1.EMIGRANTES [Poema del Editor]
2.Alberto Hernández [Poeta sugerido]

Textos aquí: 1. del Editor, 2. del Poeta sugerido y 3. del Invitado (opcional)

MI POEMA… de medio pelo

 

Es aquí, donde hoy vivo, que hay mucha gente,
todos tan diferentes, de otros países,
unos hay que olvidaron ya sus raíces,
otros sé que las tienen siempre presente.

Todos los que conozco, seres humanos,
bailan al mismo ritmo que aquí se toca,
pisan como nosotros la misma roca,
suturan de sus puses los mismos granos.

Unos vienen huyendo de alguna guerra
a otros les mueve solo un plan de aventura,
para hacer su dorado, o poner sutura
al hambre y la miseria, la vida perra.

Van cual almas impías, mochila al hombro,
sin conocer siquiera qué les espera,
con la mano vacía en la faltriquera,
guardando las vivencias para su asombro.

Detrás fueron dejando sus ilusiones
embriagados de rabia y desesperanza,
van andando el camino con su mudanza
intentando entender a las sinrazones.

Esperando les llegue quizás un día
en que lo que hoy hicieron den por bien hecho,
que las flores renazcan sobre el barbecho,
celebrando aquel hecho con alegría.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Alberto Hernández

La tumba

Sin cementerio
En plena soledad
Disfruta de su exilio.

La ira

Muerde el instante. Una llaga visible en la mirada.
Siempre retornar y no hacerlo,
Quedar en el mismo sitio, envuelto por la linfa de los días.
El país es una de las tantas derrotas. La única, quizás.
La pérdida, la muerte, el estupor, los tantos vacíos en el estómago.
Las ganas de extraviarse en el barro. Ser atropellado por una tormenta de grillos.
La ira, esa acumulación de insectos en las venas.
No hay otro país. El que nos quedaba a un costado, muere sin ayuda.

POEMAS ANDARIEGOS

(Textos extraviados una vez y otra vez)

Todo relámpago estima que ha sido utilizado
para descubrir el rostro del asombro. De lo contrario
se comportaría como el fenómeno que se anuncia
antes de pisar la alfombra.
(…)

Un violín atado a la ventana
hace esfuerzos por escapar a la calle.
El genio, el Stradivarius que lleva
en la madera, no le permite
ciertas extravagancias.
Con razón el estudiante llora
cada vez que advierte su silencio.
(…)

Sin ánimo
de lanzarse al abismo
el poeta (el que contempla el vacío
con media sonrisa)
inicia el ejercicio de su depuración.
(…)

Le ha sido dado a la multitud
el don de la quimera. Por eso
-al abandonar el lugar del abuso-
ahonda el grito
el fracaso del vértigo.
(…)

La profundidad del beso
lo condenó a un silencio mudable
y sin medir las consecuencias
de la única palabra
que pudo pensar
se desató del abrazo
intentó un monosílabo asiático
y huyó.

–para Israel Centeno–

Como todos los cielos caben
en la ceguera cóncava de un solo exilio.
Adalber Salas Hernández
*
…nadie se libra de su biografía.
Javier Cercas
*
Hoy es siempre todavía.
Antonio Machado

Exilios

1.-
Son varios
Son varios los exilios y uno solo
Son todos los exilios en los huesos

En el estiércol que consume las noches
En la pelvis que sostiene el borde que tragamos.

Y así
Suspendidos en el aire mientras las nubes pasan
Los ojos
Y unos pájaros que flotan en el barro.
Son varios
Son muchos los exilios que han signado la carne:
Son tantos descontados
Son otros olvidados, espiados, carcomidos.
La muela de una hora estrangula el olvido.
Nos quedamos atrás en el atrás del miedo.
En ojos que no miran, precisos y plurales
Comidos de otra tierra y en polvo se olvidaron.
Ciego es el exilio, cóncavo su cielo:
Y airado por la muerte, el sol es tan distinto,
Tan distinta la vida y tan distinta la muerte.

2.-
Yo fui carne de exilio y estuve un tiempo muerto.

3.-
Fui sombra de mi sombra y regresé hecho sombra.

4.-
Son tantos los olvidos
Son tantos los exilios
Era tanta la muerte de los que se perdieron
Fueron los huesos de mi joven padre
En un camposanto de tumbas desterradas.
Son tantos los exilios
Los que llevo en la sombra
La que hinca mis huellas y se asoma
Desorbitados ojos / relámpagos y sueños.
Un desierto amaga la arena de la sangre:
El exilio regresa conmigo en la penumbra.
Nada queda de aquello
Nada queda de ahora.
Tanto exilio, ensogado a la angustia
Vértebra de animal suficiente y piadoso.

5.-
Exilio,
Son tantos los exilios.
Cierro los ojos y pronuncian mi nombre.
Regreso a la crueldad del sobresalto.
A un solo exilio.

Rosalía de Castro

Adiós, Ríos, Adios Fontes

Cantares Galegos, 15

Adiós, ríos; adios, fontes;
adios, regatos pequenos;
adios, vista dos meus ollos:
non sei cando nos veremos.
Miña terra, miña terra,
terra donde me eu criei,
hortiña que quero tanto,
figueiriñas que prantei,
prados, ríos, arboredas,
pinares que move o vento,
paxariños piadores,
casiña do meu contento,
muíño dos castañares,
noites craras de luar,
campaniñas trimbadoras,
da igrexiña do lugar,
amoriñas das silveiras
que eu lle daba ó meu amor,
camiñiños antre o millo,
¡adios, para sempre adios!
¡Adios groria! ¡Adios contento!
¡Deixo a casa onde nacín,
deixo a aldea que conozo
por un mundo que non vin!
Deixo amigos por estraños,
deixo a veiga polo mar,
deixo, en fin, canto ben quero…
¡Quen pudera non deixar!…

Mais son probe e, ¡mal pecado!,
a miña terra n’é miña,
que hastra lle dan de prestado
a beira por que camiña
ó que naceu desdichado.
Téñovos, pois, que deixar,
hortiña que tanto amei,
fogueiriña do meu lar,
arboriños que prantei,
fontiña do cabañar.
Adios, adios, que me vou,
herbiñas do camposanto,
donde meu pai se enterrou,
herbiñas que biquei tanto,
terriña que nos criou.
Adios Virxe da Asunción,
branca como un serafín;
lévovos no corazón:
Pedídelle a Dios por min,
miña Virxe da Asunción.
Xa se oien lonxe, moi lonxe,
as campanas do Pomar;
para min, ¡ai!, coitadiño,
nunca máis han de tocar.
Xa se oien lonxe, máis lonxe
Cada balada é un dolor;
voume soio, sin arrimo…
¡Miña terra, ¡adios!, ¡adios!
¡Adios tamén, queridiña!…
¡Adios por sempre quizais!…
Dígoche este adios chorando
desde a beiriña do mar.
Non me olvides, queridiña,
si morro de soidás…
tantas légoas mar adentro…
¡Miña casiña!,¡meu lar!

Bio de autores en esta página

"No están todos los que son pero son todos los que están."

  • Alberto Hernández Poeta, narrador, periodista y pedagogo venezolano (Calabozo, 1952). Reside en Maracay, Aragua. En 2020 fue designado miembro correspondiente de la Academia Venezolana de la Lengua por el estado Aragua. Tiene un posgrado en literatura latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar (USB) y fue fundador de la revista Umbra. Fuente

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  • Rosalía de Castro fue una escritora nacida en Santiago de Compostela en el año 1837 y fallecida en La Coruña en 1885. Se dedicó a la creación de prosa y poesía, tanto en idioma castellano como en gallego y se la reconoce como una de las figuras más importantes de las letras de su época. Sin lugar a dudas, fue con sus «Cantares Gallegos» que enalteció el nombre de su patria y contribuyó a su renacimiento cultural, concediéndole un lugar importante ante una nación que ya la daba por extinta. Continuando con su legado poético, que resalta por sobre su también brillante narrativa, dejó dos obras más que demuestran la grandeza de su arte: «Follas Novas» y «En las orillas del Sar». Con respecto a su prosa, destacan sus títulos «La hija del mar», «El caballero de las botas azules» y «Padrón y las inundaciones». A continuación contamos con algunos de sus poemas, como ser «Dicen que no hablan las plantas».

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