»MIGUEL DE UNAMUNO

Biografía de Miguel de Unamuno
Entre los más destacados escritores de la Generación del 98 se encuentra el brillante Miguel de Unamuno; nació en Bilbao el 29 de septiembre de 1864 y falleció en Salamanca el 31 de diciembre de 1936. Su versatilidad como artista es admirable: exploró tanto la novela, como el ensayo, el teatro y la poesía. En su adolescencia, presenció la toma de su ciudad durante la Tercera Guerra Carlista; esta experiencia, tan difícil de sobrellevar, se ve reflejada en su primera novela, titulada “Paz en la guerra”.
Se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, habiéndose recibido a los 19 años con altísimas calificaciones. Miguel de Unamuno plasma sus influencias existencialistas. Este poema, responde a un tema en particular que el poeta se planteó: la lucha entre razón y fe.
LOS POEMAS | Otros poemas de MIS MAESTROS |
LA LUNA Y LA ROSAEn el silencio estrellado Toda cabellos tranquilos, Entre las zarzas, su nido, En el silencio estrellado |
Mi Dios herejeAunque ellos me maldigan qué me importa y muy larga la muerte. Me conforta Mientras de mí, Señor, Tú no recabes y encuentro natural se me excomulgue; Señor, no me desprecies…Señor, no me desprecies y conmigo de tu parte; esa lucha es la testigo Dime, Señor, tu nombre, pues la brega me has desarmado ya de mi armadura, |
Razón y feLevanta de la fe el blanco estandarte Hay que vivir y fuerza es esforzarte y la de Dios espera, que abomina hacia el fulgor de tu eternal estrella; La unión con DiosQuerría, Dios, querer lo que no quiero; Si tu mano derecha me abandona, “¡Se haga tu voluntad, Padre!”-repito- pero dentro de mí resuena el grito |
El fracaso de la vidaCuando el alma recuerda la esperanza así con sus ensueños, mas no alcanza Para ver la verdad no hay mejor lumbre lanzadera fatal urde el acaso Horas serenasHoras serenas del ocaso breve, Copos perdidos de encendida nieve, Como en concha sutil perla perdida, el alma cuaja luces moribundas |
La mar ciñeLa mar ciñe a la noche en su regazo Derrítense después en un abrazo, Y se baña en la obscura lejanía y aunque los necios sabios leyes fijen, Es una antorchaEs una antorcha al aire esta palmera, Sin bretes ni eslabones, altanera No se retuerce ni se quiebra al cuelo; la sangre de un volcán que enamorada |
La estrella polarLuciérnaga celeste, humilde estrella del hogar del espacio; ínfima huella Era al girar del universo quicio Copérnico, Copérnico, robaste Ni mártir ni verdugoBusco guerra en la paz, paz en la guerra, nuestro pecho. Rodando por la tierra que tener que ser águila o tortuga, y pues a Dios entre una y otra plugo |
A mi buitreEste buitre voraz de ceño torvo El día en que le toque el postrer sorbo Pues quiero, triunfo haciendo mi agonía, mirada al ver la suerte que le amaga MuerteEres sueño de un dios; cuando despierte El sueño yace en la vigilia inerte? Deja en la niebla hundido tu futuro Aurora de otro mundo es nuestro ocaso? |
De Fuerteventura a ParísA un hijo de españoles arropamos A la pobre cajita sendos ramos “Ante la vida cruel que le acechaba, era de otoño y bruma el triste día PortugalDel atlántico mar en las orillas los codos y en las manos las mejillas Dice de luengas tierras y de azares que se le hundió en los tenebrosos mares, ¿Por qué me has abandonado?Por si no hay otra vida después de ésta Que un anhelo sin pago así nos presta Tu cabeza, abrumada del engaño la recia rueda de la impía suerte, |
Noche de luna llenaNoche blanca en que el agua cristalina vela, y se espeja una redonda encina Es un rasgón del cielo que abrazado y en el silencio de la noche reza De vuelta a casaDesde mi cielo a despedirme llegas Compadeciendo mi secura, riegas Madre Vizcaya, voy desde tus brazos de costumbre, que el hombre no disfruta |
Dorium-Duero-Douro
Alarzón, Carrión, Pisuerga,
Tormes, Agueda, mi Duero.
Lígrimos, lánguidos, íntimos,
espejando claros cielos,
abrevando pardos campos,
susurrando romanceros.
Valladolid; le flanqueas,
de niebla le das tus besos;
le cunabas a Felipe
consejas de comuneros.
Tordesillas; de la loca
de amor vas bizmando el duelo
a que dan sombra piadosa
los amores de Don Pedro.
Toro, erguido en atalaya,
sus leyes no más recuerdo,
hace con tus aguas vino
al sol de León, brasero.
Zamora de Doña Urraca,
Zamora del Cid mancebo,
sueñan tus torres con ojos
siglos en corriente espejo.
Arribes de Fermoselle,
por pingorotas berruecos,
temblando el Tormes acuesta
en tu cauce sus ensueños.
Code de Mieza, que cuelga
sobe la sima del lecho.
Escombrera de Laverde,
donde se escombraron rezos.
Frejeneda fronteriza,
con sus viñedos de fresnos,
Barda d´Alva del abrazo
del Agueda con tu estero.
Douro, que bordando viñas
vas a la mar prisionero,
de paso cojes al Támega,
de hondas saudades cuévano.
En su Foz Oporto sueña
con el Urbión altanero;
Soria en su sobremeseta
con la mar toda sendero.
Árbol de fuertes raíces
aferrado al patrio suelo,
beben tus hojas las aguas,
la eternidad del ensueño.
AGRANDA LA PUERTA, PADRE
Agranda la puerta, padre,
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños,
yo he crecido a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad;
vuélveme a la edad bendita
en que vivir es soñar.
Gracias, padre, que ya siento
que se va mi pubertad;
vuelvo a los días rosados
en que era hijo no más.
Hijo de mis hijos ahora
y sin masculinidad
siento nacer en mi seno
maternal virginidad.