A todos los amantes de la literatura en sus distintas formas o variantes...

ANTONIO MACHADO

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Este poeta sevillano, Antonio Machado,  nacido en 1875 dejó un gran legado dentro del Modernismo español y formó parte de la denominada Generación del 98, siendo elegido miembro de número de la Real Academia Española. Algunos de sus libros publicados más importantes fueron «Soledades», «Campos de Castilla» y «La Guerra». Podemos destacar entre su obra poética: A un olmo seco, Caminante no hay camino, El crimen fue en Granada, Anoche cuando dormía, Elegía de un madrigal, Españolito que vienes al mundo y La mujer manchega.

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LA VIDA A GUASA [Mi poema]
Orietta Lozano [Mi poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

Un ser que andaba descalzo
un día a un dios se encontró
¿quién eres, le preguntó,
que a conocerte no alcanzo?

Y él le respondió, si quieres
saber más cosas de mí
tendrás que subir allí
donde guardo mis dossieres.

Mas saber, tú has de saber
que soy un ser infinito
y un cerebro tan chiquito
nunca me ha de conocer.

Es mejor puedas creer,
que eso a ti más te conviene,
no permitas que él se aliene
y en su lucha perecer.

Y si no, deja en la duda,
dalo por amortizado,
nadie nunca lo ha logrado
y yo no saldré en tu ayuda.

Por si las moscas intenta
ser contigo consecuente,
Y al fin del tiempo presente
verás que te trae a cuenta.

Haz mejor tabula rasa,
que a mi descubrir no intentes
no creas a los videntes,
tómate la vida a guasa.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Orietta Lozano

A este triste animal que me soporta…

A este triste animal que me soporta
le duele el vuelo de mi espíritu,
la sagacidad de mi garganta
que huye de la soga,
la escueta salud de mis microbios,
el juego lúgubre de mi carne.
La recolecta está hecha,
la oreja de Van Gogh, para un poema
de agua y de dolor,
un rayo de sol para mi ombligo.
Todos me dieron la palabra
plena de sutiles formas,
todos me dieron el ayuno pleno de sus bocas,
ahora, mis brazos fatigados
recogen las flores funerarias
esparcidas en mi alcoba.

Amo en ti lo que en otros…

Amo en ti lo que en otros
hubiera despreciado:
tus pasos algo tardos,
tus pies casi pesados;
tu cabeza inclinada hacia la frente;
tu madurez,
y tu cansancio.
Amo el gesto de tus labios,
tus sonrisas,
trago a trago.
Tu traje también lo amo:
es tu presencia;
sus arrugas son la marca
de tus luchas.
Tus zapatos son un signo de mi espera,
cuando van tristemente hacia tus calles.
¿Por qué tienes
las manos desatadas?
¿Quieres llevar la frente levantada
y estar firme,
y regresar a tu voz
hoy, y mañana,
con la misma palabra
decantada?
Te hallarías
inundado de fango,
enturbiadas tus manos,
y los hombros
agobiados de pronto por un peso
acerbo
tan intenso
que te arrastraría encadenado hacia los años
venideros.
Un sabor cáustico de acíbar
purifica mis labios.
Tengo envenenada la garganta.
Gritaría con rabia,
tumbaría mis puertas, mis techos, mis aldabas,
destruiría sin conciencia mi casa y tu casa,
para romper las ataduras
de tu alianza.
Pero sería la derrota de lo que vale adentro,
y estarías
empequeñecido por ti frente a tus ojos,
débil para la lucha de los odios
no tan grande, no tan fiero, no tan alto,
cuando tu cruz se levante
sobre el altar de tus años.

Ascendiendo hacia el olvido

Redimí mi carne, la inmolé en el sagrado
bebedizo de la poesía
y me lavé en sus aguas de yerbas perfumadas.
Me liberté en el mítico olor del lenguaje
que me poseyó en los sueños.
Todo será conmigo en la hora inviolable,
todo se irá conmigo, el polvo de la luna,
tus uñas desgarrando mi fastidio,
el olor inviolable del deseo.
Los perros hambrientos del lenguaje
han dejado su presa abandonada en el silencio.
-Me duele el lenguaje que agoniza tercamente
entre mis carnes-
Olvídame
con tu recuerdo me desciendes,
me detienes.
-Lo perdido nunca más será hallado-
Déjame en la edad del olvido.
Un día me uní a esta violenta caravana
y la destrocé como a una jaula de gorilas,
destrocé la nave en que se detuvo el desespero,
la incineré como carne sagrada y su polvo
me dio la dimensión del tiempo y de la muerte.
Déjame en la edad de la nada.
Déjame ascender hacia el olvido.

Danza

Qué voz hace crujir el vestido de seda
de esta noche y entreabrir los muslos tiernamente
y desnudar su espalda de mujer?
Parece ser el canto ebrio de bacantes
o el susurro lejano de una viuda
o la lluvia entrecortada de una novia.
¿Qué voz extraña hace que el perro se levante y dance,
y la luna galope en el lomo de un caballo,
y el lago abra su ojo cristalino más que nunca?
¡Levántate, amor! La noche espera ser ungida
de vinos y perfumes,
sacrificada como una diosa frágil
entre los brazos de la tierra.

Despojada

Dónde despertar, en qué momento,
lo inmediato duele, quema,
explota bruscamente entre mis cejas.
La búsqueda se ha perdido,
el tiempo cayó goteando por tus ojos
todo crimen quedó estático en mis sienes,
yo me hundo en cada flor como la abeja
y ningún fruto se perfila.
Me he despojado de todo encuentro,
sobre mi hombro se posa el pájaro del silencio
y a veces, sólo a veces, la carcajada del delirio,
viene a perforar los huesos a mi hastío.

Día

El sol se enreda en mis pestañas,
y tú asistes al rito cotidiano del agua y del espejo,
henchido, vaporoso, con tu rostro esculpido de sueño
y de deseo,
como si fueras a un congreso de dioses azulados,
o al territorio de esperma del poeta.
El día danza complaciente y tu garganta sin sonido
como un espejo mágico, brindando el sí desnudo a mí
pregunta.
Tú buscas incansable el color de mi tristeza,
el agua matutina entre mis dedos,
el control de la luz sobre mi cuerpo,
las horas que se yerguen como caballos musicales.
Yo palpo mi deseo tirada como una fruta seca
y me interno entre los fragmentos que va
dejando el día.
La ruta de cigarras fluye circundada de atardecidos cantos.

Esta noche

Como duelen los vientos esta noche
cuando lejos los tambores de la guerra
se acarician tristemente y pedazos de cielo
se desprenden podridos, fatigados.
Esta noche en la habitación con aroma de durazno
los amantes susurran como soldados heridos
y recuerdan su primer beso como una suave bala.
En los vejados divanes, los abuelos de risa lánguida
sólo esperan la fría caricia de la muerte
y se entretienen, tejiendo, sus horas de recuerdos.
La noche avanza como un gran dios que hechiza en el
miedo
más allá de los bosques y las sombrías trampas,
más allá del salvaje amor de la hembra humillada.
En esta noche de mirada de lobo
cómo duele el silencio que reposa como muchacha febril
detrás de los cristales de las casas.

Estallido

El poema estaba por salir
pero las rejas milimétricas, las rejas metafísicas
las nerviosas rejas
lo sostenían en el lado horizontal de la memoria .
… El estallido se produce,
la línea horizontal deviene multitud de líneas
y el poema baja hasta la más tranquila hoja.

Intimidad

La noche vuelve secreta
a tantear mi cuerpo,
me penetra lenta y suave
me abro
como una flor nocturna.

La amante

Soy la amante
que estrenas,
la nueva, la eterna,
la de muslos trigueños,
columnas seguras
que se abren perfectamente
para dar paso
a tu mar ancho y espeso.
Soy la de paralelas montañas,
erectas, duras,
por donde han caminado
pájaros heridos de amor.

Soy la amante nocturna,
la de noctámbulos besos,
( mis ojos, túneles profundos
donde se pierde la soledad).

Soy la de siempre, la eterna,
la que te arranca el hastío
de cada costado,
la que se tiende plácidamente,
la que se para,
la que te sorprende,
la que se quita las vestiduras
y se lava en tu río claro.
Soy la que te crucifica
con mis ojos, con mi lengua,
la que se pierde
en tu mirada lela,
la que infatigable
recorre tu cuerpo,
la que vibra con devoción
en tu silencioso mundo.
Soy ella, la eterna,
la antigua, la nueva,
la de siempre
la que se cierra
la que se abre
la de ambivalentes tardes.
Soy la que renace,
la que se abre
la que se cierra.

Ojos habitados

Ven, ciérrame los ojos con un beso
para que no pueda ver mi cielo,
y de nuevo
ábreme los ojos con un beso
para que así no pueda verlo entre mi sueño.
Oblígame al secreto
para que nada diga de los besos,
y pídeme que cante
para que pueda hablarte.
Eres el que puso en mis labios
la voz, desde hace mucho tiempo,
y has habitado
mis manos
desde que mi sangre sólo estaba creciendo.
Ibas a preguntarme
por mi cadena insomne,
y era mayor el hambre de mi acecho
y la estructura de mis huesos
estaba decayendo.
Ven, ciérrame los ojos
para que pueda descansar mi ruego.

Palabras

Fui lenta, vaporosa,
alegre espectadora
de un noctámbulo teatro
a mirar risueñamente
a la cantante calva
cuyos cabellos había dejado
suspendidos
en la intimidad del tiempo.

Palabras lejanas

A Alejandro Pluma

Soy la antigua amiga de la correspondencia lejana
de cartas delirantes enredadas en los sueños.
Apenas te acordarás de las secretas frases
entre sedas vaporosas que vestía la curva de mi vientre.
y hoy cuando el sol ha bajado hasta los árboles
y los pájaros circundan la autopista
te imagino tan duro y tan flexible
entre los fragmentos dejados por mis dedos.
Yo, la que te enviaba las estrellas entrega inmediata
y con fugitivo aire de poeta
merodeaba el correo y al librero de cabellos blancos.
Yo, a quien después de tanto conoces poco,
he dejado mi vocación de errante,
mis secretas corrientes de aire
por donde escapaba mi soledad.
Te conozco allí donde pareces más lejano
en la transparencia de tu sonido.
Pobre poeta malhumorado de largas barbas,
¿vendrán tus palabras a dispersar mi angustia?
Yo, la que intentaba en tediosas noches
dejar mi rostro en fugaces cuerpos
para quedarme sola con el agua y los espejos,
me miro ahora en la palabra de tu carta más amada,
y esta vez no habrá intentos de suicidios
a cambio de tu fruta indescifrable.
Sólo destellos de silencio.

Pensamiento II

A Alejandra Pizarnik

Vengo del silencio,
mis ojos se secaron como el agua de hace siglos.
Me lancé al vértigo de lo extraño y accesible
al final fantástico, al comienzo.
Senté a la muerte en mi silla paralela,
nos miramos y supimos que estábamos perdidas
supimos de la cita misteriosa,
todo lugar era el exacto, cualquier hora la precisa.
Los hombres la miraban como una doncella condenada,
la contemplaban indecisos, la injuriaban,
y ella la de tantas muertes, se protegía el rostro
con mis manos.
Ella siempre supo de mi sueño,
que la buscaba a lo largo de un pasillo,
en lo oscuro de una cueva,
en la geometría de las casas;
y con el miedo de una niña pálida
que acude a su primera cita, a su primera muerte
se aposentó en mi regazo suavemente
buscando para su juego el final fantástico,
el comienzo.

Pensamiento oculto

Por qué no vienes hacia mí
y posas tu palabra en mi desnuda carne
y renuevas mi sangre y la calientas.
Juguemos con la lunática noche
a dibujar mi voz en tu boca
a danzar con música de agua.
… Me crispa este sutil secreto
mientras amablemente hablamos
de las mil noches y una noche.

Antonio Machado

Profesión de fe 

Dios no es el mar, está en el mar; riela
como luna en el agua, o aparece
como una blanca vela;
en el mar se despierta o se adormece.
Creó la mar, y nace
de la mar cual la nube y la tormenta;
es el Criador y la criatura lo hace;
su aliento es alma, y por el alma alienta.
Yo he de hacerte, mi Dios, cual tú me hiciste
y para darte el alma que me diste
en mí te he de crear. Que el puro río
de caridad, que fluye eternamente,
fluya en mi corazón. ¡Seca, Dios mío,
de una fe sin amor la turbia fuente!

LA VIDA BIEN MERECE LA PENA [Mi poema]
Vicente Gallego [Mi poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

(Al doctor Ignacio Ramirez)

Amigo mío, Ignacio, en esta vida,
hay cosas que merecen bien la pena,
los goces de esas noches de verbena,
los roces de esa mano que, atrevida,
quisiera navegar surcando el Sena.

Ponerse a platicar sin aspavientos,
cada uno allí aportando sus razones
sabiendo repartir las bendiciones
entre esos, los que exponen argumentos
así puedan dañar tus convicciones.

¡Mas qué son nuestras viñas sin sarmientos,
los páramos de tierra sin rastrojos!
Del día en el que abrimos nuestros ojos
los párpados se tornan cenicientos
preñados de legañas y de abrojos.

Mejor que el diapasón lo marque el tiempo,
que el vaivén al azar nunca tropieza
¡qué importa si uno reza o si no reza!,
todos vamos andando a contratiempo
al ritmo que nos marca la torpeza.

Y aunque algunos opinen que es condena,
y no encuentren placer de haber vivido,
aquí dejo constancia, no coincido.
Prometo, para mí valió la pena
el hecho de hoy haberte conocido.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Vicente Gallego

Contemplándote arder

Así quisiera recordarte,
poderosa en tu entrega,
destilando tu miedo -uva negra y pisada
en la barrica añeja de la sabia lujuria-
para lograr tragarlo dulcemente
convertido en el vino que nos ofrece un dios.

Que tu placer solar
me proteja en la noche, que me recuerde siempre
esa imagen del mundo en que dos cuerpos jóvenes
han vencido a la sombra y se sienten brillar
en su luz invencible.

¿Y quién nos acompaña,
si el rodar del camino va rompiendo los ejes
de la frágil tartana del amor?
¿Y quién
nos acompaña,
a no ser la memoria, ese clavo en la herida,
esa sombra sin cuerpo?

Humo frío será la amada carne,
y quedará mi carne sin refugio,
acompañada sólo de la triste memoria,
esa sal en la llaga, esa llaga sin cura.

Y luego la memoria se deshará en el polvo.
A ese polvo sin madre
que el viento ha de barrer y que serán tus huesos,
yo quisiera salvarlo esta mañana.
A ese cuerpo que hoy,
al contemplarlo arder bajo mi llama hambrienta,
un segundo entreví
aventado en el soplo sin medida del tiempo,
yo quisiera salvarlo en la palabra,
para siempre feliz en su fuego de ahora.

Y he sentido un mareo de atropellados siglos,
de lunas y de soles sin nosotros.

Échale a él la culpa

A José María Álvarez y Carmen Marí

Hoy te has ido de fiesta con amigas,
y sin que tú lo sepas me regalas
un tiempo de estar solo que ya empieza
a ser raro en mi vida, un tiempo útil
para intentar pensar en ti como si fueras
lo que siempre debiste seguir siendo
cuando pensaba en ti: aquella persona,
en todo semejante a cualquier otra,
que una noche lejana tuvo el gesto
generoso y extraño de entregarme su amor.
Pero el amor nos cambia, nos convierte en espías
ridículos del otro, en implacables jueces
que condenan sin pruebas y comparten
sus estúpidas penas con el reo.
El amor nos confunde y trata ahora
de que vea en tu fiesta una traición.

Por huir de esa trampa me amenazo
con los nombres que cuadran al que cae en su vacío:
egoísta, ridículo, inseguro, celoso…
Y como un ejercicio de humildad pienso en ti
divirtiéndote sola: te imagino bailando
y mirando a otros hombres;
al calor del alcohol
confiesas a una amiga algunas cosas
que te irritan de mi sin que yo lo sospeche,
y por unos instantes saboreas
una vida distinta que esta noche te tienta
porque eres humana, aunque no me haga gracia.

Ahora caigo en la cuenta de que dudas
como yo dudo a veces, y que también te aburres,
y que incluso algún día habrás soñado
follar como una loca con el tipo que anuncia
la colonia de moda.
Para calmarme un poco
tras la última idea, yo me digo
que el amor es un juego donde cuentan
mucho más los faroles que las cartas,
y procuro ponerme razonable,
pensar que es más hermoso que me quieras
porque existen las fiestas, y las dudas,
y los cuerpos de anuncio de colonia.

Lo que quiero que sepas es que entiendo
mejor de lo que piensas ciertas cosas,
que soy tu semejante, que he pensado besarte
cuando llegues a casa; y que es el amor
-ese tipo grotesco y marrullero-
el que va a hacerte daño con palabras
absurdas de reproche cuando vuelvas,
porque ya estás tardando, mala puta.

Generación espontánea

Este día nublado invita al odio,
predispone a estar triste sin motivo,
a insistir por capricho en el dolor.
Y sin embargo el viento, y esta lluvia,
suenan hoy en mi alma de una forma
que a mí mismo me asombra, y hallo paz
en las cosas que ayer me perturbaban,
y hasta el negro del cielo me parece
un hermoso color.

Cuando no soportamos la tristeza,
a menudo nos salva una alegría
que nace de sí misma sin motivo,
y esa dicha es tan rara, y es tan pura,
como la flor que crece sobre el agua:
sin raíz ni cuidados que atenúen
nuestro limpio estupor.

La llamada de la selva

Siempre fue la tristeza
un dócil animal de compañía
con el que yo he jugado algunas tardes.
Sin apretar los dientes me estiraba del brazo,
paseaba conmigo, se sentaba a mis pies
en los fríos inviernos.
En los días aciagos, por probar su obediencia,
le lanzaba mi alma, y ella me la traía
dulcemente empapada en su aliento doméstico.
Siempre fue la tristeza
un dócil animal de compañía,
que hace tiempo ha adoptado
esta fea costumbre de morder a su amo.

La pregunta

En la noche avanzada y repetida,
mientras vuelvo bebido y solitario
de la fiesta del mundo, con los ojos muy tristes
de belleza fugaz, me hago esa pregunta.
Y también en la noche afortunada,
cuando el azar dispone un cuerpo hermoso
para adornar mi vida, esa misma pregunta
me inquieta y me seduce como un viejo veneno.
Y a mitad de una farra, cuando el hombre
reflexiona un instante en los lavabos
de cualquier antro infame al que le obligan
los tributos nocturnos y unas piernas de diosa.
Pero también en casa, en las noches sin juerga,
en las noches que observo desde esta ventana,
compartiendo la sombra
con el cuerpo entrañable que acompaña mis días,
desde esta ventana, en este mismo cuarto
donde ahora estoy solo y me pregunto
durante cuánto tiempo cumpliré mi condena
de buscar en los cuerpos y en la noche
todo eso que sé
que no esconden la noche ni los cuerpos.

Maneras de escuchar un blues

A Eloy Sánchez Rosillo

Es hermosa esta noche de verano,
aunque no más hermosa
que cualquier otra noche de verano.
Es hermosa esta noche en que estoy solo,
y fumo, y he dejado
en penumbra la casa mientras suena
un dulce y triste blues,
un blues tan triste y dulce como otros.
Nada en mí, ni en la noche, ni en la música,
se diría especial, y sin embargo
existe algo muy hondo en esas cosas
que parecen sencillas:
una extraña grandeza que no acaba
de ser exaltación, tragedia, paz,
pero que es todo eso, y es también
un sentir claramente
que para que esto ocurra ha sido necesario
apurar estos años, acumular recuerdos,
haber ganado
y haber perdido tantas cosas.
Para que este piano suene así,
para temblar así con esta música,
ha sido necesario
ir llenándola poco a poco
de belleza y de daño, ir llenándola
con nuestra propia vida, para que se parezca
a nuestra propia vida, y suene así:
tan insignificante
y tan grande, tan triste, tan hermosa.

Noviembre, 26

Que nuestras manos puedan
protegernos del sol,
que eclipsen su contorno totalmente,
no debiera ocultarnos el tamaño
de ese astro al que quiero llamar padre.
Bajo su luz desnuda
no precisan las cosas de adjetivos:
la mañana del mundo es cuanto tengo,
contra su cielo soy
un cuerpo frente al mar que ahora procura
disfrutar de su instante
en el hueco sin pausa de los siglos.

Austeridad y lujo de lo exacto.

Nuestras extrañas exigencias

Para que tú me ames, para que yo conserve
tu amor más alto y puro, sólo debo
-me dices-
cumplir una mandamiento:
no mentirte jamás, no mentirte siquiera
cuando más necesites que lo haga,
porque tú -me aseguras-
lograrás perdonar cualquier ofensa,
cualquier traición si la confieso.
Y así, con un engaño, mintiéndote y mintiéndome,
demandas mi franqueza más suicida.

Por tu parte,
para que yo te ame, para que tu conserves
mi amor más alto y puro,
sólo debes cumplir un mandamiento:
no dejar de mentirme, porque no lograría
amarte en tu verdad.
Lo que yo amo es tu forma de engañarme.
Por lo que a mí respecta, complaceré tu gusto:
te mentiré jurando que no miento,
y si logro tenerte para siempre engañada,
habrás de agradecerme un amor tan sincero
que no sienta el impulso de decir su verdad,
porque es la verdad la traición más cobarde
y nadie necesita su confidencia cruel
por más que la suplique.

Proyectos de futuro

Esta tarde soy rico porque tengo
todo un cielo de plata para mí,
soy el dueño también de esta emoción
que es nostalgia a la vez de los días pasados
y una dulce alegría por haberlos vivido.
Cuanto ya me dejó me pertenece
transformado en tristeza, y lo que al fin intuyo
que no habré de alcanzar se ha convertido
en un grato caudal de conformismo.
Mi patrimonio aumenta a cada instante
con lo que voy perdiendo, porque el que vive pierde,
y perder significa haber tenido.
Ya no tengo ambiciones, pero tengo
un proyecto ambicioso como nunca lo tuve:
aprender a vivir sin ambición,
en paz al fin conmigo y con el mundo.

Recado de escribir

Para Encarna Oliva

De qué forma explicarte que por ti
lo he hecho ya casi todo: renunciar a las otras,
renunciar a las noches en que ellas
en torno a mí giraban con la música
como giran las noches, como todo giraba
en aquel tiempo hermoso que juré
detener para siempre, como gira el deseo
al que he vuelto la espalda, como también a veces
la mirada se vuelve hacia esos días
que por ti he convertido en mi vieja leyenda.
De qué forma explicarte
que por ti me he desdicho: los amigos de entonces
se sonríen al verme, no me habla
mi soledad de siempre, ni siquiera el alcohol
me sienta como antes, y he perdido
mi destreza en el baile.
De qué modo explicarte, sin que lo entiendas mal,
que hasta mi juventud me va volviendo
la espalda, que por ti
lo he hecho ya casi todo, excepto aquello
que juzgabas tan fácil, que me pediste tanto
sin que nunca supiera atender tu ilusión:
el poema de amor que por fin te dedico
y que tal vez te oculten estos versos
sin halagos, sin rosas, estos versos
que no sabrán en nada parecerse
a los que tú soñaste. Un poema de amor
verdadero, sin trampas, sin palabras hermosas.

Credo

A Vicente Gallego Ibáñez

Tu divina bondad no prueba nada,
fraterno humano amor,
de lo que el hombre busca conocer para amarse:
no das ese consuelo y, sin embargo,
tu favor es el único refugio
donde hallamos clemencia verdadera.
No hablo sólo del beso
que en el sótano oscuro de la lujuria enciende
su fuego contra el frío,
digo cierto también y sobre todo
el brazo en que se apoya nuestro mal vencimiento
cuando el amor ingrato nos derriba.
De un amor necesario os hablo ahora
más noble que el amor,
del más logrado bien que heredó nuestra sangre.

No falte a nuestra cruz tu sincera piedad,
fraterno humano amor
que con tan firme pulso nos sostienes la vida.
Que si huérfana el alma de eternidad se muere,
nuestra madre la carne muera al menos llorada.
De «La plata de los días» 1996

Desvalido orgullo

Pues sabemos del viento,
la aristocracia somos, desvalida,
de lo que el viento lleva.

Somos sólo el cobijo transitorio
del arraigado sueño que en la pasión pervive,
y en la noble tarea de alimentar un sueño
nuestra vigilia apuesta su cumplimiento altiva.

Del desafío antiguo
la victoria se cobra, solamente,
donde lo sabe y canta nuestra fe:
en el nuevo vigor con que afrontamos
el renovado lance desigual.
Y en la noche invidente de los tiempos
que la conciencia alumbra, dolorosa,
nuestros ojos se abren a ese único día
que repite su aurora clausurada.

El destilado somos,
milenario,
de la sangre y del vino,
de una dura progenie esforzada y dichosa
por la que sabe, sorda, de su nombre la rosa.

El sueño verdadero

A César Simón, in memoriam

En el cenit del día
un derrumbe se escucha silencioso:
es el ínfimo estruendo
de la nube que quiebra su lograda figura
para ser de sí misma sólo un eco en lo alto.
Todo está en su solsticio,
en su plena apariencia mientras el sol lo abrasa.
Y a la herida del hombre su latido le presta
el frágil corazón de la que cree su hora
en la burla del tiempo.

Todo vive muriendo y, sin embargo,
qué arraigado saberse cierto y hondo
en la misma raíz del desarraigo,
qué morada a cubierto en la brusca intemperie,
qué verdad este sueño
cristalino de agosto.

Historia del amor

Un nítido recuerdo
del placer que hallé en ti suena sordo en la noche
como una campana.

Sola campana de mi noche sola,
dobla tú por el día
que de mi amor fue entero,
ahora que sólo soy de la irreal memoria
obligado inquilino.

Te dabas en la noche a la voraz y oscura
hambre mía de ti,
y era aquel apetito, no lo supe,
repugnancia de qué
repetido destino,
prevención inconsciente de esta hora.

En la más dura saña peleamos
de quien busca clavar sobre un cuerpo su cuerpo
por imprimir la sombra en otra vida
de lo que va perteneciendo al humo
porque fue de la llama.

Desatendemos hoy la llama juntos,
la que juntos prendimos,
la que nos dio calor, la que juramos juntos
conservar en su frágil crepitar melodioso.

De su música ardiente nos desvela en la noche
frío el eco dolido
de aquel sueño en su luto, de esta rota vigilia.

Un nítido recuerdo
del placer que hallé en ti
se dibuja en el aire contrariado
de mi vivo deseo
todavía.
Y al diablo me ofrezco por tu espalda desnuda.

¿Pero quién eras tú?
¿Y quién fue el que te amó?
¿Y por quiénes redobla, en la noche del otro,
esta sorda campana?

Oda

Tú eres canto de amor
bajo la piel traslúcida del día,
circulación del alma en las vistosas alas
de las formas terrestres,
destello que delata, jubiloso,
la condición solar de la materia.
Tú has sembrado en la noche
tu plateada flor iridiscente,
y es la muerte por ti una perla negra.

Tú eres alta embajada
del subterráneo fruto,
y está arriba tu sitio, en la fugaz
superficie lograda de las cosas:
brillo eterno del mundo,
rocío del mirar enamorado.

Venenos y remedios

Midiendo
con goteros
lo que aún me quedaba
de la sangre tenaz de la alegría,
se me pasó la noche.

Mientras la roja fiebre
trazaba su derrota
de pesados aceites y derivas,
yo me di a la congoja del que espera
ver su barco encallar.

Pasó la noche en pos de un rumbo oscuro,
y en la misma agonía,
en la intemperie alzada como un último techo,
fue buscándome el alba al fin la herida
para ofrecerme fiel su blanca venda
toda limpia de luz samaritana.
De «Santa deriva» 2002

Ahora

De dios es este instante,
y él lo ignora.

Es polvo del cristal de la alegría,
es la rosa que encaña
de la sangre en su entera majestad.

Bien se ve que sabéis de la honda llaga,
de este andar a derechas
sobre la brasa pura.

¿Morir?

Mira ahora estas manos,
mira en ellas el pan
de un tan loco querer,
de una harina tan limpia.

Antonio Machado

A José María Palacio -

Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos? En la estepa
del alto Duero, Primavera tarda,
¡pero es tan bella y dulce cuando llega!…

¿Tienen los viejos olmos
algunas hojas nuevas?

Aún las acacias estarán desnudas
y nevados los montes de las sierras.

¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa,
allá, en el cielo de Aragón, tan bella!

¿Hay zarzas florecidas
entre las grises peñas,
y blancas margaritas
entre la fina hierba?

Por esos campanarios
ya habrán ido llegando las cigüeñas.

Habrá trigales verdes,
y mulas pardas en las sementeras,
y labriegos que siembran los tardíos
con las lluvias de abril. Ya las abejas
libarán del tomillo y el romero.

¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?

Furtivos cazadores, los reclamos
de la perdiz bajo las capas luengas,
no faltarán. Palacio, buen amigo,

¿tienen ya ruiseñores las riberas?

Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, sube al Espino,
al alto Espino donde está su tierra…

ABRIL, SÉ QUE ERA ABRIL [Mi poema]
Manolo Chinato [Mi poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

Abril. Sé que era abril.
Yo supe que era abril porque las flores
sin rubor se mostraban vanidosas.
No me digas que no, pues que las rosas
no sabrían mentir. Con sus olores,
su aspecto tan gentil,
sus colores trazando garabatos
al sol que más calienta en el ambiente
van mostrando su cara sonriente
pintando de las flores sus retratos.

Abril, las aguas mil
verdean la floresta en la ribera,
comienza a despertar la lluvia fina,
la neblina se posa en la colina
y empieza a despintar la sementera.
Que abril es zascandil
y amante de dulzura y los amores,
convierte en saltarino al riachuelo
la calma se proyecta en un señuelo
la pradera se viste de colores.

Abril. Sé que era abril.
Yo supe que era abril, que primavera
es magia y es soñar y es fantasía,
la pena se trastoca en alegría,
es dulce el despertar de una quimera.
©donaciano bueno.

MI POETA SUGERIDO:  Manolo Chinato

UNA SOLA PUERTA

Una sola puerta de tres, abierta.
Una sola puerta.
Enfrente, la montaña.
Pasa la nube inmensa;
toda suya… todo suyo.
Huracanes de vientos;
lluvia andante semiparalela
y en todo el monte funerales alegres, naturales,
de hojas muertas.

Los cabellos terráqueos danzan todos iguales
al son de trompetas invisibles que vienen de los mares.

Llegó el otoño; llegó la muerte…
¡Mas no para todos!
Hoy morirán hojas y animales.

Mas no morirán para siempre y, en su transformación de mañana
darán
con más calor
a la tierra,
de su muerte,
pasado mañana,
brotes de espeanza.

Y yo no he muerto.
Me alegro de la lluvia
y me alegro del viento.
Si tengo frío, me caliento;
si tengo miedo, ¡Que no lo tengo!,
susurro y pienso…
y para mañana
ya me he comido mi pequeña ración de esperanza.

Una sola puerta de tres, abierta.
Una sola puerta inmensa.

PROVERBIOS

si me guardas rencor, dimelo,
mas te kerre.
y si en tu corazon ay un punto
de mi amor,no te lo dejes borrar,
q ese punto puede ser
tal vez,tu felicidad.

kisiera dejar de ser hombre,
kisiera ser animal
y dedicarme al placer
sin tenerlo k pensar.

momentos cumbres de mi pensamiento
en la soledad del campo
con el cielo ceniciento,
con el cielo azul y claro,
con el aroma de flores
o con el picar de cardos.

te pienso,¿sabes?,
pero tan lejos
k ya no se
si eres la k pienso.

no tarda mi mente en encontrar sosiego,
sosiego del alma,
sosiego del cuerpo.
nunca eres verdaderamente sosiego.

sonrie lenta y puramente a todos
y,lentamente, te iras aciendo transparente.

esta vida costumbrista
nos kita la libertad
de ser simplemente solo
el sueño del optimista.
lucho enteramente
en busca de mi felicidad
y,a veces,solo me conformo
con la sonrisa k les causo a los demas.

COLABORACION MAREA

Que no queremos ser tanto.
Queremos vivir en nuestra tierra
agrietada de manantiales cristalinos,
andar un poco más lejos que las fronteras
por la sublime añoranza del regreso.

Que no queremos ser tanto.
Queremos ser un poco de sol y un poco de noche,
queremos ser viento y calma,
tormenta, luuevia y olor de tierra mojada.

CUANDO TE VAYAS

Cuando te vayas
apenas dire nada.
Me quedare con tus ojos
llenos de lagrimas de olvido.
Susurrare al viento,
que es mi amigo,
que siempre te acompañe y te cuide
como si estuvieras conmigo.

CADENAS

Ya me has «dejao»
ya me has «dejao»
Hiciste bien.
Es imposible soportar
a un pequeño anarquista
«encadenao»

Yo soy un hombre de campo
y no quiero dejar de serlo.

Yo soy un hombre de campo
como lo es el sol y el viento.

Yo soy un hombre de campo,
reblede, duro y risueño.

Yo soy un hombre de campo
y no quiero dejar de serlo
porque en el campo me hie
en lo malo y en lo bueno
y en el campo conocí
a quien yo llevo por dentro.

Yo soy un hombre de campo
y me gustan los inviernos.
Yo soy un hombe de campo
y no quiero dejar de serlo.

EN ABRIL, LAS AGUAS MIL - A.Machado

Son de abril las aguas mil.
Sopla el viento achubascado,
entre nublado y nublado
hay trozos de cielo añil.
Agua y sol. El iris brilla.
En una nube lejana,
Zigzaguea
una centella amarilla.
La lluvia da en la ventana
y el cristal repiqueteo.
A través de la neblina
que forma la lluvia fina,
se divisa un prado verde,
y un encinar se esfumina,
y una sierra gris se pierde.
Los hilos del aguacero
sesgan las nacientes frondas,
y agitan las turbias ondas
en el remanso del Duero.
Lloviendo está en los habares
y en las pardas sementeras;
hay sol en los encinares,
charcos por las carreteras.
Lluvia y sol. Ya se oscurece
el campo, ya se ilumina;
allí un cerro desparece,
allá surge una colina.
Ya son claros, ya sombríos
los dispersos caseríos,
los lejanos torreones.
Hacia la sierra plomiza
van rodando en pelotones
nubes de guata y ceniza.

COPLILLAS [Mi poema]
Arantxa Urretabizkaia [Mi poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

Este mundo se mueve
entre dos aguas
tú eres mi lluvia fina,
yo tu paraguas

El sol es la alegría
del firmamento
tú la luna que llena
mi sentimiento.

Río que vas llenando
de agua los mares
que adornas mi desvelo,
mis despertares.

Cuando voy caminando
en mi paseo
aunque nunca te mito
siempre te veo.

El aire que me azusa
huele a romero,
siento su escaramuza,
dice te quiero.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Arantxa Urretabizkaia

Siete

Trabajaré tu boca con un cincel
hasta romper esa sonrisa
hasta agotar el sonido
de esos hoyuelos insultantes
maldito el color
que tu felicidad deja en mi regazo
un poco de sangre, por favor
para que mis brazos entren en calor
una blanca bola de cristal
dando vueltas en el estómago
mientras las lágrimas se estropean
porque soy demasiado oscura
una mariposa reventada en la frente,
amada a arañazos
y el ritmo de los pasos del aire
si te entierras conmigo
puedo instalar un agujero
sobre cada árbol
si no me avergüenzo de trabajar cada noche
puedo construir un sonido
que sustituya a mi nombre
con permiso del frío
si no me llamas
que no venga nadie
mientras se escuchen las voces de los niños,
madera y musgo
cometas y champagne
nunca nos atreveremos
a seguir la bandera de gabardinas blancas
ahogaré con lágrimas
cada rizo de tu pelo
porque tienes tan poco bello en el pecho
una sombra junto al cuello
y nada más
tantos años de guerra
y sólo nos queda el vuelo.

Zazpi

Zintzelaz landuko dut zure ahoa
irripar hori puskatu arte
masaileko kabi intsultante horien
soinua agortu bitartean
madarikatua zure zorionak
nere magalean uzten duen kolorea
odol piska bat, faborez
besoak berotuko badira
kristalezko bola zuri bat
estomaguan bueltaka
malkoak alperrik galtzen
beltzegia naizelako
kopetan tximeleta lehertua
harramaskaz maitatua
eta haizearen pausoen ritmoa
nerekin lurperatzen bazara
zulo bat instalatu desaket
arbolabakoitzaren gainean
gauero lan egiteak lotsa ematen badit
soinu konstruitu desaket
nere isenaren ordez
hotzak nahi badu
deitzen ez banauzu
ez dadila inor etorri
umeen ahotsa entzuten den bitartean
lokatzik ez, umeen usaina galdu bitartean
egurra eta goroldioa
kometak eta champagnea
ez gara sekula ausartuko
gabardina zurien ikurraren atzetik
malkoz itoko ditut
zure ileen kiskur guztiak
bularrean hain ile gutxi duzulako
lepoaren aldean itzal bat
eta gero besterik ez
hainbeste urte gerran
eta gero begoa besterik ez.

San Pedro bezperaren ondokoak 2

Je ne sais ce qui me possède
et me pousse à dire à voix haute
ni pour la pitié ni pour l’aide
ni comme on avouerait ses fautes
ce qui m’habite et qui m’obsede
L. Aragon

Beldur nintzenean
tristeziaren hegal hotzek
eskuak eta musua
ferekatzen zizkidatenean
alboratzen nintzaion
zakur zintzoen
oreinen
axurien
begirada marroi eta epelaren
atzean
ezkutaturik.
Begiak nireganatzen zituen
begi gorriak
odoltsuak
malko agortuez beteak
puztuak
eskua altxatzen zuen eta
poliki
poliki
ene buruaren gainean
pausatzen zuen
aintzira baten azala
harramazkatzen duen
euriaren
garrasia isila
gozoa.
Eta iletatik hasita
beherantz
irribarre bat zabaltzen zitzaidan gorputzean
ezpainetan dardarti
bularrean marmariatsu
sabelean gozo
magalean bigun
eta lurra ikaratu egiten zen
ene loratzeaz.

Harrez gero
beldurraren
bakardadearen
gorrotoaren
mesprezuaren
hatsa sentitzen dudanean
burua makurtzen dut
lepoa luzatuz
eta neure ilea distiratsu nahi dut
deikor
eskuren baten iman
zeren
buru gainean
esku baten beroa sentitu bezain laster
badakit
miraria berreginen dela
orduan ikusiko ditut
berriro
hiru erregeen kapa izartsuak
eta orduan
emanen daut
Gasparrek
bizarra eta ilea gorriak dituen erregeak
muin kopetan
eta orduan
piztuko da artizarra
ene begitartean
orduan
loratuko naiz
berriro
orduan
buru gainean esku baten beroa sentitu bezain laster.

Coplas elegiacas - Machado, Antonio

¡Ay del que llega sediento
a ver el agua correr,
y dice: la sed que siento
no me la calma el beber!
¡Ay de quien bebe y, saciada
la sed, desprecia la vida:
moneda al tahúr prestada,
que sea al azar rendida!
Del iluso que suspira
bajo el orden soberano,
y del que sueña la lira
pitagórica en su mano.
¡Ay del noble peregrino
que se para a meditar,
después de largo camino
en el horror de llegar!
¡Ay de la melancolía
que llorando se consuela,
y de la melomanía
de un corazón de zarzuela!
¡Ay de nuestro ruiseñor,
si en una noche serena
se cura del mal de amor
que llora y canta sin pena!
¡De los jardines secretos,
de los pensiles soñados,
y de los sueños poblados
de propósitos discretos!
¡Ay del galán sin fortuna
que ronda a la luna bella;
de cuantos caen de la luna,
de cuantos se marchan a ella!
¡De quien el fruto prendido
en la rama no alcanzó,
de quien el fruto ha mordido
y el gusto amargo probó!
¡Y de nuestro amor primero
y de su fe mal pagada,
y, también, del verdadero
amante de nuestra amada!

 

RECUERDO AQUELLOS DÍAS [Mi poema]
Ángelo Néstore [Mi poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

Recuerdo aquellos días de aquel invierno frío,
la lluvia en los cristales trazando garabatos,
aquella estancia oscura y al fondo mis retratos,
y en un rincón mi perra a solas con su hastío.

Recuerdo que yo andaba nadando entre dos aguas
las chicas, los estudios, las ansias y los suenos,
-eterna disyuntiva, mayores o pequeños-,
lloviendo a torrenciales buscando aun el paraguas.

Y aun veo los pinares, las nieves en la sierra,
y escucho los sonidos repicando insistentes
mis dudas, mis proyectos nadando entre corrientes,
mis luchas intestinas formando en pie de guerra.

Y aun sigo aquí viviendo y aun sigo recordando
como si al recordarlo volver atrás quisiera.
Mas sigo deseando si fuera que hoy volviera
así fuera quimera, seguir allí soñando.
©donaciano bueno.

MI POETA SUGERIDO:  Ángelo Néstore

Carta a un padre

Me enseñaste que para vivir debería:
deglutir, apretar los dientes, morderme la lengua.
Dejaste la camisa tendida, la camisa tendida, papá.
Para ti todo era attrezzo, la corbata planchada,
mi nudo en la garganta.
La caricia. Esta mano de niño era una caricia:
ayer la palma abierta en la mejilla,
hoy el destierro dentro de las uñas.
Para curarse basta con leer el prospecto:
por si las náuseas, por si el temblor, por si el ojo cerrado.
Cuando lo tocas, un crisantemo tiene la textura de la carne humana.
Eso ya no importa.
Ahora me pongo tus camisas.
Ahora todo el peso de las pinzas
sobre mis hombros.
(de Adán o nada, Ediciones Hiperión)

Ave y Eva

Me resisto a la idea de ser
aquel niño que vivió en mi boca: recuerdo caer al suelo,
hacerme mil pedazos.
La habitación, limpia solo para mí;
la habitación
y este trozo de carne,
estirpe nómada ante el espejo.
Me miro en el cristal
y hay un animal huyendo del fuego,
una jauría con principio de hombre
o un desastre con nombre de niño.
Por eso busqué en el incendio la excusa y en el aire el pretexto,
por eso me arranco la barba
con la mano que antes me besabas.
No hubo salvación para este pájaro,
juro que hice lo posible para domesticar la espera.
Ahora dejo que la tierra tape los huecos de la piel.
Digo casi no soy
mientras celebro los dos bultos de mi pecho.
Escribo la palabra ave, leo la palabra Eva.
Bajo este cielo ya no hay lengua que me nombre.
(de Adán o nada, Bandaàparte Ediciones)

E IO CHI SONO?

Por la mañana abandono mi sexo.
Al atardecer vuelvo
cuando me desnudo para entrar en la ducha.

Mi madre siempre dice que tengo los hombros de mi padre.
Con el vaho en el espejo el contorno es más ancho, más generoso.
Dibujo una línea recta con los dedos, con la mano la deshago.

En los ojos guardo la tristeza de las muñecas
que jugaron a ser hijas
y que mis padres acabaron regalando.
El agua fría me trae a mi cuerpo,
escondo el pene entre las piernas.

Mamá: ¿a quién me parezco?

DE CUANDO ME EQUIVOQUÉ DE BAR

Yo soy de esa clase de amigos
que siempre pide otra ronda en los bares.
No tengo hijos,
soy el hijo único de una dinastía de bastardos
que se llena el estómago y se autodestruye.

Mis amigos, sin embargo, son padres,
de esos que buscan una excusa para volver tarde a casa,
siempre me invitan a otra,
nunca quieren que me vaya.

Ellos me miran y cien veces
me cuentan cien veces lo difícil que es
la suerte que yo.
Ellos no ven las hormigas que trepan por mi pierna,
no las ven.
Beben tiempo con su boca de padres,
tragan tiempo con su saliva de padres
y yo me vuelvo cada vez más pequeño
y sus hijos cada vez más grandes.
Y con cuarenta, con cincuenta,
volveré al mismo bar de la esquina
y entonces los que hoy son niños se preguntarán por qué
tantas hormigas en mi boca,
por qué el amigo de sus padres se sigue creyendo joven.
Con cincuenta, con sesenta,
quién me llevará a casa,
quién guardará mis huesos bajo las sábanas.
Con sesenta, quizás, con setenta
quién contestará a mis preguntas,
quién me dirá lo difícil que es,
la suerte que yo
cuando un día me confunda y pida otra ronda
frente a la sola luz de mi nevera.

PISCINA COMUNITARIA

La justicia europea avala prohibir a los
homosexuales que donen sangre.
El País, 29 de abril de 2015

Derechos comunitarios, valores fundacionales,
tratados constitutivos, jardines al Danubio,
pero nada fluye igual por dentro.
Mis venas desembocan en mí mismo,
nunca serán canales porque coquetean con el vacío,
son fosas comunes de pervertidos,
maricas boquiabiertos,
las rodillas dobladas,
que se limpian los labios con la mano izquierda,
que contestan a:
sexo, altura, peso, señas particulares.

Somos hijos de madres ingenuas
que acarician a hijos impuros,
a los que cantarán cuentos de castillos
con jardines con vistas al vacío
mientras una enfermera paciente apunta:
sexo, altura, peso, señas particulares,
cinco litros de sangre en un tumor,
cinco litros
que se secarán por dentro,
que merecen morir conmigo,
cinco litros que ya son
peso muerto.

ENSAYOS GENERALES

Con diez años urdí en la ducha el plan perfecto
para mejorar la evolución de mi especie.
Arranqué paisajes y paisajes de papel blanco
como si tirase de un hilo interminable de nombres:
ensayé con Giovanni, Giuseppe, Mario
y un actor polaco de apellido impronunciable.

Con diez años un niño me dijo
que así los hombres ensayan a ser padres.

Yo solo pensaba en los ensayos,
en el día del gran estreno,
en los aplausos mudos de millones de huérfanos
que habitaron mi muslo.

Tu cuerpo o el mío

¿Recuerdas cuando nos sosteníamos
en la palabra sin conjurarla?
Es como cuando el viento dobla la rama
y no la parte.
¿Recuerdas cuando dibujábamos
nuestros sexos en la tierra
y del tronco hacíamos una hoguera
y la llamábamos lenguaje?

Ya no hablamos del árbol
clavándonos las aristas
ni del fuego que nos quemaba la yema de los dedos.
Ahora que solo nos quedan cicatrices en la lengua,
besamos estas cenizas
para curarnos las heridas.

Me dices que enterremos nuestras diferencias,
pero cavar un foso es asomarse
siempre a un precipicio.
(De Hágase mi voluntad, Pre-Textos, 2020)

Recuerdos - Antonio Machado

Oh Soria, cuando miro los frescos naranjales
cargados de perfume, y el campo enverdecido,
abiertos los jazmines, maduros los trigales,
azules las montañas y el olivar florido;
Guadalquivir corriendo al mar entre vergeles;
y al sol de abril los huertos colmados de azucenas,
y los enjambres de oro, para libar sus mieles
dispersos en los campos, huir de sus colmenas;
yo sé la encina roja crujiendo en tus hogares,
barriendo el cierzo helado tu campo empedernido;
y en sierras agrias sueño ?¡Urbión, sobre pinares!
¡Moncayo blanco, al cielo aragonés, erguido!?

Y pienso: Primavera, como un escalofrío
irá a cruzar el alto solar del romancero,
ya verdearán de chopos las márgenes del río.

¿Dará sus verdes hojas el olmo aquel del Duero?

Tendrán los campanarios de Soria sus cigüeñas,
y la roqueda parda más de un zarzal en flor;
ya los rebaños blancos, por entre grises peñas,
hacia los altos prados conducirá el pastor.

¡Oh, en el azul, vosotras, viajeras golondrinas
que vais al joven Duero, rebaños de merinos,
con rumbo hacia las altas praderas numantinas,
por las cañadas hondas y al sol de los caminos
hayedos y pinares que cruza el ágil ciervo,
montañas, serrijones, lomazos, parameras,
en donde reina el águila, por donde busca el cuervo
su infecto expoliario; menudas sementeras
cual sayos cenicientos, casetas y majadas
entre desnuda roca, arroyos y hontanares
donde a la tarde beben las yuntas fatigadas,
dispersos huertecillos, humildes abejares!...

¡Adiós, tierra de Soria; adiós el alto llano
cercado de colinas y crestas militares,
alcores y roquedas del yermo castellano,
fantasmas de robledos y sombras de encinares!

En la desesperanza y en la melancolía
de tu recuerdo, Soria, mi corazón se abreva.

Tierra de alma, toda, hacia la tierra mía,
por los floridos valles, mi corazón te lleva.

DECISIÓN SALOMÓNICA [Mi poema]
Carlos Francisco Chang Marín [Mi poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

He pensado meterme en la nevera,
de una vez congelar mis pensamientos
evitando sufrir. Y es que hay momentos
que la duda se vuelve traicionera
no hallando ni razón ni fundamentos.

Y he subido al desván de mi tronera
donde un día guardé resentimientos
encontrando a suspiros y lamentos
que oxidados estaban a la espera
de poder reforzarles los cimientos.

Que hoy no sé ni tan siquiera qué es pensar,
qué actitud mantener ante la duda,
si es correcto decir que a mi me suda*
o inmiscuirme en el magna y divagar
hasta ver si el recelo se desnuda.

Qué decir de mi postura ante el sentir,
si he de darme a gozar a tumba abierta
aun sabiendo la puerta no esta abierta
o debiera aguantarme y reprimir
ante esa incertidumbre tan incierta.

Que hoy lo siento, no encuentro a este dilema
silogismo que le dé una explicación,
conjugar el corazón con la razón,
que pudiera salvarme de la quema
o aceptar que no tiene solución.
©donaciano bueno

  • a mi me suda o me la suda: que yo paso o que me da igual.

MI POETA SUGERIDO:  Carlos Francisco Chang Marín

Aquí Mí Lengua Suave Para el Verbo

Aquí mi lengua suave para el verbo
que ha de sembrar de espigas los caminos.
Para mentir, jamás; gloriarse, nunca;
ni adular, ni callar cuando otros callan.

Mudos deben quedar los que traicionan,
los que dejan hacer y los que engañan.

Lengua para el combate, para el himno
que entonarán las voces oprimidas.
Lengua para lamer las esperanzas,
la miel de los rosales venideros.
Lengua, para la vida yo te quiero
y no para gemir y enmudecerte
cuando a tu lado el restallar del látigo
vaticine la hora de la muerte.

Quiero Sembrar un Maíz

A René González Barahona

Quiero sembrar un maíz
en la Zona del Canal.
Y sobre el verde arrozal,
la saloma más feliz.
He de escuchar la perdiz,
allá en la curva lejana,
y encima de la montaña,
clavaré la enseña mía,
Ay, flor de soberanía,
que rescataré mañana.

De Colón a Panamá,
cuánta tierra tiene el gringo,
mientras yo pobre «chingo»
no tengo en la vida «na».
Me voy donde el pueblo
con su daga y su sombrero,
hacia el Canal, compañeros,
de Los Santos y de Herrera,
de la República entera,
¡a ver quien llega primero!

Que bonita agricultura
a la falda del Ancón.
La amarilla floración
entre la verde espesura.
Tendré maíz y verdura
desde Curundú a Gatún,
y trabajaré a según
me lo permita la vida,
en bien de la Patria herida,
y por la dicha común.

Arroz de soberanía
cultivaré en Miraflores.
Y el Chagres de mis dolores,
me entregará su agua fría.
Ya nada se prohibiría,
porque el cañón militar,
en arado he de cambiar
para acabar con la guerra,
y se cubrirá la tierra
de flores de mar, a mar.

Sueño de la Luna

La luna cayó en el río.
El río la llevó a la mar.
En el mar, unos marinos
la quisieron devorar.

Nadando, la luna vino
por el río hasta el manglar
y en el manglar unos duendes
la quisieron maltratar.

Entonces quedó la luna
entre el manglar y la mar.
De tanto huir, se ha partido:
muy pronto se va a gastar.

Si se va al mar, se la comen.
Si se queda, va a llorar.
¡Despierta, luna, lunita,
no te dejes apresar!…

La Muñeca de Tusa

Yo recogí una tusa
que vestí de muñeca.
Le arreglé un corpiñito
y una falda de seda.
De algodón amarillo
le fabriqué las trenzas.
Dos lazos de organdí
le puse en la cabeza,
y en sus pies chiquititos,
zapatitos de cera…

Tan tusa como estaba
y, mírala…
tan muñeca!

Después de tanto lío
de tanta morisqueta,
me ha salido malcriada
la muy pizpireta.
Ya no quiere chupón;
no quiere mamadera;
nada más quiere helado,
«bolonchón» y paleta.

Oigala usted llorar!..
«Ñoé, ñoé…qué treta!
Qué vida estoy pasado
tan cansada y molesta.

«Mentilla, ay corochón…
dórmache mi cuqueta,
en chu hamaquita de oro,
como una princhecha.

Tome un bechito,
tome una paleta…
Ay, no llolle, no llolle
dórmache mi muñeca.

Shiiit…
Cállese todo mundo
la «chigarra y la estrella…
Que en su hamaquita de oro
dormida está la nena…

Tan tusa como estaba…
y, mírala
tan muñeca!»

Las Normalistas son Blancas

Las normalistas son blancas como un pueblo de azucenas,
como un pueblo de palomas y una cúpula de estrellas.

Los caballos de la luna dejaron sobre la arena
sudor de nácar y plata con lagunitas de higueras,

y seiscientas niñas niñas, como seiscientas muñecas,
tomaron agua de luna para vestirse de estrellas.

Las normalistas son blancas,
blancas de risas ligeras.

Cuando van subiendo el llano
van sembrando una quimera.

La tarde se va poniendo
detrás de las cabelleras,

con anillos de sardinas
y con nubes de cadenas.

La tarde se va llorando.
La tarde no quiere verlas.

Cuando van bajando el llano
van quitando las linternas.

El llano queda gimiendo.
El llano quisiera verlas.

Cuando van subiendo el aire,
aire de luz, luz de idea…

¡Cómo va quedando el cielo
tupido de madreselvas!

Y la voz se va quedando
música dentro la Escuela,

cuando las seiscientas niñas
sus cansados ojos cierran.

La noche las hizo blancas como blancas lunas nuevas,
como los sueños del monte se hicieron agua en las tejas.

La noche de manos suaves con madrugadas de seda,
las hizo de caras blancas y de negras cabelleras.

Las normalistas son blancas como un pueblo de azucenas,
como un pueblo de palomas y una cúpula de estrellas.

Charco de Agua

La lluvia dejó un charco de agua,
como un anteojo
en la mitad de la plaza.

¡Charco de agua!

En el piso están las nubes,
por abajo pasa el cielo…
Y en el cielo está la torre de cemento.

Las casas son acordeones.
Los carros pasan y pringan.

Y cuando pasan las niñas…
nube,
cielo,
torre,
casas de acordeones tiemblan…
cuando van ya muy arriba
de las piernas.

Dice la razón -Antonio Machado

« Dice la razón: Busquemos
la verdad.
Y el corazón: Vanidad.
La verdad ya la tenemos.
La razón: ¡Ay, quién alcanza
…la verdad!
El corazón: Vanidad.
La verdad es la esperanza.
Dice la razón: Tú mientes.
Y contesta el corazón:
Quien miente eres tú, razón.
que dices lo que no sientes.
La razón: Jamás podremos
entendernos, corazón.
El corazón: Lo veremos.

Moneda que está en la mano
quizá se deba guardar:
la monedita del alma
se pierde si no se da.

Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
…se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar…

Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar. »

Comentario Cuando Machado escribía sus rimas, dialogaba consigo mismo (o con la fuente o con la tarde, fantasmas de su conciencia solitaria). Cuando escribía sus cuadros, trasfundía su alma en cosas o personas, correlatos con los que no dialogaba o a los que invocaba sin poder comunicarse con ellos. Cuando escribía sus proverbios, iniciaba y armonizaba la relación al tú esencial. Mediante los apócrifos, crea personajes de ficción por conducto de los cuales habla y entre los cuales urde por fin el anhelado coloquio. El proceso expresivo va así de la lírica pura, pasando por cierta épica descriptiva y cierta ética enunciativa, de seguros valores, hacia una novela dramática que tiene por asunto no ya la verdad buscada sino la búsqueda y el ensaye de verdades. Es un proceso de la soledad a la compañía. Yo no voy a llegar a la prosa de la novela. Me detengo a examinar, mediante algunos ejemplos, el paso de la verdad en la rima a la verdad en el proverbio, haciéndolo así por creer que la fase de poesía sentenciosa es la más crítica en el aludido proceso y aquella que menos atención ha suscitado.

TRISTES VIENTOS [Mi poema]
Yolanda Blanco [Mi poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

Tristes vientos que voláis
sin rumbo por el espacio
a veces raudos, despacio,
sin saber a donde vais.
Que adentráis en el palacio
y en la más humilde choza
y en las faldas de una moza
y en un simple cartapacio,
que en todo lado os coláis
y aunque no veis si miráis.

Vientos que no tempestades,
de aires menos violentos,
que vais de fuegos sedientos
y sopláis allende mares.
Que beldáis las vanidades
y arrastráis los sedimentos
de oraciones en conventos
y de falsas nimiedades,
que animáis con argumentos
los más dulces sentimientos.

Vientos, vientos, cenicientos
que de esfuerzo hacéis destreza
y andáis entre la maleza
y en los sitios más hedientos.
Presidís con entereza,
llevando alma en las entrañas
haciendo uso de las mañas
que os da la naturaleza.
Vosotros, vientos fugaces,
raudos, molestos y audaces.

Cuando entráis por mi ventana
a airear mi habitación
yo agradezco la atención
siempre a punto en la mañana.
Mas si sopláis del Moncayo
y refrescáis con el frío,
no te rías, me resfrío
y a mi cuerpo le hacéis daño
Y aunque libres de albedrío
me inducís  a escalofrío.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Yolanda Blanco

Mujerema

Yo, Yolanda
creada
nacida mujer
De pie sobre este incierto ochenta y tantos
Yo, insulsa
pueril mujer
Dicha el macho castrado
el ser de cabellos largos
e ideas cortas

Oculta de rosa
de núbil doncella
de hembra tesoro de mi corazón
para febricitantes campeones
En cuarentena
paria
ilegal de la familia
Ciudadana de segunda
burócrata sin rango
De repente sortaria de un voto sin boca
A destajo
trabajadora proletaria
en pleno subdesarrollo.

Yo entonces
levantándome mujer
le pido prestado al mono su organillo
y balbuceo:

Doy las gracias por mi sexo
por la luna que rige las mareas mías
por esa sangre mensual vuelta mis hijos
por la apremiante vindicativa de lerdos
vilipendiosos códigos
por mis siglos sumisos de pronto altaneros
por las costumbres sociales que algún día
me devolverán el día

Porque son distintos
pene clítoris
falopios epidídimos
porque son lo mismo
retinas aortas
cisuras de Silvio
adrenalinas
metatarsos metacarpios

por mi barriga
mis callos
por cada uno de mis vellos
por trepar cuesta abajo
soñando
y
dando con el mazo.

Vení, lluvia, venite

Vení, lluvia, venite
dejate venir hasta cansarte
correte por estos lados
después más para allá
date gusto, agüita,
son todos tuyos los campos
sólo por vos
esperan abiertos los surcos.

PÁJARO POETA

Pájaro poeta
Pájaro poeta sin nido
Pájaro nefelibata
sólo llevando el pico
cuajado
de flores
Pájaro sin pájara
Pájaro raro hilvanando palabras
Pájaro retrato.

PÁJARO PARA MORIR

–¿Por qué morís, pájaro para morir?
–Caigo por mi hábitat desbalanceado
Mártir de la ecología muero.
–¡Ay, pájaro guerrillero
pájaro para morir!
¡ay!

ARROCERO O PÁJARO ÍNGRIMO

Pasan las bandadas de pájaros arroceros
están pasando en parejas.
Pájaro solo
no vuela.
Pájaro íngrimo
se vuelve guijarro.
Así
el canto para el que no hay oído:
canto que no me oyes
es canto íngrimo.

MERLINO O EL GURRIÓN

De vos
pájaro gurrión
huyo
huiré
No se me den
otra vez
las ansias de cantar
como sólo vos sabés.

SALTABARRANCOS

Son de barro tus alas
Tu cuerpo entero es de barro
pero aun así
vuelas
Del mismo lodo es mi tiempo
mi nada
mi sola
mi cara
pero aun así
sueño.
Este saltabarrancos
vuela a contraviento.

PÁJARO BURGUÉS

¿Por qué tan flacas tus patas, pájaro burgués?
¿Por qué tu pico insípido, pájaro en un pie?
Cantando estás sin hacer canción
pájaro sin color
Sola está tu cola
como la voz de tu boca
Pájaro burgués:
Pájaro con un palo
sólo para él.

NOCTURNO DEL BÚHO

Para la soledad del búho
cerraron la noche.
Costura de un sastre
sombrío y perfecto
es esta soledad.
Para esta noche
llevo un vestido
a la medida de los tecolotes.

PÁJARO MÍSTICO

Temprano se amaron los pájaros.
Temprana me acerco
pájara al pájaro
Pájaro místico:
pongo un dedo en tu corazón
pongo mi oído en tu
nido.

Las Moscas - Antonio Machado

Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!
¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!
Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,
-que todo es volar-, sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,
de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,
de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.

¿MAYOR o VIEJO? [Mi poema]
Jorge Ismael García Corleto [Mi poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

Ya sabe que es mayor, mejor, que es viejo,
pisando va la muerte a sus talones,
que escaso anda de vicios y pasiones,
de cerca ya precisa un catalejo
para trazar renglones.

Le frunce con frecuencia el entrecejo
y dando va al andar mil trompicones,
que afloran a su faz las emociones,
de molestias frecuente yo me quejo
en mis conversaciones.

Mas quisiera insistir no me repitan,
pues que el vino es mejor si éste es añejo
incluso si el envase es un pellejo,
así existan algunos que levitan
soltando algún consejo.

Mejor si eres amable y complaciente
y evitas recordarme mis pecados
que a todos los conozco, demasiados,
e intento no se asomen al presente,
los tengo ya curados.

Que yo quisiera ser como esa rama
que a obedecer al tiempo se resiste.
La brisa suave, amable, nunca enviste
al agua que de amor va y se derrama
jugando así al despiste.

De acuerdo, no me invites a tus fiestas,
que yo piano no soy que soy gramola.
Evita así inventarte alguna trola,
las malas digestiones tan funestas
o hacerme allí la ola.

Mas quiero sin embargo recordarte
que un día tú también serás mayor.
Observa con frecuencia en tu interior,
del hecho en que los dos formando parte
soy tu predecesor.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Jorge Ismael García Corleto

ORÍGENES

Tú tuviste la culpa, Arturo.
Tú, el devorador de libros
que quería ser poeta.
Yo soy astilla de tu árbol,
heredero de tus sueños.
¡Al pie de tu tumba!
Queriendo ser sabroso fruto
de tus extendidas ramas.

Tú tuviste la culpa, Adelina.
Hacías de cada anécdota una aventura
mientras echabas a volar tu imaginación
al ritmo de tus pies
hilo sobre la tela,
hilvanando los designios de Dios.
Yo dejaba volar mis imágenes
de niño- soñador-adolescente.

Vosotros, progenitores,
tuvisteis la culpa
de echar a la vida
a este aprendiz de poeta
que nunca sabrá lo suficiente.

Pero os agradezco sin medida
este don de crear y recrear vidas
este loco afán de inmiscuirme
en el alma del mono humanizado
en esta tierra de hechizos y presagios.

LAS MEMORIAS

Las memorias no son exactas
son un recuento subjetivo
de aquello que nos marcó
para siempre las neuronas

Las memorias retienen
aquellos hermosos tiempos
que fueron derribados en cadena
y cayeron al pie del presente.

El futuro está tan reducido
y las memorias son tan largas
tan vagamente confusas
pero allí están todos ellos.

Aquellos que me quisieron,
aquellos que quise
entre el zaguán bazar
y el cuarto misterioso.

El mundo corría enfrente
y los muertos revivían
al final del patio
donde la muerte murmuraba.

Allí se quedaron mis juguetes
mis experimentos,
mis enemigos invisibles
y el velorio de mamá.

En la Santa Marina
se quedó el rostro de papá
esentado en las gradas
y el guapo en la ventana.

Me tenía que ir
y ellos se fueron
pero aquí se quedaron
en retazos de memoria.

A MIS PADRES

Papá y mamá
Esos seres tan buenos nunca se olvidan
Papá y mamá
Cada quien con su manera de ser
Cada uno diferente
Cada uno complemento del otro
Para siempre en mi memoria
Para siempre en mi recuerdo
No dejo de recordarlos
No dejo de llorarlos
Me alegra haberlos tenido
Y lamento no haberlos disfrutado más
Pero salí así
Un loco creador
Que se escapa un momento
En la realidad misma
Sin drogas sin alcohol
Pero con este sentimiento
que me echa a volar solo
ustedes pudieron procrearme
y soportarme
Yo el vago de tres días
que se desaparecía de la casa
para conocer mundo
Los extraño tanto
Y los veo en mis sueños
cuando más los necesito
Siempre los necesité tanto
Pero mi libertad
La anarquía que me acompaña
Sigue como siempre
Soy más maduro
Soy un ejemplo
Pero en el fondo
Solo soy un loco soñador
Un gato aventurero
Intentando caminar
desde el patio de mi casa
sobre el tejado del mundo.

SIEMPRE TE NECESITAMOS MAMÁ

Mamá era una persona tan especial
Tan cálida y buena con el necesitado
Y se fue cuando más la necesitábamos
Hay quien cree equivocadamente
que solo se les necesita cuando niños.

Pero el amor de mamá es algo tan especial,
a veces no pregunta y espera que se le diga
a veces lo sabe sin decírselo
como los ojos escrutadores de papá
que parecen saberlo todo.

Mamá era así con su señorío
desarrollado a través del trabajo
Sin cuna noble como no la tuvo papá
Pero tenían ese deseo de ser
Y de ser a través de sus hijos

Eran tan especiales uno para el otro
Con sus disgustos momentáneos
Y sus reconciliaciones.
Mamá se ponía bonita cada tarde.
para esperar a papá

Y sólo cocinaba especial
cuando él ya iba a llegar.
Por eso cuando mamá murió
papá le reclamó hasta al cielo
la pérdida de una pareja tan especial.

Y así seguimos unos años sin ella.
Y después sin él.

AL COMANDANTE ETERNO

Hace un año… consternación,
pesadumbre, dolor.
Una sola nación de hombres y mujeres,
de niñas y niños
de América Latina y el Caribe
haciendo valla de honor,
rindiendo homenaje
al paladín unionista,
el hijo de Bolívar
que cerró el siglo XX
y nos encaminó hacia el humanismo
hacia el socialismo del siglo XXI
desde la visión vernácula
y el rostro vuelto al Sur.
Hugo Rafael Chávez Frías se llamó.
Nos dejó su vida, su ejemplo, su llama, su amor.
Desde su comandancia eterna
por un mundo mejor.
Haciendo esperar a la muerte
soportando mucho dolor
para no truncar el proyecto
que a todo latinoamericano,
centroamericano y caribeño
en un fuerte abrazo nos unió.
Los enemigos de la democracia
quieren mancillar nuestro suelo,
nuestra soberanía, nuestro honor
y muertos de rabia
al ver que no cedemos
golpe suave van
golpe traicionero vienen,
pero al pueblo unido,
aguerrido, decidido,
ni su odio, ni sus armas, ni su labia,
ni sus dólares, ni sus euros, ni sus trampas,
ni sus medios lo detienen.
¡Chávez Vive!
¡La lucha sigue!

Antonio Machado

A un viejo y distinguido señor 

Te he visto, por el parque ceniciento
que los poetas aman
para llorar, como una noble sombra
vagar, envuelto en tu levita larga.
El talante cortés, ha tantos años
compuesto de una fiesta en la antesala,
¿¡qué bien tus pobres huesos
ceremoniosos guardan!?
Yo te he visto, aspirando distraído,
con el aliento que la tierra exhala
¿hoy, tibia tarde en que las mustias hojas
húmedo viento arranca?,
del eucalipto verde
el frescor de las hojas perfumadas.
Y te he visto llevar la seca mano
a la perla que brilla en tu corbata.

AZORÍN vs MACHADO [Mi poema]
María Antonieta Flores [Mi poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

Ambos dos mis afectos se reparten
habría que decir que hacen un trío,
pues ellos con sus textos hoy comparten,
desde el día en que huí del kindergarten,
las noches del invierno en que hace frío.

Amo la descripción de sus paisajes
-el mismo tren, la misma carbonilla-,
el dolo y la nostalgia que en sus viajes
-posadas, ventas, fondas- sus bagajes,
haciendo van lectura a su cartilla.

Y así sea Azorín que escriba en prosa,
los dos son el anverso y el reverso
que ponen su obsesión en una cosa
plasmada en su experiencia dolorosa
que afecta a su país, que es su universo.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  María Antonieta Flores

rejoneada

padezco bajo las palabras
la astuta vida de los insectos
en las rendijas
y los pájaros buscando rumbo
mientras sucede todo
porque adentro es más exacto
en el corredor de la sangre erecta
me detengo a respirar
tu deseo que me alumbra

auspicioso

buenas hierbas
de olivo el mortero
sal que alimenta mi tierra
coronas que mis manos arman
y alejan los espantos de las puertas
la templanza llega con sus dones
con paciencia se trituran los aromas
mientras oro por ganancia

la parsimonia de mis hombres

sembrados en mis huesos
que a decir horadan
crueles y generosos
de los torpes me aparté
antes de darse ellos cuenta.

La hoyada

un lugar así no te detiene
temblando

pero ha venido esa excitación a tu carne
y la necesidad

de cerrar los ojos
para recordar

cerrarse
para no ver

los cuerpos que se abrazan en sus besos

sabes del ritmo de tu apetencia:
la dura contracción de tu vacío

pero tu instante es breve

pueden asaltarte
una voz se acerca con la mano extendida

la multitud no se apacigua por tu deseo

si tuvieras un rosario
pulirías una de sus cuentas

así lo llevas adentro

es blanco el tejido que te venden
de barato precio
y con prisa

en tus restos de aire
el plomo

insigne la violencia de los pájaros
y un golpe que a tu hombro recuerda

multitud de multitudes

sólo una gota cae
espesa

duelen las membranas

¿detenerte?
te preguntas

sólo buscas de llegar
pasar la llave
soltar los pesos de esta cárcel
desnuda
respirar una mínima seguridad de nada

con un sorbo de agua fría
recoges tus cabellos

atrás el bullicio y la rudeza

el silencio no te llega.

De el señor de la muralla

J) De cómo una dama consciente
entrega sus riquezas y joyas a quien
recorre los campos de guerra
empuñando la aniquilación.

Señor de la Muralla
portadora
alta sobre toda cabeza
imploro un poco de tu fértil riego
Mira este rostro de ágata
promesa de sabias noches
la tolerancia de mis suaves pies
Recíbeme
dame la fuerza
la metamorfosis y la destrucción
Alójame
Hazme engendro de toda noche
Cuervo o ciervo de laderas
Soy cántico de antepasados
un nuevo hechizo
fragmento del cuarzo de los relojes
la de los signos y vientos favorables
el astrolabio
Fela fela
es tu orden
simple promesa del tiempo

O) Se cuenta cómo después de bodas
y celebraciones, la cumplida esposa,
nunca olvidada por el Señor, da el
paso de rigor.

Aguardo
lúcida
el amanecer
Si uno cree en cada palabra
Si se ansió y gozó la tenue caricia de un tirano
Si se debe dejar que el aire escape
vuelta ceniza hasta que la hoguera se detenga
hasta la purificación
si así y sólo de ese modo
uno mira al espejo
agota un traje de lino puro
brazaletes y cadenas en los tobillos
todo suspendido
quieto
rico en sombras
las miradas de mis muertos
aplico una última gota de nardo
sueltos los cabellos
Al fin
dislumbro la claridad
frasco mínimo de veneno
Me ve sucumbir
mi frialdad convulsa
las palabras no dichas ni pensadas
el desorden
mi mano arrastrando las sedas
Su pronta furia
Su desnudez brillante no logra detenerme
Sólo diviso el terror de sus manos.

Cazador

Cazador
este reposo que tanto necesitas
este rigor
la carne almibarada
el olor del deseo descansa sobre este aire florecido
Cazador
este encuentro no habla ni da cuenta de la pasión que conmina
da cuenta de tantas debilidades y desazones
este sentarse cimbreando los deseos
las rodillas que se juntan y se frotan por tu nombre
Cazador
entiendo el desespero
entiendo la sorpresa
los nuevos linderos
la amenaza.

José Martinez Azorín

Ensayista, novelista, autor de teatro y crítico español, nacido en Monóvar, Alicante. Trabajó activamente en política durante los primeros años de su carrera. Fue uno de los escritores que a comienzos del siglo XX luchó por el renacimiento de la literatura española. Fue el propio Azorín quien bautizó a este grupo con el nombre de Generación del 98, como se le conoce en la actualidad. El tema dominante de sus escritos es la eternidad y la continuidad, simbolizadas en las costumbres ancestrales de los campesinos. Obtuvo el reconocimiento de la crítica por sus ensayos, entre los que destacan El alma castellana (1900), Los pueblos (1904) y Castilla (1912). Se le conoce sobre todo por sus novelas autobiográficas La Voluntad (1902), Antonio Azorín (1903) y Las confesiones de un pequeño filósofo (1904). Azorín introdujo un estilo nuevo y vigoroso en la prosa española. Su obra destaca asimismo por la sagaz crítica literaria que realiza en textos como Los valores literarios (1913) y Al margen de los clásicos (1915). Fue el máximo representante de la Generación del 98, movimiento literario que él definió, conceptualizó y defendió.

Antonio Machado

Poeta y prosista español, perteneciente al movimiento literario conocido como generación del 98. Probablemente sea el poeta de su época que más se lee todavía. Nació en Sevilla y vivió luego en Madrid, donde estudió. En 1893 publicó sus primeros escritos en prosa, mientras que sus primeros poemas aparecieron en 1901. Viajó a París en 1899, ciudad que volvió a visitar en 1902, año en el que conoció a Rubén Darío, del que será gran amigo durante toda su vida. En Madrid, por esas mismas fechas conoció a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados escritores con los que mantuvo una estrecha amistad. Fue catedrático de Francés, y se casó con Leonor Izquierdo, que morirá en 1912. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española de la lengua. Durante los años veinte y treinta escribió teatro en compañía de su hermano, también poeta, Manuel, estrenando varias obras entre las que destacan La Lola se va a los puertos, de 1929, y La duquesa de Benamejí, de 1931. Su primer libro es Soledades, de 1903, unos poemas de carácter modernista, en los que destaca la emoción del momento y el sentido oculto de lo que le rodea. Campos de Castilla, de 1912, supone, aparte de una indagación sobre sí mismo, una consideración poética de un paisaje castellano humanizado de -la España que bosteza- junto con la emoción del amor perdido, y constituye uno de sus libros más conocidos y populares. En 1917 se publicaron Páginas escogidas, y la primera edición de Poesías completas. De esa época queda una importante obra en prosa, de tipo filosófico, Los complementarios, publicada póstumamente, que constituye un conjunto de impresiones, reflexiones acerca de lo cotidiano y esbozos. Nuevas canciones, de 1914, continúa la línea sentenciosa y filosófica donde cada vez destaca más la crítica social, sin que desaparezca la resonancia lírica. Hubo nuevas ediciones de Poesías completas, en 1928 y 1933, con la aparición de dos apócrifos, -Juan de Mairena- y -Abel Martín-, más un tercero que se llama como el poeta, que son autores de los nuevos poemas y de comentarios en prosa. También pertenecen a esta época algunos sugerentes desarrollos poéticos del surrealismo. En 1936, publicó un libro en prosa, Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, que constituye una colección de ensayos que le presentan como uno de los prosistas menos convencionales del siglo XX. La guerra le impulsó a escribir poemas de tipo circunstancial y político, como ocurre en La guerra, de 1937, que no desdicen de su producción anterior. Cuando estalló la Guerra Civil española estaba en Madrid. Posteriormente se trasladó a Valencia, y Barcelona, y en enero de 1939 se exilió al pueblo francés de Colliure, donde murió en febrero

GOOD BYE, ADIÓS, AU REVOIR [Mi poema]
Facundo Cabral [Mi poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

Y un día habrá en que yo no me levante
good bye, adiós diré, seguid en paz,
perdonad si me ausento, es un instante,
no me miréis así, no fui el causante,
que nunca hubiera osado tal maldad.

De tantos pasos que ya dí, es uno más,
de acuerdo, es más crucial, no tiene vuelta,
si hoy sigo hacia adelante o hacia atrás,
despacito, voy a hacerlo así al tras tras,
que inútil ha de ser que me arrepienta.

Y llorarán por mi, por mi fracaso,
y yo diré bye, bye, au revoir, me voy
a disfrutar de dios al cielo raso
con mi mochila a cuestas por si acaso
y un trozo del amor de lo que soy.

Me iré, sin más ni más, canturreando
a vida tan bonita esa canción,
momentos muy felices recordando,
cual niña que al amor está esperando
colmada de alegría y emoción.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Facundo Cabral

ME GUSTA LA GENTE SIMPLE

Me gusta la gente simple
aunque yo soy complicado
la gente de casa pobre
y corazón millonario

La que todavía suda,
la que se rompe las manos,
la que se juega la vida por el pan de sus hermanos

Me gusta la gente simple
que al vino le llama vino,
la que al pan le llama pan
y enemigo al enemigo

La que se da por entero y no tiene intermediarios
la que comparte conmigo el respeto a los milagros

Me gusta la gente simple,
que se levanta temprano,
porque hay que limpiar la calle,
pintar el frente al mercado,
bajar del camión la fruta,
repartir los telegramas,
servir el café, la sopa, pescar,
embolsar la papa,
cortar el árbol preciso para hacer una guitarra
con la que un día el cantor, caminará por la patria
contando la gente simple,
que sin ella no hay nada,
ni siquiera la milonga
que en el mundo me declara

Me gusta la gente simple
que hace la silla y la mesa,
los zapatos de mi madre,
el vestido de Teresa

La que ríe fácilmente,
la que fácilmente llora,
la que inocente confía
que un día cambien las cosas
Me gusta la gente simple
aunque yo soy complicado

ENTRE POBRES

Entre pobres yo nací
Entre pobres me crié,
Entre pobres voy viviendo,
Y entre pobres moriré,

Yo siempre quise vivir
Y porque quise yo vivo
Solo diciendo que si,
Se cumple nuestro destino.

Yo vengo de donde el Diablo
perdió la categoría,
el conquistador la fuerza
y la inocencia María.

Vengo de donde Francisco
se casa con la Teresa
todas las noches de año
y casi todas las siestas.

Suelo pasar el invierno
Con la leña que recojo
No soy esclavo ni amo
Para vivir de los otros.

El Hornero hace su nido
Como yo hago mi canción,
Cada cual con cada uno,
Es ley de la creación.

Tal vez mañana me vaya
si se me ocurre partir
y si no me da la gana
me quedaré por aquí.

No será más pobre el mundo
El día que yo me muera,
Otro canalla andará
Agitando por la tierra.

No pierdo tiempo en cuidarme
La vida es bello peligro,
Del peligro del amor
Mi madre tuvo siete hijos,

Si ella se hubiese cuidado
De mi padre y su fervor
A la reunión de esta noche
Le faltaría un cantor.

NO SOY DE AQUÍ, NI SOY DE ALLÁ

Me gusta el sol y la mujer cuando llora
las golondrinas y también las señoras
saltar balcones y abrir las ventanas
y las muchachas en abril.

Me gusta el vino tanto como las flores
y los amantes, pero no los señores
me encanta ser amigo de los ladrones
y las canciones en francés.

No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color
de identidad.

Me gusta estar tirado siempre en la arena
o en bicicleta perseguir a Manuela
con todo el tiempo para ver las estrellas
con la María en el trigal.

No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color
de identidad.

DESEO POCO

Te daré una vida sencilla
con las cosas que el hombre olvidó
sin alfombras, pero con sonrisas
y los ojos abiertos al sol.

Lo mejor de la vida es gratis
no hay pobreza teniendo a Dios,
la esperanza será nuestro huésped,
teniendo confianza, habrá comprensión.

Yo te ofrezco la brisa de mayo,
las flores de octubre
y todo mi amor.

Volaremos igual que las aves
en el cielo fronteras no hay.
A tu piel cubriré con la mía
y el invierno, verano será.

Nuestros besos, será nuestra casa,
nuestras manos, será nuestra ley,
por la plaza cantando descalzos,
con la vida juntos vamos a jugar.

Dios ha puesto la dicha en lo simple
y ese es el camino a la felicidad.
a la felicidad.

BUEN DÍA, PALOMA

Buen día, paloma
Canción, muchacha malbón..
El día es hermoso,
clavel, vayamos por él,
toda piel, toda sol, toda sal…

Y casi mar, mar..
si lo amas
tuyo es el mar..
Los ojos abrirás,
y nacerás, ya..

Buen día, paloma
canción, muchacha malbón..
el día es hermoso
clavel, vayamos por él,
toda piel, toda sol, toda sal…
y casi mar, mar..

TE QUIERO

Te dije, te digo y te dire
porque el amor es para siempre.
Te digo por ejemplo,
te quiero ahora que hace calor
y ayer que llovía.
En las mañanas nubladas
y en las noches abiertas.
Te quiero, te quiero de pie, tendida,
dormida y despierta
Te quiero a la una, a las dos,
a las tres y a las siempre.
Te quiero, te quiero en la casa
y te quiero en el camino
Te quiero después antes y ahora mismo
Te quiero
Te quiero, porque me quieres
y toda tu me lo gritas
Te quiero porque en ti comienzo
y termino

Te quiero porque nos encontramos
y nos perdemos uno en el otro
Digamos que te quiero con todos los que soy
incluyéndome a mí mismo.
Aunque tu sabes mi amor
que cuando digo te quiero
es Dios que Te embellece a través del amor
Y yo soy la encargada de tan bella tarea
es decir cada vez que yo te digo te quiero
Él te dice: Te quiero

Antonio Machado

En el entierro de un amigo

Tierra le dieron una tarde horrible
del mes de julio, bajo el sol de fuego.

A un paso de la abierta sepultura,
había rosas de podridos pétalos,
entre geranios de áspera fragancia
y roja flor. El cielo
puro y azul. Corría
un aire fuerte y seco.

De los gruesos cordeles suspendido,
pesadamente, descender hicieron
el ataúd al fondo de la fosa
los dos sepultureros...

Y al reposar sonó con recio golpe,
solemne, en el silencio.

Un golpe de ataúd en tierra es algo
perfectamente serio.

Sobre la negra caja se rompían
los pesados terrones polvorientos...

El aire se llevaba
de la honda fosa el blanquecino aliento.

?Y tú, sin sombra ya, duerme y reposa,
larga paz a tus huesos...

Definitivamente,
duerme un sueño tranquilo y verdadero.

VIDAS PARARELAS [Mi poema]
Lil Milagro Ramírez [Mi poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

Es recuerdo de un día que suena muy lejano,
de un viejo caserón de enmohecidas tejas,
en un lugar pequeño de ambiente provinciano
donde hoy sólo perviven algunas comadrejas.

Eran tiempos revueltos productos de una guerra
que nadie nunca supo por qué se desató,
nosotros tan ingenuos con actitud gamberra
ajenos al problema, de lo que allí ocurrió.

Nuestro campo de fútbol inmenso eran las eras
y para las pelotas el patio era un frontón,
eran míseros tiempos, de miradas austeras
que embargan mi nostalgia y la llena de emoción.

De aquellos viejos tiempos en pié los dos quedamos
y mientras nos miramos la piel se resquebraja
ninguno ha conseguido aquello que soñamos
y hasta hoy los malos tiempos ya juegan con ventaja
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Lil Milagro Ramírez

ESTE PAÍS PEQUEÑO

Este país pequeño
al que yo tanto quiero
se ha logrado meter todo entero
en mi imaginación;
no sé cómo explicarlo,
a veces en las noches
me despierta la urgencia de pensarlo
desde sus mínimas fronteras hasta el mar,
cuando lejos he dicho
“él mide 21000 Kms cuadrados”
No será tan fácil —me responden— quererlo
Es tan pequeño
Y yo siento quererlo más.
En él, así de mínimo,
yo quiero al universo
de él hacia el mundo me proyecto,
me interesa su forma de vivir,
sus estudiantes,
su juventud obrera,
sus campesinos, sus cosechas
y hasta sus pocas diversiones populares
el cine y el fut-bol
me son interesantes por ser suyas.
Mi pequeño país me necesita
y eso me hace feliz
mi pequeño país
ha decidido que yo ,luche por él
y eso me vuelve grande,
mi pequeño país
quiere que yo levante sus estatua
y eso me compromete
me aprisiona con una dulce esclavitud
Me preocupa su gente
sus edificios siempre amenazados
por un temblor de tierra,
a mí me causa una ternura
su pequeñez geográfica
que ha provocado risas muchas veces
Mi pequeño país me ha preguntado
si yo quiero
ser una gota de agua fresca
sobre su sed de libertad
y yo he sentido en mis mejillas
el rubor de una novia a quien su amado
le ha pedido una entrega,
y desde entonces
mi pequeño país y yo
nos hemos comenzado a enamorar,
como un amante loco
me transmite su amor,
¿cómo no lo he de amar?
yo lo he tomado de la mano
y alegres, muy alegres
los dos nos hemos puesto a caminar.
Diciembre 6 de 1970

Aquí me encuentro

Aquí me encuentro
testigo de mi misma
quedaron atrás los años fáciles
las tareas inútiles
Sin embargo
no todo es diferente
me siguen gustando los amaneceres
y esta vieja manía de escribir
se ha hecho aún más intensa.

Mi nombre aquel

Mi nombre aquel
no lo pronuncies ni siquiera
en vos baja
espera
ya volveré a ser yo
cuando la muerte o cuando
el triunfo.

Despertar

Yo era mansa y pacífica
Era una flor,
Pero la mansedumbre no es un muro
Que cubre la miseria.
Y vi las injusticias
Y ante los ojos asombrados,
Estallaron las huelgas y las rebeldías
Del hombre proletario.
Y en vez de absurdas lástimas,
De hipocres.as compasivas,
Brotá mi indignación
Y me sentí fraternalmente unida
a mis hermanos,
Y toda huelga me dolía,
Y cada grito me golpeaba
No solo en la cabeza o los oídos
Sino en el corazón.
Cayó mi blanca mansedumbre,
Muerta a los pies del hambre,
Me desnudé llorando de sus velas
Y un Nuevo traje me ciñé las carnes.
Primavera de lucha son ahora
mis brazos,
Mi enrojecida sangre es de protesta,
Mi cuerpo es verde olivo
Y un incendiario fuego me consume
Éy sin embargo,
sigo siendo como antes,
amante de la paz,
quiero luchar por ella
desesperadamente,
porque desde el principio
yo soñé con la paz.

Sembraremos

Sembraremos
a golpes si es preciso,
araremos la tierra siempre fértil
y en el profundo surco abierto,
lanzaremos semillas,
sembraremos

Lucharemos
hasta que el hombre se ilumine de sonrisas,
hasta que sea su destino
el esperado encuentro con la paz,
lucharemos
hasta que el hombre nazca,
y,
entonces
construiremos
para que el hombre viva,
para que el hombre dé a sus hijos
toda la herencia de la tierra…
desde lo más profundo
vendrá la arcilla
y construiremos.

En la desesperanza

En la desesperanza
prepare el hombre el surco del mañana.

Vuelen banderas y palomas
desde la más pequeña casa
desde el más duro corazón.

Reparte guerrillero la semilla
que la siembra será.

Esa escuela compañera de fatigas de la infancia, ahora sin aquel bullicio sigue impertérrita tratando de ocultar las arrugas consecuencias del paso del tiempo.

Antonio Machado

Recuerdo infantil

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.

Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.

Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
«mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón».

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.

EL DESCONSUELO [Mi poema]
Lilian Serpas [Mi poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

Si al banco que se encuentra allí en el parque
un día yo la mano le tendiera
brindando mi amistad. Y él comprendiera
lo mucho que se acerca ya el embarque
y en un gesto de amor él me quisiera.

Como amigo, viniera y me abrazara
pasándome la mano por el hombro
con mucha suavidad. Y ante mi asombro
ansiara convencer de que esperara
a ver la luz surgir sobre el escombro.

Me contara los males que él padece,
el óxido en sus patas, sus astillas,
el incierto futuro que a las sillas
les espera. Diciendo no merece
tal desaire. Que él suple a las camillas,

compadre es de fatigas de indigentes
sin pararse a pensar en distinciones,
si es oriundo de aquí, de otras regiones,
agnósticos, ateos o creyentes,
lleven el culo limpio o con manchones.

Y así sea que vivo está el problema
y pues sigue nadando a ras del suelo,
cada vez que nos surja el mismo duelo
veremos de curarnos el eczema
aireando al pasear nuestro pañuelo.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Lilian Serpas

Microgramas de niebla

1
La tarde es una monja
que en torre de silencio
rezando se demora.

2
Lluvia: leve rosario
en los dedos traslúcidos
del Ángel olvidado.

3
El avión que te lleva
es pájaro goloso
que pica las estrellas.

4
Es un cóndor azul
el avión que te lleva
hasta la Cruz del Sur.

5
Me envías un mensaje
con esa golondrina
que equivocó la tarde.

6
Amor: Alma a lo lejos
persiguiendo la ruta
que ha rubricado el cielo.

7
Melancólico llora
el Otoño que un lecho
se prepara con hojas.

8
Ausencia en un suspiro
es la pena que lanzo
como flecha al abismo…
(Huésped de la eternidad, 1949)

Rememorar

Un pálido fulgor de media luna
sobre el rústico banco de las citas,
la leve brisa que llegó oportuna
y la vereda de las margaritas…

En hora de congojas, importuna,
de lento suspirar de hojas marchitas,
a la tristeza le sirvió de cuna
la fuga amarga de amorosas cuitas…

Hoy vuelvo solitaria a recordarlo…
La noche es tibia y dulce para amarlo
y para hacer de nuestra vida, una…

Y como sé que la pasión es ida,
la clara historia que truncó mi vida
rememorando estoy bajo la luna…

El huracán

Como un reflejo que arde
en la punta de una daga,
el corazón de la tarde
ya se enciende, ya se apaga.

Rachas de viento aparejan
los pajarillos que pasan,
y una docena de párvulos
cuentan piquitos de nácar.

Voces de niños que juegan
en la alameda soleada:
certamen de algarabías,
risa de sol, fuga de alas.

Arriba pasan las nubes
en rieles de azules rayas:
ecos de bronce en los cascos
y onomatopeyas de agua…

Un puente de arcos se tiende
de la tarde a la montaña,
y se anuncia la tormenta
con sus tambores de plata…

Ramos de roncos tambores
en sombrías atalayas:
pasan corceles del viento
por abismos y hondonadas…

Kabrakán, de las alturas,
su furia indómita arrastra,
entre espirales de lluvia,
relámpagos que se enlazan.

En nubarrones de fuego
las fuerzas trágicas danzan
y el corazón de la tarde
ha empurpurado la daga.

En unidad de tiempo

Tono extático

Me embriaga el ansia plena de volar a tu lado…
Soy pájaro del viento de un claro son ligero,
que en rumbos de tu pecho de nido en primavera
me liberto en el éxtasis, sin espacio ni tiempo.

En nieve de tu ausencia, me enturbia la tristeza
y en riscos de zozobra y en islas de tormenta
me siento prisionera del propio pensamiento:
quedó el instante mismo de tu fatal partida
en la angustia presente, sin número e inmersa
en mi amor unitario de luz y canto unísono,
en tímida actitud de ensueño y en sigilo
¡sintiendo en fría muerte girar mi solo anhelo!

En torno a mí la extensa divagación sin término,
la indefinida tierra, la inconsistencia vaga,
en una inesperanza sobre el azul tendida
y en que a veces las lágrimas son angustia sellada.

Como una escarcha fina que se aferra a mi piel
llevo en mí la nostalgia de aliento contenido,
y en actitud de espera y en el sentir presente
vivo y no vivo en playas de ensueños fugitivos…

En una edad de cielo de entrecerrados párpados
hundo en la eternidad mi ardiente pensamiento:
¡densa agua de simientes que aprisionó por siempre
mi velero enlunado —fiel imagen del sueño—,
inmarcesible flor de una savia nutricia,
resumen de fragancia femenil, aspirada
por mi lámpara viva de integral florescencia,
y es una llama al viento la flor de mi esperanza!

Brotando en ala y canto va la ilusión callada
al encontrar en claves todo el secreto incierto,
secreto que tu nombre repite en claras letras
de las constelaciones: tiempo y distancia abiertos
donde te identificas con la luz inmedible
en el instante mismo de suspirada ausencia…

En desprendido amor, sin límites ni espacio,
te acogen mis sentires en sus más hondas minas
y así, presa en mí misma, deviniendo te encuentro…

No hay distancia ni número y es inmutable el tiempo
en que llevo sutiles percepciones remotas
y en extática lengua mi corazón te invoca,
mirando más allá de lo que ven mis ojos
¡en lo que es el perfume siendo a la par la rosa!

Prisionera del Ser, me crece la tristeza:
filosófica amiga, sensible a todo roce,
como en cristales finos su transparencia atisbo
al ir multiplicando mis angustias en goces.

Quintaesencia de espíritu, dualidad de las cosas,
en esenciales formas de luz y de materia,
galopa en el suspiro mi soledad ansiosa,
en sed indefinida de lo que no se alcanza
y en llegando a ti se alquitara y concentra…

En ardoroso impulso de turbulentos mares
levo el ancla pesada sin rumbo ni ribera…
Y es un amargo grito de concertado acento
éste en que voy llenando mi sed ensombrecida:
la sed en que me siento prisionera del aire,
del aire en que se nutre mi amor en carne viva…

Conmovida en el éxtasis recupero mis alas
y me estremece el ansia de lo estelar y vago
que en las aguas celestes del insondable espacio
me va colmando el alma con sus círculos claros.

Y siento que es el vértigo de tu amor en ausencia
lo que me torna en árbol con raíces al cielo,
que su copa invertida nutre con las sustancias
minerales que bullen con subterráneo fuego,
mientras por las raíces llamean nuevos frutos,
y por los tallos mira crecer los vagos sueños.

Alunizaje

Lúcido en la tiniebla de un momento
de ser —ya sido— en inicial viraje,
arranca de raíz mi pensamiento
—tan joven como antiguo en su linaje—.

Ráfagas a grupas de un saber, aliento
—del polvo hostil en rescatado viaje—,
emite luz, muy cerca a lo que siento
del más nocturno azul de alunizaje.

Ritmos de meteoros miden tensa
noche, sólo soporte a mi defensa,
igual a rostro en Cero circunscrito.

Yo heroica y huyendo en un desvelo
—libre y sin nada—, como en un deshielo,
alcanzo en pie de amor, el infinito.
(México, 1969. Girofonía de las estrellas, México, 1970)

Antonio Machado

Húmedo está, bajo el laurel, el banco

Húmedo está, bajo el laurel, el banco
de verdinosa piedra;
lavó la lluvia, sobre el muro blanco,
las empolvadas hojas de la hiedra.
Del viento del otoño el tibio aliento
los céspedes undula, y la alameda
conversa con el viento...
¡el viento de la tarde en la arboleda!
Mientras el sol en el ocaso esplende
que los racimos de la vid orea,
y el buen burgués, en su balcón enciende
la estoica pipa en que el tabaco humea,
voy recordando versos juveniles...
¿Qué fue de aquel mi corazón sonoro?
¿Será cierto que os vais, sombras gentiles,
huyendo entre los árboles de oro?

NO BUSQUES QUE NO EXISTE [Mi poema]
Lina de Feria [Mi poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

Conviene recordar, si es que el recuerdo
aflora sin desprecio a la memoria,
seguir dándole vueltas a la noria,
sin agua, el ejercicio será lerdo
cuando acceder se aspire hasta la gloria.

Por más que sacar agua se pretenda
difícil ha de ser si no existe agua,
sin hierro y sin el fuego no habrá fragua
lo mismo que sin trigo no hay molienda
ni lago así que sueñe la piragua.

Que además de ver claro el objetivo
es preciso gozar de buena vista.
Por más que tu te apuntes a la lista
la vida no ha razones ni motivo
mejor ponte en estado de revista.

Convéncete, tu tiempo ya ha pasado
y deja de buscar lo que no existe,
tampoco es necesario estar muy triste.
Si el mismo te desprecia y da de lado
respóndele con guasa tú, y resiste.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Lina de Feria

XIII

A Cintio Vitier

hay un amago de hoja nervada
Cintio entre sus ojos
y pienso en la otra planta
como la cicuta del cuento
yéndose con la rara muerte del sabio
y lo intuyo lejano de la amargura común
como una liebre de fondo
que rápida busca
el camino más amplio para vencer
tanta velocidad hacia el esqueleto de los versos
hacia la transida terminación del siglo
con el agua vertiendo la extraña sabiduría
de algo que no es precisamente una “lección”
sino el encuentro del hilillo de luz de los
arroyos
con la mano insegura
que sorprende los morir-vivir
al soplo de los cielos.
usted captó en mí lo incapturable
y ahora cuando desierta
develo el enmohecido cristal
donde me miro
Cintio sonríe como la sombra
en la foto de la película del insólito Clouzot
insomne en su mirada
inexplicable.
(De El libro de los equívocos)

Poema Tras la Crisis

Los huéspedes de la tierra vienen para
una sola tarde. Amábamos, destruíamos,
viviamos en nuestra hora de muerte pero se
alzaban sobre nosotros las eternas estrellas,
bajo ellas los concebimos.
(Ilya Ehremburg)

I
todavía con algo de prohibición de madre
de reciente adolescencia sobre mis botas
quisiera disertar sobre tantos detalles
sobre tantas cosas de mi mundo de alrededor
quisiera poseer esas viejas palabras
y las palabras jóvenes y hasta el silencio
para explicar el hallazgo y la vida
para hablar del pequeño camarada
o del otro grande y difícil.
para contar como hago
que el hábito sea origen
y los humos fabriles comiencen desde abajo
a hacerme la memoria,
para contar mi batalla
de mi declaración humana
de mi sudor ya descubierto
para contar de un siglo ilimitado
que de pronto nos busca.
desde mi guardia miro:
el perro de esta tarde busca un amo
choca sin prevenirse
buscando quien le hable del semblante
del fuego interno que muestra
quiere saber si su expresión la recibimos
o es que está líricamente extraña
-como difícil de coger-
no bastaría con decir la tarde está bonita
habría que averiguar qué es eso aprisionado
que hoy se suelta
para echarse a correr en los cables eléctricos
y terminar temblando en la pupila del hombre
como si fuera un animal
un perro libre
mordiéndose la hora del corazón.
miro desde mi guardia:
oscurece el latón de la basura
lleno de cristales y noticias viejas
medio muerto al amanecer.
pero así le vigilo
junto a la ciudad y las calles
donde nadie bosteza o fuma
pero así le vigilo
en la ocasión de mi uniforme
desde todas mis once mil libertades.

(De El rostro equidistante)
De: Casa de Luciérnagas
Antología de poetas hispanoamericanas de hoy
Mario Campaña

La visión de Jeremías

A Michael Ávalos

La paganidad surgió buscando
que los mitos humanos confrontaran imaginación
y sufrimiento en las bárbaras hordas
soy un elefante despellejado
un sobrevuelo de zopilote
el encendido carbón
que se niega a morir
en la estela de los fuegos
el hombre estrena su quijotesca forma
por las calles del Down Town
y encuentro en un libro de Nabokov
que también los molinos
pudieran estar en las cuestas de Samaria
el mundo será desierto
y una angosta lágrima de nube
no servirá para darle plenitud al mar
salido de sus asideros
tragándose los icebergs
y parte de las lenguas físicas del polo norte.

La visión ya no es solo la amenazante
carta de descanso del dantesco continuar.
Cristo vino a salvarnos
pero las predicciones de Jeremías
nos persiguen como un sello
que puesto en mi corazón
me exige las razones furibundas
la furia parece ser el container
de las mareas altas
los megatsunamis tienden almendras
ahogadas en cada rostro humano
muerto.
El sufrimiento es cavernario
como si se hubiese transgredido

el manifiesto de ser
por la esencia de lo que se perdió
hilo azul de los aires
en las mañanas sagradas de la niñez.
No somos ni el comenta verde
ni la fresa recién salida del terrón
ni los rostros azules de Picasso
la hechura humana
estalló como ojo caído
a la estrella Polar.
y ahora se mueven las estructuras
del atlas cargando el mundo
de tal forma que las visiones
donde solo la robótica atina
a crear un mensaje tal vez
menos drástico
con respecto a la inteligencia humana
y su descendencia
urge desde la incandescencia
del pulmón interior
y apestan los soles ennegrecidos
de Tutmosis IV.
El hombre desde acá no observa
la esperanza
como si se tratara de una época

en que la cacería de brujas
no ha cesado.

La historia tiene lebreles tiránicos
en la palabra indirámbica
de sus hombres
y todo huele a estopa quemada
a ley que enajenando al hombre
le arguye desde dentro
pájaro amarillo en hueso
pececillo tragado por los alcatraces
la inutilidad del tiempo oculto.
El hombre
más que sentido sobre la palabra
y contenido trasnochado del pecado
solo tienen ante si el caos
una suerte de rostro de Hailraizer
que lo condena todo
a una sierra que corta la pierna
de un joven en un baño cerrado.
Hay una suerte de enfermedad
en lo cognoscitivo.
La ética ha pasado al plano inocuo
y en medio de la alharaca discursiva
reboza una copa de vino tinto
sobre los canalones de los techos
y ya el hombre perdidito
entre las líneas del tren
no canta baladas y bolerones
sino agolpa su frente
con una sinfonía Rock
que la amalgame
el continuado huir de sí mismo
que a veces requiere solamente
mirarme en otro
hallarme en la otra pupila
salir de la consternación del mundo
por breves instantes
de sentimiento interno
de alardes gratuitos de bondad humana
de recíproco resto
de hallarme entre los hombres
que aun meditan y sufren
con fuerza benigna
la búsqueda de Juana de los Ángeles
demoníaca y pura
y más pura por el tiempo
en que todo
aliviará este caos
azules poco neutro
pájaro a la deriva.

Antonio Machado

La noria

La tarde caía
triste y polvorienta.
El agua cantaba
su copla plebeya
en los cangilones
de la noria lenta.
Soñaba la mula
¡pobre mula vieja!,
al compás de sombra
que en el agua suena.
La tarde caía
triste y polvorienta.
Yo no sé qué noble,
divino poeta,
unió a la amargura
de la eterna rueda
la dulce armonía
del agua que sueña,
y vendó tus ojos,
¡pobre mula vieja!...
Mas sé que fue un noble,
divino poeta,
corazón maduro
de sombra y de ciencia.

CONSEJOS VENDO Y PARA MI NO TENGO I [Mi poema]
Aurelio González Ovies [Mi poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

Como médico que soy, aunque no soy,
vengo aquí a diseccionar la poesía,
poetas que del fuego salvaría
o siempre voy tras ellos cuando voy,
permitan no citar quien quemaría.

Para escribir de amor, José Angel Buesa,
social y religioso a Blas de Otero
mas debo de decir a fuer sincero
que yo siempre coloco ante mi mesa
al gran Machado, Antonio, el que más quiero.

Los dos, Gerardo Diego y Unamuno,
me gustan por igual, aunque distintos;
otros hay de pelaje variopintos
que no puedo aquí nombrarles uno a uno,
tantos hay como existen vinos tintos,

Si, eximio, me olvidara del gran Lorca,
los clásicos ¡por dios! no citaría
moderno, posmoderno olvidaría ,
seguro hubiera alguno que a la horca,
sujeto de su cuerda colgaría,

No quiero confundirles. Cada uno
puede elegir a Borges o a Vallejo
Neruda, en fin. Pedirme algún consejo
no servirá de nada, ni oportuno,
que yo soy iletrado y ya soy viejo.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Aurelio González Ovies

ESCENA DE CASA

Y es que aunque nada puede
detenerse,
he sido tan feliz que es suficiente. Bajo
la tarde, aquí, recuerdo
ahora
la vida transcurriendo
como fruta brillante. Las fieles golondrinas
girando hasta la cuadra y el olor
de la hierba.
-Mi madre era tan joven…-

Existió todo en mí. El cariño y la infancia
como un pan abundante,
los rayos del verano entrando
hasta la siesta. El nombre los pájaros,
su canto. Las luciérnagas,
su silencio encendido sobre las noches
largas.

Ha sido tan verdad que ya es bastante.
Más allá, los postes de la luz,
los maizales,
y el mundo se acababa.

ACCIÓN DE GRACIAS

Me ha costado mis años
llegar a escribir
soy
siento.
Estoy aquí y percibo
la grandeza del día,
su dimensión azul,
mi transparencia.
Se lo debo a los nombres
que tanto me llamaron.
Se lo debo a la infancia
y a su fosforescencia.
Se lo debo a los árboles
que crecieron conmigo.
Y a los versos que un hombre,
pastor en Orihuela,
dejó sobre la vida,
llegaron a mis manos,
giraron en mis ojos,
filtraron en mi voz.
Y, corazón arriba,
reconocimos juntos
la belleza.

ÁREA DE PRIORIDADES

De nada vale decir
aquí estoy yo,
gobierno y mando,
si al pasar por Castilla
y ver el sol crujiendo tras
los olmos,
uno no sabe dar gracias a Machado.

De nada sirve
montar revoluciones, modernizar
las leyes,
si al entrar en Moguer y abrir sus muros
blancos,
uno no escucha, como un geranio púrpura,
la voz en los balcones de Juan Ramón
Jiménez.

Muy poco importa
marcharse tan de prisa a tantas partes
a todas a ninguna,
sin pararse una vez, y al coger nuevo
aliento y mirar el camino,
sentir sobre la piel: Palabras
para Julia.

Sin duda alguna,
España no va bien, como el resto
del mundo y el fondo de la vida.
Necesitamos agua, pan, un poco
de esperanza. Y poesía.

EL VENENO AGRIDULCE DE LA VIDA

Ganar, abrir, cerrar,
perder. Hoy el encuentro
feliz. Mañana la despedida.
Todo es lo mismo
y contrario. Como la luna
y el día. Todo de luz y de
sombra. Como una noche
muy llena y una casa
tan vacía.

Tomo un sorbo. Reconozco la fe.
Amargamente sonrío:
dulce veneno, la vida.

DESHIELO

Enero. Sus últimas
estancias. El sol
está más alto.
Alguna lagartija asoma
entre los setos.
Brotan ya los narcisos
con la misma pasión que un día
sentí sobre mi cuerpo.

Respiro hondo. Rejuvenezco
un poco y siento
-qué contradicción dulce-
que envejezco.

REPETICIÓN DE UN DÍA

Esta mañana -julio, sol, silencio-,
amargamente hermosa, la he vivido
hace tiempo. No sé dónde
ni cuándo.

Los gatos a la sombra del castaño,
espejismos de fuego en los caminos,
la vida inabarcable y el eco intermitente
de un tractor a lo lejos.

No sé dónde ni cuándo. O todo
era más hondo o yo no soy
el mismo.
(Inéditos en castellano)

ARGOS

Los caseros no atienden a sus ojos,
pero detrás de sus negras pestañas
oculta una tristeza tan redonda
que apenas le permite la mirada.
Por eso algunas veces con la cola,
cuando escucha el sigilo de las vacas,
dibuja sobre el barro en que reposa
retazos de impotencia y de desgana.
Y poco a poco el giro de las moscas
que rondan sobre él noche y mañana,
le han dado un parecido con las cosas
que a la muerte se pudren olvidadas.
Su hocico respingón ya tiene forma
del aullido más último del alma,
y de aquella nariz de caracola
tan única en los rastros de la caza,
cuelga la transparencia de una gota
que ya no puede secarse con la pata.
Y aunque sigue esperando, de su boca
sale de vez en cuando esa palabra
con que expresan los perros su derrota;
y lloriquea y cae y se levanta…
(De Poemas del Álbum amarillo)

USTED seguro que ha sentido vergüenza alguna vez
al decir que en su cuarto caía una gotera
o que su pobre madre le hacía el bocadillo
siempre de natas con azúcar
-son cosas de la vida-.
Confieso que en mi casa el olor a humedad
era casi entrañable
y todos los domingos se comían garbanzos,
salvo en alguna fecha señalada.
Que lloré muchas veces por no querer llevar
los jerseys con coderas
o no tener un lápiz con enanito arriba.
Confieso que la ropa nos la daban los primos
que ahora son albañiles
y que nuestra familia se rompió por la herencia
de unos metros cuadrados de baldosas con taras
-son cosas de la vida-.
Que, a escondidas de todos y hasta los siete años,
tuve el chupete debajo de la almohada.
Confieso que los míos son personas sencillas:
usted sospecha que hablo de un padre que no sabe
lavarse bien los dientes,
de una mujer que escribe con mala ortografía,
de unos hermanos fieles como la misma sangre
y una casa que huele, cada vez que entro en ella,
a las húmedas manos de la melancolía.
Confieso que he nacido donde hubiera elegido
por encima de todo
cada vez que naciera.
(De La hora de las gaviotas)

Antonio Machado

Consejos

Este amor que quiere ser
acaso pronto será;
pero ¿cuándo ha de volver
lo que acaba de pasar?
Hoy dista mucho de ayer.
¡Ayer es Nunca jamás!

II

Moneda que está en la mano
quizá se deba guardar:
la monedita del alma
se pierde si no se da.

A UN BANCO AMIGO DE LA INFANCIA [Mi poema]
Milton Schinca [Mi poeta sugerido]

MI POEMA …de medio pelo

 

Hoy he vuelto a sentarme en ese asiento
el mismo en que lo hacía cuando niño
y he visto reflejado su cariño,
pareciera que estaba muy contento
y hasta pude observar me hacía un guiño.

Así fuera que el tiempo haya pasado
él se encuentra fornido, consistente
-le he pasado la mano por la frente-
que hoy he vuelto a ser niño aquí a su lado
con el ansia de un alma efervescente.

Él estaba asentado y yo en su asiento,
ambos dos, viejos tiempos recordando,
él me habló de su vida, yo de cuando
le hacía travesuras. No les miento
si digo cuánto anduve disfrutando.

Tal fue así que sin más se echó la noche
nos dimos con afecto un gran abrazo,
él se quedó algo triste en su regazo
y yo echando ando aquí ahora ese broche
probando a restañar del arañazo.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Milton Schinca

MEDITEN FRENTE A ESPLENDORES DE UNA ÚNICA FLOR

Renuevo el fatigado prestigio de la rosa
y ante su desnudez recuperada exclamo:
rosa deseada largamente, preparada por siglos
de proponerse ciertos hombres descifrar cómo sería
la imagen de este universo que se ama
si pudiera encarnarse en una estructura leve.
Rosa pues levantada
a tenue culminación del mundo, a iluminado símbolo
de lo exterior que sin embargo
habla con inequívoco dulzor nuestra lengua vigente,
se alza como rigurosa hasta una estatura
que nuestras manos pasajeras
en su escala pueden, conmovidas, alcanzar.
Entonces éste es el rostro de lo real, amistoso;
ésa la justa proporción de tamaños y tiempos
entre el hombre y el no hombre. No somos
más débiles que lo débil, más efímeros
que lo efímero; más bien amos
en un jardín donde gloriosas constelaciones aroman.

Alguien mentará lo caedizo de todo símbolo,
la liviandad de una metáfora si se implanta
en figuraciones abonadas desde antiguo.
Respondo:
como resultado de un sabio amor la rosa
atestigua nuestra oscura naturaleza en tanto niega
la declinación, la desmiente cuando esplendiendo
nos induce a lo perecedero.

TE CAÍSTE DE LA LUZ…

Te caíste de la luz y qué pura materia apareciste.
De qué poder juicioso está compuesto el mundo
vista esa ley de que todo no se parezca a nada
pero tu desnudez sí se parezca a todo,
esa piel tuya tiene algo extremo, no me digas qué,
sospecho que la alegría primera toda junta,
la liviandad del mundo que se estrena
con todas sus potencias, y así me lo dijiste
en un idioma adánico sin trabas y tan inteligible
que sólo cabía besarte y multiplicarte
porque era la época antes de todo misterio,
el período evidentísimo
en que faltaba fabricar el antes y tú allí
con tanta gracia original,
todavía sin conciencia pero con cuánta
calidad nativa
reinando pura piel, el puro río,
la mismísima transparencia de ser antes de ser,
Y así quedaste hasta el hoy de mi llegada
mando caíste de la luz qué justo
pues yo irumpía postandolas tijeras candentes,
las semillas frenéticas, el empuje trozador.
Y qué pura materia apareciste,
y que puro materio respondi,
y yo sentí uma carreta de años llegar hasta nosotros
algo sólido a cumplirse por debajo de la historia,
y te penetre a golpes de siglos felicíssimos
y sé que nunca más, nunca más, edades tras edades,
podrá ser más fecundo lo fecundo.

Es ahora mismo

«Este árbol que une sus ramas, / íntimo, distinto, /
reservado en alma, / denso, /de estío definido /
de latido de ahora / se adelanta, / muestra /
su persuasivo horario de ánimas /
como si me avisara / que vienen a llamarme de un camposanto, /
aunque aquí me defienda /
un campo campo, / Con otro, si florece, /
que es campo canto./
Y este árbol / también llama. /
La autoridad de su embriaguez compruebo./
Todo se vuelve más íntimo asunto./
Separo grados, nuevas diferencias, / que bautiza el placer, / yo no me olvido. / Y aunque después me ven desfigurado, / no es cierto: voy por dentro, / por fuera descansando / y en un compás de espera caminando. / Y cada vez más sólo, / sin ángeles, sin pascuas, / cruzado de monólogos, /bajo este raro cielo, / mientras la odiable muerte resta o suma, / todo se vuelve aquí último asunto /la autoridad de su embriaguez confirmo. /
Confirmo el árbol y su fondo de ojos /
y la joya subiendo a la mirada. /
La mirada sostiene un cáliz: /
se entreabre y se ve / el pecho de una flor. /
Vertiginoso, verde, / con otra flor parece : /
parece la esperanza /
halagada por la locura. /

BOLEROS CEREMONIALES

Te siento poblándome, aliada esperadísima,
habitante de cada territorio mío
donde te escucho persistir, fresca y completa
como si recién llegaras a mí, como si estuvieras
allí desde muy siempre.
Te miro cada vez que miro algo de mí mismo.
En mí recibo la primera noticia de quién sos
pues me he vuelto el espejo devoto de ti;
tu imagen va asomada a mi carne, a mis pensamientos
como un espacio que amara al río en que se mira.
Y es bueno reconocerte así,
recibirte en mis plácemes de amor
y saber que yo soy lo que tú,
tú lo que yo,
y que si no fuera por estas junciones nuestras
el mundo no habría emergido todavía.
§
Es como sentarnos apaciblemente
uno junto al otro. No hay nadie más; quiero decir
aquí está todo.
En la serenidad peinada de estar juntos
dialogamos tú y yo sin decirnos palabra,
pues no hay detalle de lo que existe
que no nos comunique, y así fue
desde la ventura de nuestro origen.
Estamos solos en medio de tanta unción.
Tal vez más valiera permitir
que todas las cosas caducaran ahora mismo
(lo que es, por ser, ¿no instaura
alguna forma de separación? ¿escinde
lo que es a lo que es?). Ah que siga intacta
la transparencia que nos une;
que nada perturbe el delicado,
el sustancioso silencio
que es como el fiel de nuestra conjunción.
Tú y yo suspendidos
en el eje sonoro de la plenitud.
§
Fuiste asunto de amor, quién no lo ve.
No se habla de otra cosa cuando se llega a tu centro.
Simplificás todo lenguaje con fogosa premeditación:
amor es la única palabra que dejás sobreviviendo
de la inutilidad originaria.
Pero no sobrevive como náufraga
sino como rotor tuyo
que se pone a rearmar el ser entero;
tu costumbre de dar se lanza entonces
a remontar lo vivo
entonando canciones de recién estrenada.
Ah es contagioso, Eis,
verte desarrollar una vez más tu juego
porfiadamente sano,
ese usar cada instante
para recomponer con desenfreno
tu luz fructífera.
Tal es tu ley, el lema sacro,
que yo con gozo hago mío.
§
Si quiero representar la bondad que se posa
me basta medir el equilibrio de tus manos,
centrarme en la sonrisa susurrada de tu piel.
Te noto abriendo las alas
sobre las aguas libertarias del mundo
y cubrir de elocuencias los territorios
que clamaban por ti.
Cómo se enardece tu manto, tu ofertorio.
No hay lugar donde no llegue la paz
que has concitado,
y veo cómo jugosamente
la derramás sobre el paisaje amante
habitándolo de bienes y de caos
que no hacen más que celebrar
lo entera, lo cantábile que sos.

TRIPTICO

1. EIS LA COMPAÑERA
Viajás al lado de quien soy
como la camarada innata de mi identidad.
Canto con el apoyo de tu equilibrio,
me lavo en tu contagiosa vocación de eje.
Desconectaste lo inestable de mis noches,
no me hiciste olvidar
la ecuación de mi nacimiento.
Sabés llevarme centrado
hacia los horizontes de la completud
que me instala por tu mano en el quicio terrestre.
Y ya no sé nombrar las cosas y los sucesos
si no es con el lenguaje de tu compañerismo
pues sólo me acaricia el cargamento del día
cuando vas abrazada a mi sed conyugal.
Atiendo, en fin, a tu sermón documentado
porque me enseña sentencioso
que no soy nunca el que seré
sino como tu esposo decisivo.

2. EIS LA MADRE
Toda tú te infundiste
persistente en mi molde elegido.
Fuiste plasmando tu naturaleza y tu textura
en el vaso que iba a ser el yo,
y en él abriste tus alas de ser.
Fue un acto selector el de forjarme
con tu descendimiento de ternura,
ese inclinarte sobre mi hueco de ser
con la premura de las protecciones,
y así me torné réplica de tu aliento,
un duplicado de tu condición.
Engendradora artesanal
de todo lo durable en que he fraguado,
reconozco en lo materno de ti
la razón literal de mis raíces,
la filiación que da contento
a esta raza en que voy.

3. EIS LA AMANTE
Te empuja un ventisquero de feminidad
que se abre paso entre mis pliegues de ser
sembrando en mis parajes quemantes joyerías.
Tu habla es devoración,
sangrienta temporada de legumbres,
y yo no quiero prescindir
de esa manera tuya de excavarme
ni perder ni un segundo de tu arriesgado lirismo.
No sabría desde ahora
ser yo mismo (¿cómo antes pude?)
si no es soliviantando nuestros cuerpos
en mis espacios de cantar
donde concordaremos tú y yo en un tajo
exhaustivo
más allá de nosotros,
tan vueltos uno solo en los castillos de la carne,
tan parecidos al cosmos con su trote estival,
que ya nadie recorrerá nuestros nombres
ni las casas que fuimos
y de nosotros quedarán tan sólo
dos plaquetas sonoras del amor fructificando
cada día entre los ramos del origen.

Antonio Machado

Húmedo está, bajo el laurel, el banco... 

Húmedo está, bajo el laurel, el banco
de verdinosa piedra;
lavó la lluvia, sobre el muro blanco,
las empolvadas hojas de la hiedra.
Del viento del otoño el tibio aliento
los céspedes undula, y la alameda
conversa con el viento...
¡el viento de la tarde en la arboleda!
Mientras el sol en el ocaso esplende
que los racimos de la vid orea,
y el buen burgués, en su balcón enciende
la estoica pipa en que el tabaco humea,
voy recordando versos juveniles...
¿Qué fue de aquel mi corazón sonoro?
¿Será cierto que os vais, sombras gentiles,
huyendo entre los árboles de oro?

CUANDO NACEN LAS HORAS [Mi poema]
Carlos Sabat Ercasty [Mi poeta sugerido]

MI POEMA ...de medio pelo

 

Cuando nacen las horas, al comenzar el alba,
cuando empieza el silencio despacito a rezar,
la luz se hace notar y el sol asoma su alma,
me asocio con la calma y empiezo a caminar.

Soy como dijo un tipo que de escribir sabía
un viejo, un peregrino, un simple caminante,
un émulo cansino de un burro, rocinante,
de un rocinante, un burro que escribe poesía.

Soy para mis adentros otro no más que sueña
hallar un escondrijo, un techo, una posada,
y sale hacia su encuentro así cada jornada
y sigue a cada instante de todo haciendo leña.

Que ve en las mustias yerbas que encuentra allí a su paso
un pobre que aproxima pidiéndole clemencia,
y siente su amargura, lavando su conciencia
y clama al dios bendito porque no le hacen caso.

Sólo cuando oscurece, la tarde ya es sombría,
el cielo se ha enlutado, de pena está muriendo,
con el paso cansado retorna a su cuaderno
para esperar que nazca con suerte un nuevo día.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Carlos Sabat Ercasty

Sobre la noche cósmica

Hay la contemplación sublime de los astros,
un ir por consteladas distancias musicales,
una unión del oído recóndito y los ojos
en la interior videncia de la extrema armonía.

Hay una noche viva, toda en constelaciones,
cítara de ¡os orbes en intangibles números,
iris de los matices en reflejos acordes,
y hay la navegación en la nave celeste.

Mas repentinamente nos arrancan del tacto
de la sidérea luz y las liras astrales,
y sobre el cielo cósmico emerge el cielo místico.

El éxtasis nos une a la Unidad divina,
toda la noche astral es una ideal estrella,
y todos los espíritus son sólo el Alma única,

El cielo

¡Hermanos!
¡Haced un alto en medio de este día purísimo!
Que los martillos pendan de las manos,
que el arado brillante
no hienda la tierra oscura y profunda,
que las madres y los niños queden en silencio
en medio de los divinos campos!
¡A todos os invito!
Levantad los ojos hacia el cielo,
y así, hermanos, así
ante la inmensa hondura de la mañana,
ante la limpia belleza de las supremas fuentes,
meditad en esa maravilla azul
donde la luz inmensa brota en diáfanas olas!
¡Es el cielo, hermanos,
es el cielo altísimo!
¡Es el mar celeste donde los astros giran!
Allí los grandes sueños eternamente nacen,
allí están los destinos que mueven nuestras vidas,
allí, vastas ideas y músicas arcanas
sin cesar, van surgiendo del más allá sin limites!
¡Ah, cuántos de vosotros recién lo habéis visto!
¿Qué importa que estuviese sobre vuestras cabezas?
¿Qué importa que siempre haya sido celeste,
armonioso, resplandeciente?
Pero ahora, hermanos.
hundid más la mirada en sus senos azules!
¡Refrescad la frente en sus puras distancias!
Olvidad la tierra por un momento,
por un solo momento,
hasta que vosotros mismos os sintáis azules,
hasta que vosotros mismos volváis a ser luz,
hasta que la alegría radiante de los inmensos cielos
desborde todo vuestro ser,
y os quedéis disueltos en la eternidad celeste
de los grandes espacios!
¡Mirad, mirad más!
¡Saciaos de azul, de pureza, de diafanidad!
¡Embriagaos, enloqueceos!
¡Subid, volad, asaltad con los ojos
los grandes reinos azules de los supremos cielos!
¡Hermanos!
¡Haced un alto en medio de este día purísimo!
Levantad los ojos. Permaneced inmóviles.
¡He ahí la más alta oración!

Canción de la nube

Estoy sobre el campo arado
la tierra siente mi sombra
sobre su cuello
y me reconoce.

La acaricio como una mano.
Los surcos abren sus labios
y me llaman
esperando mi lluvia.

Mis primeras gotas no se ven
sobre la sed de la tierra.
La madre ansia henchir el pecho
y darle mi leche a las semillas.

Yo quiero irme toda a la tierra
Yo me aprieto y me exprimo
hasta caer toda sobre el campo.

Cada gota mía
está abriendo una semilla
con su llave milagrosa.
Mientras cantan mis labios
desato el nudo de la fecundación.

La pequeña raíz me bebe
y me sube por el hilo de la primera rama.

Yo soy la humedad de la hoja
y la frescura de la sombra.
Yo levanto el azúcar de la tierra
y ensancho la cintura de las frutas.

Yo goteo de los racimos
y los pájaros me pican
en la sazón de las uvas.

El fuego del sol me levanta en el aire
y mí agua creadora
abrirá de nuevo con su llave azul
la grieta anhelante de las semillas.

La nube vuelve a la nube.
La planta vuelve a la planta
El ritmo trae y lleva
todas las cosas buenas
que embellecen el mundo.

El hada y la luna

Ya no te aguardo, Sueño. No me borres la alcoba
ni me bebas el agua azul de la mirada.
Me acojo a la pereza del diván de caoba
hasta que llegue en sedas y desmayos, el Hada.

Cuando en la media noche de cobaltos profundos
las margaritas de oro hagan jardín los cielos,
vendrá de las distancias inmensas de los mundos
con ópalos lunares y vagos terciopelos

en su carroza de ópalos y de ágatas lechosas,
con rosas atenuadas en la luna y las rosas….
Es el Hada lunática, blanca en sutiles copos,
con glicinas de estrellas en las manos astrales,

plata en luna la frente de lilas y heliotropos,
y lirios de la luna azules en los chales.
En sus ojos de éter bebe luz el espacio.
Sus manos transfiguran todo terror nocturno.

Vierte un lúcido ensueño, construye mi palacio,
me marea con filtros astrales de Saturno.
Ya no te aguardan, sueño, mis pupilas.
Me acojo a la pereza del diván de caoba.

Cuando cierres el párpado de las vidas tranquilas,
entrará el Hada blanca, toda en luna, a mi alcoba.
Me extasiará una líquida sensación de distancias,
irradiaré mi sangre en luz hacia los astros,

y en fuego azul y en éter disolveré las ansias
de mi carne lunática de perlas y alabastros.
Ah, las olas cambiantes en el gris de sus mares
que llegan de sus pechos al diván de caoba,

y la flota ilusoria de navíos lunares
que transfigura en puertos fantásticos mi alcoba!
Ah, la carga de esencias y perfumes azules,
las rosas de otros astros más viejos y las rosas

de otros astros más nuevos, las sedas y los tules
que traes de tus largas estrellas amorosas!
Ah, mi alma que sufre sus enigmas de estrella,
y en un afán nocturno, perdida, alucinada,

aguardará en la noche al Hada, y sólo a ella,
para embriagarse en éxtasis con el amor del Hada!
Hada visitadora de los meditadores,
de los viejos astrólogos y los tristes poetas,

los cabellos de luna sobre un agua de flores
y un perfume lejano de noches y violetas.
De tu claro de luna bajan jardines blancos
y rozas con tu claro de luna mis ventanas.

Ah, si la carne cósmica de tu pecho y tus flancos
se abrazara a mi anhelo con intangibles lianas!
Yo estaré luminoso de estrellas y de luna.
Me embriagarán licores astrales en tu boca.

Y me hundiré en tu música de ensueño, y como en una
ebriedad del espacio se irá mi frente loca.
Ah, tu carne de ópalo nos hace delirar
y nos das el mareo de ilusión de tu viaje,

y tu eterna quimera y tu antiguo soñar,
y el camino de estrellas que tiembla en tu paisaje!
Ah, cuando el vaso cósmico me derrame tus vinos
y esté la media noche lunar toda extendida

en mis anhelos diáfanos, astrales, cristalinos,
y las constelaciones converjan a mi vida.
Presiento los desmayos de mi carne sensible
hasta la esencia última de los ojos del Hada,

y acaso quede muerto de una herida intangible
que a mis pupilas entre de su inmensa mirada.
Ya no te aguardo, Sueño. No me borres la alcoba
ni vendes el espejo de mis ojos abiertos.

Me acojo a la pereza dei diván de caoba.
Pronto el Hada en su nave llegará hasta mis puertos.
Sobre mis carnes fluyen unas sedas de oro.
En mis pupilas flotan lentos lotos lunares.

El lirio de la frente tiembla de azul sonoro
y el alma huye en la ola de los arcanos mares.
Es la hora ilusoria, sin realidad de vida,
cuando toda mirada tiende un camino incierto

entre el deseo cósmico y la estrella fluida.
Y el corazón de carne, de no ser luz, se ha muerto.
Se diluye la sangre en éteres de espacio,
y me exhalo en esencias de heliotropos y lilas.

Transfiguran los éxtasis la alcoba en un palacio.
Se atenúan en sedas nocturnas mis pupilas.
Hora en que lo más próximo se ve flotar muy lejos
y el desmayo nos miente sus distancias irreales.

Viajamos una senda de engañosos espejos.
Los ojos están húmedos de emociones astrales.
Ya es la noche indecible, imprecisa, exhalante.
El Hada de la Luna me ilumina la alcoba,

afelpa sobre mi alma su seda alucinante
hasta borrar mi peso del diván de caoba.
Sólo queda en mi cuerpo la ilusión de haber sido.
Ha caído a la alfombra mi carne desmayada.

En el diván mi vida sin sangre es un fluido
disuelto en los fluidos estelares del Hada.
Ah, las olas azules en la luz de sus mares.
Ahora de mi se irradian como surgen de ella,

y en la flota ilusoria de las naves lunares
mi alma va con el Hada intangible, a su estrella.
Viaja un río de plata en el claro lunar
y el agua es el reflejo de un agua de amatista.

La nave es el recuerdo de otra nave en un mar
que dormía sus franjas de turquesa en la vista.
Se me hizo de estrellas la ilusión de haber sido.
Una esencia de mundos nacientes me embriagaba.

A un astro iba la proa de mi barco encendido
y me sentí más diáfano cuanto más avanzaba.
Me aluciné en las luces más ténues e intangibles,
en selvas de reflejo y en bosques de ilusión.

Llegué hasta los perfumes de los mundos sensibles,
todo de llamas de astros tembló mi corazón!
Y arribamos entonces a la estrella deseada.
Ella besó mi frente en su nave de tul,

y yo entré en el fluido desmayado del Hada
y ella entró en mi fluido como una onda azul!
Después hubo una fuga de remotos navíos.
En su barca de plata volvió mi afán desde ella.

Sentí la suave huida del Hada en lentos ríos,
y la luz de su cuerpo tembló como una estrella!

Antonio Machado - Extracto de Proverbios y Cantares (XXIX)

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

SENTADO EN MI TERRAZA [Mi poema]
Julio J. Casal [Mi poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

De mi piso, sentado en la terraza
una tarde de otoño moribundo,
intentando ya aislarme de este mundo.
un respiro le doy a mi cachaza.

Entretanto un rayito juguetón,
garabatos dibuja por mi calva,
que bailando desliza al mismo son
pues que nadie del sol si huye se salva.

Desde el cielo vestida de amarilla
hay una hoja que cae entre mi frente
deslizando del chopo que en la orilla,
intensa, esa quietud parece ausente.

Interrumpe mi estado de anestesia
su bullicio y los niños de un colegio,
y el de un perro ladrado. Privilegio
del sonar de campañas de la iglesia.

La tarde está al caer, yo observo el cielo,
diviso más allá en la lontananza
en el campo brillando una naranja,
doyme el piro y me ausento del señuelo.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDOJulio J. Casal

Máscaras

No hay un pintor que sin defecto encuadre
la vida y nos la muestre, porque toda
paleta de otros siglos, o a la moda,
no sirve… ¿Ha de llegar la noble madre
de cuyo parto brotará la ciencia
que ha de entregarnos lo que nadie pudo,
de cascabeles y antifaz desnudo,
el payaso genial de la existencia?
¿Pero conviene que algún ser descorra
la mentira, mostrando lo que existe,
en el fondo, tal vez de justo, para
herirnos? La verdad lo bello borra,
y el carnaval humano sería triste
sin el encanto de la doble cara.

Árbol

Árbol, yo ya sabia que eras hermano mío.
Hacia los cielos vamos en claro florecer.,.
Y tus ramas audaces, hallaron el rocío
en el cristal y el ámbar, luz de mi amanecer…
¡Árbol, yo ya sabia que eras hermano mío!

En ti hay, a momentos, más pájaros que hojas
Y eres en primavera mágico surtidor.
Y en mí, ¡qué profusión de rosas, blancas, rojas,
Y qué acento en mi lírico manantial interior!

Los dos brindamos, árbol, savia joven y nueva.
Y por nosotros corre un idéntico río
de emoción, y sabemos en las nieves de prueba
aguardar libremente el calor de otro estío.

Hacia lo azul, el mismo impulso azul nos lleva…
Árbol, yo ya sabía que eras hermano mío.

Ruego

Ni tú me esperarás. Ni yo he de ir.
Estás en lo escondido
de tu hiedra de cielo, tan lejano,
que hasta tu rostro
no podrá la muerte
alzarme en su marea.

Condenado a seguir desde la orilla
a los que ascienden hasta ti. Mi sombra
da su presencia en el movible mundo.
Apenas sube en luz. Otra vez sombra.

Tal vez no quieras que yo llegue. El campo
aguarda en flor de muertos, mi ternura.
Sobre los infinitos lirios echaré
mi corazón de hombre. Déjame ser lluvia.

Déjame como niebla ligera
por los caminos.
Seré danza de estío para la rosa débil,
como labio de arroyo para la orilla oscura.

Estarán junto a ti los que amaron la vida
y los que la encendieron en heroicos espejos,
los que en duro ejercicio moldearon
el umbral en que se echan perros fieles.

Muerto aún amo la tierra. Despertando
del pecho de una muerta está mi infancia.
Intimo, hundirme
en el enjambre eterno.

Renacer en los ojos de los bueyes.
Con el rojo mastín
ladrar antiguamente a los viajeros
que llegan hasta el humo de las chozas.

¿Qué he de hacer yo en tu fiesta de elegidos?
Mi corazón es pájaro de agua
de tus copiosas venas de la tierra.
Piensa en un vuelo más que se ha extraviado.
Ni tú me esperarás. Ni yo he de ir.
Haz de mi muerte lluvia. Échala al campo.

Aligerarse para el vuelo

Aligerarse pata el vuelo. Un día
nada de lo superfluo pesará.
Iremos tan sin carne,
tan sin sombra,
sólo en la luz…

Creíamos,
que lo que fue quedando en el viaje,
lo íbamos perdiendo,

Perder no es desprenderse
de lo frondoso,
ni es ir dejando aquello que nos viste
de transitoria y fácil alegría.

Mirar como se apaga
la voz que grita,
no es perder.
Y nos alcanzará, con nuestra parte
de agua y de viento.

Un día
irá nuestro corazón ligero
-no vacío-
sólo en la luz,
tan sin carne,
tan sin sombra…

Tierna palabra

Tierna palabra de olvidado día
llegas a ml por nubes de entresueño,
y me vuelvo a sentir, dulce y pequeño,
abriendo con tu llave, el alma mía.
Ves corno asciende por la tarde fría,
convertido en paloma, el turbio ceño
que en mi frente, al partir, me dejó el sueño.
y paloma van en romería.

Tornas palabra a darme la dulzura
De mi madre, en la plácida tutela
la noche me era larga. Vienes

a convertir mi llanto en agua pura,
Hoy otra vez, estás conmigo, y vuela
Tu mano entre el otoño de mis sienes.

Sopla el viento achubascado,
y entre nublado y nublado
hay trozos de cielo añil.
Agua y sol. El iris brilla.
En una nube lejana,
zigzaguea
una centella amarilla
(Antonio Machado)

¿QUÉ ES LA VIDA SIN LOS SUEÑOS? [Mi poema]
María Josefa Massanés [Mi poeta sugerido]

MI POEMA... de medio pelo

 

La vida sin los sueños no sería nada,
pura monotonía,
¿lo mismo cada día?
¡que aburrimiento, qué putada!

La vida sin los sueños no tendría sentido. 
viendo el mismo paisaje,
¡y qué pesado el viaje!
Ir siempre a pasear por el mismo camino.

La vida sin los sueños no merece la pena,
es como una condena,
siempre atado a una cadena
sin apenas poder moverte de la trena.

La vida sin los sueños es puro aburrimiento,
¿sin un sólo condimento un plato de comida?
me voy a comer a casa la vecina,
¡a otro con este cuento!

La vida sin los sueños solo es monotonía,
le falta el alimento, la sal de cada día,
¡échale cuento al cuento,
y añádele vitaminas para el cuerpo!

La vida sin los sueños no tiene melodía,
ponte los cascos, echa la mente volar,
selecciona en tu dial la sintonía
y lanza al viento tus fantasías al sonar.

Ser alguien en la vida,
ganarle al azar una partida,
los estudios terminar,
a un chaval o chavala que te gusta conquistar,
la borrachera de una noche,
presumir un buen día de un buen coche,
hacer realidad una aventura,
disfrutar de la felicidad mientras ésta dura,
llegar en tu profesión de ejecutivos,
tener muchos amigos,
aprobar oposiciones
o tomarte unas merecidas vacaciones,
que te toque la loto,
disfrutar de una buena moto,
una linda casa,
una hija o hijo que se casa,
un chalet en la playa,
vaya...vaya...,
subirte en una nube,
todo lo que baja, sube,
hacerte muchas ilusiones,
o tocarte cuando quieras los...cojo...nes... (*)

Todo esto y mucho más
pueden formar parte de algunos de tus sueños.
Si los persigues al final descubrirás
como termina la otra parte de este cuento,
pero nunca jamás has de olvidar
que no debes morir en el intento.

Y si no lo consigues, no te importe y síguelo intentando,
nunca impidas que tu imaginación siga volando,
cógelo con ilusión y, sin mirar atrás, prosigue tu camino
con la seguridad de que algún día has de llegar a tu destino
y entre impulso e impulso tu música preferida irás tarareando.
©donaciano bueno

(*) Expresión vulgar sinónimo de holgazanear. Otras variables: -Estar hasta los cojones: Indica que se está harto de una situación o de una persona. -Por cojones: Sin existir un motivo justificado: dijo que entraría por cojones. -Salir de los cojones: Se usa para expresar que algo se hace por antojo, sin una razón específica. -Tocar (o hinchar) los cojones: Molestar o fastidiar. -Y un cojón: Mucho: valer un cojón; tardar un cojón.

MI POETA SUGERIDO:  María Josefa Massanés

La resolución

¿Qué yo escriba? No por cierto,
no me dé Dios tal manía;
antes una pulmonía,
primero irme a un desierto.

Antes que componer, quiero
tener por esposo un rudo,
mal nacido, testarudo,
avariento y pendenciero;

Educar una chiquilla
mimada, traviesa y boba;
oír vecina a mi alcoba
la Giralda de Sevilla.

Si yo compongo, mi rima
censure el dómine necio,
lea el sabio con desprecio,
y un zallo cajista imprima;

Un muchacho la recite
con monótona cadencia,
la destroce en mi presencia,
y ponga frases y quite…

¡Oh! No habrá quien me convenza,
bien puede usted argüir:
¡una mujer escribir
en España! ¡Qué vergüenza!

¿Pues no se viera en mala hora
que la necia bachillera
hasta francés aprendiera?
¿Ha de ir de embajadora?

Antes, señor, las muchachas
no estudiaban, ni leían…
Pero en cambio, ¡cuál fregaban!
¡Barrían con un primor

Hilaban como la araña,
amasaban pan, cernían,
y apuesto que no sabían
si el godo invadió o no España.

¿Qué le importa a la mujer
de dó se exporta el cacao,
si es pesca o no el bacalao,
como lo sepa cocer?…

¡Cual quedara mi persona,
mordida por tanta boca!
Me llamaran necia, loca,
visionaria, doctorona.

Sin amor ni compasión,
alguno, con tono ambiguo,
dice que de escrito antiguo
es copia mi concepción.

Sin hacerse la loquilla,
siempre a vueltas con Cervantes,
recitando consonantes
de Calderón o Zorrilla.

¿Cómo podrá gobernar
bien su casa? ¡Es imposible!
¡Cual si fuera incompatible
coser y raciocinar!

Anatema al escribir,
al meditar y leer;
amigo, sólo coser
y murmurar, o dormir.

La Violeta y el Laurel. Apólogo.

Hijos de un mismo vergel
Y en igual tiempo nacidos,
Crecían verdes y unidos
La violeta y el laurel.
Ella, flor modesta y pura,
En sus hojas se ocultaba,
El ramoso se elevaba
Al través de la espesura.
Ella, fresca y aromosa,
Rica alfombra le tejía,
Él copado protejia
A su amiga generosa.
Y con tal fraternidad
Vivian, que se asegura,
Que envidiaba su aventura
La florida vecindad.
Mas el láuro iba creciendo
Y pausado se alejaba,
Con el rumorcillo blando
De su lenguaje oloroso.
Hablaban, y á su manera
El laurel dijo: Querida,
¿por qué lozana y erguida
No subes cual la palmera?
La orgullo! La insensata!
Con esa soberbia loca,
Sobre sus tallos evoca
El rayo que la maltrata.
Yo tan pobre, hermano mio,
Tan sin fuerzas ni hermosura,
Encumbrarme á tanta altura
Fuera humano desvario.
Crece tú, que eres gallardo,
Y fragante y provechoso,
Y remóntate frondoso
Mientras fiel yo a tu pié guardo.
Tontuela, ¡por qué no subes
Enroscada en mi ramaje,
Y rasgarás el encaje
De las trasparentes nubes?
En tu corola azulada
Brillantes pondrá el rocío,
Y serás en el estío
Por las brisas columpiada.
Suve; el sol te guarda, hermosa,
Ardientes besos de fuego.
Dejame, hermano, te ruego,
Que su llama es peligrosa
Es miedo de flores niñas
Tu mal fundado temor.
¿Pues no sabes, mi señor,
Que el sol quema las campiñas,
Y á la flor que vé orgullosa
Pulveriza con sus llamas,
Mientras tibio entre las ramas
Acaricia á la humildosa?….
¡Ay! Deja que de mi broche
En la sombra y la inocencia
Consagre la pobre esencia
Al luminar de la noche.
Calló; y el sol, que escondido
Tras las nubes la escuchaba,
Es fama que contestaba,
Con un destello encendido:
Planta humilde, que sí ocultas
Tu gragancia y hermosura,
Sigue, sigue en la espesura
Do prudente te sepultas.
Del verde láuro el ramaje,
Emblema de gloria sea;
Siempre el mundo á ti te vea
Medio oculta en tu follaje.
Mas el laurel que amoroso
De tí viva acompañado,
Este será el admirado,
Este será el más glorioso
Dijo: y desde aquel momento
Se observa que, donde quiera
La modestia es compañera
Del verdadero talento.

Los sueños - Antonio Machado

El hada más hermosa ha sonreído
al ver la lumbre de una estrella pálida,
que en hilo suave, blanco y silencioso
se enrosca al huso de su rubia hermana.

Y vuelve a sonreír porque en su rueca
el hilo de los campos se enmaraña.
Tras la tenue cortina de la alcoba
está el jardín envuelto en luz dorada.

La cuna, casi en sombra. El niño duerme.
Dos hadas laboriosas lo acompañan,
hilando de los sueños los sutiles
copos en ruecas de marfil y plata.