1.DOS MUNDOS DIFERENTES [Poema del Editor]
2.Cristóbal Castillejo [Poeta sugerido]

Textos aquí: 1. del Editor, 2. del Poeta sugerido y 3. del Invitado (opcional)

MI POEMA… de medio pelo

 

Vivimos en dos mundos diferentes,
en ríos muy dispares navegamos
surtidos por diversos afluentes
y, en fin, que no es igual lo que soñamos.

Partimos de patrones muy distintos
tú siempre preocupada por las formas,
a ti te gusta el blanco, a mi los tintos,
yo sólo me intereso por las normas.

A ti te encanta oír las comidillas,
yo a cuestas con mi cara de hombre serio,
huyendo de salir de mis casillas,
que escape de mi boca un improperio.

En una sola cosa coincidimos
aquello en que los dos complementamos.
Del día en que ambos dos nos conocimos
gozamos del saber que nos amamos.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Cristóbal Castillejo

RESPUESTA A UN CABALLERO

Una copla me enviastes,
Señor, mala yacija,
Hecha con pies de estornija;
El mal es que trasnochastes,
Y al cabo paristes hija.
Mas, sin más satisfación
De los yerros que hay en ella,
Sois digno de haber perdón
Siquiera por la pasión
Que pasastes en hacella.

A OTRO, POR OTRO TANTO

Vuestras copias recibí,
Y es cierto que, si no fuera
Porque no digáis de mí
Que de envidia no las vi,
De asco no las leyera.

Y porque daros razón
De los yerros que llevaban
Era daros más pasión,
No os digo sino que son
Cuales de vos se esperaban.

A OTRO, POR LO MISMO

El que las coplas hicistes,
Todos los que las miramos
Sabed qu’en deuda os quedamos
De la risa que nos distes;
Pero vos de vos y dellas
Quexaros también podréis,
Porqu’el tiempo nos debéis
Que gastamos en leellas.

A UNO QUE QUERÍA QUE LE GLOSASE UN MOTE

No sufre glosa ninguna,
Porque huyen de rondón
La razón y la intención
Por su parte cada una.

Y de tal entendimiento
El mote tan lexos va,
Que no lo confesará
Sino a fuerça de tormento.

A UNO QUE APOSTÓ DE HACER UNA COPLA

Pues falta no hay en vos,
Desempeñad vuestra prenda,
Qu’esta cifra de contienda,
Mejor me perdone Dios
Que vuesamerced la entienda.

Y mirad a qué me atrevo,
Que aunque la echéis en la cama
Yo lo consiento y apruebo,
Tan sin temor de su fama
Como si fuese una dama.

RESPUESTA

No sé si huya de vos
O busque quien me defienda;
Porqu’en tan estrecha senda
No ternéis en mucho a dos
Si corréis suelta la rienda.

Y aunqu’el mote no fué nuevo,
Nueva querella me llama
De vengarme con renuevo,
Si en mí prueba vuestra dama
Cuán justamente os desama.

A UNA DAMA

¡Qué buen caballero era,
Perdónele Dios, amén,
Dexando tal heredera!
Si antes de escribir muriera,
¡Oh, cómo muriera bien!
Su pensamiento fué vano,
Aunque sano
Si le terciara el estilo.
Válgale por codicilo,
Pues lo escribió de su mano.

Mas si acuerda de aceptar
Vuesamerced esta herencia,
Quiéroos, señora, avisar
Que no os podéis escusar
De pleito ni diferencia;
Porque el alma que os dió a vos
Es de Dios,
Si quisiere recibirla;
La fe no pudo partirla,
Pues no puede ser de dos.

A UN AMIGO

No os burléis de la invención
D’este mi nuevo presente;
Que se hace por razón
Que este caballo bridón
Espuelas no las consiente.

Por su nombre lo veréis
Que derriba de loçano;
Mirad cómo arremetéis,
Porque a lo menos quedéis
Con las riendas en la mano.

A UN MAL PAGADOR

Pues no se escusa perderos,
Según que camino va,
Yerro pienso que será
Dexar perder mis dineros.

Y pues por tan poco precio
Perderme, señor, queréis,
Más quiero que me acuséis
De importuno que de necio.

A UNA QUE SE CASÓ CON UN BARBERO

Hi de puta, ¿qué señal
De querer quitar baraja?
Estando conmigo mal,
Señora, pesar de tal,
¿Echáis mano a la navaja?

Bastaba para una mora
Los regalos y sainetes
No dármelos ya, señora,
Sin que me queráis agora
Trasquilar a panderetes.

A UN CABALLERO

Por grosera cosa ser
Los dexó toda la gente;
Y vos, por bien parecer,
Holgáis, señor, de traer
El vuestro públicamente;
Por tanto, si no queréis
Que reniegue la paciencia,
Suplícoos que os le quitéis,
Salvo si no le traéis
En señal de penitencia.

Qu’en traer tan sin razón
Collar que tan poco pesa,
A muchos dais ocasión,
Señor, de murmuración,
Juzgándolo por empresa;
Mas, pues para lo dexar
Hay uso sobre razón,
No lo debéis dilatar,
Porque tan pobre collar
Peor es que de jubón.

A UNA GUARNICIÓN DE TERCIOPELO

En cuero me la envió
Con mil golpes por la cara;
Si el pelo no le faltara,
El tercio bien acudió;

Pues viene sobrerraída,
Señal es que fué borrón,
Porque para guarnición
Viene muy desguarnecida.

José Angel Buesa

Poema de la duda

Nuestro amor ya es inútil como un mástil sin lona,
como un cauce sin agua, como un arco sin flecha,
pues lo que enciende un beso lo apaga una sospecha,
y en amor es culpable el que perdona.

Ya es sombra para siempre lo que miró la duda
con su mirada amarga como una fruta verde;
y el alma está perdida cuando pierde
el supremo pudor de estar desnuda.

Así, frente a la noche, te he de tender la mano
con un gesto cordial de despedida,
y tú no sabrás nunca lo que pesa en mi vida
la angustia irremediable de haberte amado en vano.

Bio de autores en esta página

"No están todos los que son pero son todos los que están."

  • No existe dato alguno, ni documental ni literario, sobre sus ascendientes. Desde la infancia, acaso por la muerte o ausencia del padre, su educación y cuidado corrieron a cargo de otras personas, tal vez los parientes más próximos. Los nexos de la familia Castillejo con la Iglesia, y concretamente con la catedral de Ciudad Rodrigo, están testimoniados en la persona de uno de sus hermanos, Luis, que fue capellán del cabildo. Es probable que la educación del niño Castillejo se haya desarrollado en ese ámbito: las enseñanzas que se impartían entonces en las escuelas catedralicias eran las más adecuadas para el oficio que sus mentores le reservaban.

    En efecto, aún no había cumplido quince años cuando fue llevado a la Corte para servir como paje al segundo hijo varón de Juana la Loca, el infante don Fernando, que, a la sazón recién nacido (Alcalá de Henares, 10 de marzo de 1503), fue dejado por su madre en España bajo el cuidado de sus abuelos los Reyes Católicos. A partir de entonces, al joven Castillejo le tocó vivir, con mayor o menor intensidad, todas las vicisitudes políticas que una tras otra se sucedieron en la Corte española desde la muerte de la reina Isabel, en noviembre de 1504, hasta la partida del infante Fernando en dirección a Flandes, en la primavera de 1518. En su calidad de paje, tuvo la oportunidad de completar su formación y estudios en contacto con los excelentes preceptores del infante, alguno de los cuales no sólo le proporcionó nuevos saberes, sino también un afecto duradero. Es el caso del dominico fray Álvaro Osorio, más tarde obispo de Astorga, quien, en 1522, actuando como embajador de Adriano VI ante Enrique VIII, viajará a Inglaterra acompañado de Castillejo y hasta el fin de sus días (1543) sostendrá con él una correspondencia regular. [Leer más...]

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  • José Ángel Buesa fue un poeta cubano nacido en el año 1910 y fallecido en 1982. Su vocación por la poesía despertó cuando era tan sólo un niño y en pocos años su dedicación a la escritura fue equivalente a la de una persona adulta. Buesa publicó casi dos decenas de poemarios, entre los que destacan los títulos «La fuga de las horas», «La vejez de Don Juan», «Lamentaciones de Proteo» y «Poemas en la arena». A pesar de que sus obras hayan sido traducidas a varios idiomas, la crítica no siempre ha sido muy bondadosa con Buesa. Sin embargo, la mejor manera de conocer a un poeta es a través de la lectura, y para ello ofrecemos una completa selección de poesías, donde es posible encontrar «Canción del viaje».

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