»JORGE MANRIQUE
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Breve Biografía de Jorge Manrique ¡Gracias por leer esta publicación, ¿deseas comentar? haz click en el botón de la izquierda! La vida de Manrique, como tantas otras de su tiempo, se dividió entre enfrentamientos bélicos y sonetos, temporadas en prisión y amoríos apasionados. Con respecto a su producción literaria, consta de unos cuarenta poemas cancioneriles, principalmente satíricos y de amor. Su obra más recordada es una serie de coplas dedicadas al fallecimiento de su padre, donde resalta su grandeza y la admirable entereza con la que enfrentó el terrible cáncer que le quitó la vida luego de un largo padecimiento. Las estrofas son coplas de pie quebrado, de modo que cada verso tetrasílabo se mide a menudo junto al octosílabo que lo precede. Así, si éste acaba en palabra aguda, el verso siguiente puede tener una sílaba más. Recuerde el alma dormida, Y pues vemos lo presente Nuestras vidas son los ríos Dexo las invocaciones Este mundo es el camino Este mundo bueno fue Ved de cuán poco valor Dezidme, la hermosura, Pues la sangre de los godos, Los estados y riqueza Pero digo que acompañen Los plazeres y dulçores Si fuesse en nuestro poder Essos reyes poderosos Dexemos a los troyanos, ¿Qué se hizo el rey don Juan? ¿Qué se hizieron las damas, Pues el otro, su heredero, Las dádivas desmedidas, Pues su hermano, el inocente Pues aquel gran Condestable, Pues los otros dos hermanos, Tantos duques excelentes, Las huestes innumerables, Aquel, de buenos abrigo, ¡Qué amigo de sus amigos! En ventura, Octavïano; Antonio Pío, en clemencia; No dexó grandes tesoros, Pues por su honra y estado, Estas sus viejas estorias Y sus villas y sus tierras, Después de puesta la vida Diziendo: «Buen caballero, «No se os haga tan amarga «EI vivir que es perdurable «Y pues vos, claro varón, Responde el Maestre «No gastemos tiempo ya Oración «Tu, que por nuestra maldad Cabo Así, con tal entender, Es amor fuerça tan fuerte Es un modo de locura Todas estas propiedades Vos cometistes traición, Perdono la muerte mía; Más placer es que pesar Hame tan bien defendido, La fortaleza nombrada El muro tiene de amor, Las cavas están cavadas Las ventanas son muy bellas, Mi pensamiento, que está Otra torre, que es ventura, Tiene muchas provisiones, En la torre de homenaje A tal postura vos salgo Estando triste, seguro, Luego todos mis sentidos Mis ojos fueron traidores, Desde que hobieron entrado, ¡Qué gran aleve hicieron Pues traición tan conocida mas al mal que cometieron Acordaos, por Dios, señora, Acordaos como en presencia Acordaos que no sentistes acordaos que no me distes Acordaos que fui sujeto Acordaos de los enojos Acordaos que llevaréis Después que pedí justicia, Cabo Por fin de lo que desea En que pone el nombre de una dama; y comienza y ¡Guay de aquel que nunca atiende Verdadero amor y pena Y estos males que he contado, Oh, si aquestas mis pasiones, Mostrara una triste vida Agora que soy ya suelto, Cabo No tardes, Muerte, que muero; Remedio de alegre vida 1 2 3 A su mote que dice: «Ni miento ni me arrepiento» Ni miento ni me arrepiento, Conmigo solo contiendo Guay d’aquel que nunca atiende Verdadero amor y pena Y estos males qu’e contado O, si aquestas mis passiones! Mostrara vna triste vida Agora que soy ya suelto, Rauia terrible m’aquexa, Gentil dama muy hermosa, Compara que la rica febrería Porque aunque haga la cara Fin Assí que hallo que Dios Recuerde el alma dormida, Y pues cemos lo presente Nuestras vidas son los ríos Yo soy quien libre me vi, Sin Dios, porque en vos adoro, Es amor fuerça tan fuerte Es un modo de locura Todas estas propiedades Con dolorido cuidado, Y el corazón enemigo Quien no estuviere en presencia, Quien quisiere ser amado, Ausencia puede mudar Porque siendo yo cativo Estando, triste, seguro, Luego todos mis sentidos Mis ojos fueron traidores: Después que ovieron entrado Qué gran aleve hizieron Pues traición tan conoscida Mas el mal que cometieron
LOS POEMAS
COPLAS POR LA MUERTE DE SU PADRE
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo después, de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiera tiempo passado
fue mejor.
cómo en un punto s’es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por passado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera,
más que duró lo que vio,
porque todo ha de passar
por tal manera.
que van a dar en la mar
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros, medianos
y más chicos,
allegados son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
de los famosos poetas
y oradores;
no curo de sus ficciones,
que traen yerbas secretas
sus sabores.
A Aquél solo me encomiendo,
Aquél solo invoco yo,
de verdad,
que en este mundo viviendo
el mundo no conosció
su deidad.
para el otro, que es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nascemos,
andamos mientra vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenescemos;
assí que, cuando morimos,
descansamos.
si bien usáremos dél
como debemos,
porque, según nuestra fe,
es para ganar aquél
que atendemos.
Y aun el hijo de Dios,
para sobirnos al cielo,
descendió
a nascer acá entre nos
y vivir en este suelo
do murió.
son las cosas tras que andamos
y corremos,
que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos,
las perdemos:
dellas deshaze la edad,
dellas casos desastrados
que acaescen,
dellas, por su calidad,
en los más altos estados
desfallescen.
la gentil frescura y tez
de la cara,
la color y la blancura
cuando viene la vejez,
¿cuál se para?
Las mañas y ligereza
y la fuerça corporal
de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega al arrabal
de senectud.
el linaje y la nobleza
tan crescida,
¡por cuántas vías y modos
se sume su gran alteza
en esta vida!:
Unos, por poco valer,
por cuan baxos y abatidos
que los tienen;
otros que, por no tener,
con oficios no debidos
se mantienen.
que nos dexan a deshora
¿quién lo duda?
No les pidamos firmeza,
pues que son de una señora
que se muda;
que bienes son de Fortuna
que revuelve con su rueda
presurosa,
la cual no puede ser una,
ni estar estable ni queda
en una cosa.
y lleguen hasta la huesa
con su dueño:
por esso no nos engañen,
pues se va la vida apriessa
como sueño.
Y los deleites de acá
son, en que nos deleitamos,
temporales,
y los tormentos de allá,
que por ellos esperamos,
eternales.
desta vida trabajada
que tenemos,
¿qué son sino corredores
y la muerte, la celada
en que caemos?
No mirando a nuestro daño,
corremos a rienda suelta
sin parar;
desque vemos el engaño
y queremos dar la vuelta,
no hay lugar.
tornar la cara fermosa
corporal,
como podemos hazer
el ánima gloriosa
angelical,
¡qué diligencia tan viva
toviéramos toda hora,
y tan presta,
en componer la cativa,
dexándonos la señora
descompuesta!
que vemos por escrituras
ya passadas,
con casos tristes, llorosos,
fueron sus buenas venturas
trastornadas.
Assí que no hay cosa fuerte,
que a papas y emperadores
y perlados,
assí los trata la muerte
como a los pobres pastores
de ganados.
que sus males no los vimos
ni sus glorias;
dexemos a los romanos,
aunque oímos y leimos
sus historias.
No curemos de saber
lo de aquel siglo passado
qué fue d’ello;
vengamos a lo de ayer,
que también es olvidado
como aquello.
¿Los Infantes de Aragón,
qué se hizieron?
¿Qué fue de tanto galán?
¿Qué fue de tanta invención
como truxieron?
Las justas y los torneos,
paramentos, bordaduras
y cimeras,
¿fueron sino devaneos?,
¿que fueron sino verduras
de las eras?
sus tocados, sus vestidos,
sus olores?
¿Qué se hizieron las llamas
de los fuegos encendidos
de amadores?
¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se hizo aquel dançar,
aquellas ropas chapadas
que traían?
don Enrique, !qué poderes
alcançaba!,
¡cuán blando, cuán halaguero
el mundo con sus plazeres
se le daba!
Mas veréis, ¡cuán enemigo,
cuán contrario, cuán cruel
se le mostró!;
habiéndole sido amigo,
¡cuán poco duró con él
lo que le dio!
los edificios reales
llenos de oro,
las vaxillas tan febridas,
los enriques y reales
del tesoro,
los jaezes y caballos
de su gente, y atavíos
tan sobrados,
¿dónde iremos a buscallos?;
¿qué fueron, sino rocíos
de los prados?
que, en su vida, sucessor
se llamó,
¡qué corte tan excelente
tuvo y cuánto gran señor
que le siguió!
Mas, como fuesse mortal,
metióle la muerte luego
en su fragua.
¡Oh, juïzio divinal!,
cuando más ardía el fuego
echaste agua.
maestre que conoscimos
tan privado,
no cumple que dél se hable,
sino solo que lo vimos
degollado.
Sus infinitos tesoros,
sus villas y sus lugares,
su mandar,
¿qué le fueron sino lloros?,
¿fuéronle sino pesares
al dexar?
maestres tan prosperados
como reyes,
que a los grandes y medianos
truxeron tan sojuzgados
a sus leyes;
aquella prosperidad
que tan alto fue subida
y ensalzada,
¿qué fue sino claridad
que, estando más encendida,
fue amatada?
tantos marqueses y condes,
y barones
como vimos tan potentes,
di, Muerte, ¿dó los escondes
y traspones?
Y las sus claras hazañas
que hizieron en las guerras
y en las pazes,
cuando tú, cruda, te ensañas,
con tu fuerça las atierras
y deshazes.
los pendones y estandartes
y banderas,
los castillos impugnables,
los muros y baluartes
y barreras,
la cava honda, chapada,
o cualquier otro reparo
¿qué aprovecha?
Que si tú vienes airada,
todo lo passas de claro
con tu flecha.
amado por virtuoso
de la gente,
el maestre don Rodrigo
Manrique, tan famoso
y tan valiente;
sus grandes hechos y claros
no cumple que los alabe,
pues los vieron,
ni los quiero hazer caros,
pues el mundo todo sabe
cuales fueron.
¡Qué señor para criados
y parientes!
¡Qué enemigo de enemigos!
¡Qué maestro de esforçados
y valientes!
¡Qué seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
¡Qué razón!
¡Qué benigno a los sujetos,
y a los bravos y dañosos,
un león!
Julio César, en vencer
y batallar;
en la virtud, Africano;
Aníbal, en el saber
y trabajar;
en la bondad, un Trajano;
Tito, en liberalidad
con alegría;
en su braço, Aurelïano;
Marco Atilio, en la verdad
que prometía.
Marco Aurelio, en igualdad
del semblante;
Adrïano, en elocuencia;
Teodosio, en humanidad
y buen talante;
Aurelio Alexandre fue
en disciplina y rigor
de la guerra;
un Costantino, en la fe;
Camilo, en el gran amor
de su tierra.
ni alcançó grandes riquezas
ni vaxillas,
mas hizo guerra a los moros
ganando sus fortalezas
y sus villas.
Y en las lides que venció,
muchos moros y caballos
se perdieron,
y en este oficio ganó
las rentas y los vasallos
que le dieron.
en otros tiempos passados,
¿cómo se hubo?:
Quedando desamparado,
con hermanos y criados
se sostuvo.
Después que hechos famosos
hizo en esta dicha guerra
que hazía,
hizo tratos tan honrosos
que le dieron aun más tierra
que tenía.
que con su braço pintó
en la joventud,
con otras nuevas victorias
agora las renovó
en la senectud.
Por su gran habilidad,
por méritos y ancianía
bien gastada,
alcançó la dignidad
de la gran caballería
de la Espada.
ocupadas de tiranos
las halló,
mas por cercos y por guerras,
y por fuerça de sus manos
las cobró.
Pues nuestro Rey natural,
si de las obras que obró
fue servido,
dígalo el de Portugal,
y en Castilla quien siguió
su partido.
tantas vezes por su ley
al tablero,
después de tan bien servida
la corona de su Rey
verdadero,
después de tanta hazaña
a que no puede bastar
cuenta cierta,
en la su villa de Ocaña
vino la Muerte a llamar
a su puerta.
dexad el mundo engañoso
y su halago,
vuestro coraçón de azero
muestre su esfuerço famoso
en este trago;
y pues de vida y salud
hezistes tan poca cuenta
por la fama,
esforçad vuestra virtud
para sofrir esta afruenta
que os llama.
la batalla temerosa
que esperáis,
pues otra vida más larga
de fama tan glorïosa
acá dexáis.
Aunque esta vida de honor
tampoco no es eternal
ni verdadera,
mas con todo es muy mejor
que la otra temporal,
perescedera.
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable
en que moran los pecados
infernales.
Mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos y aflicciones
contra moros.
tanta sangre derramastes
de paganos,
esperad el galardón
que en este mundo ganastes
por las manos;
y con esta confiança,
y con la fe tan entera
que tenéis,
partid con buena esperança,
que esta otra vida tercera
ganaréis».
en esta vida mezquina
por tal modo,
que mi voluntad está
conforme con la divina
para todo;
y consiento en mi morir
con voluntad plazentera,
clara y pura,
que querer hombre vivir,
cuando Dios quiere que muera,
es locura.»
tomaste forma servil
y baxo nombre;
Tú, que a tu divinidad
juntaste cosa tan vil
como el hombre;
Tú, que tan grandes tormentos
sufriste sin resistencia
en tu persona;
no por mis merescimientos,
mas por tu sola clemencia,
me perdona.»
todos sentidos humanos
conservados,
cercado de su mujer,
y de hijos, y hermanos,
y criados,
dio el alma a quien gela dio,
ei cual la ponga en el cielo
en su gloria.
Y aunque la vida murió,
nos dexó harto consuelo
su memoria.DICIENDO QUE COSA ES AMOR
que fuerça toda razón;
una fuerça de tal suerte,
que todo seso convierte
en su fuerça y afición;
una porfía forçosa
que no se puede vencer,
cuya fuerça porfiosa
hacemos más poderosa
queriéndonos defender.
con las mudanças que hace:
una vez pone tristura,
otra vez causa holgura,
como lo quiere y le place;
un deseo que al ausente
trabaja, pena y fatiga;
un recelo que al presente
hace callar lo que siente,
temiendo pena que diga.
tiene el verdadero amor;
el falso, mil falsedades,
mil mentiras, mil maldades
como fengido traidor;
el toque para tocar
cuál amor es bien forjado,
es sofrir el desamar,
que no puede comportar
el falso sobredorado.POR QUÉ ESTANDO ÉL DURMIENDO LO BESÓ SU AMIGA
pues me heristes, durmiendo,
de una herida que entiendo
que será mayor pasión
el deseo de otra tal
herida como me distes,
que no la llaga ni mal
ni daño que me hecistes.
mas con tales condiciones,
que de tales traiciones
cometáis mil cada día;
pero todas contra mí,
porque, de aquesta manera,
no me place que otro muera
pues que yo lo merecí.
Fin
herida que otro mal sana:
quien durmiendo tanto gana,
nunca debe despertar.CASTILLO DE AMOR
señora, vuestra memoria,
de mudanza,
que jamás nunca ha podido
alcanzar de mí victoria,
olvidanza:
porque estáis apoderada
vos de toda mi firmeza
en tal son,
que no puede ser tomada
a fuerza mi fortaleza
ni a traición.
está en los altos alcores
de una cuesta,
sobre una peña tajada,
maciza toda de amores,
muy bien puesta;
y tiene dos baluartes
hacia el cabo que ha sentido
el olvidar,
y cerca a las otras partes,
un río mucho crecido,
que es membrar.
las almenas de lealtad,
la barrera
cual nunca tuvo amador,
ni menos la voluntad
de tal manera;
la puertas de un tal deseo,
que aunque esté del todo entrada
y encendida,
si presupongo que os veo,
luego la tengo cobrada
y socorrida.
en medio de un corazón
muy leal,
y después todas chapadas
de servicios y afición
muy desigual;
de una fe firme la puente
levadiza, con cadena
de razón,
razón que nunca consiente
pasear hermosura ajena
ni afición.
y son de la condición
que dirá aquí:
que no pueda mirar de ellas
sin ver a vos en visión
delante mí;
mas no visión que me espante,
pero póneme tal miedo,
que no oso
deciros nada delante,
pensando ser tal denuedo
peligroso.
en una torre muy alta,
que es verdad,
sed cierta que no hará,
señora, ninguna falta
ni fealdad;
que ninguna hermosura
no puede tener en nada
ni buen gesto,
pensando en vuestra figura
que siempre tiene pensada
para esto.
está del todo caída
a todas partes,
porque vuestra hermosura
la ha muy recio combatida
con mil artes;
con jamás no querer bien,
antes matar y herir
y desamar
un tal servidor, a quien
siempre debiera gustar
y defensar.
que son cuidados y males
y dolores,
angustias, fuertes pasiones,
y penas muy desiguales
y temores,
que no pueden fallecer
aunque estuviese cercado
dos mil años,
ni menos entrar placer
a do hay tanto cuidado
y tantos daños.
está puesto toda hora
un estandarte,
que muestra por vasallaje
el nombre de su señora
a cada parte;
que comienza como más
el nombre y como valer
el apellido,
a la cual nunca jamás,
yo podré desconocer,
aunque perdido.
con muy firme juramento
y fuerte jura,
como vasallo hidalgo
que por pesar ni tormento
ni tristura,
a otro no lo entregar
aunque la muerte esperase
por vevir,
ni aunque lo venga a cercar
el Dios de Amor, y llegase
a lo pedir.ESCALA DE AMOR
mi voluntad reposaba,
cuando escalaron el muro
do mi libertad estaba:
a escala vista subieron
vuestra beldad y mesura,
y tan de recio hirieron,
que vencieron mi cordura.
huyeron a lo más fuerte,
mas iban ya mal heridos
con sendas llagas de muerte;
y mi libertad quedó
en vuestro poder cativa;
mas placer hobe yo
desque supe que era viva.
ellos fueron consintientes,
ellos fueron causadores
que entrasen aquestas gentes
que el atalaya tenían,
y nunca dijeron nada
de la batalla que vían,
ni hicieron ahumada.
aquestos escaladores
abrieron el mi costado,
y entraron vuestros amores;
y mi firmeza tomaron,
y mi corazón prendieron,
y mis sentidos robaron,
y a mí sólo no quisieron.
Fin
mis ojos, y qué traición:
por una vista que os vieron,
venderos mi corazón!
ya les placía hacer,
vendieran mi triste vida
y hobieran dello placer;
no tienen escusación:
¡por una vista que os vieron,
venderos mi corazón!ACORDAOS, POR DIOS, SEÑORA…
cuánto ha que comencé
vuestro servicio,
cómo un día ni una hora
nunca dejo ni dejé
de tal oficio;
acordaos de mis dolores,
acordaos de mis tormentos
que he sentido;
acordaos de los temores
y males y pensamientos
que he sufrido.
me hallastes siempre firme
y muy leal;
acordaos como en ausencia
nunca pude arrepentirme
de mi mal;
acordaos como soy vuestro
sin jamás haber pensado
ser ajeno;
acordaos como no muestro
el medio mal que he pasado
por ser bueno.
en mi vida una mudanza
que hiciese;
en la vuestra una esperanza
que viviese;
acordaos de la tristura
que siento yo por la vuestra
que mostráis;
acordaos ya, por mesura,
del dolor que en mí se muestra
y vos negáis.
y soy a vuestra belleza
con razón;
acordaos que soy secreto,
acordaos de mi firmeza
y afición;
acordaos de lo que siento
cuando parto y vos quedáis
o vos partís;
acordaos como no miento,
aunque vos no lo pensáis,
según decís.
que me habéis hecho pasar,
y los gemidos;
acordaos que ya de mis ojos,
que de mis males llorar
están perdidos;
acordaos de cuánto os quiero;
acordaos de mi deseo
y mis sospiros;
acordaos como si muero
de estos males que poseo,
es por serviros.
un tal cargo sobre vos
si me matáis,
que nunca lo pagaréis
ante el mundo ni ante Dios,
aunque queráis;
y aunque yo sufra paciente
la muerte y de voluntad
mucho lo hecho,
no faltará algún pariente
que dé queja a la Hermandad
de tan mal hecho.
torno ya a pedir merced
a la bondad,
no porque haya gran cobdicia
de vevir, mas vos habed
ya piedad;
y creedme lo que os cuento,
pues que mi mote sabéis
que dice así:
Ni miento ni me arrepiento,
ni jamás conocerés
ál en mí.
mi servir y mi querer
y firme fe,
consentid que vuestro sea,
pues que vuestro quiero ser
y lo seré.
Y perded toda la duda
que tomastes contra mí
de ayer acá,
que mi servir no se muda,
aunque vos pensáis que sí,
ni mudará.COPLAS
acaba en las letras primeras de todas las coplas.
galardón por su servir!
¡Guay de quien jamás entiende
guarecer ya ni morir!
¡Guay de quien ha de sufrir
grandes males sin gemido!
¡Guay de quien ha perdido
gran parte de su vevir!
vuestra belleza me dio,
ventura no me fue buena,
voluntad me cativó;
veros sólo me tornó
vuestro sin más defenderme;
virtud pudiera valerme,
valerme, mas no valió.
yo soy el que los espera;
yo soy el desesperado,
yo soy el que desespera;
yo soy el que presto muera,
y no viva, pues no vivo;
yo soy el que está cativo
y no piensa verse fuera.
oh, si la pena en que estó,
oh, si mis fuertes pasiones
osase descubrir yo!
¡Oh, si quien a mí las dio
oyese la queja dellas!
¡Oh, qué terribles querellas
oiríe que ella causó!
muerta ya por su ocasión;
mostrara una gran herida
mortal en el corazón;
mostrara una sinrazón
mayor de cuantas he oído;
matar un hombre vencido,
metido ya en la prisión.
agora veo que muero;
agora fuese yo vuelto
a ser vuestro prisionero;
aunque muriese primero,
a lo menos moriría
a manos de quien podría
acabar el bien que espero.
Rabia terrible me aqueja,
rabia mortal me destruye,
rabia que jamás me deja,
rabia que nunca concluye;
remedio siempre me huye,
reparo se me desvía,
revuelve por otra vía
revuelta y siempre rehuye.CANCIONES
ven, porque viva contigo;
quiéreme, pues que te quiero,
que con tu venida espero
no tener guerra conmigo.
no lo hay por ningún medio,
porque mi grave herida
es de tal parte venida,
que eres tú sola remedio.
Ven aquí, pues, ya que muero;
búscame, pues que te sigo
quiéreme, pues que te quiero,
e con tu venida espero
no tener vida conmigo.ESPARZAS
Yo callé males sufriendo,
y sofrí penas callando;
padecí no mereciendo,
y merecí padeciendo
los bienes que no demando:
si el esfuerzo que he tenido
para callar y sofrir,
tuviera para decir,
no sintiera mi vevir
los dolores que ha sentido.
Pensando, señora, en vos,
vi en el cielo una cometa:
es señal que manda Dios
que pierda miedo y cometa
a declarar el deseo
que mi voluntad desea,
porque jamás no me vea
vencido como me veo
en esta fuerte pelea
que yo conmigo peleo.
Callé por mucho temor;
temo por mucho callar,
que la vida perderé;
así con tan gran amor
no puedo, triste, pensar
qué remedio me daré.
Porque alguna vez hablé,
halléme de ello tan mal,
que, sin duda, más valiera
callar, mas también callé
y pené tan desigual,
que, más callando, muriera.GLOSA
ni digo ni me desdigo,
ni estoy triste ni contento,
ni reclamo ni consiento
ni fío ni desconfío;
ni bien vivo ni bien muero,
ni soy ajeno ni mío,
ni me vengo ni porfío,
ni espero ni desespero.
Fin
en una fuerte contienda,
y no hallo quien me entienda,
ni yo tampoco me entiendo;
entiendo y sé lo que quiero,
mas no entiendo lo que quiera
quien quiere siempre que muera
sin querer creer que muero.GVYOMAR (GUIOMAR)
galardón por su seruir!
Guay de quien jamás entiende
guarescer ya ni morir!
Guay de quien ha de sufrir
grandes males sin gemido!
Guay de quien ha perdido
gran parte de su beuir!
vuestra belleza me dio:
ventura no me fue buena,
voluntad me catiuó.
Veros sólo me tornó
vuestro, sin más defenderme;
virtud pudiera valerme,
valerme, mas no valió.
yo soy el que los espera,
yo soy el desesperado,
yo soy el que desespera.
Yo soy el que presto muera
y no biua, pues no biuo;
yo soy el qu’está catiuo
y no piensa verse fuera.
O, si la pena en qu’estó!
O, si mis fuertes passiones
ossase descobrir yo!
O, si quien a mí las dio
oyesse la quexa dellas!
O, qué terribles querellas
oyrié qu’ella causó!
muerta ya por su ocasión,
mostrara vna gran herida
mortal en el coraçón,
mostrara vna sinrazón
mayor de quantas he oýdo:
matar vn ombre vencido
metido ya en la prisión.
agora veo que muero;
agora fuesse yo buelto
a ser vuestro prisionero.
Aunque muriesse primero,
a lo menos moriría
a manos de quien podría
acabar el bien qu’espero.
rauia mortal me destruye,
rauia que jamás me dexa,
rauia que nunca concluye.
Remedio siempre me huye,
reparo se me desuía,
rebuelue por otra vía
rebuelta y siempre rehuye.A UNA DAMA MUY HERMOSA
en quien tanta gracia cabe,
quien os hizo que os alabe,
que mi lengua ya ni osa
ni lo sabe.
Y pues nombre de hermosa
os puso como joyel,
¿quién osará sino Aquél
cuya mano poderosa
hizo a vos cual hizo a Él?
quien la haze es quien la’smalta,
pues hermosura tan alta,
que la loe quien la cría
tan sin falta.
Y si alguno acá quisiere
pensar que quiere loaros,
vaya a veros, y si os viere,
cuando acabe de miraros
no sabrá sino adoraros.
en perfectión el pintor,
siempre tiene algún temor
que la hiziera, si mirara,
muy mejor.
Mas quién a vos os crió
no tiene temor d’aquesto,
porque en todo vuestro gesto
las figuras qu’Él pintó
gran gentileza les dio.
y su Madre gloriosa
no criaron tan preciosa
hermosura como vos,
ni tan hermosa.
Y pues tanta perfectión
os dieron sin diferencia,
a vuestra gran excelencia
escrivo por conclusión:
«Dios haga vuestra canción.»ELEGÍA A MI PADRE
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el placer,
cómo después de acordado
da dolor,
cómo a nuestro parescer,
cualquiera tiempo pasado
fué mejor.
cómo en un punto es ido
y acabado
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
má que duró lo que vió,
porque todo ha de pasar
por tal manera.
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos á se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos;
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.YO SOY QUIEN LIBRE ME VI…
yo, quien pudiera olvidaros;
yo só el que, por amaros,
estoy, desque os conoscí,
«sin Dios, y sin vos, y mí».
sin vos, pues no me queréis;
pues sin mí ya está de coro
que vos sois quien me tenéis.
Assí que triste nascí,
pues que pudiera olvidaros.
Yo so el que, por amaros,
estó, desque os conoscí,
sin Dios, y sin vos, y mí».DICIENDO QUE COSA ES AMOR
que fuerça toda razón;
una fuerça de tal suerte,
que todo seso convierte
en su fuerça y afición;
una porfía forçosa
que no se puede vencer,
cuya fuerça porfiosa
hacemos más poderosa
queriéndonos defender.
con las mudanças que hace:
una vez pone tristura,
otra vez causa holgura,
como lo quiere y le place;
un deseo que al ausente
trabaja, pena y fatiga;
un recelo que al presente
hace callar lo que siente,
temiendo pena que diga.
tiene el verdadero amor;
el falso, mil falsedades,
mil mentiras, mil maldades
como fengido traidor;
el toque para tocar
cuál amor es bien forjado,
es sofrir el desamar,
que no puede comportar
el falso sobredorado.CANCIÓN
desgrado, pena y dolor,
parto yo, triste amador
d’amores desamparado,
d’amores, que no d’amor.
de lo que mi vida quiere,
ni halla vida, ni muere,
ni queda, ni va conmigo:
sin ventura, desdichado,
sin consuelo, sin favor,
parto yo triste amador,
d’amores desamparado,
d’amores, que no d’amor.QUIEN NO ESTUVIERE EN PRESENCIA…
no tenga fe en confianza,
pues son olvido y mudanza
las condiciones de ausencia.
trabaje por ser presente,
que cuan presto fuere ausente,
tan presto será olvidado:
y pierda toda esperanza
quien no estuviere en presencia,
pues son olvido y mudanza
las condiciones de ausencia.TAPIA
amor en otro querer,
mas no que tenga poder
para hazer olvidar.
d’una dama que no veo,
tengo tan nuevo el desseo
que no sé cómo me bivo.
Y por esto de pensar
que ausencia mude querer,
mas no que tenga poder
para poder olvidar.ESTANDO TRISTE, SEGURO…
mi voluntad reposava,
quando escalaron el muro
do mi libertad estava.
A escala vista subieron
vuestra beldad y mesura,
y tan de rezio hirieron
que vencieron mi cordura.
huyeron a lo más fuerte,
mas ivan ya malheridos
con sendas llagas de muerte.
Y mi libertad quedó
en vuestro poder cativa,
mas gran plazer ove yo
desque supe qu’era biva.
ellos fueron consintientes,
ellos fueron causadores
qu’entrassen aquestas gentes
qu’el atalaya tenían
y nunca dixeron nada
de la batalla que vían,
ni hizieron ahumada.
aquestos escaladores,
abrieron el mi costado
y entraron vuestros amores,
y mi firmeza tomaron,
y mi coraçón prendieron
y mis sentidos robaron,
y a mí solo no quisieron.
mis ojos y qué traición:
¡por una vista que os vieron,
venderos mi coraçón!
ya les plazía hazer,
vendieran mi triste vida
y oviera dello plazer.
no tienen escusación:
¡por una vista que os vieron
venderos mi corazón!