EL POBRE Y EL FARISEO [Mi poema]
Mabel Fontau [Poeta sugerido]
Mabel Fontau [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
A un lado del tablero el fariseo dejando allí patente su ignorancia Los dos están desnudos frente a frente, El listo le despista al indigente |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Mabel Fontau
Un soplo
Un pájaro de sombra se desliza
sobre el rostro feliz de mi paisaje.
El misterio latente en el follaje
cubre mi atardecer con luz plomiza.
En penumbras la vida sintetiza
su secreto de urdimbre en un encaje
de pasiones y amor. La piel salvaje,
luego un soplo en el fuego. Y la ceniza.
Un mundo de horizonte inalcanzable.
Y en la red del enigma indefinido,
el alma escribe su continua historia.
Con su fe en el Amor inconmensurable,
que es su esencia y su luz frente a un olvido
del que solo el amor tiene memoria.
De Epifanía del silencio, 2018.
ANÓNIMO
Me entrego a tu mirada, a tu regazo
anónimo de sombra y, sin abrigo,
desnudo mi alma en ti, lector amigo.
Más allá del silencio o el rechazo,
atesoro tu encuentro, y lo bendigo.
La fuerza emocional es como un lazo,
mis versos guardan tu virtual abrazo.
Y algo de mí, se quedará contigo,
mis sueños, mis amores, mis heridas…
Un vuelo de vivencias compartidas.
Y tu eco resonando en mi existencia.
Ese plural latido abre un espacio
de vínculo interior, quizá, el prefacio
hacia otra realidad de la conciencia.
LA CALMA
Momentos borrascosos de la vida.
De pronto el mundo es solo un laberinto
de oscuras sensaciones. Y el instinto
se agita en el vaivén de un mar suicida.
Y se espera el derrumbe o la embestida
porque da igual. Todo es indistinto.
El alma no abandona su recinto,
y es su voz la que encuentra la salida.
Y el tiempo es un factor sin importancia.
Los sueños se han perdido en la distancia.
La muerte es el contacto con la ausencia.
Después llega la calma. Todo pasa.
Hay un dulce silencio que me abraza.
Y un espacio infinito de conciencia.
DESIERTO
Siempre encuentra un hueco
para llegar a mis torres
y esperar la mañana
Incansable
vuelve la tristeza golpeando sus nudillos
sobre los bordes de mi corola abierta
que se deshoja lentamente
Sólo el tiempo sabe del perfume amargo
de esas noches cómplices
cuando el alma entrega el azul de sus sueños
en cada batalla
Y el fantasma gris revela un señuelo de luz
que nunca amanece
Me absorbe la noche
lacrada por esta luna desierta de versos
que no se atreve a saltar al agua
Las sombras remontan su silencio de pájaros
Y el color del espacio se ahoga
en el pulso de cada palabra
que no he pronunciado.
GOLPE A GOLPE
Golpe a golpe nos marca la existencia,
aunque ya conocemos de antemano
su ley, su irreversible adiós humano,
nos pega, nos sacude la conciencia
con su garra puntual cada sentencia.
Y este sueño de espejos que se han ido
desnuda nuestras sombras, nuestro olvido,
nos muestra en el cristal la propia ausencia.
La desmemoria cubre nuestro paso,
seguimos, y olvidamos el zarpazo.
Tal vez ese recurso nos consuele.
Seguimos en la fiesta y la gozamos
un tiempo, y cuando menos lo pensamos
nos llega un nuevo golpe. Y siempre, duele.
LAZOS
Anochece y se aquieta el ruido agreste
del mundo, se silencian los sentidos.
Las súplicas, los ruegos, expandidos
como estrellas del ámbito celeste,
vibrantes en el aire, son latidos
de luz, de alta energía sobre pestes
y oscuridad, devoradoras huestes
de esta global comunidad de heridos.
La energía se eleva, y se convierte,
por nuestra fe, en el amor más fuerte,
la Luz que nos enlaza. Y estos lazos
de amor y de oración, ante lo adverso,
nos ayudan a no bajar los brazos,
y abrirlos a la Luz del universo.
De «Alquimia del sueño» – diciembre de 2020
INEFABLE
En la cuesta encendida de la tarde
se reclina mi sombra. Hay algo triste
en su adiós silencioso, y el cielo arde
con esa última llama que persiste.
Y se entrega a la noche sin alarde.
El profundo vacío me desviste,
mi sombra aquieta su temblor cobarde
y camina hacia el sueño, donde existe
la inmensidad de luz, el infinito
destino misterioso que está escrito
en las almas, el punto en que desflora
su pasaje hacia un nuevo amanecer.
El sueño de morir y renacer
en la luz inefable de otra aurora.
LLUVIA
De rodillas, la tierra ante tu riego
bendice cada gota recibida,
tu fuente es salvadora de la vida
en sus bosques diezmados por el fuego.
¡Que llueva! Te cantaban nuestros juegos
de la infancia, como una bienvenida.
Hoy, en esta ciudad adormecida
tu música acompaña nuestros ruegos.
Y tu llanto piadoso late dentro
del corazón, que espera su reencuentro
con el amor distante, en la otra orilla
de este sueño en que todo vive ausente,
preso en la nube de un tiempo presente,
que no es un sueño, es una pesadilla.
PRIMAVERA 2020
¿Sabrá de este dolor la primavera?
¿Notará que la vida es diferente?
No encontrará ningún rostro sonriente,
ningún beso o abrazo, donde quiera
que llegue su mirada floreciente,
muñecos insensibles… Si supiera,
cuánto amor contenido hay en espera.
Tal vez, ella lo sabe o lo presiente.
Y sufre ella también esta añoranza.
Pero viste a las ramas de esperanza
y nos derrama el sol en los balcones.
Nos da un beso en la frente con su brisa,
enciende en nuestros ojos, la sonrisa,
y abre el abrazo en nuestros corazones.
ÍNTIMO
En mi espacio entrañable se han quedado:
una niña jugando a la rayuela,
los jazmines de un patio perfumado,
y la gracia andaluza de una abuela.
Chopin y su vals triste en un teclado,
la lección y el tranvía hacia la escuela,
una plaza y un beso enamorado,
y un llanto que con rimas se consuela.
Las huellas de una vida, su memoria
de siembras y de frutos, una historia
de amor y duelo, un íntimo universo.
El espacio anochece, y lo que ha sido
y lo que es hoy, se irá todo al olvido,
también, cada palabra y cada verso.