FINGIENDO SER PARDILLO [Mi poema] Leo Zelada [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
¿Por qué yo he de decir lo que no pienso? ¿Quién dice que mentir no es siempre malo? Abjuro de un cerebro prisionero Historia que hoy escribo y me he guardado |
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Leo Zelada
Macchu Picchu
“somos hijos del mar
del sol, de la tierra, de la luna”
Himno al sol
I
«amanecer
sin el aroma azul de tu aliento
es ahondar
la soledad marina del deseo
en suaves delirantes extravíos
como olas de vergel
negadas por el viento
toscos galeones
desvían inciertos
el timonel emblema de los entes
y yo me pregunto
-tallador de jaguar en mis labios-
hasta cuándo
he de verme reflejado en los
espejos
¡babilonia de cemento aluminio
y de neón!»
II
de lejanos y agrestes
parajes vengo
a ofrendar
en culto
mi callada y lenta agonía
tan latente como el silencio
asolador ritual de los
tiempos
en el reino del bronce y del no-ser
soy la sonrisa letal de marfil
ante el cual
la lógica formal del mundo
se destruye estrepitosa en pedazos
III
CAPRICORNIO EN CONJUNCIÓN CON SATURNO
el ritual se ha iniciado
y sobrias prostitutas
se erectan ahora en mi mente
y no sé ahora en realidad
quién soy
si tal vez un incógnito
amauta
pronunciando alguna oración
oculta hacia el sol
o un oscuro corsario
asolando algún puerto
desconocido del sur
IV
espíritu de la noche
espíritu de la noche
guíame sin temor por estas
tierras abruptas
espíritu de la noche
espíritu de la noche
condúceme por el sendero del fuego
que todo lo devora y purifica
arrojado estoy al abismo
insondable de la nada
y nada ahora me pertenece
V
el viento se estrella
violento en mi rostro
cuarto creciente
la luna marca exacta de mis pasos
los perros han huido
hacia el norte
el trineo ha quedado
hacia el sur
y yo cara a cara
al crepúsculo
voy camino
a la abolición total de mi cuerpo
al fin de mis muertes
o
mi definitiva liberación
Templo de las manos cruzadas
I
frío, glacial, exacto
se comprimen en aros de papel mis nervios
cantata de oboes
apuntando al nefasto
orden del estío
sinfonía de fuego
anulando la esencia sacra de las cosas
II
y
deliro
y violentos dragones
serpientes-cactus
me lanzan sus llamas
por el sendero del halcón
que posa su rapiña incólume en mis ojos
góticas columnas
punzan la fobia intratable del suicidio
e ingreso al templo
me dirijo al retrato oscuro del niño
ya estoy harto
mi nombre es Belcebú —¡oh Jesús!
y derramo mi semen
sobre su hermosura
III
el temor ha cesado
la luna conduce ahora mi mente
y me he tornado en la iguana
que cava su tumba en el delirio.
Underground blues para Jim Morrison
luna roja
y en la radio la precisa melodía
proyecta tus arpegios endiablados
viejo Jim Morrison
arqueas la cintura
la sensualidad de tus labios
y entre filtros de peyote
y vasos de aguardiente
te diriges peligrosamente
hacia el fin
– enciendes el cigarro
alzas la copa de vino
y brindas por ti, por Blake
Artaud, tus oscuros fantasmas –
la mirada extraviada
el seco gemido
nadie entiende el descarnado alarido
que parte el cielo en pedazos
la muerte traidora danzando
sobre tu cuerpo
la soledad desnuda en medio del escenario
el baile indio
el suicidio anunciado
entregando en cada concierto
tu más rotunda agonía
rey de los lagartos.
Ictma
mawa llamina kawchiri chanqa
wyañuy wañu chikuypi
hathun tayta pachacamac
p’aqo apasanka
apukuwa wan tiraj chanqa
hiway
¿maypinchay sañu wat’ejqa
wiñay kawsay chikarichipuxta?*
* arrojado a la frontera intolerable del suicidio /
oh padre Pachacamac /
alacrán dorado exiliado entre los dioses /
dime: / ¿dónde se halla el abismo sacro /
de lo eterno y lo perdido?/
Líneas de Nazca
«y el insalvable
terror al vacío
de mi lúdica desnudez
hace
que te cubra
por entero
de demonios»
Ulises
I
el oro rojo
II
la arena rubia
III
detrás del océano
un hombre solitario espera
Percival
«el que ama, obedece»
Chretien de Troyes
siglo XII
soy el oscuro caballero andante
que camina silencioso entre las sombras
y se desvanece taciturno sobre la niebla
aquel que lucha por absurdas ilusas cruzadas
y sólo encuentra la mirada amarga del exilio
no obstante el que al pie de una solitaria torre
espera a su doncella -orden de las rosas-
en la vasta inmensidad de la noche
Haikus de la noche
I
Ciervo azul.
La danza de la noche
Rozó el cielo
II
Cabellos blancos
Despides al invierno
Danza la luna
III
Cae el dragón
Anuncias los otoños
Flor del durazno
IV
Rugen los dioses
La lira del poeta
Acalla el hielo.
Koan de la iluminación
-Maestro ¿qué es la sabiduría?
-La no pregunta
-Maestro ¿qué es la renuncia?
-Contemplar las estrellas sin ojos
-Maestro ¿qué es la iluminación?
-Quedarte sin brazos y tocar la noche
-Maestro ¿cómo alcanzar la sabiduría?
-Quema el papel, la pluma y el báculo
-¿Por qué he de hacerlo?
-Siente en tu rostro el invierno.