NI UN GITANO SE LO SALTA (Mi poema)
Sandra Beatriz Ludeña Jiménez (Mi poeta sugerido)

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MI POEMA …de medio pelo

Era un sabio cirujano
que a un enfermo intervenía
cortándole por lo sano
ausente de lo que hacía.

¡Vive Dios! gritó el paciente,
vea bien por donde saja,
qué dirá de mi la gente
al mirarme hecho una raja.

-Verá se me fue la mano,
el médico repetía:
consuélese pues que el ano
a cortar se resistía.

Qué digo el ano, los sesos,
las tripas, los higadillos,
lo que no duele, los huesos,
lo que es peor, los bolsillos.

Y es que borracho de vino
puestos a sisar, hermano,
tanto es aquí el desatino
que no lo salta un gitano.
©donaciano bueno

«No se lo salta un gitano»: una expresión antigua, que indica » muy abundante, de grandes dimensiones». El origen posiblemente se encuentra en Andalucía a finales del siglo XIX donde muchos bandoleros cometían robos en fincas de terratenientes o en casas de pueblos de la montaña.

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MI POETA SUGERIDO:  Sandra Beatriz Ludeña Jiménez

Amado – sembrador

Desde lo utópico vienes,
no te detengas en celdas de niebla,
sembrar sueños es posible,
si la mente concibe el milagro,
y la palabra es semilla.
Si hay conciencia del magnánimo,
el sembrador es amante de tierras,
infinito hacia otras galaxias vivenciales.
Entre sol y luna,
la paciencia madura todo,
el saber hace frutos.
***
Siembra,
siente, entrega y espera,
que del surco brotan mentes,
creación preñada de ideas,
ensanchando conciencia,
educa,
edúcanos,
ama,
ámanos,
No te detengas,
“Sembrador”,
anhelo de asir auroras.

TACTO IMPOSIBLE

Estás,
distante tocas,
el alma.
Así de inspirador,
así de posible.

Estás,
indiferente tocas,
el corazón.
Así de fácil,
así de sensible.

Estás,
cerrado tocas,
el pensamiento.
Así de silente,
así de aprensivo.

Estás,
sereno tocas,
el éxito.
Así de sencillo,
así de natural.

ATEMPORALIDAD

No cortes alas a los sueños,
las plumas persistirán en el vuelo,
es preferible,
aprisionar ilusiones libres,
que estropear la temporalidad del vuelo.

No cortes su color a las flores,
la belleza persistirá en su gala,
es preferible,
asir la ilusión teñida en el iris,
que llevarse el descolorido anhelo.

No juzgues sin justicia,
ni hables sin palabras ciertas,
es preferible,
cortar el aire a la voz vil,
que dejar suelto el cabo que ahorca.

No te llenes las manos con agua del río,
escapará al capricho,
es preferible,
contentarse con su transparente belleza,
y la justicia libre de su esencia.

Lo atemporal vuela entre,
libertad,
belleza,
justicia.
No se aprisiona, es sin tiempo.

AZAR

Nada se deja al azar:
entre uvas y amarillo,
la pascua de fin a principio es dicha.
Nada es azar,
soy devota del pronóstico,
ciega en busca de un signo,
utópico
Azar que moja mi arena,
vaso que ahoga y resucita,
por levantar el castillo mal hecho,
a pulso del corazón.
Azar,
cura de ilusiones,
despavoridas,
cuando suenan campanas,
entre signos y clamores,
prometen cosas al próximo.
Nada se deja al azar:
ni fecha de nacimiento,
menos muerte,
aunque no adivine,
alguien ha dicho,
hasta aquí,
a partir de aquí.
Y somos puntuales.

NO HUBO TIEMPO

No pronostiqué, fue vida.
No fui quien quiso,
envejecido día se fue,
mas, volvió para decirle al alma,
¿cuántos agostos respiraste?
Nadie va adrede a esa frontera. Llegas.
Nadie, a ese otoño.
Caen, más que hojas,
insolencia de existir,
perdiendo algo.
¿Inclemencia?
No hubo tiempo…

Hay estremecimiento,
si atraviesas la sombra,
en su faz hay frío de vida.
El otoño y sus árboles,
como desapego,
sueltan hojas y alma.
Nadie vio la devastadora vejez,
ni fue el árbol culpable.
¡Cierto!
Envejecido tiempo se fue,
volvió a imponer su poder.
No hubo tiempo…

¿Cuántos agostos sin hojas?
Volverán sus muecas de otoño,
nadie quiere ir allá. Llegas.
nadie va a ese sueño,
mas, el verdor resurge insolente.
Continuidad de ideales.
Esperanza que grita,
aprendiz de viaje,
es tu otoño,
¿despojo o trascendencia?
justicia de hoja por hoja.

QUEJA DE LOS OLVIDOS

Quiero olvidar, aún hay recuerdos.
En el cansancio,
hay persistencia (todavía).
Aún estallan bombas,
despertando a sordos.
La voz de la conciencia suena a queja,
la guerra contra lo humano,
no ahoga anhelos de olvido.
A mi fe, existe.

Porque tengo tanto recuerdo,
no te quejes olvido,
yo olvidé sin piedad.

Quiero olvidar, aún hay trampas,
en las batallas hay temores (todavía).
Sigo andando por la lengua del mundo,
no hay muecas.
Alguien hizo fogata la boca del dragón
para quemar la nostalgia —su memoria triste—.
quitar el nombre crueldad, es sueño,
desvestir mezquindades,
mi fe arde.

Porque tengo tanto hastío,
no te quejes olvido,
yo olvidé implacable.

Quiero golpear la mejilla del alma,
aún sin memoria.
El dolor de ser pasado tiene tiempo (todavía).
Si acaso vuelve la guerra del otro,
no cedo en laberintos.
Quiero abofetear su exclamación agria,
renuncio a ser sobreviviente de indiferencia.
El cofre del latido asiente,
no profano y sigo.

Porque tengo tantas ansias de vida,
no te quejes,
yo olvidé en resistencia.

PASIÓN DE LOS PASOS

Hay ardor en pasos de hojas,
que liberó el árbol de agosto,
¿Cuántas caerán?
Besarán sombra,
volverán en primavera,
sucediéndose invisiblemente.
Visión del horizonte,
vuelo tras la niebla,
es existir.

Pasos profundos,
somos hechos al dolor.
Contrarios a la alegría,
que simulamos a flor de labios.
El sufrimiento tibia el lecho,
mientras, al otro lado de la acera,
remedan la dicha aparente,
como muecas,
que somos.
No renaceremos en primavera, es cierto.
Mas, los ideales van al aire en halcón.

Hay curiosidad en pasos traviesos
buscando camino,
y los traspiés, persiste su levedad.
Al revoloteo,
se abre paso combativo, el luchador
y su huella es,
siempre es.
Hay sueños en los pasos,
por un mundo decente en indecencia.
Pasos de la trivialidad,
con ideales ciertos, aletean.

Son pasos del alto vuelo,
al aire va el águila como el sabio,
por andanzas,
van contra viento,
forjando lucidez.
Pasos laboriosos,
con verdes coronas de libertad.
No sucumbe ante lo injusto.
La pasión levanta vuelo.

Los pasos como aves,
Ideales o justicia,
son más que flores-primavera.

AL HILO DE LAS PALABRAS

Al hilo de vida suma siete décadas,
se deshojan tercios de siglo,
o menos.
En sus nubes,
un porqué de lluvia, persisten soles,
urgido por la curiosidad muda.
Al filo de luna incompleta,
o más.

Al hilo de las palabras es hexágono,
cometa,
tras la piola va la ilusión de colores.
No es juego,
ni párvulo sin niñez.
De su inquietud es.
Aflora vida,
al filo circular de coherencia.

Al hilo del pescador
van significados sumergidos,
profundiza sentidos ocultos.
Lo siente,
de las entrañas de la consciencia,
hace frutos,
no es pescador ni pescado.
Al filo del agua es pez.

Al hilo profundo,
rescata el vocablo de las arañas,
lanza su red de interrogantes,
aprisiona sabiduría
sin signo,
mas, cita al asombro del pasado,
y trae abrigos del prójimo.
Al filo del próximo sol.

Al hilo de espera
este adulto ha reverdecido,
otras corolas
despluman vida.
No, por los espectros del fin,
no, por las primaveras.
Ni los cipreses del camino.
Suerte de vida al filo del existir.

Al hilo de las palabras: libertad y suspiros,
tiene desquicios,
lucidez sin cuerda.
No teme locura más que a su cordura,
cree en alas,
o signos libertos,
es feliz en pájaros inquietos.
Al filo de la conciencia.

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Autores en esta página

Donaciano Bueno Diez
Sandra B. Ludeña, Sandra Beatriz Ludeña Jiménez
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