«La sociología política o sociopolítica es interdisciplinaria, donde la ciencia política y la sociología se cruzan».
Vivo en un barrio viejo donde una tienda
se oculta tras locales de la jodienda,
y aunque quisiera
nadie queda que exista con su solera.
Lamentable, hace tiempo que ya anduviste muerto
y aunque hoy es que tu cuerpo dejó de caminar,
dormir puedes ya en paz, sabiendo que en tu huerto
aquello que sembraste jamás se va a secar.
Si escardar es quitar las yerbas malas
hoy yo he salido a desbrozarle al viento
arrancándole el odio al sentimiento
la envidia y el rencor que hay en sus alas.
La chimenea está deshabitada,
no tiene corazón, no tiene leña,
la lumbre no aparece ya risueña
ni luce ya chispeante y colorada.
Así quieran culpar, no soy culpable,
que yo soy lo que soy, que así me hicieron.
Los que a mí me educaron y murieron
buscaron un promedio de notable
haciendo a un ciudadano. Y confundieron
Es inútil querer cambiar el mundo,
y adornarle de flores, diferente,
se incline hacia otro lado de repente,
trocando su carácter nauseabundo
en gozo que resulte complaciente.
¡Qué rápido fue! Nació, creció, murió.
Vivió sin conocer por qué vivía
asido a los poemas que escribía
cual ficha que se aferra al dominó
o espíritu penando en sacristía.
Al frío, hoy de nuevo he vuelto al frío
receloso del bajo Guadarrama,
con el alma y estómago vacío,
harto de andar, de tanto desvarío,
cual agua que del río se derrama.
Era joven. Se fue. Quizás no fuera.
No saben qué pasó. Se desconoce.
Nadie la pudo ver. Y hoy ya es desbroce
de un soplo que pasó, que nadie viera.
El mundo está atrapándose en sus flemas
por culpa de una clase dirigente
que olvida que es votado por la gente,
espera que resuelva sus problemas
y siente que le mira indiferente.
Ansias de sed. Los pájaros hambrientos
arrastran sus pezuñas sobre el lodo
que pasan junto a mi. Van codo a codo.
posible sean mas de mil. Quinientos
seguro que yo he visto que, beodos,
Partamos de la infancia. El crío piensa
en bromas y en jugar,
amigos, que le incordia el estudiar,
si encuentra su alimento en la despensa
y para de contar.
Vieja teja castellana
que arrebuja a golondrinas,
con sus nidos y barcinas
tan arcana y tan lozana.
Ni los vientos ni aguaceros
hoy lograron doblegarte,
Matar para comer. Nunca entendí
por qué para vivir hay que matar,
si acaso no pudiera él inventar
otra forma mejor de subsistir.
¿Qué he de hacer, qué dirán? Me da vergüenza.
Si no consigo hacerlo, él que diría,
Me mirará la gente todo el día,
quizás me tacharán de sinvergüenza.
¿Alguien hay que conozca a Berni, el tío,
quien fuera Diputado por Canarias,
el mismo, el que garante de los parias,
luchara contra ricos con gran brío
colgado de las grándulas mamarias?
Hoy repaso mi vida y me averguenzo
puesto que aunque yo quise ser no he sido
nada más que un ingenuo desvalido,
un mendigo infeliz. Desde el comienzo...
Lo siento, para mi la vida es bella
si excluyo a los que no hacen sus deberes,
y aquellos, los que matan a mujeres
poniéndole al amor una querella
en pos de sus placeres.
