LA TARDE AGONIZABA (Mi poema)
Alberto Guirao (Mi poeta sugerido)

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MI POEMA… de medio pelo

 

Esa noche la tarde agonizaba
en las fauces voraces del sosiego
entre tanto la luna lo observaba,
yo andaba allí como anda un ciego
y a mis dudas salida no encontraba.

Ese cielo, traslúcido acetato,
se tornaba de pronto en gris plomizo
cual si fuera producto de un hechizo,
que se mira al espejo y ve es un gato
con sus ojos, ariscos y huidizo.

Pues me hallaba metido en el paisaje
solo y triste sin clavo al que agarrarme,
suplicando vinieran a ayudarme,
sospechando bebiera algún brebaje
y olvidara por siempre de acordarme.

No sabría decir cuanto pasó,
que las aguas al cauce retornaron.
Mas de pronto sentí que amaneció
aquel cielo y el sol resplandeció
y las dudas y miedos se esfumaron.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Alberto Guirao

ULISES

Háblame imaginación háblame de aquel que fui aquel que de multiforme imaginación háblame anduve tiempo no mucho anduve una peregrinación entre el tiempo sin trabajo ni imaginación háblame

Debo de ser fecundo e ingenuo Mi esperanza va al ponto, recostada en la madera, empujada por el mito hacia otra costa

Esto lo pienso a veces, así me siento consciente, y no me impide decirle:

Penélope, amor mío, cásate tú también con quién quieras,

vete y no pongas cuidado en nuestra curiosidad

En los libros prohibidos mi estirpe se consume: mi linaGe, algún VArón VAliente enVAlentonado por la SAL él otro antepasado de prudente SALud nuestra VOcación ALud opulencia

Ahora yo las muestro como vaciando mi origen, liberando memoria recargable Soy fuerte por los venideros, refrescando el elogio y su estatura

¿No lo entiendes, góndola rosada?

¿Acaso quieres que yo enferme, formatee al héroe atrincherado en caderas de Calipso?

¿Es que no ves que ya sentí prisión y busco ahora certezas en un lejano episodio?

Todo esto lo pienso y aún NO sé de Prenestina SÍ mis bienes repartidos, Madrid, fuera de casa, devorados NO Centocelle SÍ del viaje en vaNO o NO, según. Como McCandless

NO sé esos lugares en la lengua de la alondra

Pero SÍ sé la victoria de la fuga, nosotros luchando por siglos sin cuerpo

También conozco la consigna de la culpa, el cadáver total de la culpa, redimido en la fatiga del vencedor y su ducado

Tengo noticia igualmente de esos negocios vergonzosos que he pactado conmigo.

Hacia los últimos días la tarde nos muerde el paisaje, mastica en el pecho esa condición de súbditos

Somos sonámbulos con un solo presagio,

odiado como amigos que ha triunfado a pesar nuestro,

temido enemigo tras el muro

donde anotamos estados y apuntalamos destinos

CARVER EN CONCILIAZIONE

Pregunta si perdiste en Ilión las manos para luego fotografiar viviendas, si acaso un compañero asesinó a las muchachas camino a Picture Rock, si hablasteis en el bingo de tejanos

Deberías comentarle la tristeza simbólica que conduce a un sedal, que conduce a ti, que conduce a un parque de embrutecidos gorriones

. pero en vez de eso

paseas, cuentas, el suicidio de Ed, el cumpleaños de Scotty, el retratista sin manos, el plan

. de las tardes por el río

Esta mañana cuando la hija de esta mañana la hija de rosáceos dedos

. sin ir más lejos

. esta mañana

nos hemos sentido forasteros desfallecer y acudido al idioma

al desencanto previo a la gramática

La cabeza de la alondra, la voz de la alondra, las cuerdas de la alondra,

pero las mentes enteras Han llorado

la certidumbre de cuando vida era el frío

de tu silencio a tu lengua

Es esta la casa de tu investigación El confín donde aguarda la palabra en su cepo, la crueldad que escarbando registra su origen

Cuando miras la herida te entierras Cada día

prefieres el Castillo de los Ángeles Allí

tienen lugar nuevamente los sucesos

Han repuesto un film Tu mito Un film

y los créditos cuentan Pero quién

podría verte

si no quieres

NO HAY DIOS QUE LO RECUERDE

Todos aquellos slogans que a fuerza de verlos y escucharlos
los hemos incorporado a nuestro vocabulario
particular como una frase más

La asociación de basureros advierte que escalar en bicicleta tu nostalgia hará que se te salga el tabaco del bolsillo.

Nueve de cada diez flashbacks reavivan la escena a las afueras.

Si no conduces mal, ¿te gusta fabular?

Bienvenida al colegio mayor de tu pasado:

sé leche, mi amiga, derramada, sé salsa macrobiótica llenando las piscinas, sé hierba, mi amiga, purificando los libros con retraso. Sé confiada, Boccanera no engaña.

No es que el lugar no haya existido, es que no hay Dios que lo recuerde.

¿Te habrán robado ya el tabaco? ¿Habrán fumado ya el tabaco? ¿Habrán hecho con el tabaco ya otras cosas?

Compartido, el sexo es más:

fueron pelvis que son ruinas, fueron vientres que son ruinas, fueron ruinas que son ruinas… hay cosas que el tiempo no puede cambiar.

¿Habrán barrido ya el tabaco? ¿Habrá una chispa de tabaco aún prendida? ¿Habrán buscado y comparado y lo devuelven?

La hermandad de vicedecanos conectando gente vía mail:

«Queridas Antiguas Alumnas, queridos Antiguos Alumnos: ahora que tenéis hijos, que imposible es nada, que trabajáis en la ONU, que os recordáis mutuamente con aprensión y ternura…»

… Ahora que te han dejado sola frente al vigilante-fantasma del campus-fantasma…

– ¿Qué se le ha perdido aquí?

– Yo estoy amando esto, pero no ha venido nadie.

– Negativo. Proceda. Callar mata.

– Un paquete de tabaco.

Habrán quemado ya el tabaco. Habrán perdido ya el tabaco. Habrá caído, otra vez, sobre el asfalto.

(de Los días mejor pensados)

NO HAY LUGAR QUE TENGA QUE SER SIEMPRE

Asumes: Viviría en todas las ciudades. Eso has dicho.
Comprendo que ya has vivido en todas.
Hundes la cabeza entre las sábanas. ¿Qué ciudad hay allí?
No hay lugar que tenga que ser siempre. Eso has dicho.
No obstante: refractarse, adherirse, derramarse.
Reniegas del ahora eterno de postal.
Sobre una placa, en la región del trigo, vas a cruzarme el nombre con una línea roja.
Premeditas asaltar la periferia, no girarte, no asentir la gravedad del casco histórico.
Siempre somos buenos. Enmudece. Corre como nunca. No respondas.
Podríamos vivir en todas las ciudades. Okupar
la ciudad desencantada.

¿Quieres decirme qué haremos con tanta herencia?

I (Grupo familiar)

Resolución del pecado: la fotografía compartida nos hizo mendigos a las puertas del grupo familiar.

No importa quién se es, sino quién ha sufrido mejor: un mapache reciclando cócteles con los que embriagar el certamen del mártir.

No sorprende el silencio basal, sino preferir suciamente distancias y que el emoji nos salve el dialecto.

Al final, lo borroso en la descarga iguala ostracismos y sonrisas, el bautizo y la piscina, el resort eufemístico.

El consuelo del ególatra: cuando lo atiendes también estás (salvajemente mirando) hacia un lado muy prudente de tu vida.

II (Isla roja)

Un mal asesina anualmente a las palmeras. Mi padre vomitó después de la promesa varada en la isla roja. ¿Cuánto cormorán avistaríamos (la supuesta alegría de los demás)?

Buceé anonadado: el auténtico coral carece de caribes, convendría conocerlo en claro fotográfico. La ceguera me fue ajena; sufrida, en los ojos de mi madre.

¿Hasta cuándo costearán los viajes estivales? A cada esfinge un foro desinforma: los hijos de los hijos de la hidra.

¿Cíclica la edad de la poda y su cuidado? Esa iguana lo sabe: cómo deslumbra aquello que no quieres pensar. Un insecto que carga como tú con su horror.

Subo solo como en sueños. Una selva luminosa (más allá) la orilla (y después) mis padres en la proa, mareo e invidencia (a lo lejos)

tortugas que mueren avisando.

III (Sargazo)

Si debe ser encontrado, se derrama

Rentable

adjetivo de moda

Vuelve así el templo encogido, emplata bicitaxis en la selva precaria. Sus runas tendidas a idéntico sol, otro tiempo al silencio: exilio de aves, defor-estación. Un quiebro en la piedra es hoy traducido al plot twist: el fin de los mundos a la anchura de tu biblioteca.

También quieres ver aquel río que vuelve a ocurrir bajo otro domin(i)o: influencias fluyendo hacia la predicción. Te hará libre todo contador inexacto, cenote que por refrescar sugiera bisiesto.

¿Y aquello que, intuyes, sabrás de ti mismo no gracias a ti? Si sobre tus manos incienso ennegrece, el chamán va a hacerte sentir algo ofendidito. El mar, tu cuerpo, dan miedo, se encrespan. ¿Qué cruel minoría fondea en ellos?

Sargazo es recurso, el océano sacude hacia ti un cese de acciones y, aun así, dulce ofrenda.

Poema: el blanco pañuelo. Mueves y limpias y tal vez a nadie concierne

y aun así.

IV (Herencia)

El yo-cero se resiente. Quemando el merchandising creí confrontar tópicos (algo a lo que debernos) y luego saltaste tú a la carretera.

Garabateas el plan de los huérfanos: el ser escindido a cambio de mensualidad. Y nos reímos porque acechan desde la encimera (veteranos Happy Meal).

Más allá del maniqueísmo, quizás, los peces del pasado sean ciegos, presa fácil, en esa región primera

solemos irnos a ahogar.

Tomamos de nuestros padres las rezagadas parrillas (flor de VHS) Otras formas de nostalgia y guiones de emergencia Lo aleatorio del rebobinado Prohibido hablar de política

La instrucción en fortuna

(mantenerla-amaestrarla):

herencia que contar como

si pudiese volver a ocurrir.

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Autores
Donaciano Bueno Diez
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Nacer es un evento misterioso, nacer aquí o…
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