ESTAMPAS [Mi poema] Maya Islas [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
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Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Maya Islas
De la serie Alma y Cristina (I) Alma
Transparente a pesar de la materia,
me asimilo a la red con una santidad particular;
soy una firme creyente
de que hay dos movimientos para visitar la vida,
y el trayecto a pie es lo apropiado.
Mientras verifico estas sensaciones,
me acomodo en la línea vertical
que me espera al final del túnel,
aunque el tren,
con su imagen rápida,
prohiba los pecados de la imaginación.
La maestría de mi curiosidad resolverá mi libertad
moviéndome de un lado de mi cuerpo
hacia otro cuerpo.
De la serie de María José (II) El bar
La ciudad está vacía.
La ciudad no dice a quien pertenece;
por lo tanto,
esperaré como Godot, por nadie.
Detras del vaso está la llave de mi salvación.
Mejor que una oración,
escapo al toque interminable de las brujas,
uniendo el sonido interior de las neuronas
que luchan contra el invasor.
Un amor español aparece en mis sueños.
El hombre es real porque da la oportunidad
de romper los espejos;
mi cigarro es el amigo horizontal que me convierte
en todas las cosas que no soy.
Analizo la calidad de mi piel
cuando pretende que nada está pasando,
pero,
estoy vacía.
Como la ciudad, no digo a quien pertenezco;
cruzo el desierto,
tengan paciencia.
De la Serie Alma y Cristina (III) La reunión
Observando la reunión desde afuera
me recuerda el hundimiento del Titanic;
quiero decir,
lo rápido que desaparece la realidad.
Además, porque Rose dijo en la película que:
‘el corazón de una mujer contiene profundos secretos.’
Yo no sé si este juego de palabras como ‘profundo’
significa un espacio en el agua,
o la distancia que se encuentra detrás del corazón,
aunque es divertido esconder el placer de la carne
dentro de una fotografía de amor,
sin decir nada.
Es esta historia,
saltar al mar entre dos cuerpos
es moverse por una línea divina,
que aunque se define,
se hunde.
De la serie de María José (V) La mujer
Nadie lo notó.
Yo no contesté.
Conocer el Yo no es un oficio fácil.
Mi cara posee una pieza de mí misma,
un puente entre dos ciudades.
Flotando y flexible,
me convierto en el tema de unos ojos
que desde el futuro miran para descifrar el golpe.
Ahora,
conozco la rajadura exacta
a través de la cual escapo,
cuando no hay nada más que hacer
que detener la vida como hacen las estatuas.
El gesto en sí mismo
me empuja hacia el océano
que nadie puede ver.
De la serie María José (V) Desintegración
Siento la verticalidad de un animal sin nombre
que cohabita dentro de mí
buscando un lugar para Ser.
Mis formas son exquisitas,
y un momento de bondad
me ha permitido reclamar el techo
para hacer lo que quiero.
Pensé que la secuencia de la vida
indicaba lo opuesto:
Hoy, estoy aquí;
dentro de un año,
existiré dentro de una palabra
o debajo de tu corazón en papel púrpura.
En este momento trágico
de sobrevivir como una pieza de arte,
me parece que ya entiendo
el murmullo del fantasma
cuando se convierte en hombre.
La ciudad cae como agua sobre la realidad.
I
Mientras más mal hace,
más bien devuelve.
Así el espejo confunde a los que miran.
Solo se oyen aplausos
que corren a velocidad
por el clap clap de las manos: “buena gente”
Nadie diría…
ni la mejor intuición
pudiera marcar con el dedo
lo que realmente pasa desde el balcón.
La luz sigue las rendijas:
cuando la verdad se cuela
te deja verla sin mucha delicadeza;
como suceden las cosas en la vida,
el aire cambia,
y con él, la respiración.
Hay un tono en las paredes
la luz, en la computadora,
ha descubierto a Dios.
Directo al pulmón…
habla.
Hay coros en febrero y en la primavera.
Una vela encendida
produce sombras cuando el número se mueve.
Nada. De momento nada.
¿qué voz querrá hablar ahora
o desear un templo para poder rezar?
Hay cierta nitidez cuando la muerte camina
haciéndose pasar por viva.
Todo depende del tiempo
todo depende de la intensidad del sol,
todo depende de mi ojo seco lleno de lluvias
y del agua que lo persigue para que crezcan rosas.
II
El templo está cerrado
terminó el conocimiento
y las llaves cayeron
murmurando su libertad.
Un ruido hizo su camino
y encontró el amanecer del iniciado.
No hubo otro calor que el conocido
mientras que una mirada se paseaba
por el borde de las montañas.
Todo tiempo es Paz
todo lugar una extensión del corazón.
Todo aleteo un milagro…un hogar.
III
“¿Dónde están los caballos?”
A Lázaro Horta y a su padre
Si pudiera darte la respuesta
o el ritmo del animal que crece con sonido
a fuego lento,
ya no serías más el callado espejo,
el sentido silencio de no saber qué decir.
Tan lejano es el ruido,
que las formas de las cosas han cambiado de lugar,
y sales de la tierra galopando
hecho un globo nocturno,
un rio que se acerca a su casa
para dejar la sangre, el lazo del aire.
El padre se acerca
parece que duerme vertical cuando pregunta
para no perder las líneas de la vida.
Es ancho y perfecto como el mundo que no ve;
ahora hay marcos de colores,
quizás un dejo de realidad lo lleva a tus hombros
y su pregunta es profunda como el cosmos
donde “el tiempo y el espacio son flores”.
Tú eres la casa, la orilla,
el mar que lo lleva a su destino;
siendo hombre, eres “ mujer que corres con los lobos”
le abres la estrella,
sacas su luz para despertar memorias
como si fuera un canto para un labio que no dice.