INGRATITUD (Mi poema)
Mario Noel Rodríguez (Mi poeta sugerido)

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MI POEMA… de medio pelo

 

Hoy he venido a verte
y no me has recibido.
Hoy he querido hablarte
y no me has escuchado.
Lanzar solo me queda lamentos al olvido,
dejar vaguen mis «ayes» sin rumbo por el aire.

Sueño contigo
y tu imagen se difumina y desaparece en mis pupilas,
te imagino entre suaves nubes de algodón
y un inoportuno soplo de aire las disuelve.

Vivo contigo y quiero ser tu amigo
y tu no me comprendes y no me correspondes.
Me ignoras, esquivas o desprecias,
tu ingratitud no tiene límites.

Hoy ya ni siquiera siento el frío
que produce el gélido ambiente de tu estancia,
soy como el ave que, sin retorno, reinicia su camino
sin odio, sin rencor y sin nostalgia.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: 

Mario Noel Rodríguez

Alejanía

en el centro puntual de la maraña
Dios, la araña
Alejandra Pizarnik (Escrito el día fatal)

Allá donde la carne es harapos
mi corazón es reflector.
La araña con su linterna estudiaba tus pasos al alba.
No sabía que volabas,
que subida a un relámpago perdido
pisabas las tripas de la eternidad y sus hijos leprosos.
Te vi en sueños con muñecas de dolor,
no veías más que un gato descompuesto en sombras.
Te hablé, sólo pateaste la atribulada ceniza
de los profanados por el crepúsculo.
Un verso mordiendo su propia cola, escribiste.
Lo busqué en la alcantarilla de la pasión
pero lo tragó Merlin, estallando.
Y han pasado años bajo el puente
donde bocabajo la araña teje promesas,
bufandas, gorros para protegernos de la noche
en que no quede pelvis sobre pelvis.
En tu sombra dormitaré feto.
Alejanía, teclado de invierno,
allá voy contra el clavel que atravesó tu pecho,
tu voz de insecto imaginado.

Amatorio

La barbera cocina bellísimo,
prepara unos aviones sin destino,
sabe que el piloto desprovisto de razón
sueña con sus universales guisos.

Ella, madrugadora cascada tropical,
busca sitio para acomodar su cabeza
en el pecho giratorio del planeta
de corazón perdido en la montaña.

Le confieso mi amor a lo pájaro
y palpo su espalda coronada de azahares,
su mandíbula contraminada al cielo.

No sé qué haría sin sus tijeras y peines,
a la altura del ronco milenio
disputado por ‘hombres nuevos’ y musas feministas.

Bocanada de montaña

Canto para que juntemos los alientos en una vertiente,
subamos a la cama del asombro
sin más ropa que la memoria,
sin más escudo que la neblina sin freno.
Honda la montaña,
alto el río.
Seré universo desparramado de tus manos,
fugitiva penumbra a la hora de enfrentarnos,
de ser piel y locura, labio y cataclismo.
Seré para que seamos.
Desbordada montaña,
multiplicado río.
Santa la noche,
tremenda la vida que empujo a tus entrañas.
Santa la noche, lindo besar el suelo del cielo.
Santo el encuentro, bendita la virginidad de las orquídeas.
Montaña entrando al ensueño,
río veterano del sueño.

Celo arriba, celo abajo

ndo caliente por abajo y por los aires.
Subido a un avión de fogatas,
la lengua llega hasta Saturno,
la pasión busca y se come a sí misma.
No sé qué haré si fallezco en este segundo:
Arrojar el Nuevo Testamento contra el viejo sudario,
ahogarme en alcoholes como el barbero,
dibujar la vagina que viene acelerada por las nubes.

Ando caliente y no me gasto.
Ando en llamas y no las veo,
quemo en sombras y calla el mundo.

Pasarán las noches y pasarán los hombres,
pero esta sed que delira en el reino de tu útero,
quedará latiendo como vieja vegetación de poema.

Heridas

a David Escobar Galindo

Sombra, catacumba, delirio,
ciclón, gangrena, pústula, grano,
desesperanza, esputo, roto lirio,
caída, pólvora, cornada, marrano.

Puñalada, tisis, divorcio,
misil, convulsión, úlcera,
abandono, jaqueca, humo, consorcio,
pornoteca, pedrada, cáncer, balacera.

Guerra, perra, sordera, cojera,
guerra, aterra,
guerra, sierra, combate, tontera.

Guerra, herida, Paz,
guerra, doble perra.
Te entierro con vida, rapaz.

Te tomo a pecho

Dame de esas ánforas que relincho.
¡Cuántos siglos esperé para succionarlas y ser vuelo,
navegar por el celo que soñé!
Que lo sepa el pavorreal,
que lo sepa el charco de sol.
Limones del más puro brillo al conocerte,
ahora magnéticas piedras lunares.
Testamentos ha escrito esta lengua,
viajes de la alcoba al delirio,
sedes he frenado en tu tórax.
Y quizá los amantes inventen nuevos toboganes,
locas lunas en qué caer fallecidos,
pero ante el cáncer de mamas
sólo mi voz al otro lado de la leche.

Penal Mariona

La sombra patea al más valiente,
sea blanco, negro, azul o rojo.
Quema los huesos en salsa de hastío
y el cielo es una ventana nublada de suspiros.
Una cuchillada a la fantasía del homosexual,
el llanto cae al plato vacío,
los zopilotes llegan a investigar.
Putiadas y picassos en la pared son la vida misma,
historias de hambre y revoluciones a medias
son la vida misma.
Un laberinto es cada pecho
y cada pecho una guitarra sin cuerdas.
La libertad una bandera sucia de infancia.
El poeta sangra pequeños universos.

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Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

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