A ESA PLAZA SILENCIOSA Y FRÍA [Mi poema] Pablo Minelli González [Mi poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
En la desnuda plaza de corazón de hielo Se juntan a contarse de dios algún libelo Esa plaza no es mía ni es tuya ni es de nadie Se esconde tras el monte del que ella nunca ha sido |
Pensar, this is the question. ¿es bueno, es malo, conviene o no conviene?
MI POETA SUGERIDO: Pablo Minelli González
Una muestra de sus poemas
LOS SÁTIROS
Entre el follaje verde, cerca de una laguna,
Brincan los viejos faunos morenos y robustos;
Cogen las flores tiernas, coleópteros y arbustos
Y, voluptuosamente, duermen bajo la Luna.
Sileno, Mársyas, Hermes y el romanesco Pan,
— Todos los cabri- hombres de la mitología —
Viven entre la fronda de la campiña umbría
Cual perros inconscientes, engendros de Satán.
Sus bucólicos ritos y danzas besti-humanas
Convocan a las ninfas de carnes generosas,
Y mondan, coronados de racimos y rosas,
Del Edén primitivo las cárdenas manzanas.
Las ninfas poco a poco les han perdido el miedo
Y festejan los brincos de sus patas velludas;
Ellos las ven, sombríos; ellas se acercan, mudas,
Magníficas de audacia—pobres ingenuas!—quedo…
II
Verlaine, el de las «fiestas galantes», el esteta
De cuerpo hecho jirones y espíritu exquisito,
Fue felice cual fauno, fue felice y maldito,
Y triste, horriblemente…, triste como poeta.
Sus satíricos raptos y su pérfida audacia
Compensaron mil noches largas y dolorosas:
Le fué amarga la Vida, pero las frescas rosas
Un pétalo tuvieron para cada desgracia.
Verlaine, el gran poeta de PARIS, pobre viejo
Lastimado en su carne lamentable y salvaje
Se embriagó de deleites, tendido en el boscaje,
Y era feliz de fauno, feliz como un conejo.
III
Me repugnan los faunos, símbolos de impudicia,
Escarnio del poeta, del amor, roña humana;
Pero la vida, hermanos, la vida cuotidiana
Es ebria de pesares, de vicio, de injusticia;
Y perdonar debemos los blancos trovadores
Que aspiramos las raras esencias exquisitas
A esos monstruos eternos que ríen nuestras cuitas
Y nos roban el polen de las fragantes flores.
Ellos son los felices. Sólo vive la bestia
En sus cuerpos tostados, morenos y robustos;
Se alimentan de yerbas, coleópteros y arbustos
Y son con las mujeres de. una rara modestia.
ANDRÓMEDA
Prisionera en la roca sobre el azur inmenso
Andrómeda está expuesta al Monstruo submarino:
Inflada su garganta de sollozos, un fino
Hilo de perlas rueda sobre su ser suspenso.
Cubre su dorso núbil él manto negro y denso
De sus cabellos; mira vencida su destino.
Y hay en sus ojos algo de místico y divino
Como si huyera el alma en celestial ascenso.
Los Dioses del Olimpo, sordos a su quejido,
Su cuerpo abandonaron en miserable olvido.
Pero alguien, cuyas venas llevan candentes fraguas,
Se compadece amante del moribundo reo;
Y en el azul gemelo del cielo y de las aguas
Impera el gesto magno y airado de Perseo.
CAUSA E SECRETO
Toda la causa de mis tristezas
son estos ojos que han visto tanto.
Son estos ojos, que van de prisa,
sobre estas piernas que van devagar.
Toda la causa de mis tristezas
sons estos ojos que han visto tanto.
Son estos ojos siempre impacientes,
sobre estos brazos torpes, cansados…
Todo el secreto de mi amargura
son estos ojos que han visto tanto.
Son estos ojos, que están de vuelta,
son estas piernasss, que aún no han llegado.
Todo el secreto va en estos ojos,
sobre estas piernas, sobre estos brazos.