y 3,063 POETAS Sugeridos e Invitados
1.A LA EMOCIÓN [Poema del Editor]
2.Juanjo Barral [Poeta sugerido]

Textos aquí: 1. del Editor, 2. del Poeta sugerido y 3. del Invitado (opcional)
MI POEMA …de medio pelo
Allí donde comienza la emoción
se esfuma el equilibrio y la certeza,
se nubla y emborrona la visión
y ataca firmemente al corazón
hiriendo cual puñal a su nobleza.
Pues ella es un volcán en erupción
que allí por donde pasa suelta lava,
y arrasa sin piedad pues que socava
la fuerza haciendo daño a la razón
y aquí ya se acabó lo que se daba.
Del río la emoción es una mina
que arrastra la verdad por la corriente
y ataca a su meollo y se resiente,
y a todo lo que encuentra contamina
pudriendo de raíz a la simiente.
La fe con la razón, choque de trenes,
que encuentra a la emoción y descarrila.
No existe una tirita ni una tila
que salga a defenderla en los andenes
pues todo allí lo arrasa como Atila.
©donaciano bueno
*Se dice que por donde Atila pasaba no crecía la hierba.
MI POETA SUGERIDO: Juanjo Barral
Una muestra de sus poemas:
El día que empecé a odiar el capitalismo
Tan sólo había que juntar tres piezas.
Tres piezas tan sólo para conseguir el premio.
Conste que no me daba más
por los tigretones, aquellos pastelitos industriales
tan azucarados y empalagosos
(teniendo un padre pastelero
en cuyo obrador me habían acostumbrado
a la excelencia).
Pero, ay amigo, con cada tigretón venía un cromo,
uno de los tres que formaban el kart,
el sueño más deseado de todas
nuestras infancias.
Ingenuamente pensaba con 8 años que tendría que comer pocos,
que a fin de cuentas sólo tres piezas serían presa fácil
en el juego multiplicador de las probabilidades y los peces.
Pero el capitalismo jugaba también
con nuestra inocencia. Porque compraba y compraba,
comía y comía tigretones
y siempre salían los mismos cromos,
las mismas dos piezas del kart. Y es que había una tercera que no conseguía por más que compraba, por más que comía.
El caso es que tardé varios disgustos y una perforación de estómago a la vista, hasta que me convencí
de que nunca conseguiría la pieza definitiva para completarlo.
Sencillamente no existía. Al menos no a mi alcance.
Como digo, tardé en descubrir que el capitalismo también jugaba
con nuestra inocencia.
Desde entonces odio esos pastelitos.
Desde entonces odio el capitalismo.
Paroles
Las palabras no siempre encajan.
En ocasiones ni siquiera caen de pie.
Y se retuercen.
Otras veces andan a codazos
con el vocablo de al lado
convencidas de que ese es su sitio.
Hay palabras que se obcecan de hecho
y se despeñan frase abajo
hasta desnucarse
en un punto.
Hay que dejarlas.
Porque suicidio también existe.
Porque fin también
es una palabra.
Porque hay palabras para todo
y palabras como nada.
De El eco de nuestros pasos
Ajuar
Guardo a buen recuerdo
una colección de pasos
en falso, de decisiones que mejor hubieran sido tomadas
por nadie.
Qué le vas a hacer.
Tengo una estantería con un par de cachivaches que alguien
me dejó
por otro.
Y un tarro de bolígrafos de los que muchos ni siquiera
fueron fieles. Hay uno en concreto que escribió temor
en vez de amor, sinrazón donde debía poner
corazón.
En fin,
supongo que lo voy conservando todo para recordarle un día
a la vida
lo que le debo,
lo que me debe.
De Con Permiso
Un poema
Ojalá fuese yo el mensajero
y no quien recibe la noticia
de tu abandono.
Ojalá fuera manillas del reloj
que da vueltas al tiempo
y no pasto del paso de los días.
Ojalá cuna de alguna
revolución pendiente
y no el crío que llora
bajo los bombardeos.
(De Poemas de andar por casa)
Objetivo
Una palabra se abre paso como puede
entre antenas parabólicas que emiten
conversaciones cancerígenas.
Busca dónde aparcar a salvo de autos que gritan con todos sus
neumáticos
y todas sus frustraciones dentro.
Trata de salir indemne de una frase lapa,
de una encerrona, de una cacería cultural.
En televisión hay un programa piloto que la sobrevuela.
Se abre paso como puede una palabra
que quiere arar la tierra que otros riegan con pesticidas,
que quiere asaltar el corazón que otros han secuestrado,
que quiere no ser dura ni arma, sino pan y lluvia.
Que quiere.
Como otros no.
(De Teoría de la relatividad)
PODRÍA SER
Un matrimonio mayor
-de unos cincuenta años-
camina por la playa jugando
con una pequeña pelota.
Él se la lanza y
-quizá sea el destino
quien decide y no
su destreza-
siempre le llega al pie.
En cambio ella la golpea
suavemente
y siempre
-quizá sea el destino
quien decide y no
su destreza-
le cae unos metros
por delante de donde se encuentra
él.
La escena me da que pensar.
Y lo que pienso es que quizá ella esté siempre
en su sitio
y él tenga todavía bastante que avanzar.
Lo que pienso luego
es que quizás ellas
hayan llegado ya
a su sitio
y nosotros tengamos todavía un trecho por delante.
Y pienso algo más:
pienso que ellas
nos están ayudando
a ganar este partido
juntos.
DEDICATORIA
Para Mila
El mismo mar
siempre diferente.
Iguales olas todos los días
distintas entre sí.
Un horizonte que cambia
para volver al mismo sitio.
Así tu amor.







