»JOSÉ ÁNGEL BUESA
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Breve Biografía de José Ángel Buesa ¡Gracias por leer esta publicación, ¿deseas comentar? haz click en el botón de la izquierda! José Ángel Buesa fue un poeta cubano nacido en el año 1910 y fallecido en 1982. Su vocación por la poesía despertó cuando era tan sólo un niño y en pocos años su dedicación a la escritura fue equivalente a la de una persona adulta. Buesa publicó casi dos decenas de poemarios, entre los que destacan los títulos «La fuga de las horas», «La vejez de Don Juan», «Lamentaciones de Proteo» y «Poemas en la arena». A pesar de que sus obras hayan sido traducidas a varios idiomas, la crítica no siempre ha sido muy bondadosa con Buesa. Sin embargo, la mejor manera de conocer a un poeta es a través de la lectura, y para ello ofrecemos una completa selección de poesías, donde es posible encontrar «Canción del viaje». Comprar: Del amor y el desamor: Poemas escogidos (Poesía) Te digo adiós, y acaso te quiero todavía. Este cariño triste, y apasionado, y loco, Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo, Te digo adiós, y acaso, con esta despedida, Señora: Según dicen ya tiene usted otro amante. Y me parece injusto discutirle el derecho Perdón… Si es que la hiere mi reproche… Perdón Pues sepa que una dama con la espalda desnuda Y nuestro amor recuerdo, fue un amor diferente Usted será el crepúsculo a la orilla del mar, O acaso cierta noche de amor y de locura Usted sabe y perdóneme que en ese juramento Y como usted señora ya aprendió a ser infiel Sí es cierto… alguna noche su puerta estuvo abierta Y también es posible que mi amor indolente Perdóneme de nuevo si le digo estas cosas Pero vea señora… que diferencia había Ala y raíz: la eternidad es eso. Ala y raíz. Y el ala, sin regreso, (El mar corre descalzo por la arena. y el latido unicorde se hace escala. Tardíamente, en el jardín sombrío, Y, sedienta de miel y de rocío, Y yo, que voy andando hacia el poniente, pero en mi otoño de melancolía, I No, nada llega tarde, porque todas las cosas II III Todavía te busco mujer que busco en vano, Y, sin embargo, espero. Y el tiempo pasa y pasa. Y quizás, en la sombra de mi esperanza ciega, Y sentiré en el fondo de mis manos vacías, Pues quizás esté mustia tu frente soñadora, Qué lástima muchacha, Yo eché mi red al río… Se besa por el beso, Amar es tan sencillo, ¡Qué lástima muchacha, Pero aunque toda herida La vida, llama o nieve, Ya lo mío fue mío, Tuve un amor cobarde. El viento hincha la vela, pero la deshilacha, Ella no fue, entre todas, la más bella, Acaso fue porque la amé de lejos, Tuve su amor como una cosa ajena Ella estuvo en mis brazos sin ser mía, Me penetró su sed insatisfecha Ella fue lo cercano en lo remoto, Por eso aún pienso en la mujer aquella, Así, verte de lejos, definitivamente. Así, verte de lejos y pasar sonriente, Así, verte de lejos, y no decirte nada Porque aunque nadie sabe lo que a nadie le digo, Pasaras por mi vida sin saber que pasaste. Mi corazón, un día, tuvo un ansia suprema, Ya era muy viejecita… Y un año y otro año Recuerdo un pueblo triste y una noche de frío Así estás todavía de pie bajo la lluvia, Yo seguiré soñando mientras pasa la vida, Yo seguiré soñando mientras pasa la vida, Acaso nos veremos un día, casualmente, Y seguirá muriendo la vida, año tras año, Y pasará la vida. Yo seguiré soñando; Y una tarde de sol me cubrirán de tierra, Yo la amé, y era de otro, que también la quería. Fue un pecado quererla, Señor, y, sin embargo Perdónala Señor, tú que le diste a ella Pero, ¿cómo no amarla, si tú hicistes que fuera Trataré de rechazarla, Señor, inútilmente, Era de otro, Señor, pero hay cosas sin dueño: Una embriaguez extraña nos venció poco a poco: Sí, nuestra culpa es tuya, si es una culpa amar Y por eso, perdóname, Señor, porque es tan bella, Nuestro amor ya es inútil como un mástil sin lona, Ya es sombra para siempre lo que miró la duda Así, frente a la noche, te he de tender la mano Yo vi la noche ardiendo en su tamaño, Y aquella realidad era un engaño, Y yo era yo, pequeño en mi amargura, Y odié mi realidad y amé mi engaño, M’apporte le parfum et te laisse la rose… H. DE REGNIER Yo soy como un viajero que no duerme Yo soy como una nube que da sombra un instante; Soy el amor que olvida, pero que nunca miente, No intentes retenerme: déjame que me vaya Soy el amor de amar, que nadie odia lo inerme, Yo soy borracho. Me seduce el vino Tengo el alma hecha ritmo y armonía; Y no porque la vida mi alma muerda Así, cuando la negra y dura zarpa Y ya de nuevo en el astral camino R.D. Yo soy aquel que vio pasar su entierro Yo soy aquel de las canciones vanas, Aquel que tuvo su éxtasis de luna Yo soy aquel, ni grande ni pequeño, Yo soy aquel de la sonrisa extraña, Yo soy aquel, que para ser más fuerte, Yo sigo enamorado de la estrella Mi corazón ha envejecido un poco, Y tercamente, qué sé yo hasta cuándo, y ya después no importa que se vaya, Nous, nous rencontrerons par hassard, dans la rue… PAUL GÉRALDY I Yo seguiré soñando mientras pasa la vida, Un año y otro año caerán como hojas secas y tu sonrisa, llena de claridad de aurora, II Yo seguiré soñando mientras pasa la vida, bajo el vulgar agobio de la rutina diaria, Tú, que nunca soñaste más que cosas posibles, III Acaso nos veremos un día, casualmente, Yo pensaré quizás: «Qué linda es, todavía». Tú irás sola, o con otro. Yo iré solo, o con otra. IV Y seguirá muriendo la vida, año tras año, Un amigo, algún día, me dirá que te ha visto, Y en estas noches tristes de quietud y de estrellas, V Y pasará la vida. Yo seguiré soñando, Yo ya te habré olvidado definitivamente, Y quizás, para entonces, al cruzar una calle, VI Y una tarde de sol me cubrirán de tierra, Tú, con los ojos tristes y los cabellos blancos, Y cada primavera renacerán las rosas, Yo seguiré cantando mientras crecen los árboles, Yo seguré cantando mientras del gajo mustio Yo seguiré cantando mientras pasan las nubes. Yo seguiré cantando mientras sonría como un niño. Yo sé que tú eres de otro. Y, a pesar de eso, espero. Yo sé que tú eres de otro, pero eso no me importa, Yo sé que tú eres de otro pero la sed se sacia Por eso, en lo profundo de mis sueños despiertos, Yo no sé si tú esperas todavía Yo sólo sé que estuvo cerca un día, Así fue: Poca cosa en el olvido, pero no es culpa mía si tú hiciste Yo le entregué mi corazón al viento Así por el camino polvoriento, Pero al ser como el viento, a veces lento, Y si mi amor se va por donde vino, Yo iba andando en la sombra y de repente Y que amargo en el sueño y en la vida seguirla así como si te siguiera, Y qué dolor, qué negro latigazo Yo he vivido mi vida: si fue larga o fue corta, Algo tuve algún día; lo perdí de algún modo, Por eso y otras me deja indiferente, —¿Pecados?— Sí, aunque leves, de esos que Dios perdona, Eso es todo. He vivido. Por lo demás, ya es tarde; pero no tengo prisa, Yo he visto perlas claras de inimitable encanto, Y más, aquella noche de amor satisfecho, Yo acaricié tus perlas sin desprender su broche, Yo he visto, a veces, cosas que no han sido, Y he conocido lo desconocido Y, tantas veces muerto y renacido, Y todo para ser lo que ya he sido Yo he besado el capullo de tu boca jugosa, La caricia divina fue al cabo dolorosa, Y la onda suprema de un estremecimiento Y sobre tus espaldas vi enroscado un instante Yo estaba allí, con otra. Y de repente Y renació en mi olvido Si, eras tú como fuiste, Y, tal vez, lo que guarde LA PENA SIN OLVIDO «Yo conozco la pena sin olvido El corazón te duele en un latido Y es que tu amor era una flor prohibida, y ése es el luto que hay en tu mirada, Yo cantaré algún día la angustia verdadera, Aunque el tiempo nos lleva por un camino triste, Y es que el amor más grande nos parece pequeño Porque el alma inconforme pide más a la vida, Pero el amor sonríe como un niño dormido, Y ahora, yo, que he hecho mía toda esa angustia ajena, Yo aprendí a destapar sarcófagos y arcones Ah, no, no me digáis que es agria esta alegría Yo andaba entre la sombra, Ya todos la olvidaron. Ahora sí que se ha ido, Qué le importa a la noche que se apague una estrella, Ahora ya sigue, sola, su viaje hacia el espanto, Ya nadie le disputa su silencio y su sombra, Ya tengo, al fin, la llave de esa puerta Digo que tengo al fin la llave triste, Pero al llegar ante la puerta oscura Y, aunque busco la llave todavía, (A Pablo Medina) Ya se abre el palacio de ébano de la noche, Yo, espero en la alta noche. No sé qué es lo que viene, Ya todos los amantes dormirán abrazados, Yo me siento muy solo en la alta noche. Solo cual Ya en sus cunas rosadas, sonrisa tras sonrisa, Yo espero en la alta noche. No sé qué es lo que viene, Ya en los antros hediondos, soñando, los malvados Yo me encuentro muy solo, muy solo en la alta noche, Ya dormirán las bestias… y si ellas también sueñan, Yo estoy solo en la noche, como superviviente Yo estoy profundamente solo en la alta noche, Yo solamente escucho lo que dice la noche; Ya no está bien que mi cabeza cana No van bien las flores mustias y lozanas, Digo aquí que los besos y las rosas Y ahora quédate en paz y satisfecha, ¿Ya has soñado una meta o elegido un camino, ¿Ya has negado tres veces la fuerza del destino, y de la embriaguez dulce, supremo letargo, ¿Ya has visto tu camino, de la coqueta suerte Y ya ves: yo estoy solo, murmurando tu nombre, O puede suceder, quién sabe cuándo, Sí, tal vez siento celos, celos tristes, Y de repente no te siento mía, Afuera está la tarde, con su gris infinito; XXI Y vendrán nuevos hombres y poblarán la tierra. Sólo verán las ruinas de las altas ciudades. Y, sin embargo, entonces aún brillarán los astros. Y soñó largamente su estatua Durante veinte años ardió en aquella nieve. En sus ojos morían extraños crepúsculos. Y, al fin, surgió la estatua, Y la aplastó de un martillazo. Poque ya para siempre pertecenes al mar. Ya sólo eres aquella Yo sé que, aunque quisiera, Ya no sé bien el sitio ni la hora, Y sé que, de repente, cayeron dos diamantes Y de repente en la mansión vacía, Y aquel viento fatal, que más bien era Y me detuvo en medio de la sala, Y entonces supe que un remordimiento Y comenzamos juntos un viaje hacia la aurora Ya llegaba el otoño y ardía el mediodía. Te di a guardar un sueño, pero tú lo perdiste, Fuiste el amor furtivo que va de lecho en lecho, Me alegré con tu risa; me apené por tu llanto, Me queda el desencanto del que enturbió una fuente, Y cerraré los ojos para siempre, algún día Y habrá polvo en los bordes de la copa vacía Todo será lo mismo, y a la vez diferente, Y yo seré la sombra de un viajero tardío Y ante mi abrazo te sentí rendida… Fue un instante no más, uno de esos Lo ves, mujer… No cabe en la materia Y te sentí temblar como la fronda Y te sentí temblar como la onda Y te sentí languidecer al peso tal como languidece en la laguna Y te sentí latir, tal como late tal como el sauce que su frente abate Y te sentí vencida, con el lento del negro templo de su Dios ignoto; Y te sentí anhelante y temblorosa cual la palma que agita, rumorosa, y cual la cierva cuando la acorrala y adoré tu sensual melancolía Voy andando en el tiempo de otro día, Y hoy es ayer en este parque viejo Pero eres tú, tan mía y tan ajena, Y yo soy la ternura de aquel hombre Vivir de amar, y el corazón sin dueño. Triste de sol en el país risueño, Oh, sí… cantar… cantar inútilmente, Y, desterrado del país risueño,
LOS POEMAS
POEMA DE LA DESPEDIDA
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste… No sé si te quería…
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho… no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
mi más hermoso sueño muere dentro de mí…
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.CARTA A USTED
Lástima que la prisa nunca sea elegante.
Yo sé que no es frecuente que una mujer hermosa,
se resigne a ser viuda, sin haber sido esposa.
de compartir sus penas sus goces y su lecho
pero el amor señora cuando llega el olvido
también tiene el derecho de un final distinguido.
aunque sé que la herida no es en el corazón
Y para perdonarme… Piense si hay más despecho
que en lo que yo le digo, que en lo que usted ha hecho.
sin luto en una fiesta, puede ser una viuda.
Pero no como tantas de un difunto señor
sino para ella sola, viuda de un gran amor.
al menos al principio, ya no, naturalmente.
que según quien lo mire será hermoso o vulgar.
Usted será la flor que según quien la corta,
es algo que no muere o algo que no importa.
yo vivía un ensueño y… y usted una aventura.
Si… usted juró cien veces ser para siempre mía
yo besaba sus labios pero no lo creía.
influye demasiado la dirección del viento.
Por eso no me extraña que ya tenga otro amante
a quien quizás le jure lo mismo en este instante.
a mí así de repente me da pena por él.
y yo en otra ventana me olvidé de su puerta
O una tarde de lluvia se iluminó mi vida
mirándome en los ojos de una desconocida.
desdeñara su vaso bebiendo en la corriente.
Sin embargo señora… Yo con sed o sin sed
nunca pensaba en otra… si la besaba a usted.
pero ni los rosales dan solamente rosas.
Y no digo estas cosas por usted ni por mí
sino por… por los amores que terminan así.
entre usted que lloraba… y yo que sonreía.
Pues nuestro amor concluye con finales diversos
usted besando a otro… Yo escribiendo estos versos.ALA Y RAÍZ
Y aquí, de frente al mar, en la ribera,
la vida es como un fruto que cayera
de un alto gajo, por su propio peso.
a la raíz, con sed de primavera:
que así el confín de la emoción viajera
duerme a la sombra del follaje espeso.
Mi corazón ya casi es sólo mío.
El ancla está aprendiendo a ser antena
Después, libre del tiempo, en el vacío,
Así: ¡mitad raíz y mitad ala!)AMOR TARDÍO
tardíamente entró una mariposa,
transfigurando en alba milagrosa
el deprimente anochecer de estío.
tardíamente en el rosal se posa,
pues ya se deshojó la última rosa
con la primera ráfaga de frío.
siento llegar maravillosamente,
como esa mariposa, una ilusión;
mariposa de amor, al fin del día,
qué tarde llegas a mi corazón.BALADA DEL AMOR LOCO
tienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas;
sólo que, a diferencia de la espiga y la flor,
cualquier tiempo es el tiempo de que llegue el amor.
No, Amor no llega tarde. Tu corazón y el mío
saben secretamente que no hay amor tardío.
Amor, a cualquier hora, cuando toca a una puerta,
la toca desde adentro, porque ya estaba abierta.
Y hay un amor valiente y hay un amor cobarde,
pero, de cualquier modo, ninguno llega tarde.
Amor, el niño loco de la loca sonrisa,
viene con pasos lentos igual que viene a prisa;
pero nadie está a salvo, nadie, si el niño loco
lanza al azar su flecha, por divertirse un poco.
Así ocurre que un niño travieso se divierte,
y un hombre, un hombre triste, queda herido de muerte.
Y más, cuando la flecha se le encona en la herida,
porque lleva el veneno de una ilusión prohibida.
Y el hombre arde en su llama de pasión, y arde, y arde
Y ni siquiera entonces el amor llega tarde.
No, yo no diré nunca qué noche de verano
me estremeció la fiebre de tu mano en mi mano.
No diré que esa noche que sólo a ti te digo
se me encendió en la sangre lo que soñé contigo.
No, no diré esas cosas, y, todavía menos,
la delicia culpable de contemplar tus senos.
Y no diré tampoco lo que vi en tu mirada,
que era como la llave de una puerta cerrada.
Nada más. No era el tiempo de la espiga y la flor,
y ni siquiera entonces llegó tarde el amor.CANCIÓN DE LA BÚSQUEDA
mujer que tantas veces cruzaste mi sendero,
sin alcanzarte nunca cuando extendí la mano
y sin que me escucharas cuando dije: «te quiero…»
Y ya llega el otoño, y espero todavía:
De lo que fue una hoguera sólo queda una brasa,
pero sigo soñando que he de encontrarte un día.
si al fin te encuentro un día, me sentiré cobarde,
al comprender, de pronto, que lo que nunca llega
nos entristece menos que lo que llega tarde.
más allá de la bruma de mis ojos huraños,
la ansiedad de las horas convirtiéndose en días
y el horror de los días convirtiéndose en años…
ya sin calor la llama, ya sin fulgor la estrella…
Y al no decir: «¡Es ella!» – como diría ahora -,
seguiré mi camino, murmurando: «Era ella…»BALADA DEL MAL AMOR
que no te pueda amar.
Yo soy un árbol seco que sólo espera el hacha,
y tú un arroyo alegre que sueña con el mar.
Se me rompió la red…
No unas tu vaso lleno con mi vaso vacío,
pues si bebo en tu vaso voy a sentir más sed.
por amar el amor…
Ese es tu amor de ahora, pero el amor no es eso,
pues sólo nace el fruto cuando muere la flor.
tan sin saber por qué…
Pero así como pierde la moneda su brillo,
el alma, poco a poco, va perdiendo su fe.
que no te pueda amar!
Hay velas que se rompen a la primera racha,
¡y hay tantas velas rotas en el fondo del mar!
deja una cicatriz,
no importa la hoja seca de una rama florida,
si el dolor de esa hoja no llega a la raíz.
es un molino que
va moliendo en sus aspas el viento que lo mueve,
triturando el recuerdo de lo que ya se fue…
y ahora voy al azar…
Si una rosa es más bella mojada de rocío,
el golpe de la lluvia la puede deshojar…
Lo tuve y lo perdí…
Para tu amor temprano ya es demasiado tarde,
porque en mi alma anochece lo que amanece en ti.
y el agua de los ríos se hace amarga en el mar…
¡Qué lástima muchacha,
que no te pueda amar!CANCIÓN DEL AMOR LEJANO
pero me dio el amor más hondo y largo.
Otras me amaron más; y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.
como una estrella desde mi ventana…
Y la estrella que brilla más lejana
nos parece que tiene más reflejos.
como una playa cada vez más sola,
que únicamente guarda de la ola
una humedad de sal sobre la arena.
como el agua en cántaro sediento,
como un perfume que se fue en el viento
y que vuelve en el viento todavía.
como un arado sobre llanura,
abriendo en su fugaz desgarradura
la esperanza feliz de la cosecha.
pero llenaba todo lo vacío,
como el viento en las velas del navío,
como la luz en el espejo roto.
la que me dio el amor más hondo y largo…
Nunca fue mía. No era la más bella.
Otras me amaron más… Y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.ASÍ, VERTE DE LEJOS
Tú vas con otro hombre, y yo con otra mujer.
Y sí que como el agua que brota de una fuente
aquellos bellos días ya no pueden volver.
como quien ya no siente lo que sentía ayer,
y lograr que mi rostro se quede indiferente
y que el gesto de hastío parezca de placer.
ni con una sonrisa, ni con una mirada,
y que nunca sospeches cuánto te quiero así.
la noche entera es corta para soñar contigo
y todo el día es poco para pensar en ti.POEMA DEL RENUNCIAMIENTO
Pasaras en silencio por mi amor, y al pasar,
fingire una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte … y jamas lo sabrás.
Soñare con el nacar virginal de tu frente;
soñare con tus ojos de esmeraldas de mar;
soñare con tus labios desesperadamente;
soñare con tus besos … y jamás lo sabrás.
Quizas pases con otro que te diga al oido
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amare más que nunca … y jamás lo sabrás.
Yo te amare en silencio, como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos … y jamás lo sabrás.
Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
— el tormento infinito que te debo ocultar —
te diré sonriente: «No es nada … ha sido el viento».
Me enjugaré la lágrima … ¡y jamás lo sabrás!POEMA DEL FRACASO
que aún hoy lo embriaga cual lo embriagara ayer;
Quería aprisionar un alma en un poema,
y que viviera siempre… Pero no pudo ser.
Mi corazón, un día, silenció su latido,
y en plena lozanía se sintió envejecer;
Quiso amar un recuerdo más fuerte que el olvido
y morir recordando… Pero no pudo ser.
Mi corazón, un día, soñó un sueño sonoro,
en un fugaz anhelo de gloria y de poder;
Subió la escalinata de un palacio de oro
y quiso abrir las puertas… Pero no pudo ser.
Mi corazón, un día, se convirtió en hoguera,
por vivir plenamente la fiebre del placer;
Ansiaba el goce nuevo de una emoción cualquiera,
un goce para el solo… Pero no pudo ser.
Y hoy llegas tu a mi vida, con tu sonrisa clara,
con tu sonrisa clara, que es un amanecer;
y ante el sueño más dulce que nunca antes soñara,
quiero vivir mi sueño… Pero no puede ser.
Y he de decirte adiós para siempre, querida,
sabiendo que te alejas para nunca volver,
Quisiera retenerte para toda la vida…
Pero no puede ser! Pero no puede ser!YA ERA MUY VIEJECITA
se fue quedando sola con su tiempo sin fin.
Sola con su sonrisa de que nada hace daño,
sola como una hermana mayor en su jardín.
Se fue quedando sola con los brazos abiertos,
que es como crucifican los hijos que se van,
con su suave manera de cruzar los cubiertos,
y aquel olor a limpio de sus batas de holán.
Déjenme recordarla con su vals en el piano,
como yéndose un poco con lo que se le fue;
y con qué pesadumbre se mira la mano
cuando le tintineaba su taza de café.
Se fue quedando sola, sola… sola en su mesa,
en su casita blanca y en su lento sillón;
y si alguien no conoce que soledad es esa,
no sabe cuánta muerte cabe en un corazón.
Y diré que en la tarde de aquel viernes con rosas,
en aquel «hasta pronto» que fue un adiós final,
aprendí que unas manos pueden ser mariposas,
dos mariposas tristes volando en su portal.
Sé que murió de noche. No quiero saber cuándo.
Nadie estaba con ella, nadie, cuando murió:
Ni su hijo Guillermo, ni su hijo Fernando,
ni el otro, el vagabundo sin patria, que soy yo.CANCIÓN DEL VIAJE
y las iluminadas ventanillas de un tren.
Y aquel tren que partía se llevaba algo mío,
ya no recuerdo cuando, ya no recuerdo quien.
Pero sí que fue un viaje para toda la vida
y que el último gesto, fue un gesto de desdén,
porque dejó olvidado su amor sin despedida
igual que una maleta tirada en el andén.
Y así, mi amor inútil, con su inútil reproche,
se acurrucó en su olvido, que fue inútil también.
Como esos pueblos tristes, donde llueve de noche,
como esos pueblos tristes, donde no para el tren.NOCTURNO IV
bajo la clara lluvia de una noche de invierno.
De pie bajo la lluvia me llega tu sonrisa,
de pie bajo la lluvia te encuentra mi recuerdo.
Siempre he de recordarte de pie bajo la lluvia,
con un polvo de estrellas muriendo en tus cabellos
y tu voz que nacía del fondo de tus ojos
y tus manos cansadas que se iban en el viento
y aquel cielo de plomo y el rumor de los árboles
y la hoja aquella que te cayó en el seno
y el rocío nocturno dormido en tus pestañas
y engarzando diamantes en tu vestido negro.
Así estás todavía lejanamente cerca
desde tu lejanía de sombra y de silencio.
Mi corazón te llama de pie bajo la lluvia,
de pie bajo la lluvia te acercas en el sueño.
La vida es tan pequeña que cabe en una noche.
Quizá fue que en la sombra me encontré con tu beso
y por eso me envuelve, de pie bajo la lluvia,
el sabor de tu boca y el olor de tu cuerpo.
Si, me has dejado triste porque pienso que acaso
ya no estarás conmigo cuando llueva de nuevo.
Y no he de verte entonces de pie bajo la lluvia
con las manos temblando de frío y de deseo.
Pero aunque habrá otras noches cargadas de perfumes
y otras mujeres, y otras, a lo largo del tiempo,
siempre he de recordarte de pie bajo la lluvia,
bajo la lluvia clara de una noche de invierno.ELEGÍA PARA MÍ Y PARA TÍ
y tú te irás borrando lentamente de mi sueño.
Un año y otro año caerán como hojas secas
de las ramas del árbol milenario del tiempo,
y tu sonrisa, llena de claridad de aurora,
se alejará en la sombra creciente del recuerdo.
y quizá, poco a poco, dejaré de hacer versos,
bajo el vulgar agobio de la rutina diaria,
de las desilusiones y los aburrimientos.
Tú, que nunca soñaste mas que cosas posibles,
dejarás, poco a poco, de mirarte al espejo.
al cruzar una calle, y nos saludaremos.
Yo pensaré quizá: «Qué linda es todavía.»
Tú quizá pensarás: «Se está poniendo viejo»
Tú irás sola, o con otro. Yo iré solo o con otra.
o tú irás con un hijo que debiera ser nuestro.
igual que un río oscuro que corre hacia el silencio.
Un amigo, algún día, me dirá que te ha visto,
o una canción de entonces me traerá tu recuerdo.
Y en estas noches tristes de quietud y de estrellas,
pensaré en ti un instante, pero cada vez menos….
pero ya no habrá un nombre de mujer en mi sueño.
Yo ya te habré olvidado definitivamente
y sobre mis rodillas retozarán mis nietos.
(Y quizá, para entonces, al cruzar una calle,
nos vimos frente a frente, ya sin reconocernos.
las manos para siempre cruzadas sobre el pecho.
Tú, con los ojos tristes y los cabellos blancos,
te pasarás las horas bostezando y tejiendo.
Y cada primavera renacerán las rosa,
aunque ya tú estés vieja, y aunque yo me haya muerto.POEMA DE LA CULPA
Perdónala Señor, porque la culpa es mía.
Después de haber besado sus cabellos de trigo,
nada importa la culpa, pues no importa el castigo.
mis labios están dulces por ese amor amargo.
Ella fue como un agua callada que corría…
Si es culpa tener sed, toda la culpa es mía.
su frescura de lluvia y esplendor de estrella.
Su alma era transparente como un vaso vacío:
yo lo llené de amor. Todo el pecado es mío.
turbadora y fragante como la primavera?
¿Cómo no haberla amado, si era como el rocío
sobre la yerba seca y ávida del estío?
como un surco que intenta rechazar el simiente.
Era de otro. Era de otro que no la merecía,
y por eso, en sus brazos, seguía siendo mía.
las rosas y los ríos, y el amor y el ensueño.
Y ella me dio su amor como se da una rosa
como quien lo da todo, dando tan poca cosa…
ella no fue culpable, Señor… ni yo tampoco
La culpa es toda tuya, porque la hiciste bella
y me diste los ojos para mirarla a ella.
y si es culpa de un río cuando corre hacia el amar.
Es tan bella, Señor, y es tan suave, y tan clara,
que sería pecado mayor si no la amara.
que tú, que hicistes el agua, y la flor, y la estrella,
tú, que oyes el lamento de este dolor sin nombre,
tú también la amarías, ¡si pudieras ser hombre.POEMA DE LA DUDA
como un cauce sin agua, como un arco sin flecha,
pues lo que enciende un beso lo apaga una sospecha,
y en amor es culpable el que perdona.
con su mirada amarga como una fruta verde;
y el alma está perdida cuando pierde
el supremo pudor de estar desnuda.
con un gesto cordial de despedida,
y tú no sabrás nunca lo que pesa en mi vida
la angustia irremediable de haberte amado en vano.YO VI LA NOCHE ARDIENDO
y yo crecía hacia la noche pura
en un afán secreto de estatura,
uniendo mi alegría con mi daño.
en un sabor de ensueño y de aventura;
y abrí los ojos en la noche oscura,
y yo era yo, creciendo en un extraño.
muriendo en sombra bajo el cielo huraño
y cada vez más lejos de la altura.
y entonces descendió la noche pura,
y sentí en mi estatura su tamaño.CANCIÓN DEL AMOR QUE PASA
más de una vez en la misma casa.
Dame un beso y olvídame. No intentes retenerme:
Soy el amor que pasa…
soy una hoguera efímera que no deja una brasa. 1
Yo soy el buen amor y el mal amante.
Dime adiós y sonríeme: Soy el amor que pasa…
que muere sonriendo porque nace feliz.
Yo paso como un ala, fugazmente;
y, aunque se siembre un ala, nunca tendrá raíz.
como el agua de un río, que no vuelve a pasar…
Yo soy como una ola en una playa,
pues las olas se acercan, pero vuelven al mar…
que se lleva el perfume, pero deja la flor…
Dime adiós, y no intentes retenerme:
Soy el amor que pasa… ¡pero soy el amor!ALMA MUSICAL
luminoso y azul de la quimera
que pone una explosión de primavera
sobre mi corazón y mi destino.
todo en mi ser es música y es canto,
desde el réquiem tristísimo del llanto
hasta el trino triunfal de la alegría.
ha de rimar su ritmo mi alma loca:
aun más que por la mano que la toca
la cuerda vibra y canta porque es cuerda.
de la muerte destroce el pecho mío,
mi espíritu ha de ser en el vacío
cual la postrera vibración de un arpa.
concretará sus ansias de armonía
en la cascada de una sinfonía,
o en la alegría musical de un trino.YO SOY AQUEL
y se unió al llanto de la comitiva,
con cuerpo en libertad y alma cautiva,
dueño de Dios y esclavo de mi perro.
con vivo afán y con palabras muertas,
que por querer abrir todas las puertas
se fue cerrando todas las ventanas.
y su desfallecer de atardeceres
y quiso amar a todas las mujeres,
y amándolas a todas quizás no amó a ninguna.
de boca en fiesta y corazón en luto,
que corta un árbol para coger un fruto
y luego olvida el fruto para soñar un sueño…
que, para sonreír sin amargura,
vio la montaña desde la llanura
y la llanura desde la montaña.
amó la indiferencia del que olvida:
viví mi libro y escribí mi vida,
y el resto —poca cosa— se lo dejo a la muerte.LA ESTRELLA
que ilumina mi melancolía
dándole miel a la ternura aquella
que acaso era vulgar, pero era mía.
pero, a pesar de su envejecimiento,
me duele todavía si lo toco
y todavía se me va en el viento.
mi viejo corazón sigue esperando
la última rosa del jardín marchito;
como la última arena de una playa,
con el último verso que haya escrito.ELEGÍA PARA TI Y PARA MÍ
y tú te irás borrando lentamente en mi sueño.
de las ramas del árbol milenario del tiempo,
se alejará en la sombra creciente del recuerdo.
y quizás, poco a poco, dejaré de hacer versos,
de las desilusiones y los aburrimientos.
dejarás, poco a poco, de mirarte al espejo.
al cruzar una calle, y nos saludaremos.
Tú, quizás pensarás: «Se está poniendo viejo».
O tú irás con un hijo que debiera ser nuestro.
igual que un río oscuro que corre hacia el silencio.
o una canción de entonces me traerá tu recuerdo.
pensaré en ti un instante, pero cada vez menos.
pero ya no habrá un nombre de mujer en mi sueño.
y sobre mis rodillas retozarán mis nietos.
nos vimos frente a frente, ya sin reconocernos.
las manos, para siempre, cruzadas sobre el pecho.
te pasarás las horas bostezando y tejiendo.
aunque ya tú estés vieja, y aunque yo me haya muerto.CANTO FINAL
y sembraré canciones en los surcos del tiempo.
—Simiente: yo, algún día, me tenderé a tu sombra,
para olvidar el sueño que no cabrá en mi canto.
las hojas amarillas caen como alas muertas.
No importa que los pájaros picoteen mis ojos:
yo inventaré los astros en las noches oscuras…
para que el viento arrastre mi canto hacia el silencio.
No importa ni el olvido: debajo de la tierra
volaran maripoasas de mis cuencas vacias…
Yo seguiré cantando mientras se yerga un muro.
Más allá del silencio, más allá de la sombra,
más allá de mi canto, ¡yo seguiré cantando!POEMA DE LA ESPERA
Y espero sonriente, porque yo sé que un día,
como en amor el último vale más que el primero,
tú tendrás que ser mía.
porque nada es de nadie, si hay alguien que lo ansía,
y mi amor es tan largo, y la vida es tan corta,
que tendrás que ser mía.
solamente, en el fondo de la copa vacía;
y, como la paciencia puede más que la audacia,
tú tendrás que ser mía.
yo seguiré esperando, porque sé que algún día
buscarás el refugio de mis brazos abiertos,
y tendrás que ser mía.SONETO PARA UN REPROCHE
el gran amor con que soñaste en vano,
que era un pozo en la tarde de verano
y era la sed que el pozo calmaría.
cuando tú lo creíste más lejano;
y fue una llama que se heló en tu mano
al separar tu mano de la mía.
como el viento que llega y ya se ha ido
o la rama partida sin dar flor;
una cosa vulgar, pequeña y triste,
de lo que pudo ser un gran amor.EXCUSA DEL VIENTO
en una encrucijada del camino,
al viento de invisible movimiento
que se va sin saber de dónde vino.
con el azar del viento en su destino,
mi corazón fue el príncipe de un cuento,
bajo un hosco sayal de peregrino.
y a veces con violento remolino,
también se hace voluble el sentimiento.
en una encrucijada del camino,
no es culpa de mi amor, sino del viento.CANCIÓN PARA UNA DESCONOCIDA
no podías ser tú pero te vi
ah, que triste que fuera solo
una mujer que se parece a ti
saber que no, pero pensar que sí,
y echar a andar tras la desconocida
tan dulcemente parecida a ti,
como si fueras tú que estás aquí
al andar lentamente por la acera
tras la mujer tan parecida a ti.
y qué celos, los celos que sentí,
viendo a aquel hombre que tomó del brazo
a esa mujer que se parece a ti.RECAPITULACIÓN
si fue alegre o fue triste, ya casi no me importa.
Y aquí estoy, esperando. No sé bien lo que espero,
si el amor o la muerte, —lo que pase primero.
y me dará lo mismo cuando lo pierda todo.
Pero no me lamento de mi mala fortuna,
pues me queda un palacio de cristal en la luna,
y por andar errante, por vivir el momento,
son tan buenos amigos mi corazón y el viento.
aquí, allá y dondequiera, lo que diga la gente.
—¿Trampas?— Pues sí, hice algunas;
pero, mal jugador, yo perdí más que nadie
con mis trampas de amor.
porque, a pesar de todo, Dios no es mala persona.
—¿Mentiras?— Dije muchas, y de bello artificio,
pero que en un poeta son cosas del oficio.
Y en los casos dudosos, si hice bien o mal,
ya arreglaremos cuentas en el Juicio Final.
La vida que me queda puede tener dos caras,
igual que una moneda: una que es de oro puro
—la cara del pasado— y otra —la del presente—
que es de plomo dorado.
y esperaré la muerte con mi mejor sonrisa,
y seguiré viviendo de la misma manera,
que es vivir cada instante como una vida entera,
mientras siguen andando, de un modo parecido,
los hombres con el tiempo y el tiempo hacia el olvido.LA DAMA DE LAS PERLAS
de esas que no se tocan por temor a romperlas;
pero sólo en tu cuello pudieron valer tanto
las burbujas de nieve de tu collar de perlas.
del amor que eterniza lo fugaz de las cosas,
cuando fuiste un camino que comenzó en mi lecho
y el rubor te cubría como un manto de rosas.
y las vi como nadie nunca más podrá verlas,
pues te tuve en mis brazos, al fin, aquella noche,
vestida solamente con tu collar de perlas.SONETO NOCTURNO
con la mirada de aprender a ver,
—rostros que pertenecen al olvido,
formas del viento en el atardecer.
del tiempo sin mañana y sin ayer,
—la voz que es un fantasma del oído
y los remordimientos del placer.
el corazón se obstina en su latido,
—flor de una tarde o nombre de mujer.
polvo del tiempo, sombra del olvido
en una noche sin amanecer…SONETO ROJO
y he bebido en tus besos mieles espirituales,
con toda la liturgia de los viejos misales
y el arrebato que era mi ansiedad voluptuosa.
que se hicieron incendio los paganos rituales,
y vi en tus ojos claros llamaradas sensuales,
y sentí de tu carne la llamada imperiosa.
tremó en el nácar tibio de tu cutis fragante,
y una llama invisible caldeó tu puro aliento.
el látigo, tan negro como un remordimiento,
que restalló en los aires la Lujuria, triunfante!POEMA CONTIGO
reconocí el espejo,
aquel espejo que una tarde ausente
pareció florecer con tu reflejo.
tu perfume de rosas verdaderas;
y fue como si no te hubieras ido
o como si volvieras…
aquella tarde lenta y sin regreso;
eras tú con tu beso casi triste
que casi no era beso…
como recuerdo de lo que no digo,
no será otra mujer que amé otra tarde,
sino otra tarde que pasé contigo…
de tu melancolía de mujer,
como un rosal que nunca ha florecido
o que no lo dejaron florecer.
que lo atraviesa igual que un alfiler,
pues no hay amor, por triste que haya sido,
más triste que el que nunca pudo ser.
y ya no hubo más flor para su vida
calladamente fiel a un solo amor;
ese luto de novia abandonada,
tan parecido al de un rosal sin flor….»POEMA FINAL
y, así lo que otros callan lo iré diciendo yo,
pues la mujer que amamos sin que ella lo supiera,
sin saberlo nosotros, acaso nos amó…
mientras tu cuerpo avanza, tu alma puede volver,
porque, en tu amor de ahora, tu amor de ayer subsiste,
y en la mujer que hoy amas sonríe otra mujer.
mientras haya otra boca que podamos besar,
y el corazón no sabe la medida del sueño
como nadie ha sabido la medida del mar.
que en cada don que otorga nos arrebata un don,
y así nos mata un sueño con cada despedida
y nos cuenta una muerte cada resurrección.
y el mañana es la sombra de la luz del ayer;
y así se va la vida, sin saber que se ha ido,
como se van las nubes en el atardecer…
que canté sonriendo lo triste del azar,
comprendo que he cantado también mi propia pena,
y que he dicho las cosas que quería callar.YO APRENDÍ
y a curiosear el polvo de los libros extraños,
y sonreí de pena cantando mis canciones
para las señoritas de 35 años.
que se solaza un poco con el dolor ajeno,
ni me digáis que es triste la botella vacía
si tenéis en la mano el vaso lleno.ÚLTIMO AMOR
cuando como un fulgor llegaste tú; de pronto,
con el último amor.
Pero bastó un efluvio de antiguas primaveras
para reconocerte, para saber quién eras.
Y eras la misteriosa mujer desconocida
que entristeció de un sueño lo mejor de mi vida;
la de las tardes grises y los claros de luna,
la que busqué entre tantas y no encontré en ninguna.
Y hoy tal vez como un premio, tal vez como un castigo,
lo mejor de mi vida será morir contigo.
He pensado esta noche, sintiéndote tan mía
que así como llegaste, pudieras irte un día.
Lo he pensado eso es todo, pero si sucediera,
dejaré que te vayas sin un adiós siquiera.
Y cuando te hayas ido —yo que nunca me quejo—,
me vestiré de luto y aprenderé a ser viejo.
Pero si me muriera sin poder olvidarte
y después de la muerte se llega a alguna parte;
preguntaré si hay sitio, para mí, junto a ti.
Y Dios, seguramente, responderá que sí.YA TODOS LA OLVIDARON
pero, sobre las rosas de la tumba reciente,
florecía el recuerdo más allá del olvido…
Yo era el hosco, el ausente.
si el mar sigue cantando cuando pierde una ola.
Ya están secos los ojos que lloraron por ella.
Ya se ha quedado sola.
por las noches profundas, bajo el cielo inclemente.
Ya nadie me reprocha que no lloré aquel llanto,
que fui el hosco, el ausente…
sobre todo su sombra, bajo la luz del día.
Ya todos la olvidaron, Señor. Nadie la nombra.
Yo la recuerdo todavía…TEMA DEL INSOMNIO
que, sin ser de salida ni de entrada,
no impide el paso cuando está cerrada
ni permite pasar estando abierta.
porque es triste esa llave diferente,
que es diferente porque solamente
puede abrir una puerta que no existe.
que ni es puerta ni tiene cerradura,
se me perdió la llave o que sé yo.
de nada sirve que aparezca un día,
porque la puerta desapareció.POEMA DE LA MEDIANOCHE
y salen en tropel los pajes de los sueños,
a ilusionar los ojos de la virgen dormida
y a ungir con miel la urna de su boca sin besos…
ni qué ansiedad me azota, ni siquiera qué espero…
No hay más rumor que el tímido de algún mueble que cruje,
ni más luz que el de un astro que se mira en mi espejo…
a un lado las revueltas sabanas, y en sus nervios
estará ardiendo aún la caricia postrera,
que dejó acaso trunca la llegada del sueño…
si estuviera en medio de algún vasto desierto.
Yo solamente escucho lo que dice la noche;
yo solamente sueño con los ojos abiertos…
entre sueños, los niños revivirán sus juegos;
darán cuerda a sus trompos y rodarán sus arcos,
y beberán el néctar de los besos maternos…
ni qué inquietud me abruma, ni siquiera qué espero…
Yo solamente miro los ángeles que pasan,
con sus alas tan blancas, con sus ojos tan tiernos…
se ven tras fuertes rejas, como animales fieros,
o ante la pavorosa silueta del patíbulo,
entre antorchas y armas y embozados de negro.
oyendo el rechinar de los dientes del Miedo,
cuando cruzan las sombras de los ajusticiados
y aúlla el negro can de los remordimientos…
soñarán en que tienen un amo más benévolo,
o en galopes fantásticos, o en cópulas violentas,
o en baños en el río, o en festines de pienso…
de una inmensa catástrofe de todo el Universo,
viendo a las pesadillas, cual monstruosas arañas,
tejer torturas entre gajos del silencio…
cual si estuviera en medio de algún vasto desierto,
viendo el desfile torvo de los ángeles malos
y el vuelo musical de los ángeles buenos…
yo solamente sueño con los ojos abiertos!…SONETO CON FECHA
me haga más viejo
—tristemente viejo—,
o suspirando al pie de tu ventana.
y atiende esta razón como un consejo,
pues lo que en este instante es disparate
lo irá guardando el tiempo mañana.
son cosas para siempre, pero cosas
que en los labios marchitos no van bien.
pero apunta mi nombre y esta fecha
que tú, algún día, lo dirás también.SONETO AL CAMINANTE
caminante? ¿Has pensado honda y valientemente
en morir? ¿Ya has lanzado la divina simiente,
la simiente fatal, en el surco divino?
y has querido tres veces ir contra su corriente,
y tres veces tu barca se ha undido lentamente?
¿Ya has bebido, en la copa de la esperanza, vino,
has vuelto en ti de pronto, más triste y menos fuerte,
con la mirada turbia y con el labio amargo?
al favor o desdén, o muy corto o muy largo?
Pues crúzate de brazos; No tardará la muerte.CARTA DE AMOR II
recordando los besos que te di y no te di,
y acaso tú, esta tarde, le sonreíste a un hombre
que ni siquiera se parece a mí.
que irás entre el gentío de una calle cualquiera,
y yo sé de qué modo se le quedan mirando
a una mujer bonita que pasa por la acera.
celos de no estar juntos, celos de no sé quién;
celos de por qué sales y de cómo te vistes,
que no quieren ser celos y son celos también.
o estás como más lejos de repente,
y tengo la tristeza de una casa sombría
donde aún sopla el perfume de una mujer ausente.
afuera está la lluvia, calladamente cruel,
y quisiera decirte cómo te necesito…
pero se me emborrona la tinta en el papel…DEL JARDÍN DEL EDÉN A LA MAGIA DE LA POESÍA XXI
Ninguno de nosotros vivirá todavía.
Ah, remota hecatombe de espanto y odio.
Seremos los abuelos del hombre de ojos tristes.
Y ellos, los hombres nuevos se encogerán de hombros.
Removerán las tumbas de la edad del olvido,
y desdeñosamente mirarán nuestros huesos.
Y seguirán corriendo los ríos todavía.
Y ellos, los nuevos hombres, inevitablemente,
suspiran también por Eva.Y SOÑÓ LARGAMENTE SU ESTATUA
frente al bloque de mármol.
Antes de dar el primer golpe, se detuvo cien veces.
Cuando empuñó el martillo se perfumó su mano.
Nadie lo vio sonreír en veinte años.
Sus negros cabellos se quedaron blancos.
Lo olvidó la mujer que no lo olvidaría.
Hasta sus enemigos lo olvidaron.
mitad de ensueño y mitad de mármol
y él miró largamente su obra, largamente.
Resplancediendo el sol como un milagro.
Y murrmuró feliz, «sí, es perfecta… perfecta».
Yo volveré algún día vivo o muerto.
Pero ese día de cualquier manera
será mi corazón como un desierto
que repentinamente floreciera.CELOS
que tiene la costumbre de ser bella.
Ya pasó la embriaguez.
Pero no olvido aquel deslumbramiento,
aquella gloria del primer momento,
al ver tus ojos por primera vez.
no he de volverte a ver de esa manera.
Como aquel instante de embriaguez;
y siento celos al pensar que un día,
alguien, que no te ha visto todavía,
verá tus ojos por primera vez.MADRIGAL DE LA LLUVIA DE ABRIL
ni por qué fuiste mía, ni por qué te perdí.
Sé que llovía como llueve ahora,
aunque ahora es más triste porque llueve sin ti.
sobre tus zapaticos de charol…
Y era dulce aquel llanto de tus ojos radiantes,
como esos mediodías en que llueve con sol.Y DE REPENTE EN LA MANSIÓN VACÍA
sentí la oscura ráfaga del viento,
que era como la sombra en movimiento,
como una sombra que me perseguía.
algo así como un hálito sombrío,
fue esparciendo ceniza en torno mío
y subió con pies negros la escalera.
con el pavor de aquella sombra mala
que por dentro de mí se anochecía.
puede ser una ráfaga de viento
y el corazón una mansión vacía…POEMA DEL DESENCANTO
como dos fugitivos de la misma condena.
Lo que ignoraba entonces no he de callarlo ahora:
No valías la pena.
Sentí sed. Vi tu copa. Pensé que estaba llena,
pero acerqué mis labios y la encontré vacía.
No valías la pena.
o acaso abrí mis surcos en la llanura ajena.
Es triste, pero es cierto. Por ser tan cierto, es triste:
No valías la pena.
y el eslabón amable que es más que una condena. 1
Pero hoy puedo decirlo, sin rencor ni despecho:
No valías la pena.
sin pensar que eras mala ni creer que eras buena.
Te canté en mis canciones, y, a pesar de mi canto,
no valías la pena.
o acaso el desaliento del que sembró en la arena.
Pero yo no te culpo. Te digo, simplemente:
No valías la pena.SONETO FINAL
y habrá noches de estrellas que ya nunca he de ver
y cantará otra boca lo que cantó la mía,
cuando pasan las nubes en el atardecer.
donde exalté mi ensueño y aturdí mi placer.
Y en las tardes de otoño lloverá todavía,
para que otro hombre triste recuerde a otra mujer.
habrá rosas y besos naciendo dulcemente
y un niño sin infancia caminando hacia el mar…
que quiso ser el cauce donde pasara un río,
y fue solo una nube que no volvió a pasar.POEMA DE LOS BESOS
y ante tu sumisión, mis besos sabios
pusieron a temblar entre tus labios
ansias de amor y de placer y vida…
siglos-instantes que el amor nos brinda,
prometiéndole un lauro al que se rinda
primero en la batalla de los besos…
la espiritualidad de lo insensible;
todo es vencido ante el irresistible
empujón de la carne y su miseria….
al soplo tibio de la brisa vaga,
cuando en su trino el ruiseñor divaga
y peina el sol su cabellera blonda…
que su quietud sobre la arena apaga,
y como el ave que sin rumbo vaga
y un circulo invisible traza y ronda.
de mis labios, al peso de un gran beso
que perfumó en tus labios a un suspiro,
un cisne enamorado de la Luna,
al no hallarla en el cielo de zafiro…
al manotazo del ciclón la hoja,
como en la espada late, humeante y roja,
la sangre que bebiera en el combate;
cuando la nube en su aflicción lo moja,
o como el oceáno que se enoja
y en el escollo solitario bate.
y anhelado y temido vencimiento
del sol, cuando la Noche abre la puerta
y te sentí dormida, como un loto
en la serenidad de un agua muerta…
cual la irisada espuma de un torrente;
como un lucero en la región silente,
insinuando una seña misteriosa;
su abanico de jade, lentamente,
como despunta en un jardín durmiente
el milagro de gracia de una rosa;
la jauría, cual ave moribunda
que pliega triste su ya inútil ala,
llena de rendición meditabunda,
¡y te sentí profundamente mía!…EL NOMBRE OLVIDADO
alma sin nombre, nombre en el olvido;
te vi en un sueño y te he reconocido,
quizá porque en tu frente amanecía.
donde está esperando, sombra leve,
como un olor de lluvia que no llueve,
como una niña ciega ante el espejo.
de un modo tan confuso y tan sencillo,
como el brillo redondo de un anillo
que no se sabe quién perdió en la arena.
que tú quisiste, ya no importa cuando,
y el tiempo se detiene, y sigo andando.VIVIR DE AMAR
Y la edad, que remonta por la frente,
apesadumbra en cicatriz creciente
y desalienta en fugitivo ensueño.
seco de sed bogando en la corriente,
el pasado dolor siempre es reciente
y el presente placer siempre es pequeño.
en única verdad y último empeño,
la noche en flor y el agua penitente.
taciturno habitante de lo ausente,
morir de amor, y el corazón sin dueño.