotiza y hechiza.
Este hito está grabado en la memoria,
fue un año en que las rosas florecieron,
obviando que antes otras se pudrieron
tildadas por algunos como escoria,
pues fruto de rencores perecieron.
Desde que tú te fuiste yo peno en mi silencio,
la herida que me abriste no tiene justiprecio.
Tus risas, tus sonrisas retumban insistente,
si apago mis oídos resoplan en mi mente.
Orgulloso de mi, de mis ancestros,
orgulloso de ser quien lo elegí,
de otra vida anterior en que viví,
no como otros que nacen de cabestros
y al punto de nacer ya son siniestros...
¡México, yo ya no puedo entenderte, México,
discúlpame, quisiera hacerlo mas no puedo,
los vocablos se han escapado de mi léxico!
Hoy siento un gran dolor. La paz no me concedo.
¡Venid a leer mis versos a mi casa,
hoy yo saldré a recibiros a la calle,
mi atención yo os aseguro y un detalle,
veréis, poetas, de mi ego a su argamasa!