JOSÉ ÁNGEL BUESA

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.

Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Lee y disfruta de sus poemas...

BLAS DE OTERO

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Lee y disfruta de sus poemas...

RAFAEL ALBERTI

Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo...

Lee y disfruta de sus poemas...

ANTONIO MACHADO

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero...

Lee y disfruta de sus poemas...

FÉLIX MARÍA DE SAMANIEGO

Apacentando un Joven su ganado,
gritó desde la cima de un collado:
¡Favor!, que viene el lobo, labradores.
Éstos, abandonando sus labores,
acuden prontamente,
y hallan que es una chanza solamente.

Lee y disfruta de sus poemas... v

FEDERICO GARCÍA LORCA

Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL CELAYA

A veces me figuro que estoy enamorado,
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS

Recuerdo que en los días rosados de mi infancia,
la abuela…(¿de quién son los abuelos?, ¿de los niños?),
solía por las noches, cuando la tibia instancia
parecía una caja de dulces de la luna,
contar historias viejas. Hoy ya no sé ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Este amor que ha venido de repente
y sabe la razón de la hermosura.
Este amor, amorosa vestidura,
ceñida al corazón exactamente.

Lee y disfruta de sus poemas...

TIRSO DE MOLINA

Que el clavel y la rosa,
¿cuál era más hermosa?
El clavel, lindo en color,
y la rosa todo amor;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARQUÉS DE SANTILLANA

Recuérdate de mi vida,
pues que viste
mi partir e despedida
ser tan triste.
la respuesta non devida
que me diste;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS FERNÁNDEZ DE MORATÍN

Amor, tú que me diste los osados
intentos y la mano dirigiste
y en el cándido seno la pusiste
de Dorisa, en parajes no tocados;

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS ROSALES

Abril, porque siento, creo,
pon calma en los ojos míos,
¿los montes, mares y ríos,
qué son sino devaneo?

Lee y disfruta de sus poemas...

ROSALÍA DE CASTRO

¡Con qué pura y serena transparencia
brilla esta noche la luna!
A imagen de la cándida inocencia,
no tiene mancha ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

JOSÉ ZORRILLA

¡Ay del triste que consume
su existencia en esperar!
¡Ay del triste que presume
que el duelo con que él se abrume
al ausente ha de pesar!

Lee y disfruta de sus poemas...

JUANA DE IBARBOUROU

A ártico cielo y soles de Brasiles
bajo palio de heridos corazones,
a ociosa espuma y a fluviales sones
anda el Sagrado Corazón en lides.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

VICENTE ALEIXANDRE

¿Qué firme arquitectura se levanta
del paisaje, si urgente de belleza,
ordenada, y penetra en la certeza
del aire, sin furor y la suplanta?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME GIL DE BIEDMA

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LEÓN FELIPE

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JULIA DE BURGOS

Yo vengo de la tierna mitad de tu destino;
del sendero amputado al rumbo de tu estrella;
el último destello del resplandor andino,
que se extravió en la sombra, perdido de tu huella.

Lee y disfruta de sus poemas...

CONCEPCIÓN ARENAL

Había en un lugarón
Dos hombres de mucha edad,
Uno de gran sobriedad
Y el otro gran comilón.
La mejor salud del mundo
Gozaba siempre el primero....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME SABINES

A caballo, Tarumba,
hay que montar a caballo
para recorrer este país,
para conocer a tu mujer,
para desear a la que deseas,
para abrir el hoyo de tu muerte,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARIO BENEDETTI

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS GUILLÉN

¿Cuándo fue?
No lo sé.
Agua del recuerdo
voy a navegar.
Pasó una mulata de oro,
y yo la miré al pasar:,....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

OCTAVIO PAZ

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MANUEL ALCÁNTARA

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JOSÉ BERGAMIN

AGUA sólo es el mar; agua es el río,
Agua el torrente, y agua el arroyuelo.
Pero la voz que en ellos habla y canta
No es del agua, es del viento.

Lee y disfruta de sus poemas...

MANUEL GUTIERREZ NÁJERA

Los pájaros que en sus nidos
mueren, ¿a dónde van?
¿Y en que lugar escondidos
están, muertos o dormidos,
los besos que no se dan?

Lee y disfruta de sus poemas...

DÁMASO ALONSO

Tú le diste esa ardiente simetría
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu día;

Lee y disfruta de sus poemas...

GABRIEL Y GALÁN

Cuando pasa el Nazareno
de la túnica morada,
con la frente ensangrentada,
la mirada del Dios bueno
y la soga al cuello echada,

Lee y disfruta de sus poemas...

LOPE DE VEGA

Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

AMADO NERVO

¿Quién es esa sirena de la voz tan doliente,
de las carnes tan blancas, de la trenza tan bruna?
-Es un rayo de luna que se baña en la fuente,
es un rayo de luna...

Lee y disfruta de sus poemas...

GLORIA FUENTES

El burro nunca dejará de ser burro.
Porque el burro nunca va a la escuela.
El burro nunca llegará a ser caballo.
El burro nunca ganará carreras.

Lee y disfruta de sus poemas...

JORGE LUIS BORGES

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Lee y disfruta de sus poemas...

LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN

¿Qué acecho de dolor el alma vino
a herir? ¿Qué funeral adorno es éste?
¿Qué hay en el orbe que a tus luces cueste
el llanto que las turba cristalino?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LUIS CERNUDA

Ventana huérfana con cabellos habituales,
Gritos del viento,
Atroz paisaje entre cristal de roca,
Prostituyendo los espejos vivos,
Flores clamando a gritos
Su inocencia anterior a obesidades.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRAY LUIS DE LEÓN

Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

RUBÉN DARÍO

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIGUEL HERNÁNDEZ

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma, ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor...

Lee y disfruta de sus poemas...

ALFONSINA STORNI

Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Lee y disfruta de sus poemas...

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Esparce octubre, al blando movimiento
el sur, las hojas áureas y las rojas,
en la caída clara de sus hojas,
e lleva al infinito el pensamiento.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

SANTA TERESA DE ÁVILA

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

SAN JUAN DE LA CRUZ

En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS

MANUEL MACHADO

Yo, poeta decadente,
español del siglo veinte,
que los toros he elogiado,
y cantado
las golfas y el aguardiente...,
y la noche de Madrid,...

Lee y disfruta de sus poemas...

PEDRO SALINAS

A esa, a la que yo quiero,
no es a la que se da rindiéndose,
a la que se entrega cayendo,
de fatiga, de peso muerto,
como el agua por ley de lluvia.

Lee y disfruta de sus poemas...

JORGE MANRIQUE

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;

Lee y disfruta de sus poemas...

RAMÓN DE CAMPOAMOR

En este mundo traidor
Nada es verdad ni mentira:
Todo es según el color
Del cristal con que se mira. 

Lee y disfruta de sus poemas...

SALVADOR DÍAZ MIRÓN

En buen esquife tu afán madruga,
el firmamento luce arrebol;
grata la linfa no tiene arruga;
la blanca vela roba en su fuga
visos dorados al nuevo sol.

Lee y disfruta de sus poemas...

NICOMEDES SANTA CRUZ

Cómo has cambiado, pelona,
cisco de carbonería.
Te has vuelto una negra mona
con tanta huachafería.
Te cambiaste las chancletas
por zapatos taco aguja,...

Lee y disfruta de sus poemas...

FRANCISCO DE QUEVEDO

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

FRANCISCO ALDANA

Clara fuente de luz, nuevo y hermoso,
rico de luminarias, patrio Cielo,
casa de la verdad sin sombra o velo,
de inteligencias ledo, almo reposo:
¡oh cómo allá te estás, cuerpo glorioso,

Lee y disfruta de sus poemas...

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Volverán las oscuras golondrinas
De tu balcón sus nidos a colgar
Y otra vez con el ala a sus cristales
Jugando llamarán.

Lee y disfruta de sus poemas...

GUTIERRE DE CETINA

Excelso monte do el romano estrago
eterna mostrará vuestra memoria;
soberbios edificios do la gloria
aún resplandece de la gran Cartago;...

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

GARCILASO DE LA VEGA

Cuando me paro a contemplar mi estado

y a ver los pasos por do m’han traído,
hallo, según por do anduve perdido,
que a mayor mal pudiera haber llegado;

Lee y disfruta de sus poemas...

IMAGINA, MEJOR NO IMAGINAR [Mi poema]
Jacinto de Salas y Quiroga [Mi poeta sugerido]

Inicio » Triste » IMAGINA, MEJOR NO IMAGINAR

¡Gracias por leer esta publicación, ¿deseas comentar?  haz click en el botón de la izquierda!

MI POEMA… de medio pelo

 

Imagina que en este mundo cruel
las personas vivieran sin abrazos,
sin los besos, saludos y aun codazos,
sin poderse rozarse con la piel.

Que las calles brillaran por su ausencia
porque nadie a pasear se decidiera,
y hasta el ruido de pena se muriera
procurando a pecados penitencia.

No pudiérase hablar con sus vecinos
por el miedo a juntar con apestados
y mirarlos con semblantes despechados
aun peor se tratara de gorrinos.

Imagina que fueras un anciano
recluído en tu casa y resistiendo,
mientras oyes los viejos van muriendo
sin que nadie les echen ni una mano.

Imagina, es mejor no imaginar
que eso mismo es lo que hoy está pasando,
las campanas de pena están llorando,
sin que exista otra opción, la de rezar.
©donaciano bueno

Estábamos tan calentitos...y vino #Dios a vernos Clic para tuitear

MI POETA SUGERIDO:  Jacinto de Salas y Quiroga

Yo te amo

Angelito, dame un beso;
dame un beso y un abrazo,
que tu padre está en la guerra
hace ya más de dos años,
y de entonces nada basta
para darme buenos ratos
sino una voz de tu boca,
sino un beso de tus labios.
¡Pobrecillo!… ¡Cuántos lloros
a mí mísera has costado!
De tu padre, ángel del cielo,
eres el vivo retrato.
Esas mejillas de rosa,
esos ojos azulados
que respiran solo amor…
Eso todo, no hay dudarlo,
eso todo es de mi Antonio…
Aprende, niño adorado,
a decir como tu madre:
«Yo te amo, yo te amo».
Mamá, mamá, ¿por qué quieres
que suspire al pronunciarlo?
-Hijo mío, dame un beso.
-Mamá mía, yo te amo.
Vino luego de la guerra
el militar suspirado,
y al darle un abrazo tierno,
fuera de sí, enajenados,
hijo y madre repetían:
«Yo te amo, yo te amo».

El amor del poeta

Mon luth sur mes genoux, soupirant mon amour,
je charmerai ta peine en attendant le jour.
LAMARTINE

Amor, devora el alma de tu esclavo,
devórala en un día;
o deja que mi pecho candoroso
en torrentes se exhale de armonía.

Ya no tiemblo, no tiemblo… el Dios que inspira
al genio creador es quien me inflama;
Él dio temple a las cuerdas de mi lira,
Él raudales de voz en mí derrama.

No es más grata la fuente en el desierto,
ni en el jardín más bella es la palmera,
que el grato sonreír de la ternura,
y el mirar de la virgen hechicera.

O virgen, me amarás, que yo te adoro,
y a un destello no más de mi mirada,
a una gota tan solo de mi lloro
sin querer te verás cual yo arrastrada.

El llanto del poeta es más que fuego,
su mirar arrebata y enardece,
y el valor de la virgen inocente
a su cantar de amor desaparece.

Si la brisa murmura, de tu boca
me parece que a mí trae un suspiro;
si las olas se estrellan en la roca,
algo me dice: allí tu imagen miro.

Cuando el hielo del Norte me cubría
el latir de mi pecho era aun más frío,
y ora que siento el sol de Mediodía
me digo: aun más me abrasa el amor mío.

Mil te amaran, o virgen, mil te amaran;
mas ¿te amará jamás cual yo un poeta?
Ellos sin ti por otra suspiraran,
más yo ¿qué necesito?… Mi paleta.

Mi paleta, teñida de colores,
para pintar el cielo…
Cantar fue mi elemento y mis amores…
Y ora otro amor me arrastra por el suelo.

¡Oh! Por ti nada más… por ti, mi amada;
sin tus ojos de cielo yo dichoso
¿Qué pidiera al Eterno?… ¡Oh! Nada, nada:
Melodioso cantar, gloria y reposo.

Sí, que me niegue luz el Dios que inspira
sino puede mi canto enternecerle;
en mil pedazos quiébrese mi lira…
O compasión o muerte.

El soldado

Caballito, caballito,
el de la cola rizada,
hoy me dijo el capitán
que me puedo ir a mi casa.
Hace ya más de ocho años
que no duermo en buena cama,
que vivo sin padre y madre,
sin hermanos, sin hermanas,
que no tengo quien me cosa,
ni quien me diga: ¿qué extrañas?
Ya se acaban mis trabajos…
a Dios, caballo del alma;
cuando mi madre me abrace
le diré: «Sólo me falta
mi caballo para ser
dichoso, madre adorada».

Así decía el Soldado,
luego con dolor y calma
fue a casa del Capitán
Y recibió sin tardanza
su licencia. ¡Pobrecillo!
Quiso volver a la cuadra
a dar el último abrazo
al de la cola rizada.
Ve al caballo, y sin querer
una lágrima se escapa
de sus ojos… «Caballito,
caballito de mi alma,
no veré más a mi madre,
dormiré sobre unas tablas,
llevaré palos del cabo,
más cuidaré tu cebada.
No, no te puedo dejar…
Vales tú más que mi casa».

Dijo, y rompió la licencia.
¡Pobre! Volvió a sentar plaza.

La indecisión

Cada vez que sin conmoverte
mi tierno llanto ves correr,
deplorando mi triste suerte
me ofrezco no volverte a ver.
Pero si acaso una sonrisa
llego en tu boca a descubrir,
lloro, suspiro, mi Luisa,
y aquí a tus pies juro morir.

Cuando el requiebro de otro amante
veo que escuchas con placer,
acusándote de inconstante,
me ofrezco no volverte a ver:
mas si hacia mí, dueño adorado,
llegas tu vista a dirigir,
si ves mi llanto con agrado,
aquí a tus pies juro morir.

Si pienso que mi ardiente anhelo
de ti no puede merecer
ni una palabra de consuelo,
me ofrezco no volverte a ver.
Mas si imagino que algún día
a mi amor te podrás rendir,
siento renacer la alegría,
y aquí a tus pies juro morir.

El roble y la caña

Fábula
Lima, 1832

El orgulloso roble cierto día
a la flexible caña así decía:
¡cuán injusto contigo me parece
el padre de los dioses! ¡Pobre arbusto!
Un régulo ligero te estremece,
y te dobla a su gusto.
Al impulso de Céfiro impotente
inclinas sin defensa humilde frente:
yo, no sólo detengo sin trabajo
del sol molestos rayos, mas el viento
es para mí un débil elemento,
y en su curso furioso yo le atajo.
Tan pródiga natura fue conmigo,
como parca contigo.
¡Si nacieses siquiera
bajo mi espesa copa, bondadoso,
yo de la tempestad te defendiera,
y sabrías así lo que es reposo!
Mas a menudo naces, infelice,
en las regiones húmedas del viento.
Señor, la caña dice,
digna es vuestra bondad del nacimiento
que Júpiter le ha dado;
mas no se aflija tanto por mi suerte;
contra el viento es verdad soy poco fuerte,
mas, si me dobla, nunca me ha cortado.
Cuando así dice, Bóreas inclemente
forma la tempestad más horrorosa
que ha visto humana gente.
El cielo se obscurece, el sol reposa,
zumba el viento, la tierra se estremece,
y todo con su estrépito perece.
La caña dobla, el árbol se resiste;
La tempestad no obstante
su fuerza aumenta, y con furor persiste;
y hace tanto que el árbol del Tonante,
cuya cabeza toca al firmamento,
se mira derribado en el momento.

La luna

Leur ciel est nébuleux et leur soleil est froid.
NAPOLÉON EN EGYPTE.

No me interrumpas, que contemplo ansioso
el astro bello que en el cielo brilla,
no cual le he visto, triste y nebuloso,
del Támesi a la orilla.
Hoy hace un año el astro así vagaba,
y sobre el césped húmedo sentado,
cual hoy le contemplaba,
el rostro mío en lágrimas bañado.
Envuelto estaba en mi pesado manto,
y mi vista a lo lejos descubría,
para placer y encanto,
nieve más bella que la luz del día.
No así la luna, con su faz hermosa,
Las canas plateaba del anciano,
ni del rostro lozano
yo distinguía la color de rosa.
La luna de Albión, entre vapores,
no alumbra, cual alumbra la de Iberia,
que la nuestra es de amores,
la suya de miseria.
Hoy mismo hace dos años que en los mares
guiaba mi bajel el astro mismo;
al verlo yo olvidaba mis pesares,
al verlo no temblaba ante el abismo.
Hoy, astro de inocencia y de consuelo,
te miro de mi patria y sin anhelo,
suspirando tal vez… ¡Si soy poeta!
Pero tal vez dichoso
si recuerdo aquel tiempo tenebroso
en que cantara a Pirra la coqueta.
Allá arriba otros ojos en la luna
se encontrarán acaso con los míos…
-«Su luz te es importuna.»-
-«Los años son tardíos.»-
No, déjame mirar, ya que no pueda
ver lo que quiero si la vista inclino;
¡Qué consuelo me queda
si no sueño más próspero destino!
Mira, ¿no puedes descubrir conmigo
sus ojos retratados
en el astro testigo
de sus amores lánguidos pasados?
Bajo la vista, que me brota el llanto,
y harto lloré en mi vida;
cúbrete, oh luna, con tu triste manto,
que tu belleza al lloro me convida.

A Damón

Je crains toujours d’attrister les heureux.
BÉRANGER.

Una vez sola, o numen de alegría,
una vez sola endulza mis cantares,
los de aquel que jamás pulsó su harpa
sino al claror de antorchas funerales.

Hoy el amor, cual amo, me avasalla,
él me arrastra hasta el pie de sus altares,
él mi labio desata… Dios o monstruo,
tú enfrenas por un día mi coraje.

A la puerta divina de tu templo
himeneo en mirarte se complace,
el que sin ti es la hidra de Lernea,
y por ti protegido es sólo un ángel.

Así será para mi tierno amigo,
que halló dolor al alto de los Alpes,
en la ciudad hermosa de Pizarro,
y en el piélago inmenso de los mares.

Doce veces la tierra en su carrera
midió el sol, cuando el fin de tus pesares
sonó, Damón, en el reloj sagrado,
y el amor te dio fuego que te abrase.

Felice tú que adoras a quien ama,
que sientes los latidos de quien late,
que recoges sus lloros en tus labios,
y suspiras tal vez por leves males.

Al lado de tu esposa, Damón mío,
sólo mora una paz interminable,
y nadie hay cerca de ella desgraciado,
sino el triste que entona estos cantares.

Si así, porque sus penas son eternas;
sus penas que bondoso tú escuchaste
en la ciudad del reino de los Incas,
do la amistad a entrambos nos fue madre.

Hoy ¡cuán distintos! La amistad nos une,
y en eso nuestros pechos son iguales,
pero tú gozas de indecible dicha,
mientras que a mí me oprimen nuevos males.

Mas sé feliz, mis penas se mitigan
al contemplar que vives sin pesares;
mientras tanto yo pobre pido al cielo
para cantar tu dicha voz suave.

A *** (Salas y Quiroga)

Sublime virgen, a mi canto atiende,
y si mi nombre el eco de la fama
repite un día y te alboroza el pecho,
di, virgen mía, que tu amor me inflama.

Tu amor es quien mi párpado humedece,
tu amor el que da sones a mi lira,
tu amor es el que acalla mis pesares,
tu amor quien este cántico me inspira.

Por Delia suspiró Tibulo versos,
el Petrarca por Laura, y por Elvira
suspiró Alfonso, el cisne de la Francia,
y sus nombres por siempre tendrán vida.

¡Dichosa la beldad que ama el poeta!
Es eterna cual él… O virgen pura,
si los siglos audaz mi canto vence,
tu nombre será eterno y mi ternura.

Y en los remotos siglos una amante
repetirá a su amante tiernamente:
«Ámame cual Fileno amó…» Y entonces
tu nombre sabrá el mundo solamente.

Al pueblo español, en la época de su regeneración política y literario.

Quizás mis versos secarán el llanto
de algún hombre inocente y afligido.
Alma ardorosa con secreto encanto,
menospreciando el mundanal ruido,
quizá hallará en mis versos candorosos
mayor verdad que en versos más famosos.
J. L DE MORA. -Poesías inéditas.

Le poète est semblable aux oiseaux de passage
qui ne bâtissent point leur nids sur le rivage,
qui ne se posent pas sur les rameaux des bois;
nonchalamment bercés sur le courant de l’onde,
ils passent en chantant loin des bords; et le monde
ne connaît rien d’eux que leur voix.
LAMARTINE.

Si te gusta #Jacinto_de_Salas_y_Quiroga... Clic para tuitear

Autores en esta página

Si te gusta mi poema o los del poeta sugerido, compártelo. Gracias
Donaciano Bueno Diez

Donaciano Bueno Diez

Editor: hombre de mente curiosa, inquieta, creativa, sagaz y soñadora, amante de la poesía.

Artículos: 2944
Subscríbete!
Notificar a
guest

0 ¡Ardo en ascuas por conocer tu opinión! ¡Anímate a comentar!
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Echa un vistazo a la siguiente publicación
¿Qué hace él allí, en el medio del…
0
Me encantaría tu opinión, por favor comenta.x

Descubre más desde DonacianoBueno

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo