»JOSÉ MARÍA FONOLLOSA

(Barcelona, 8 de agosto de 1922 – 7 de octubre de 1991) José María Fonollosa fue un poeta español de la generación de la posguerra. Se le considera un caso singular de poeta secreto en la literatura española (al estilo de Constantino Cavafis o Pessoa), ya que se mantuvo inédito durante casi treinta años, entre 1961 y 1990, periodo en que permaneció al margen de corrientes literarias y totalmente desconocido para crítica y público.
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Una muestra de sus poemas
HELLO, NEW YORKNo hay nada bueno en ti. Por eso te amo. WATER STREET Y estrenar una vida diferente. Pero al pasar el tiempo el nuevo mundo Mejor fuera destruirlo y no hacer otro. WHITEHALL STREETYo le tenía miedo. No sabía Pensaba que su grito subiría, Pensaba que en sus ojos hallaría Un delgado cuchillo entra en la carne No hubo mirada, no. Tampoco grito. BEAVER STREETPara lucirla por la calle, hermosa. La hermosa y casi hermosa se te tienden La chica más bien fea, sin embargo, La oscuridad ambiente la sitúa Y deja hacer y accede de buen grado WILLIAM STREETLas mujeres que quiero van con otros. Cuando pasan prendidas de otros brazos el rumor tembloroso de un silencio, Yo sé que lo que anhelo no anda lejos: Las mujeres que quiero van con otros. |
WORTH STREETUn hombre muerto es nada. Sólo un bulto Su incómoda postura en la calzada, No hay grandeza en la muerte de esos hombres PARK STREETAma a quien quieras con el corazón, Nadie ama solamente un corazón: DOYERS STREETNo vendrá. De verdad. No vendrá nunca. Mi cuarto es muy modesto para el éxito. Mi cuarto es muy austero para amigos. Mi cuarto es también frío y muy pequeño. No es lógico esperar. No vendrá nunca Debiera de una vez cerrar la puerta. CHATHAM SQUAREHe estado en muchos sitios. Todos ellos Pasé por las ciudades. Por los pueblos. Así me acostumbré a caminar solo ELDRIDGE STREETTodos tienen derecho a usarla. Todos. La mujer es para eso, paraíso, Es la hembra de la especie. La de todos. Esa es su utilidad como mujer. BOWERY STREETMi placer te creó. Cuando naciste Modelé tu figura como un barro Vigilé cada día tu sonrisa. El premio es este goce tuyo y mío. |
MADISON AVENUE
Hay que huir de la gente. Los amigos
tienen palabras, gestos y miradas
con una piedra dentro que hace daño.
Hay que huir de la gente. La familia
es la mano que aguanta la cabeza
para que permanezca bajo el agua.
Y el amor es tan sólo una palabra
que una mujer nos pone entre los brazos.
Al irse la mujer duele su nombre.
Estar aislado es grato para el alma.
Estar aislado es grato para el cuerpo.
Morir es sólo aislarse un poco más.
EAST 54TH STREET
No me salvéis. Intento así perderme.
EAST 52ND STREET
Para hablar no te quiero. Tengo amigos
para tratar de cosas que me inquietan
y ahondar en las ideas que me importan.
Y no nos condiciona nunca el sexo.
Nos lo pasamos bien. Y «Adiós».
Y «Hasta otra».
Contigo es diferente. Lo que cuentas
no me interesa nada en absoluto.
Y he de escuchar, no obstante, atentamente
y ocultar mi fastidio a tus palabras.
Porque sino te niegas a mi amor.
Y cuando a mí se ciñe tu figura
grácil y delicada voy perdido.
Pues al sentir tu cuerpo a mí abrazado
nada tiene interés que tú no seas.
Y yo ya no soy mío, sino tuyo.
Y así debo evitar en nuestra charla
lo trascendente; reír tus tontas gracias,
acusarme de estar equivocado…
Entonces sí que accedes a mi amor.
De no mediar el sexo y ser tan bella
te hallara aborrecible y despreciable.
O serías perfecta si no hablaras.
PARK AVENUE
Me siento a gusto aquí, en esta ciudad.
Estoy en plena selva. Un duro bosque
de cemento con cuevas de ladrillos
donde seres mezquinos y cobardes
se esconden con sus bienes más apreciados.
Mas yo con poco tengo suficiente.
Y lo consigo pronto. Sobre todo
en los días de frío en que con prisas
los viandantes se centran en su abrigo.
Van más desprevenidos por la noche.
Y son presa más fácil para mi hambre
de diversión, mujeres… De dinero.
Basta solicitarlo y te lo entregan.
Como su fruto suelta generoso
el árbol a la mano que a él se tiende.
No es difícil ganarse el jornal diario
por la calle si es uno consecuente.
Si un transeúnte se niega o lleva encima
menos de lo que estimo indispensable
le clavo la navaja en el estómago.
EAST 51ST STREET
Me miró cuando dije: «Sí, yo quiero»,
y al volver de la iglesia entró en mi cama.
Toda la ropa que ella poseía
la puso con la mía en el armario.
Todo lo nuestro estaba siempre junto.
Dos meses nos sentamos a la mesa.
Dos meses compartimos la almohada.
Fue como vacaciones en el cielo.
Mas sólo usa mi nombre lo que es mío:
mi mujer, mi camisa, mi chaqueta…
Aquello que he adquirido con mi esfuerzo.
Lo supe a los dos meses. La maté.
y nunca ha habido flores en su tumba.
FIFTH AVENUE
Cuando de algo me alejo más me acerco
a ti, a quien aún no he hallado en mi camino.
EAST 47TH STREET
Nunca acaba esta noche. Nunca acaba.
Ya pasa poca gente por la calle.
Todos duermen, malditos, y descansan.
Las ventanas, los párpados cerrados,
reposan a su vez en las paredes.
Sólo yo voy sin rumbo por la calle
seguido por el ruido de mis pasos.
Todo parece estar en paz, tranquilo,
con la preocupación diaria arrojada
a un rincón, como ropa que se ha usado.
Y no acaba esta noche. Debería
llegar en este instante el fin del mundo.
EAST 42ND STREET
Pienso dejarte un día. Quiero ver
los campos de maíz cuando anochece,
sentado allí en el porche de mi casa.
Quiero ver nuevamente el rostro duro
de mi madre, mirando secas nubes.
Olvídate aquel día de que existo.
Pienso dejar un día a las mujeres.
Cuando la lluvia lave mi tristeza
y no lleven mi nombre mis facciones.
Una mujer comienza en las rodillas
y termina en la boca. Me bastaba.
Bastó para arrancarme del maizal.
Pienso dejar un día a las mujeres
y ser un forastero allí en mi hogar,
viendo el maizal dormido junto al rancho.
LEXINGTON AVENUE
Si no puedes destruir a los demás
destrúyete a ti mismo. No, no dejes
que otros lo hagan por ti. Tiene la vida
una meta tan sólo que es la muerte.
Alcánzala primero que los otros.
Morir es fácil. La naturaleza
ha puesto mil razones en tu mente
que invitan a la muerte a cada instante.
Busca dentro de ti y las hallarás.
Es la naturaleza sabia y buena.
Quiere que te realices totalmente.
Que obtengas tu valor óptimo al máximo.
La plenitud del ser está en la muerte.
UNITED NATIONS PLAZA
Muchas veces sonrío complacido
a mi cuerpo pletórico de aciertos.
Tiene aspecto atrayente. Es un modelo
de sobria perfección físicamente.
Es un fuera de serie indiscutible.
Un prototipo para un experimento
cuyo exacto sentido se me escapa.
Irradia seducción, fuerza… Es espléndido.
A veces me deseo y me masturbo.
He de reconocer que me entusiasma.
Cuando pasen los años por mi lado
él continuará siendo un arquetipo.
Y hasta un día la muerte, enamorada
de él, lo guardará incorrupto por el tiempo.
Lo merece este cuerpo. Bello. Mío.
(de “Ciudad del hombre, New York”. Barcelona, 1990. )