y 3,062 POETAS Sugeridos e Invitados
1.QUIÉN HIZO EL NEGRO [Poema del Editor]
2.María Paz Otero [Poeta sugerido]

Textos aquí: 1. del Editor, 2. del Poeta sugerido y 3. del Invitado (opcional)
MI POEMA …de medio pelo
El negro de su piel, ¿quién lo ha pintado,
quien hizo sobre el blanco esa negrura,
acaso no lo hiciera un caradura,
o un dios el que se hubiera emborrachado
o un tipo con tonsura.
Quizás pintara el blanco sobre el negro
y al no poder cubrir lo hizo mestizo,
quisiera aquí pensar si fue un hechizo
quien tuvo que influir sobre el cerebro
en alguien primerizo.
¿Por qué no se ocupó en teñir de rojo
mezclando en la paleta los colores,
será por que sufría mal de amores?
Yo aquí lo pongo en duda y no me mojo
pues cosas hay peores.
Quien fuera que lo hiciera, dios me libre,
importa el interior pues que la sangre
de todos es igual como el osambre.
Y guarda el intelecto igual calibre
allí cuando se troca ya en fiambre.
©donaciano bueno
MI POETA SUGERIDO: María Paz Otero
Una muestra de sus poemas:
Los ignorantes
Con el pelo mojado y el jersey adherido
como un molusco a tus pechos,
entramos en el Louvre a resguardarnos de la lluvia.
Tus ojos, acrobáticas ranas diminutas,
saltaban ágiles entre los cuadros. De vez en cuando
señalabas con el dedo
algún Cristo quebrantado
y de tu boca emanaba un suspiro inocente.
Más tarde, frente a la Venus, las cámaras
de los turistas parecían los ojos
de penetrantes arañas.
En cuántas fotos saldrás y no lo sabremos.
Cuánta gente sabrá que te miraba.
Evidencia
Por tus besos sé que ya has amado.
Otros ojos, de seguro más vivaces,
descubrieron las grutas
que mis dedos -cernícalos exploradores-
hoy sienten suyas.
Tu respiración aérea fue eléctrico
suspiro en otras bocas. Hubo naufragios previos
en tu silencio de roca.
No negaré, sin embargo,
esta vez lo que ya fuiste,
pues madura con tu experiencia
el deseo que te ofrezco.
Mas tú fíngete virgen, quinceañera,
esta noche. Así yo podré amarte
por primera vez, como siempre.
Dardo
Breve certero diminuto.
Aquel beso fue un dardo
en el centro amarillo de la diana.
Duró apenas un segundo
y sin embargo pensé en él tanto tiempo.
A veces todavía me sorprende,
en el bolsillo del jean, en la cartera,
arrugado al fondo de la lavadora.
Yo lo estiro de los bordes, resignada,
lo tiendo al sol con el resto de la ropa.
Nimiedades
Tu luz era fuente de gozo aquellos días.
No importaba más
la piel dura de las sombras,
ni el rasgado sol de aquel otoño incipiente
impedía aún el rojo de la tarde.
Entonces era más joven y escribí
poemas remilgados. Inventé para ti paisajes tiernos
y la esperanza
de aquel que desconoce,
iluminaba mi rostro y transformaba el presente
en un futuro favorable.
Quisiera ahora, sin embargo, nimiedades.
Verte dudar junto al estante de los yogures,
mirarte hervir las patatas,
sacudir de tu hombro las gotas
algún día en que, al salir del cine,
nos sorprendiese la lluvia y su fragancia.
Es tu cuerpo tan blanco a simple vista
Es tu cuerpo tan blanco a simple vista
que una podría, equivocada,
quedarse en la superficie. Creer en tu pureza,
venerarte en domingo con la fe
de los creyentes. Podría una
erróneamente, confundir tu torso con las dalias,
o con la leche que brota
del seno adiposo de una madre.
Sin embargo, si escarbo con empeño,
surge, como un ser entre la niebla,
el grito, el llanto, la infancia mal curada,
el murciélago, la sarna,
la muerte.







