QUISIERA SER SUEÑO… [Mi poema]
Martín Echeverría [Poeta sugerido]
Martín Echeverría [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
Quisiera ser el sueño que te emboba, Llenando con mil pétalos tu alcoba, Quisiera presintieras el aroma Vivieras este nuevo amanecer La savia que comienza ver crecer, |
La inocencia en la religión cristiana es la ausencia de maldad o de pecado. A esa edad de la inocencia se han referido cineastas y escritores conocidos.
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Martín Echeverría
Los Invisibles I
Si un invisible muere esta noche
no se enterará la nieve de su cuerpo caído
ni su sangre le dibujará pájaros torcidos sobre la piel
ni su sombra asistirá al entierro
ni siquiera lo extrañará su espejo
Las pecas de sus hombros
serán arrojadas a los gorriones
junto a las migas del mantel del medio día
y sin que nadie lo note
se borrará en silencio
de ciertas fotografías
que solía frecuentar
Sólo quedará su mirada
bajo el callado azul de la siesta
rondando
la máquina de escribir
El resto de sus efectos personales
se perderán en las mudanzas
en los naufragios
en los velorios
en la noche.
Mi Sed no se espanta de mi sed
Me pongo a dieta
comiendo sólo
el pasto que crece para adentro
en el hueco de las letras y me alcanza
pero mi sed no se espanta de la sed
recorre mis siete lagos
bebiéndose hasta los ríos soterrados
y mientras sueño con ser mar
me quedo hueco
hormiguero despoblado.
En el tercer cajón
En el tercer cajón del escritorio
hay una fotografía que se llama papá
y unos anteojos con un vidrio solo
como yo
¿quién inventó que el pasado no existe?
qué hago yo entonces
en el cordón de esta vereda
esperando esperando esperando
juntando peces en los ojos
todos estos años
que ahora salen aquí
en esta acequia
que viene llena cuando ella quiere
bajo el párpado de la siesta
cuando nadie la ve.
Tiene la sombra verde
Tiene la sombra verde
unos hombros de aguacero
si profeso la religión de mirarla
un relente de vidas pasadas me puebla
puedo ver sus pies merodeando
bajo la puerta de mi voz
ahí
el reloj amenaza al tiempo que trastabilla
pero nada
en la calle ha llovido sin aviso
levanto la mesa
dos platos vencidos y la soda
«Sinatra e hijos»
tendida una música absurda sobre la cama
la acecho
dormir es otra batalla perdida
estar despierto mi peor quimera.
Cada vez que se mira en los ojos del lobo
Cada vez que se mira
en los ojos del lobo
arden las estrellas del Sur de su espalda hasta incendiarla
no le alcanzan los ríos para apagarse los ojos
y a través del fuego mira el bosque negro
el lobo
le presiente la sombra
aprentando el círculo por el que respira en sueños
el lobo le sabe las grietas
pero ella no baja la vista
un día
piensa
le asestará el golpe perfecto.