EL COLEGIO MARAVILLA [Mi poema]
Sergio Mondragón [Poeta sugerido]
Sergio Mondragón [Poeta sugerido]
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MI POEMA…de medio pelo
Hay un colegio en mi calle
que se llama Maravilla,
que por las mañanas chilla
sin poder decir que calle,
gritos que a toda pastilla
resuenan en todo el valle,
a modo de pasacalle
salpicando en mis mejillas.
Paseo yo y voy bailando
del ritmo en su partitura,
la música que me cura
esas ansias de volar,
y a la infancia retornar
ahora ya en mi edad madura
de aquella tierna andadura
que ahora vuelvo a recordar.
Mi humilde escuela rural
tan preñada de emociones,
¡qué bonitas las canciones,
qué suspiros al cantar!
los pupitres de madera,
las pizarras, los tizones
blancos como corazones
puros y sin malear,
¡Cuánta pasión al jugar
a la dola o a la tuta,
los nidos de los gorriones
en los árboles a hurgar,
o quizás adivinar
qué decían que era puta
o al río como a una fruta
“a ojete” ir a pescar!
Y soñar, soñar, soñar…
sin penas ni inconvenientes,
que en las mentes de inocentes.
todo era color de rosa,
cual alegre mariposa
que posaba en nuestra mente
nos decía confidente
la humanidad era hermosa.
Y ahora ya plácidamente,
acostado en mi aposento,
miro el devenir y siento
con sana envidia, impaciente,
la nostalgia de aquel tiempo,
la ilusión de ese momento,
y a Dios lanzo este lamento:
si amor a los hombres siente,
que a niños haga crecer
su inocencia eternamente.
©donaciano bueno.
(*) La dola y la tuta eran dos juegos típicos infantiles. Se decía pescar «a ojete» al hecho de meterse en el río a pescar cangrejos como dios nos trajo al mundo.
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Sergio Mondragón
LA POESÍA DEL SOL
la loca poesía tiene el sombrero del sol
la loca poesía tiene el manto de la lluvia
y nos tiende sus hilos dorados
y florece como una respuesta a todas las preguntas
la loca poesía baja las escaleras del cielo
trepa los árboles de la mañana
se adormila en las pestañas de los que nacen
de los que bucean la luz del mediodía
de los que aran y oran
la loca poesía tiene los cabellos mojados
duerme por la noche
avanza por el día
se detiene
aspira las flores y viaja con las nubes
la loca poesía habita mi hombro
tu pie
habita tus pechos alegres
la loca poesía mana del centro del sol
escurre por tu costado
mana también de tu cabello
mana de tus dedos
estalla en las almenas de mis ojos
la poesía está loca por nosotros
para mirarla sólo tenemos que trazar el cuádruple conjuro
norte . sur . este . oeste
y verla caer como la lluvia
oirla cantar como el viento que pasa
verla ovillarse en las ingles de la tarde
la poesía está loca por nosotros y nos regala el verano
un verano que desfila lento
junto a sus hermanas las estaciones
la loca poesía.
Cambio de siglo
Los artistas se echaron a dormir
devastados y exhaustos
por tanto ruido y decepción
razón por la cual se declararon en huelga
de opiniones y asistencia a los cocteles.
Habían ganado premios
y cantado en todas direcciones
llenando la segunda mitad del siglo XX
con sus pinturas y sus escritos
de magnífica factura
con páginas y lecciones derivadas
de otros tiempos; que al público mucho le gustaron
y que dan a puertas que se abren indistintamente
hacia adentro y hacia afuera
hacia el temible campo abierto del desconocido
material del arte que está por descubrirse.
Insomnio
la hora negra abre la boca
el tic tac de la carne crepita en la almohada
rostros desfilan monocordes y lentos
recuerdos humedecidos por los años
fermentados por las lluvias de innumerables veranos
voces vencidas por la memoria
ciudades aeropuertos despedidas
anclados en la niebla
la caravana
avanza contra la tormenta
búhos en sus nichos de roca
niegan lentamente con la cabeza balanceando
sus largas cabelleras
cuerpos canciones cementerios
arrastrados por el viento
el musgo del deseo el rumor de la rata
crujen en la sombra
el peso de la noche rompe la rama
el reloj cae sin fin
estiro la mano palpo la cama enorme
estoy con los ojos inmensamente abiertos
relumbrando en la noche
Copista
Del abrojo que alegre el viento arrastra
surge un fuego
que respeta mis manos añosas de pirú;
del destello fugaz en los campos del sol;
de la luna de labios resecos que besa
mi boca terrena…
de semejantes construcciones
brota el lenguaje que me inspira
con sílabas ligeras, con visiones frescas:
todo lo cual es una cálida promesa,
la señal de que el Verbo retoña en mis comarcas
y madura huertas y cantos en mis manos de copista:
el copista:
ese ser que aprende a escribir y a mirar con paciencia
en la naturaleza de las cosas.
El aprendiz de brujo
en realidad, señoras y señores, yo no soy otra cosa que un aprendiz de brujo.
tengo las escobas, quiero que barran y limpien mi casa
las ollas relucientes
todo como llevado de la mano de Brahms.
sé tumbarme entre la hierba, dormirme entre las flores
despertar y gritar ¡viva la libertad!
y recuerdo que la bruja Raquel me dijo un día:
libertad libertad girasol girasol
mientras me clavaba las uñas en la espalda
echados ambos en las risas de los soleados aguardientes
de Colombia
de sus cartas.
el aprendiz de brujo está bajo los árboles
hay mucha luz, es mediodía y la hora zumba canciones
exiliadas
el calor refresca la curvada espalda del Escriba
aprendiz de brujo.
¿pero dónde está la llave, aprendiz de brujo?
¿en una carta? ¿en un lance de judo?
¿en el aljibe sobre el que estás sentado?
¿y si ella no viene el miércoles, y si tu clase de yoga no empieza mañana?
¿y si no recibes el mensaje de Jan Arb?
ese pájaro en la rama está llamándote
aprendiz de brujo: toc toc toc.
Maestro, ten misericordia de los aprendices de brujo
que abren sus redomas.
ten misericordia del aprendiz de brujo
que escribe este poema.
Magia de las manos
Suelto las manos sobre la víspera de un poema.
Esfuerzo del pensamiento en su gimnasio:
pectorales de hojas, un aroma de jardines,
asamblea de follajes
trascendentes.
En medio de la arboleda
y sin moverse, el poema observa el trazo
de aves que se persiguen
y que se dicen cosas
al pasar
sobre las ramas.
El poema medita soñando unos versos libres
que cobran vida,
que luego corren
por la creación entera.
Resplandece.
Reverdecen las espaldas de paisajes asombrosos
en unas páginas yertas:
aparecen
tiestos frescos en las hojas azotadas
con los látigos del habla:
textos que muestran el rostro por la magia de las manos