Mi poema: AMIGO Mi poeta aquí sugerido: Oswaldo Reynoso

Amigo, tu amistad a mi me enorgullece
cual río sin parar que llega al mar y crece,
o el vino que en la bota termina haciendo añejo
el afecto es más grande y nuestro amor más viejo.
Temas relacionados de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia.
Amigo, tu amistad a mi me enorgullece
cual río sin parar que llega al mar y crece,
o el vino que en la bota termina haciendo añejo
el afecto es más grande y nuestro amor más viejo.
Amigo, sé que existes pero no sé tu nombre,
yo nunca lo he sabido ni lo quise saber,
y es que por tus poemas sólo he podido ver
de alguna pincelada, tu nick o sobrenombre.
¿Sabes Johnny? Ayer me acordé de tí
Pensé, doctor, tú sabes el oficio,
conoces el amor y el sacrificio
y a los males del cuerpo meter mano.
Caro amigo del alma, caro amigo,
retornar ya al pasado no es posible.
De aquellos viejos tiempos, vino y rosas,
rehenes somos, cómplices y abrigo,
de sueños que en nuestra alma noble y libre
guardamos cual hazañas licenciosas.
Quiero saber, amigo, si así puedo llamarte,
si puedo tutearte pues que aún no te conozco,
sólo sé de tus versos donde admiro tu arte
y que disfruto contigo, aquí lo reconozco.
La vida, amigo mío, sin abrazos,
distinta, no es lo mismo, es otra cosa,
igual que sin perfume no es la rosa,
favores que hay se dan y son sablazos.
Tú, lector. que me sigues y asistes a mis cuitas,
sabes de lo que hablo, cuando me contradigo,
que en mis versos naufragas, indigente y mendigo,
y con tanta zozobra en el cieno tiritas.
Yo escribo aquí, y algunos me echáis flores,
lo que induce a pensar, soy un florero.
Agradecido estoy por los honores,
de su incienso me encuentro prisionero.
Se nos van. no sé por qué pero se van,
poco a poco, lentamente, suavemente,
en silencio y a hurtadillas, al tran tran,
imposible de parar, tarea ingente.
Si un día aquí, Yolanda, no te veo,
habrás de disculpar me ponga triste,
del día aquel dichoso en que me viste
tú ha sido un acicate en mi paseo.
Mis versos son el aire que respiro,
la sangre de mis venas, mi alimento,
la sed que de ansia sacia al ser sediento,
la rejilla por donde al mundo miro
y quedo yo contento.
Amigos míos todos los humanos,
permitir que hoy a todos diga amigos,
seáis, budistas, moros o cristianos,
blancos, negros, azules, bosquimanos
o ricos o mendigos.
Amigo suena bien, suena bonito,
palabra tan afable y con solera,
que inunda en el ambiente y pega un grito.
Amigo mío de mente perezosa,
no sabes cuánto en invierno aquí hace frío
las aguas fluyen siempre en el mismo río,
y hasta la rosa siempre es la misma rosa.
Cuando muere la tarde, amigo mío
otro día se va, vendrá otro día,
aunque aquellos momentos de alegría
nunca ya volverán. Y a su albedrío...
La ventolera, la ventolera,
si tú me quieres yo te quisiera.
Yo te prometo, cariño mío
cuando tú quieras soy tu marío,
el que te cuida y el que te adora,
que siempre mima, quien te enamora.
Los versos que aquí publico
son tuyos, te los regalo,
si ves que alguno es muy malo
me lo indicas, te suplico.
Que así que a mi esfuerzo aplico...