Pocos saben que entiendes de gladiolos, y que Plinio en tus flores se inspirara*, negra tierra encerrada con sus dolos en que el hambre y penuria se equipara; que un mal dios os creó y os dejó solos,..
Tierra. Quien fuera que te hiciera, tierra, pues que yo desconozco quien ha sido, a quien quiera que fuera aquí bendigo como hiciera el mendigo que se aferra a un pan y el burro al trigo.
Hoy hace calor, calor, mucho calor. Pareciera que el cielo se derrite. preparado no estoy para este envite, pido al sol que se olvide que es pintor, y ¡zas! que salga al quite.
Abril. Sé que era abril. Yo supe que era abril porque las flores sin rubor se mostraban vanidosas. No me digas que no, pues que las rosas no sabrían mentir. ....
Yo he venido del sol en una tierra donde clava su espada en el verano. Y el gaznate alimenta del paisano con el vino y la mies que en campo encierra su vientre soberano.
La noche está lluviosa y amanece sembrada de una triste melodía, en tanto nace el sol, la tez fenece, y al aura que da vida se engrandece dotando de una dulce algarabía.
Cae la nieve, lenta, suavemente, ya comienza el invierno, es la primera, ha llegado de pronto, de repente, después de tanto tiempo estar ausente sin avisar siquiera.
Es inútil querer cambiar el mundo, y adornarle de flores, diferente, se incline hacia otro lado de repente, trocando su carácter nauseabundo en gozo que resulte complaciente.
Remueve en el estiércol de su mente cual pobre que rebusca en la basura, allí en donde su magma es podredura, no hallando ningún hilo consistente del que pueda anudarse la cordura.
El mundo está atrapándose en sus flemas por culpa de una clase dirigente que olvida que es votado por la gente, espera que resuelva sus problemas y siente que le mira indiferente.
Ayer viajé hasta el río, la corriente silbando iba un alegre melodía, habládome de amor pues me decía que estaba enamorado de una fuente y ella correspondía.
Yo amo el amor igual que aquel que ama el alma del pabilo de una llama, la escarcha en el pistilo de una flor, la fiel policromía del color y en ansia de abrazarle se derrama.
Campos yermos de Castilla la de humildes humerales, la de surcos hendidos sobre gredas rectilíneas por el arado romano, de labriegos esparciendo las semillas...