Tino Barriuso es reconocido especialmente por su labor poética. Su primer poemario, Pie quebrado para una estrofa rota (1982), obtuvo el Premio de la Diputación de Burgos. Su ciclo más ambicioso es la trilogía compuesta por Paloma sin alas (1991), Que asedia el mar (1999) y Una súbita esquina (2007), donde Barriuso recrea, como pretexto o trampolín poético, tres espacios diferentes: una casa en el primero, una ciudad (Burgos) en el segundo, hasta llegar, en Una súbita esquina, a hablar de España, en “un cúmulo de evocaciones de amigos, poemas montados sobre canciones y poemas, de poemas sobre pintura, con el recuerdo de mi padre y la presencia de España en su discurso y en el mío como hilo conductor”.
Es responsable de la antología Veinte poetas de amor y una ciudad desesperada: cincuenta años de poesía en Burgos, 1947-1997 (1997), una antología de la poesía burgalesa en la segunda mitad del siglo XX.
