YO VIVO ACOMPAÑADO [Mi poema] Celia Viñas [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
Yo vivo acompañado de la muerte La muerte, yo no creo ya en la muerte, Muchos miedos cruzaron por mi mente El mañana en el hoy está presente, El agua se ha secado en esta fuente. |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Celia Viñas
Los palos del telégrafo
Uno, dos, tres,
otra vez
los palos del telégrafo
junto a mi tren.
Uno, dos, tres,
uno, dos, tres.
¡Cómo me gusta irme
para volver!
Telegramas azules
pondré después.
Norte, Sur, Este, Oeste,
uno, dos, tres.
—He llegado. —Ya vuelvo.
—Te vengo a ver.
—No me esperes. —Mañana.
Uno, dos, tres,
uno, dos, tres,
los palos del telégrafo
junto a mi tren.
El primer resfriado
Me duelen los ojos,
me duele el cabello,
me duele la punta
tonta de los dedos.
Y aquí en la garganta
una hormiga corre
con cien patas largas.
Ay, mi resfriado,
chaquetas, bufandas,
leche calentita
y doce pañuelos
y catorce mantas
y estarse muy quieto
junto a la ventana.
Me duelen los ojos,
me duele la espalda,
me duele el cabello,
me duele la tonta
punta de los dedos.
La escuela del fondo del mar
¿Conoces la escuela
del fondo del mar
donde los pescaditos
se van a estudiar?
Mañana no hay clase
que mañana es fiesta.
Vamos a mirar
desde la escollera
el fondo del mar.
—Abuela,
que no hay escuela.
Y las olas altas, rubias
dibujan sobre la arena
tablas de multiplicar.
—No llores, pescadito,
no llores ya más
en tu escuela
del fondo del mar.
La rosa de los vientos
vamos a dibujar
sobre la pizarra azul
del mar.
Geografía
Pintaba un mapa mi niño,
¡qué color azul de mar!,
¡qué verde tierno en los valles!,
¡qué montes color de pan!
Pintaba un mapa mi niño
de un país… yo no sé cuál.
Vio que el mar era muy grande
y casi se echó a llorar;
¡oh los pobres marineros
sin un puerto do arribar!
Días y días y días,
sin ver color terrenal,
azules serán sus ojos
de tanto mirar el mar.
y si sopla el viento cruel,
sus labios llenos de sal
besarán las frías olas,
naufragio en la soledad.
Si llegan a pisar tierra,
de andar no se acordarán,
como patos caminando
se burlará la ciudad.
Pero mi niño ahora es bueno
y se pone a dibujar
un collar de islas pequeñas
que ahora acaba de crear.
¡ya podrán los marineros .
en las islas descansar!
Pintaba un mapa mi niño
de un país, yo no sé cuál!.
Lluvia en el mapa
Las pestañas de la lluvia
tras de mi ventana;
sobre las hojas
caen las lágrimas,
cosquilleo en el cristal
la lluvia canta
y gime y llora la lluvia…
Melancolía en la rama
y en la cabeza del niño
y en el mapa,
azul, dorado, caliente,
con sus sirenas varadas,
con sus delfines
de plata,
con sus cuatro carabelas
blancas.
Melancolía…
una gota sobre el mapa.
—Río Azul, río Amarillo,
Asia…
¡Las cuatro partes del mundo
mojadas!
“Nana de la niña mala”
“En los brazos de mi niña
el lobo dormido está”.
Ella misma, de niña,
se duerme gracias a las manos de su abuela:
“Las manos de mi abuela,
unas manos de cuento
las manos de mi abuela…
Párvulos
¿Tú has tenido
una maestra
como yo, di,
con su falda de cerezas?
No sé cómo se llamaba;
más tenía una cenefa
en su falda
de cerezas.
Y era el campo y era el cielo
de mi escuela,
el cerezo de su falda
de soltera.
Balcón frente a la escuela
Lorito real,
lorito español,
canta tu amarilla
tonada de sol.
—¡A real! ¡A real!
En mi jaula estoy
comiendo avellanas,
bebiendo sifón.
—Lorito real,
me sé la lección:
dos y dos son cuatro.
Aquí y en Japón.
Pájaro en la escuela
En la escuela
han soltado un pájaro.
Mañana es un día de fiesta,
un día ancho.
No lo sabíamos, no;
pero el árbol
al cielo se lo decía
con su verde nuevo
claro,
color de mis vacaciones
con fondo de campo.