1.LA INFANCIA, ESE TROCITO DE VIDA [Poema del Editor]
2.Carlos Fenoll [Poeta sugerido]

Textos aquí: 1. del Editor, 2. del Poeta sugerido y 3. del Invitado (opcional)

MI POEMA …de medio pelo

La infancia es ese trozo de la vida
que tienes bien guardado en tu zurrón,
la infancia en si no tiene explicación
pues llevas la lección bien aprendida
y nunca ya se olvida la lección.

La infancia es otro mundo, es otra historia,
un cuento en el que tú no pintas nada,
te intentan engañar que existe un hada
que un día ha de llevarte hasta la gloria
con sones de una música dorada.

Y hay otras, muchas veces, que amedrentan
tratando la verdad de meter miedo,
tú en medio la maraña, en ese enredo,
buscando una razón a lo que cuentan
pensando si eso a ti te importa un bledo.

La infancia, qué bonita que es la infancia
jugando sin saber a lo que juegas,
creyendo a pies juntillas sin más pegas,
inmerso en ese magma de ignorancia
dudando hasta agotar. Que estás a ciegas.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO:  Carlos Fenoll

SENDA DEL AMOR, SOLA

El corazón tiene sendas .
. Una senda clara y sola;
~ájaros muertos, brillantes,
en medio! Senda que llora
el no tener compañera,
no poder ser una v~ora,
ni siquiera lanza, diente,
uña. Le matan las otras
la espiga, el pájaro, el agua,
y le echan lodo a sus rosas.
¡Si ella pudiera ser libre,
ser, sin la senda afanosa
de la envidia, sin la senda
tísica del odio, sola!
¡Cómo cuidaría entonce~
los trigos, el pan, a rop
nave del horno, la tierra
triste, hasta la triste roca!
Ser sola, senda de amor.
En mi corazón tú sola:
agua brillante, pradera
brillante, brillante rosa.
. Si yo pudiera quebrar
ia amarga raíz de las otras
en mi corazón, sacarlas
de sus basuras más hondas!
y no podré nunca. ¡Nadie
podrá nunca, nunca! sola.
(Silho», núm. 1, Orihuela, 1936)

CANCIÓN A MI VIDA

Yo tengo para amarte, vida loca,
un cáliz de veneno aquí en mi boca,
un rayo en el latir del corazón
centellas en mis ojos melancólicos
y trazos de murciélagos diabólicos
que llevo en mi cerebro de león.
Yo tengo para amarte… tengo sólo
las furias más soberbias del dios Eolo
en noches de fatal desolación.
Yo tengo para amarte la amargura,
el canto de la pena y la tortura,
rugidos prolongados de león.
Amor huyó de ti. ¿Cómo voy a amarte?
Yo soy para ti el rayo que se parte
encima de la cumbre perennal…
Detesto ya la risa de tu boca.
Tu senda no es la mía, vida loca.
Tu risa fue mi abismo más fatal.
Revista “Actualidad”, Orihuela, 27 de agosto de 1930, nº 128

GABRIEL MIRÓ, en su obra «Las cerezas del cementerio».

¡Le he visto! ¡Le he visto! Surgió de la entraña
fragante, gloriosa, del lírico texto.
Subía solemne, ante mí, su figura,
cual nube de oro, cual nube de incienso…

Cantaban a gloria unos ángeles rubios;
los ángeles suyos, los ángeles bellos
que él viera un día, en torno a su mesa,
bajar a sus libros —jazmines inmensos—.

¡Le he visto! ¡Le he visto! Tenía una mano,
cual muerta azucena, dormida en su pecho.
Firmeza de roca de mar levantino
tenían sus ojos y azul de los cielos…

¡Le he visto! ¡Le he visto!… ¡Vivía, vivía!
Allá en la cumbrera bebíase el viento;
gustaba el perfume de ariscos matujos,
tomillos y flores; sabinas, romeros…
¡islaba su alma ! Su alma era aquella
sumida en tristezas, en éxtasis bellos,
con gozos de infancia, herida y fragante,
do brotan canciones, ternuras y besos.

¡Miró resucita!, se alza, solemne,
cual dios, en su tumba que cubren cerezos…
¡Le he visto! ¡Le he visto! Surgió de la entraña
fragante, gloriosa, del lírico texto.
Firmeza de roca de mar levantino
tenían sus ojos, y azul de los cielos…
El Pueblo de Orihuela, 30 de septiembre, nº 153, 1930

LA SONATA PASTORIL

A Miguel Hernández, el pastor que en la
paz y el silencio de la hermosa y fecunda
huerta orialana, canta las estrofas que le
inspira su propio corazón.

Cuando la tarde declina
y el sol va perdiendo el brillo
tras de la parda colina,
se siente la sonatina
de un alegre pastorcillo.

¡Es él! .. . El es quien inspira
de mi huerta los cantares;
y es su cayado la lira
que suena cuando suspira
el viento en los olivares.

Sus versos son cual la brisa
que acaricia con dulzura
cuando la tarde agoniza
al agua que se desliza
silenciosa en el Segura …

Y a torna a su hogar querido
por la vereda desierta
de su rebaño seguido
este pastor … ¡que ha nacido
para can»i:ar a su huerta!

Recoge en su seno el viento
la sonatina que canta
marchando con paso lento …

¡El cantar tiene un acento
de plegaria sacrosanta!

Ostenta el cielo un color
amarillento pulido …
¡Es el iris que al cantor
lo subraya con amor
después del deber cumplido.
El Pueblo de Oxihuela», núm. 97, 30 Diciembre, 1929)

JUEVES DE CARNAVAL

San Miguel.
Fragancia a tomillo. Sol.
Sube la gente en tropel
la cuesta de caracol.

Huevos, sal,
pan y vino moscatel.
Y el jueves de carnaval
se pasa… ¡como la miel!

Vueltas mil
al son alegre del vals
da la muchacha gentil. ..
(que por cierto no está mal).

Cantares
la juventud alegre entona
bajo bellos olivares
(mientras agarran la mona)

se encona
la rueda de las zagalas .. .
la risa no se abandona .. .
¡Parece que tienen alas!
¡Qué angelotes son! ¡Qué malas!

Y escribo
sobre una blanca cuartilla,
sentado en peñón altivo
mientras el sol dora y brilla:

San Miguel.
Fragancia a tomillo. Sol.
Baja la gente en tropel
la cuesta de caracol. ..
(1930)

SUPLICA

A Ramón Sijé, al empezar mi senda.

Tú, padre espiritual, noble y ameno
Ramón Sijé de la gran nariz de loro;
tú, hermano sentimental, breve y moreno;
tú, que encierras en tu pecho un pájaro de oro … ,
no consientas que yo, enfermo de ilusiones,
caiga, roto y sin fe, en mi primer camino.
Dame tu mano que arde en santas vibraciones,
dame tu fe y tu luz en el cáliz de un pino.
Y si a flote me llevas, desde la aurora-luz,
yo te daré mis brazos en forma de cruz
con el temblor de dos ramas mecidas
de almendro joven, bellamente floridos.

¡Yo te daré mis ojos llenos de puras
lágrimas de jazmín, transparentes de ternuras!
(1932)

MADRIGAL EN OCTAVILLAS

(A una hora inoportuna}

De todos los manantiales
de agua, metal o armonía,
el de tus labios frutales,
los de tu cabeza umbría.

De todos los infernales
crespones en agonía,
tu corazón, que me imanta,
tu corazón, que me canta.
«Silbo», núm. 2, Orihuela, Julio de 1936

MI POETA INVITADA:  Hugo Mújica

Llueve

Llueve
y al árbol le pesan sus hojas,
a los rosales sus rosas.

Llueve
y el jardín huele a infancia,

a cercanía de todos los milagros,
a ausencia de todas las memorias.

EN LA PIEL

A lo lejos, afuera,
cae
una lluvia
que tan sólo huelo, una lluvia
que aún no ha llegado.
Aquí
en la piel, como en una página
en blanco,
espero que el agua, la lluvia,
lo que vive y tiembla,
me sea alguna vez revelado.

ALTO, LEJOS

Alto,
lejos, por apenas
un instante
la nervadura de un relámpago
incendia de blanco mis ojos,
después todo regresa a lo oscuro,
pero ya no es sólo sombras:
son huellas de lo perdido.

Bio de autores en esta página

"No están todos los que son pero son todos los que están."

  • : Autor invitado

    Nació en Buenos Aires en 1942. Estudió Bellas Artes, Filosofía, Antropología y Teología. Esta variedad de estudios se plasma en una obra que abarca tanto la filosofía como la antropología, la narrativa, la mística, la poesía o la indagación estética.

    Entre sus obras se pueden citar los ensayos Origen y destino. De la memoria del poeta presocrático a la esperanza del poeta en la obra de Heidegger; Lo naciente. Pensando el acto creador, y, publicados en esta misma Editorial: La palabra inicialLa mitología del poeta en la obra de HeideggerFlecha en la nieblaIdentidad, palabra y hendidura; Poéticas del vacío. Orfeo, Juan de la Cruz, Paul Celan, la utopía, el sueño y la poesía, y La pasión según Georg Trakl. Poesía y expiación.

    Su obra poética, publicada en quince países y traducida a varios idiomas, ha sido recogida en Del crear y lo creado. Poesía completa 1983-2011Solemne y mesurado y Bajo toda la lluvia del mundo son sus dos libros de cuentos.

    Una vida rica en experiencias le ha proporcionado a Mujica buena parte del material para su obra: pasar la década de los sesenta en el Greenwich Village como pintor plástico, trabajar con Timothy Leary en investigaciones sobre el LSD y el proceso creador, participar en los movimientos antibélicos y por los derechos de igualdad racial y sexual, compartir el mismo gurú ?Swami Satchidananda? con Allen Ginsberg, vivir siete años en un monasterio de la orden trapense donde conoció a Thomas Merton y donde, dentro del silencio, comenzó a escribir y una vida de viajero, son algunos de los hitos que ha recorrido. 
    Para más información visitar su página web: Hugo Mujica

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  • Carlos Fenoll Felices (Orihuela, 7 de agosto de 1912 – Barcelona, 31 de diciembre de 1972) fue un poeta español, una figura clave de la llamada "Escuela de Orihuela" o "Generación del 36" y el amigo más íntimo de juventud de Miguel Hernández.

    Oficio y Origen: Provenía de una familia humilde y tuvo que abandonar pronto su formación académica, por lo que fue en gran medida autodidacta. Era conocido como el "panadero-poeta" porque su familia poseía una tahona (horno de pan) en la calle de Arriba de Orihuela.

    El Foco Cultural: La panadería de los Fenoll se convirtió en un centro neurálgico de la vida cultural y literaria de la ciudad. Allí se celebraba una tertulia diaria a la que asistían regularmente: Miguel Hernández: Íntimo amigo y vecino de Fenoll. Ramón Sijé: Ensayista y mentor del grupo, hermano de Josefina Fenoll (quien más tarde se casaría con Jesús Poveda).

    Fenoll fue quien facilitó a Miguel Hernández la publicación de sus primeros poemas en el periódico local El Pueblo.

    A pesar de su estrecha relación con figuras destacadas, la obra de Carlos Fenoll permaneció relativamente en la sombra, y su trabajo completo no es tan conocido como el de sus amigos.

    Evolución Lírica: Su poesía evolucionó desde composiciones iniciales sobre el paisaje y las costumbres, hacia una lírica más madura y crítica a partir de la década de 1930.

    Obras Destacadas: Silbo (1936): Una revista que dirigió y que se convirtió en un vehículo de expresión para él y sus compañeros. Fue en una entrevista posterior a su muerte que se reveló que Miguel Hernández le había entregado ocho sonetos para su publicación en Silbo.

    "Cante Encadenado" y "Cristo Yacente" son algunos de sus poemas más conocidos, que reflejan su búsqueda de paz y su tormento personal.

    Exilio Interior: Tras la Guerra Civil Española y el trágico destino de muchos de sus compañeros (como Miguel Hernández), Fenoll se mantuvo alejado del centro de la vida literaria.

    Traslado a Barcelona: Se mudó a Barcelona, donde continuó trabajando como panadero hasta su fallecimiento en 1972. Mantuvo un relativo "silencio" poético en sus últimos años.

    A pesar de no alcanzar la fama de Miguel Hernández, Carlos Fenoll es recordado como una figura fundamental que sirvió de catalizador y amigo para una de las etapas más importantes de la poesía española del siglo XX.

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[…] Como la queréis, os quiero, hijos del gran pueblo hermano ¡la sangre del pueblo ibero es del pueblo mejicano! Carlos Fenoll […]

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