Princesas de quirófanos, princesas,
que váis incursionando en vuestros cuerpos
clavando o remendando con ungüentos
tratando de engañar, niñas traviesas.
Al sabroso, regordete cochinillo,
con su hocico y con su rabo y tan sumiso,
tan gustoso, es ese plato, a ese guiso
en mis versos me he propuesto hoy sacar brillo.
Pudiera ser verdad pero no es cierto,
aunque nadie lo crea, no le importa,
no puede soportar, que no soporta
al viento que no sopla, que es incierto.
Los tiempos que vendrán serán distintos,
mas siempre han de llover y escamparán,
y habrán días azules variopintos,
las viñas parirán los mismos tintos
de vino y rosas días volverán.
Me muevo entre ese mar de las tinieblas
buscando el distinguir hoy me abro paso,
avanzo poco a poco, paso a paso,
arrastras despojando de las nieblas
y ayuda de un paraguas por si acaso.
Yo he crecido entre verdades
que se dicen van a misa
y he creído en las deidades
que predican los abades
y es del cielo esa premisa.
