¿QUÉ ES AQUELLO QUE MÁS QUIERO? [Mi poema]
Francisco Morales Lomas [Poeta sugerido]
Francisco Morales Lomas [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
¿Qué luce más que la luz? ¿Y si no tengo salud? ¿Qué me ha dejado el pasado? |
Aquí les dejo estos humildes ovillejos para recreación de quien le guste este tipo de versos
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Francisco Morales Lomas
DESTINO DE SAL
Y el mar con su destino de sal
prolongando el silencio esta tarde.
Corazón de agua, rosa oscura,
sábana de oro rojo que muere,
rapaz tormenta, alas al viento,
rumor de antigua historia que amaina.
En ti termina el sueño del agua,
mi palabra mecida en la tarde,
calentura que salta en mi pecho.
Tú , mar, con el destino de sal.
OLAS TURQUESAS DE MAR
Y las olas turquesas de mar
con su aventura de arena cálida.
Vírgenes derrotadas que atracan
y alcanzan la tierra virgen, nunca
hollada. Inventan aventuras
en las doradas playas de arena
y aroman de verticales ráfagas
de luz ensenadas ocultas.
En tranquilas bahías fondean
y en su pleamar de faro alumbran.
NÁUFRAGOS EN EL MISTERIO
Siempre náufragos en el misterio.
Barcos con pabellones hundidos
en el fondo del mar a la espera.
Espectros a la deriva y solos
con la noche y su sepultura.
Frutos de un oasis que germina
en el agua y enreda en el viento.
La barca nos espera en la calma,
en el remanso de los jardines
con su noche y su nieve oscura.
ASCUAS TENUES
Viven ascuas tenues en el cielo,
en el misterio de la mañana.
Árboles de luz y claridades
majestuosas que a la aurora prestan
su secreto. En destellos cifran
sus charoles y llamas solares,
y al agua su reflejo consagran
y el mar, onda en la calma, palpita
gozoso a la forma de sus fuegos.
Ascuas tenues y la mar en llamas.
ROSA DE PASIÓN
Rosas respiran cerca del mar,
en la cárcel del agua palpitan
y crecen, mórbidas vierten besos,
caricias de pétalos sus muslos.
Solo contemplo como un ladrón
su canto de agua y carne, carne
que vierte murmullo de amor,
carne húmeda que crece en la arena
y resucita esencia en mis ojos.
FIN DE PRIMAVERA
Sólo era un hombre ante el ruido del mundo.
Mujer que acoge el brillo de los tiros.
Y luego el vacío que va creciendo
entre la arena como pasionaria.
El mundo estaba en calma y la casa
en silencio. Llegó la noche y Dios
no estaba para pulsar el laúd
de su música. Sólo el hombre en sombra.
Supimos ser perfectos con la muerte,
darle alas a la oscuridad y al aire.
Mujeres invisibles y hombres muertos.
Se despedía el mundo y su tumulto.
Sin la piedad que moldea el silbido
del odio. Y la tierra siendo piedra.
Sin cuerdas guitarras. Seres de manos
grandes para empuñar la suciedad
de los acordes y su desaliento.
El mundo estaba en calma y la casa
en silencio, pero el hombre movió
las estrellas y el jardín con palomas
fue el vacilante búho de la noche.
*Los versos en cursiva son un préstamo
del poeta norteamericano Wallace Stevens.
LA CONSISTENCIA DE LA NOCHE
Siempre hubo ese ocaso que nos unía
como una caricia que deja perfil
humano. Declinación con su sombra.
Un ocaso con muros de palabras
que se enredan a la consistencia
de la noche. Con bergantes y odaliscas.
Pequeñas traiciones de luminarias
y esa luna con su recuerdo de misterio
a palabras mojadas. Apenas oscuridad.
O acaso el viento con su tumulto.
Ahora que el vivir se nos hace lento
y nadie nos espera para entrar en la rada
con su vocación de siesta,
sacrifico mi empeño de claridades
y te recuerdo al borde de un vuelo,
como el primer día que nos revelamos.
LUZ
Digo ojos y se ilumina
la palabra que asciende
al cielo y, fúlgida, enciende
la antorcha de luz divina.
Claro arcano que camina
por las escalas del cielo
y despojada del velo
del mundo, en desconcierto,
alienta en el dulce huerto
la esperanza del vuelo.