»JOSÉ MARÍA FONOLLOSA
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Breve Biografía de José María Fonollosa ¡Gracias por leer esta publicación, ¿deseas comentar? haz click en el botón de la izquierda! (Barcelona, 8 de agosto de 1922 – 7 de octubre de 1991) José María Fonollosa fue un poeta español de la generación de la posguerra. Se le considera un caso singular de poeta secreto en la literatura española (al estilo de Constantino Cavafis o Pessoa), ya que se mantuvo inédito durante casi treinta años, entre 1961 y 1990, periodo en que permaneció al margen de corrientes literarias y totalmente desconocido para crítica y público. Una muestra de sus poemas No hay nada bueno en ti. Por eso te amo. WATER STREET Y estrenar una vida diferente. Pero al pasar el tiempo el nuevo mundo Mejor fuera destruirlo y no hacer otro. Yo le tenía miedo. No sabía Pensaba que su grito subiría, Pensaba que en sus ojos hallaría Un delgado cuchillo entra en la carne No hubo mirada, no. Tampoco grito. Para lucirla por la calle, hermosa. La hermosa y casi hermosa se te tienden La chica más bien fea, sin embargo, La oscuridad ambiente la sitúa Y deja hacer y accede de buen grado Las mujeres que quiero van con otros. Cuando pasan prendidas de otros brazos el rumor tembloroso de un silencio, Yo sé que lo que anhelo no anda lejos: Las mujeres que quiero van con otros. Hoy me ha dicho mi madre: «Ya he tenido Yo no la he contestado. No acostumbro Pero ella no se queja. No se queja Y ella debe haber sido, de mi vida, Yo no le digo nada. Me molesta Me siente desdichado. Y piensa, acaso, Sin haber terminado de cenar No es fácil escapar de lo que es uno. Yo quiero que tú sufras lo que sufro: Yo quiero que te sientas tan inútil Yo quiero que te asomes a cada hora Yo deseo tu muerte donde estés. Dicen que arrodillarse es humillante. Que es esta posición la del vencido, Que estar arrodillado en una calle, Como afrenta una bomba que no estalla Sí. Es innoble actitud arrodillarse Porque hay una excepción en que es victoria, Entonces es divino arrodillarse. No me vengan con cuentos. Que la vida Que el ser útil, cuidar a los enfermos, No me expliquen historias infantiles. El deleite supremo es el orgasmo. Sé que por fin has vuelto a la ciudad El coche se detuvo ante tu casa, El coche iba despacio por la calle Tu madre me miró. Yo la maldije. Puede hacerlo cualquiera. Comprobado. Si en ti hay la aberración, rara e inútil, Y piensa en esas rémoras que viajan, Elige el personaje destacado El sistema funciona desde Eróstrato. No sé qué es lo que ocurre. Los mayores Me siento como el viento al penetrar No creo haber variado de maneras Podemos elegir entre estar juntos O separarnos ahora y ser también Ella me dio el cuchillo y dijo: «Clávalo «¿Cuál es?», le pregunté. Se abrió la blusa Algo debía de haber en aquel viaje Se veían más cosas. Ascendíamos No había confusión. Hasta el detalle Sugerí: «¿Por qué no con barbitúricos?» Y el lavado de estómago es horrible. Y lo empujé de súbito. No fuera Tener hijos es cosa de mediocres, O es un pobre y mezquino agarradero Pues un vidrio no puede ser el sol El hijo de verdad que dignifica Es la obra de la mente que se yergue Hacemos el amor de una manera Nunca profundizamos. Nos quedamos Porque ponemos bridas al amor. Nos asusta ese paso hacia adelante. Descontentos por no alcanzar la meta. Hacemos el amor como si fuera Morder y devorar, hender, herir… Habría que pasar de la parodia Ese sentirse solo a la salida Saber que nadie espera que uno llegue Me cuentan sus problemas Qué vacío descubre uno en sí mismo Y aquí, entre tanta gente, en la ciudad, El mundo lo gobierna la mujer Como controla el sol a los planetas Le basta permitir que un corto rato ¿Por qué sigo empeñado en encontrar Muchos ya descubrieron al principio Renunciaron al sueño y se adaptaron Me niego a hacer sonetos. Su estructura O semejan barrotes de una dura Mayormente son versos preparados Abjuro de sonetos donde sobra Las mujeres, comida, porros, coches Ahora. No voy a ser como esos que recogen De una vez. Mi ración entera, aprisa, El porvenir -mañana- es la esperanza Me encanta transcurrir por las calles Ni me hablen de los valles ecológicos. Es como disponer de un gran serrallo Y todo por un precio razonable. Qué acierto es ese oficio inestimable Debiera promoverse más su práctica. Contemplo como salen del local Un amigo a mi lado me saluda. Observo cómo mira ávidamente También él siente el tedio. Ambos quisiéramos Ante una moto grande y esplendente, Hay que huir de la gente. Los amigos Hay que huir de la gente. La familia Y el amor es tan sólo una palabra Estar aislado es grato para el alma. No me salvéis. Intento así perderme. Para hablar no te quiero. Tengo amigos Y no nos condiciona nunca el sexo. Y «Hasta otra». Y he de escuchar, no obstante, atentamente Y cuando a mí se ciñe tu figura Pues al sentir tu cuerpo a mí abrazado Y así debo evitar en nuestra charla De no mediar el sexo y ser tan bella Me siento a gusto aquí, en esta ciudad. Mas yo con poco tengo suficiente. Y son presa más fácil para mi hambre No es difícil ganarse el jornal diario Me miró cuando dije: «Sí, yo quiero», Toda la ropa que ella poseía Dos meses nos sentamos a la mesa. Mas sólo usa mi nombre lo que es mío: Lo supe a los dos meses. La maté. Cuando de algo me alejo más me acerco Nunca acaba esta noche. Nunca acaba. Todos duermen, malditos, y descansan. Sólo yo voy sin rumbo por la calle Todo parece estar en paz, tranquilo, Y no acaba esta noche. Debería Pienso dejarte un día. Quiero ver Quiero ver nuevamente el rostro duro Pienso dejar un día a las mujeres. Una mujer comienza en las rodillas Pienso dejar un día a las mujeres Si no puedes destruir a los demás Alcánzala primero que los otros. Morir es fácil. La naturaleza Busca dentro de ti y las hallarás. Es la naturaleza sabia y buena. Muchas veces sonrío complacido Un prototipo para un experimento He de reconocer que me entusiasma. Y hasta un día la muerte, enamorada Lo merece este cuerpo. Bello. Mío. (de «Ciudad del hombre, New York». Barcelona, 1990. )
HELLO, NEW YORK
El mundo nos resulta ajeno, inhóspito.
Debiera ser destruido por completo.
Construir un mundo nuevo sin sus ruinas.
tampoco hallarán propio nuevos hombres..
También ellos querrán un mundo nuevo.WHITEHALL STREET
que un delgado cuchillo entra en la carne
sin despertar la piel. Como entra el frío.
Como una piedra agujerea el agua.
como una lagartija, por mi brazo,
haciendo que soltara mi cuchillo.
¿Qué debe uno decir en estos casos?
la sonrisa cansada de la noche.
Aquella que yo solo causaba. Antes.
Pero no hubo mirada ni hubo grito.
sin despertar la piel. Como entra el frío.
Y sabe hallar la vida allí escondida
con rápido sigilo. Sin esfuerzo.
Fue muy fácil. Tan fácil que aún me asombro.
No llego a comprender por qué hay quien teme
matar, cuando resulta algo tan fácil.BEAVER STREET
Y para convivir, la razonable
belleza que Lucrecio aconsejaba.
Pero para la cama más bien fea.
en el lecho y esperan muy seguras
el rápido homenaje que merecen.
Mas son algo pasivas. Y con límites.
agradece el haber sido elegida
entre otras de más bellas. Participa
con mayor entusiasmo en el amor.
en plano de igualdad ante la estética.
Y un ciego guía a un ciego, mas los dos
-los cuerpos- hallan juntos sus caminos.
a cuanto la requiera aquel momento.
Para pasarlo bien en una cama
escoged una chica más bien fea.WILLIAM STREET
miro a la que se apoya en mí y compruebo
que yo me he equivocado de mujer.
La gracia enrojecida de una risa,
la mirada furtiva que nos dice
que está la dicha allí, en aquellos ojos…
Esas cosas descubro sólo en otras.
veo como ellas pasan de otros brazos.
Y trato de encontrarlo, incluso en ellas.
Mas siempre me equivoco de mujer.
ELISABETH STREET
en mis brazos los hijos de mis hijas.
Quizás un día alcance a ver los tuyos».
a hacerlo. Rara vez. Sigo comiendo
mientras leo un periódico cualquiera.
de mi duro silencio. Envejecida
queda ante mí, distante, humildemente.
el centro importantísimo en mi infancia.
Ahora es un casi olvido de la muerte.
Cual si estuviera muerta su presencia.
que esté pendiente siempre de mis actos,
con afán de ayudarme, de serme útil.
darme una solución. Dice, por eso:
«Quizás un día alcance a ver tus hijos».
he salido de casa. Tengo que huir
de mi entorno, de mí. Ser yo, distinto.
A veces se consigue, por un tiempo,
con un libro. O el cine. O la bebida.
Miro la cartelera de espectáculos.KENNAMORE STREET
aprenderé a rezar para lograrlo.
como un vaso sin whisky entre las manos;
que sientas en el pecho el corazón
como si fuera el de otro y te doliese.
como un preso aferrado a su ventana
y que sean las piedras de la calle
el único paisaje de tus ojos.
Aprenderé a rezar para lograrlo.MULBERRY STREET
del sumiso, del vil, del que renuncia
a la última esperanza de salvarse.
en un templo o salón, afrenta incluso
a aquel que lo contempla y no lo impide.
a quien confiaba actuara su explosivo.
delante de otro ser, cuando el sujeto
es pasivo. Mas no si éste es activo.
gozo y satisfacción esta postura:
cuando el sexo la exige ansiosamente.SPRING STREET
es algo espiritual y, por lo tanto,
superiores los bienes del espíritu.
el teatro, la pintura, libros, música,
los deportes, el cine, el gran dinero…
al ánimo lo colman las delicias.
Lo demás son tan sólo leves signos,
pobres insinuaciones del placer
que uno obtiene acostándose con chicas y eyaculando en ellas como un dios.
Para otros esos gustos secundarios.
Para mí el goce intenso: la mujer.CLEVELAND PLACE
en un suntuoso coche de gran lujo..
La gente pensó en mí. Yo la maldigo.
pero tú no bajaste, no. Vino alguien
a buscarme, mas yo no quise verte.
dejando tu recuerdo en cada puerta.
Tu cuerpo lo dejó en el cementerio.
Has vuelto a la ciudad porque estás muerta.
Pero yo iré a escupir sobre tu nombre.
WEST BROADWAY
de querer ser un nombre que trascienda,
no estudies ni te esfuerces. Simplemente
aprende a manejar una pistola.
sin billete, montadas en ballenas.
Tómate un whisky doble en un pub caro
y examina la lista de importantes.
con el que desearías asociarte
y compartir su gloria en el recuerdo.
Y usa acertadamente esa pistola.WEST HOUSTON STREET
como a un igual me tratan y los jóvenes
me miran desconfiados, como si algo
les hiciera de golpe distanciarse.
en alguna mansión desconocida.
Me observo en el espejo y veo un rostro
idéntico al que he hallado tantos años.
que, mejores o peores, son las mismas.
No me explico este cambio repentino.
No entiendo a los demás. Pero algo pasa.AVENUE OF THE AMERICAS
y hacernos mutuamente desgraciados.
cada uno por su lado desgraciados.BEDFORD STREET
en el segundo espacio intercostal».
y señaló, risueña, un punto: «Aquí».
que lo hizo diferente. Más intenso.
a inéditos sonidos y colores.
más ínfimo nos era comprensible.
«Es lento», me objetó. «Ya lo he probado.
Como un trauma mental, pero en lo físico» Sustituí su dedo por el mío
y apoyé allí el cuchillo suavemente.
que cambiara de idea si iba lento.SULLIVAN STREET
ineptos sensualmente, analfabetos
sexuales o de gente irresponsable.
para dejar constancia de su paso
por el tiempo de la vida. A través de otros.
La adopción de este medio deshonesto
delata su estulticia y su ignorancia.
por sólo reflejarlo algún momento.
nuestro paso en la vida por el tiempo,
es la obra personal, la de cada uno,
sin vientre, ni pulmones, ni miradas
de odio a quien le ha traído a la existencia.
desafiando políticas y edades.
Y uno perdura en ella por los siglos.WAVERLY PLACE
imperfecta, mezquina y temerosa.
en la simple epidermis del instinto.
Y el placer obtenido se nos mezcla
con una sensación de desagrado.
Levantamos barreras y frenamos
al llegar al umbral del punto límite.
Nunca lo trasponemos por cobardes.
Y miramos, cansados, al amor
entero, irrealizado, sobre el lecho.
Como incendiar un bosque y que una lluvia
imprevista lo apague al poco rato.
un rito y por lo tanto usamos símbolos.
Sabemos el sentido de los gestos
y acciones que efectuamos al amarnos.
Y gritos o gemidos alumbrándose.
Su significación es evidente.
Pero nos causa miedo. Y nos frustramos.
al hecho y realizarnos plenamente.
FIFTH AVENUE
del trabajo, del cine, al ir a casa…
para alegrarse al verle o rechazarle,
hace enemiga calle la desierta
e inhóspita la calle más poblada. Los amigos…
y se marchan aprisa. Y uno queda,
de nuevo, otra vez, solo y debe, siempre,
replegarse en su yo y su aburrimiento.
cuando uno mismo busca su yo interno.
Qué ser desagradable se contempla
cuando su propio ser uno examina.
siente uno que no importa nada a nadie.HERALD SQUARE
con un radar inútil y vibraciones
y mandos a distancia algunas veces.
para que no se escapen de sus órbitas.
Con un mínimo esfuerzo por su parte.
ocupe su incisión un pedacito
de carne apasionada de los hombres.WEST 35TH STREET
la mujer que imagina uno en su mente?
Y, además, ¿es que existe esa mujer?
que esa mujer no existe. Al darse cuenta
buscaron al azar una cercana.
a una pequeña dicha y su tristeza.
La vida no da más, seguramente.WEST 35TH STREET
-dos anchos ataúdes de cuartetos
y otros dos más delgados de tercetos-
los muestra adustos, serios de figura.
prisión de endecasílabos sujetos
por rimas consonantes; obsoletos
modelos del rigor. ¿Poesía pura?
a medida del molde y presentados
con un burdo remedo de la música.
o falta espacio para expresar la obra
en su justa extensión, la exacta, la única.WEST 42ND STREET
y honores se consiguen con dinero.
El dinero es, por tanto, lo importante.
Lo que hay que conseguir de inmediato.
pedacitos de dicha poco a poco
y al cabo de los años han reunido
un mísero caudal. Yo lo quiero ahora.
para ya consumirla y disfrutarla.
Mariscos, coches rápidos, botellas
de whisky y bellas chicas para mí. Ahora.
del fracasado de hoy. Yo triunfaré ahora.
No me preguntéis cómo. No me importa
el cómo sino el cuándo. Y cuándo es ahora.TIMES SQUARE I
pobladas de muchachas que, a mi paso,
«Rubio», «Cielo», «Tesoro», «Ven aquí»,
susurran. Es magnífico el paisaje.
y elegir la que uno halla apetecible
para un rato. Y después escoger otras
si uno quiere y si tiene nuevas ganas.
de la prostitución. Todas las partes
involucradas sienten, satisfechas,
que han dado menos de lo recibido.TIMES SQUARE II
parejas enlazadas de las manos.
Cuánta mujer hermosa en todas partes.
El vestíbulo exhibe con orgullo
su muestrario de chicas estupendas.
Me comenta: «Qué film más aburrido.
Las historias de amor son soporíferas».
Yo asiento. Y admirados vigilamos
a una mujer preciosa. Acompañada.
las muchachas que surgen de la sala
como los coches surgen de un garaje
ostentando sus líneas sugestivas.
Como las miro yo seguramente.
un amor, un hogar de esos que vemos
en el cine y decimos nos aburren.
No igual a aquel que tienen los amigos
que en su gran mayoría se han casado.
como un bello caballo de fuel puro,
nos paramos: «¿Te dejo en algún sitio?»,
precavido pregunta. Yo no acepto.
Buscaré a alguna chica por el Village.MADISON AVENUE
tienen palabras, gestos y miradas
con una piedra dentro que hace daño.
es la mano que aguanta la cabeza
para que permanezca bajo el agua.
que una mujer nos pone entre los brazos.
Al irse la mujer duele su nombre.
Estar aislado es grato para el cuerpo.
Morir es sólo aislarse un poco más.EAST 54TH STREET
EAST 52ND STREET
para tratar de cosas que me inquietan
y ahondar en las ideas que me importan.
Nos lo pasamos bien. Y «Adiós».
Contigo es diferente. Lo que cuentas
no me interesa nada en absoluto.
y ocultar mi fastidio a tus palabras.
Porque sino te niegas a mi amor.
grácil y delicada voy perdido.
nada tiene interés que tú no seas.
Y yo ya no soy mío, sino tuyo.
lo trascendente; reír tus tontas gracias,
acusarme de estar equivocado…
Entonces sí que accedes a mi amor.
te hallara aborrecible y despreciable.
O serías perfecta si no hablaras.PARK AVENUE
Estoy en plena selva. Un duro bosque
de cemento con cuevas de ladrillos
donde seres mezquinos y cobardes
se esconden con sus bienes más apreciados.
Y lo consigo pronto. Sobre todo
en los días de frío en que con prisas
los viandantes se centran en su abrigo.
Van más desprevenidos por la noche.
de diversión, mujeres… De dinero.
Basta solicitarlo y te lo entregan.
Como su fruto suelta generoso
el árbol a la mano que a él se tiende.
por la calle si es uno consecuente.
Si un transeúnte se niega o lleva encima
menos de lo que estimo indispensable
le clavo la navaja en el estómago.EAST 51ST STREET
y al volver de la iglesia entró en mi cama.
la puso con la mía en el armario.
Todo lo nuestro estaba siempre junto.
Dos meses compartimos la almohada.
Fue como vacaciones en el cielo.
mi mujer, mi camisa, mi chaqueta…
Aquello que he adquirido con mi esfuerzo.
y nunca ha habido flores en su tumba.FIFTH AVENUE
a ti, a quien aún no he hallado en mi camino.EAST 47TH STREET
Ya pasa poca gente por la calle.
Las ventanas, los párpados cerrados,
reposan a su vez en las paredes.
seguido por el ruido de mis pasos.
con la preocupación diaria arrojada
a un rincón, como ropa que se ha usado.
llegar en este instante el fin del mundo.EAST 42ND STREET
los campos de maíz cuando anochece,
sentado allí en el porche de mi casa.
de mi madre, mirando secas nubes.
Olvídate aquel día de que existo.
Cuando la lluvia lave mi tristeza
y no lleven mi nombre mis facciones.
y termina en la boca. Me bastaba.
Bastó para arrancarme del maizal.
y ser un forastero allí en mi hogar,
viendo el maizal dormido junto al rancho.LEXINGTON AVENUE
destrúyete a ti mismo. No, no dejes
que otros lo hagan por ti. Tiene la vida
una meta tan sólo que es la muerte.
ha puesto mil razones en tu mente
que invitan a la muerte a cada instante.
Quiere que te realices totalmente.
Que obtengas tu valor óptimo al máximo.
La plenitud del ser está en la muerte.UNITED NATIONS PLAZA
a mi cuerpo pletórico de aciertos.
Tiene aspecto atrayente. Es un modelo
de sobria perfección físicamente.
Es un fuera de serie indiscutible.
cuyo exacto sentido se me escapa.
Irradia seducción, fuerza… Es espléndido.
A veces me deseo y me masturbo.
Cuando pasen los años por mi lado
él continuará siendo un arquetipo.
de él, lo guardará incorrupto por el tiempo.
WORTH STREET
Un hombre muerto es nada. Sólo un bulto
pequeño, ahí tirado sobre el suelo.
Su incómoda postura en la calzada,
molesta de aquel peso tan inmóvil,
más bien causa aversión que no respeto.
No hay grandeza en la muerte de esos hombres
que mueren, o los matan, en la calle.
PARK STREET
Ama a quien quieras con el corazón,
pero ámame, a mí solo, con tu cuerpo.
Nadie ama solamente un corazón:
un corazón no sirve sin un cuerpo.
DOYERS STREET
No vendrá. De verdad. No vendrá nunca.
Mi cuarto es muy modesto para el éxito.
Ni hallaría la casa tan siquiera.
Mi cuarto es muy austero para amigos.
Nadie viene a reunirse entre estos muros.
Mi cuarto es también frío y muy pequeño.
¿Cómo cobijar, pues, un gran amor?
No es lógico esperar. No vendrá nunca
un éxito, un amigo, un gran amor.
Debiera de una vez cerrar la puerta.
CHATHAM SQUARE
He estado en muchos sitios. Todos ellos
guardaban algo malo para mí,
como guarda la nube su relámpago.
Pasé por las ciudades. Por los pueblos.
Por casas que crecían junto al trigo.
Ninguna voz sin daño me detuvo.
Así me acostumbré a caminar solo
y odiar a los que encuentro en torno mío.
El whisky únicamente ahora es mi amigo.
ELDRIDGE STREET
Todos tienen derecho a usarla. Todos.
La lluvia no mojó sólo una calle
ni el sol nunca salió para uno solo.
La mujer es para eso, paraíso,
para uso de los hombres. Campo abierto.
Es fácil de entender. Es bien común.
Es la hembra de la especie. La de todos.
Y ha de entregarse a aquel que la apetezca.
Por eso va cambiando de un hombre a otro.
Esa es su utilidad como mujer.
Por tanto, aunque te tome por la fuerza,
es mi derecho usar lo que es de todos.
BOWERY STREET
Mi placer te creó. Cuando naciste
te destiné ya un hombre. El apropiado
para que él y tú fuerais muy felices.
Modelé tu figura como un barro
precioso, tiernamente, con esmero.
Y forjé tus costumbres con cuidado
artesanal, aislándote del medio.
Vigilé cada día tu sonrisa.
Te enseñé a sonreírme dulcemente.
Y aprendiste muy bien. Te felicito.
Nos hemos merecido ambos el premio.
El premio es este goce tuyo y mío.
El placer que me das, yo lo sentía
cuando estaba, en tu madre, elaborándote.
LAFAYETTE STREET
Esta es la mujer mía. Pueden verla,
no tengan pena, de perfil, de frente.
Pueden acariciarla con los ojos.
Está desnuda bajo su vestido. Es hermosa, ¿verdad? Todos lo dicen.
Ella también lo sabe. Es muy hermosa.
Mírenla de perfil, de frente. Desde
la uña del pie al cabello es muy hermosa.
Hasta los automóviles más caros
frenan para admirarla cuando pasa.
Vean a las demás. Se han vuelto feas
cuando ha entrado en el bar ella conmigo.
Y nada le pregunta a la cerveza
para hacer maravillas en la cama.
Esta es la mujer mía. No, no hay otra
tan completa cual ella. Es una lástima
que no encuentren ustedes otra igual.
Pueden acariciarla con los ojos.
MERCER STREET
Yo sé que a ti te gusta aunque lo niegues.
Lo sabemos los dos. Tú te complaces
sumisa obedeciendo mi deseo.
Aparentas desgana, mas te agrada.
Quiere ser dominada la mujer.
Le gusta ser forzada. Opone siempre,
aun débil, resistencia a ser amada.
Le place ser tomada por la fuerza.
Como agrada al asfalto en la autopista
que lo recorran coches de potencia.
Uno puede escoger cualquier muchacha.
Disputarla, quitársela incluso a otro.
Ella sigue contenta al que la gane,
aunque lo disimule adusta y seria.
No le importa quien venza. Pertenece,
lo sabe, al que es más fuerte. Es al que admira.
Siempre niega al principio. Luego accede.
Y dócil se acostumbra a cualquier hombre.
WOOSTER STREET
No reparaste en mí, sino en los otros
cuando nos conocimos. Me miraste
fríamente, indiferente y enseguida
conversaste animada con los otros.
Las casas no conocen la piqueta
que roerá sus cimientos algún día.
Ni conoce la lluvia el sitio exacto
en que caerá, agarrada a su alta nube.
Te adulé largamente y fui paciente.
Fui ingenioso contigo. Fui agradable.
Soporté tus caprichos y desprecios
sin dejar de halagarte tenazmente.
Y un día descubriste que tu nombre
sabía dulcemente si mi boca
lo ponía en tus labios. Aquel día
dejaste de ocuparte de los otros.
Yo no reparo en ti, sino en las otras
desde que tú me quieres. Y te miro
fríamente, indiferente y enseguida
animado converso con las otras.
PRINCE STREET
Debiera liberarse la mujer
de la opresión en que la tiene el hombre.
Bien es verdad que algunas son verdugos
que sin piedad castigan a sus machos.
Mas, por lo general, es la oprimida.
No cuenta como igual individualmente.
Se la ha apartado a un lado y asignado
las funciones higiénicas más bajas:
es cubo de basura de los hombres.
Resulta incomprensible su obediencia
a unas normas injustas desde siglos.
Parece resignada o adaptada,
incluso unas contentas, a estar presa
de algún dictadorzuelo cruel e imbécil
que la veja y le exige una sonrisa.
Sus razones, supongo, habrá tenido.
O, acaso, ha sido un simple experimento
ese dejar hacer. Mas comprobado
de manera exhaustiva que los hombres
no logran resolver la convivencia,
debiera liberarse la mujer.
Y asumir, ella, el mando de la especie.
Nosotros ya tuvimos nuestro tiempo
y hay que reconocer que fracasamos.
WEST 10TH STREET
La esperé mucho tiempo. No sé cuánto.
No conté el sol, ni el viento, ni la nieve.
No contaba los días. Eran largos. Supe que volvería. Y la esperé
para echarla de casa como a un perro.
Ahora la olvida todo. Yo, no puedo.
GREENWICH AVENUE
Estoy muy satisfecho de mí mismo.
Yo era un ser seco, huraño y solitario
que envidiaba a los otros su alegría.
Pero rectifiqué. Me costó mucho
adquirir compañía y cara alegre.
Y así he gustado aquellos dulces bienes
que envidiaba a los otros: amistad,
mujer, hijos y el éxito en los negocios.
Uno llega a obtener lo que desea
si de veras se esfuerza en conseguirlo.
La insistencia es la clave del acierto.
La piedra que se encima persistente
sobre sus compañeras de sendero,
logrará que tropiece alguien en ella.
Estoy muy satisfecho de mí mismo
pues sé rectificar. Y comprobado
que amigos, mujer, hijos y negocios
siempre me molestaban y agobiaban,
los dejé sin aviso y sin reparos.
Y he vuelto con alivio a mi yo joven,
a mi ser seco, huraño y solitario.
Y estoy muy satisfecho de mí mismo.
AVENUE OF THE AMERICAS
Que con ella no iría más le dije.
(Ella anduvo a mi lado hasta mi cuarto.)
Que no la abrazaría más le dije.
(Ella puso mis brazos a su espalda.)
Que no la escucharía más le dije.
(Sus palabras vertía ella en mi boca.)
Que no haría el amor a ella le dije.
Y ahora está descansando sobre mi hombro.
WEST 32ND STREET
No quiso comprender que había acabado.
Se cansa hasta la rosa de ser rosa.
Se cansa la botella de su vino.
Esperaba en la calle cada noche
que saliese al balcón y la llamase.
Entonces traje a casa otra mujer.
La sacaron del río un mediodía
cuando el sol sudoroso caminaba
pegándose a la sombra de las casas.
Tumbado en la colina vi su entierro.
Y me sentí tan leve y descansado
como esa nube ociosa de la tarde.
GRACELY SQUARE
Es un hermoso cuerpo ese que viene
hacia mí. Se detiene. Y me sonríe.
Qué bella esa sonrisa roja y húmeda
que se abre, como un sexo a mí ofrecido,
para preguntar algo que no entiendo.
Miro sus ojos claros. Pienso, mientras,
que su maravilloso cuerpo late
junto a mí. Están sus senos cercanísimos
a mi pecho y el vello en su entrepierna.
Se apretará, oprimido por las bragas,
que adivino adorables y minúsculas.
Y como un ruiseñor sonidos dulces
gorjea su garganta a mis oídos.
Ese increíble cuerpo habla conmigo.
Le respondo: «No sé». Se aparta el cuerpo
y veo que se alejan las caderas.
más perfectas de todo el universo.
He aprender inglés. Ahorita mismo.
WEST 33RD STREET
La pareja perfecta es uno solo
haciéndose el amor. Ninguna chica
conoce el cuerpo mío cual yo mismo
y, por tanto, es más sabia mi destreza.
Qué suave recorrido placentero
por las zonas sensibles de mi físico.
Qué mano que no es mía ni es ajena
sino que es tacto, roce, soplo angélico.
Qué en su justo momento el adentrarme
en la medida exacta de mis límites.
Anchura o estrechez, cuanto me plazca,
consigo en el instante apetecido.
Qué variación inmensa obtengo estando
conmigo mismo, amando incluso a aquellas
que niéganme el contacto. A todas cuantas
me venga en gana entonces disfrutarlas.
La pareja perfecta es uno a solas
haciéndose el amor. En ambos sexos.
Resulta incomprensible esa obsesión
que nos lleva al amor en compañía.
TIMES SQUARE III
Pobre muchacha hermosa que deprisa
hacia mí vienes al cruzar la calle
y pasas por mi lado, sin saber
que yo soy la razón de tu existencia.
Ni siquiera me ves. Y te sonrío.
Admiro tu cabello, culo y piernas.
Estás buena. Te haría muy dichosa.
Pero tú te lo pierdes con tu prisa.
Pobre muchacha hermosa apresurada.
TIMES SQUARE IV
No me reconocéis. Y sin embargo
soy uno de vosotros. Ese mismo.
BROADWAY
El amor es un juego apasionante
y el mejor sustituto del amor.
De aquel amor inmenso, el amor único,
que uno halla varias veces por el tiempo.
El recíproco amor es lo más bello.
Lo sabemos los dos. Pero es muy grande
el vacío que se abre entre el amor
que se ha ido y el amor que aún no ha llegado.
¿Por qué llenarlo, pues, con la tristeza
si es posible colmarlo de sonrisas?
Si se ha ocultado el sol pueden los faros
del coche iluminar la carretera.
Mientras llega otro amor buscando el nuestro
juguemos, sólo juego, a enamorarnos.
Juguemos a querernos, sin querernos,
hasta el día en que alguno de los dos
vuelva a sentir amor por cualquier otro.
El amor es hermoso aun como juego.
ROCKEFELLER PLAZA
Me gusta contemplar las jovencitas.
De las generaciones del amor
son la última remesa que nos llega.
Me complace observar su audacia tímida.
Son nuevas promociones impacientes
para llegar a tiempo hasta mi tiempo.
Tal vez alguna alegre muchachita
de esas cuatro que buscan la parada
del autobús y ríen naderías suspire entrecortada entre mis brazos
dentro de pocos años, ya hecha, entonces,
hermosa juventud su adolescencia.
Casi siento en mis brazos su latido.
Lo bueno de ser hombre es que el amor
-la mujer-, si uno quiere, siempre es joven.
FIFTH AVENUE
Me he puesto una sonrisa. Todo es bello.
AVENUE OF THE AMERICAS
No estoy bien preparado todavía.
Eduación, familia y religión
son unos callejones sin salida.
Cuesta un enorme esfuerzo escapar de ellos
para llegar al campo libre y fértil.
Más que el entrenamiento ha resultado
duro cambiar la piel a esa palabra
que justifica el acto, lo hace heroico
y hasta lo dignifica: Ejecución.
Tenía mal aspecto su semántica.
Pero también se vencen los vocablos.
Y hace unos cuantos días, en mi tierra,
sin mostrar emoción exteriormente,
he sido ejecutor de una sentencia.
La piedra en la cual he intervenido.
La insoportable espera, el riesgo, el álgido
momento en que aparece aquel que debe
de inmediato morir y no lo sabe,
no me causó ningún remordimiento.
Antes bien, al contrario, me ha gustado.
Que no estoy preparado eso demuestra.
Aún hay en mí reflejos de un pasado
en el que transgredir leyes y normas
resultaba excitante sexualmente.
He de reconocer que he eyaculado.
CENTRAL PARK SOUTH
Todo es acostumbrarse. El primer perro
que uno acalla colgándolo de un árbol
o enterrándolo vivo en algún hoyo,
tal vez a alguien le cause una aprensión
o le produzco un cierto escalofrío.
Mas si sigue le llega a tomar gusto
y amplía la experiencia a otras especies.
Igual que el cazador que se ha habituado
a vigilar las presas. Y a parar
el veloz movimiento de la vida.
Todo es acostumbrarse simplemente.
Matar los animales no es un trauma
para quien lo practica con frecuencia.
Es el puro reflejo placentero
de liquidar urgencias sin reparos.
Y con seres humanos le es lo mismo.
EAST 59TH STREET
Un día la mujer se dará cuenta
de que el hombre es adorno o mano de obra
o un primario depósito de esperma.
Que es ella la esencial para la especie.
No sonriamos con sorna y picardía
por sobrevalorarnos. Es clitórica.
La deificación fálica es en ella
hipocresía. Es mito varonil.
Y el varón que lo impone es quien lo adora.
Un día la mujer leerá la historia
y sabrá quién es ella y quién el hombre.
Relegará al varón a mano de obra
y a su afición al sexo de los príapos.
Y encuerará su real supremacía.
La que hasta ahora ha ejercido ocultamente.