y 3,061 POETAS Sugeridos e Invitados
1.A UN LOCO DE ATAR [Poema del Editor]
2.Lauren García [Poeta sugerido]

Textos aquí: 1. del Editor, 2. del Poeta sugerido y 3. del Invitado (opcional)
MI POEMA …de medio pelo
El juicio al fin perdió. Que Dios le ampare.
Sujeto como estuvo a un maleficio,
-pensar solo pensar era su oficio-,
que en esto de pensar no hay quien lo pare
no existe en su cerebro otro resquicio.
Pensar y analizar y discurrir
y vuelta y consiguiente a marear,
las dudas a dejar en mal lugar
hablando sin saber lo que decir
dispuesto hasta morir o naufragar.
Pensar o meditar, tal para cual,
en Dios, el mundo, el diablo y la existencia,
pensar o meditar, pedir clemencia
si tuvo que penar pues que hizo mal
deseando por saber con su impaciencia.
Volviendo a las andadas su sesera
de tanto violentar se le secó.
Posible es le pasara, digo yo,
que aquel loco de atar él se creyera
que el tiempo no se acaba. Y se murió.
©donaciano bueno
MI POETA SUGERIDO: Lauren García
Una muestra de sus poemas:
PÓSTER DE MUJER
Bienaventurados los camioneros
que viajan a un país
cuya lengua desconocen,
los relojeros que ponen en solfa la hora,
los trabajadores de los talleres
que ofrecen tensión y yunque al amanecer.
Y todos los que deslizando el impudor del sudor
tras de sí esconden la foto de una mujer desnuda.
APOLOGÍA DE LA PALABRA
A Pilar Rubiera y Andrés Montes
Y vimos al enemigo
en la danza de la muerte
para percibir que la palabra
no sólo era belleza indómita,
sino defensa de falsos aduladores pacatos
y ruines personajes de saldo.
Tanteamos en el bosque de las preguntas,
presas del silencio mudo
y de árboles talados
con el hacha más gris de la mañana.
Y, ¿cómo borrar las heridas
de la misma luz?
EN EL NOMBRE DEL PADRE
A mi padre Laureano
El whisky en la barra y el fango
fueron bidones ardiendo en las calles,
familias como banderas rasgadas.
Llegó el último adiós del vapor
de un barco en un muelle.
La justificación de la oración
de unas palabras sagradas y sangradas:
“Ve y vive.”
Las canciones que ensambló el viento
fueron marihuana compartida en unos labios,
el estrillo de una melena rubia hermana.
Era el momento de tatarear “Like a rolling stone”:
“¿No es así?”.
Vagabundos ante la ciudad
y con el pavor de unos centavos en el bolsillo.
El amor libre era apoyarse en la farola de un cruce.
El mapa del horizonte
se mordía como ácido lisérgico.
Aquel sueño de juventud se derribó
entre guitarras descabelladas
y cervezas que contenían nitroglicerina.
Pero, ¿cuándo el mundo comprendió a un corazón?
Las falsas leyes de los hombres sobornaron al diablo.
La aurora enciende la última vela derretida de cera
y bondad en la última patria de las cárceles.
Las arrugas de la inocencia proclamaron
que la verdadera justicia es la mirada de un padre.
CHRISSIE HYNDE
Dame esa voz
rompiendo el instante
que no duda y aparece entre la niebla
que despistó al horizonte.
La dulzura modulada esta tarde de lluvia,
la noche ronca apaciguada en un acorde de guitarra.
Resiste el corazón en las llamaradas del tiempo
y la sangre nos hace seres humanos.
No importa que tiemble el día.
EL TACTO DEL GESTO
Dibuja solamente pájaros que vuelen.
Esculpe la imperfección de un beso.
Aprende la caligrafía
que fue más allá de la ruta de la seda.
Aquel idioma que desconoces
es el que mejor expresa
el tacto de un gesto.
MI POETA INVITADO: Francisco Tarajano
TENGO GANAS
(A Oswaldo Brito)
Tengo ganas de amar
al pobre hombre que se droga con ron,
y ganas de abrazar
al niño pobre que come amargor.
Tengo ganas de besar a la viuda,
mocha de dulce amor,
y ganas de abrigar a la huerfanita
que quedó sin calor.
Tengo ganas de aunar
mis lágrimas con madres de dolor
a quienes la voraz
guerra en pozos lutosos sepultó.
Tengo ganas, patrón,
de tus sueldos mezquinos olvidar,
y ganas de que un sol
de justicia alumbre el lóbrego hogar.
Tengo ganas de que no haya color
ni agrio cliché racial,
y ganas de que el cielo llueva amor
como dulce maná.
Tengo ganas de alzar
con los hombres sojuzgados mi voz,
y ganas de soltar
al aherrumbrado en triste prisión.
Tengo ganas de sembrar libertad,
desterrar el terror,
y con duros peñascos escachar
al tirano opresor.
Tengo ganas, oh Dios,
de estrujar con mis manos al satán
que clava el corazón
y al caín que huele a sangre fraternal.
Tengo ganas de tirar al avión
preñado de maldad,
y ganas de hundir al barco invasor
en el fondo del mar.
Tengo ganas de paz,
como de agua el suplicante cardón.
Quiero sólo escuchar
del hermano-hombre toda la canción.
De: «Años malditos» (1980) Academia Canaria de la Lengua







