«En el sentido amplio de esta composición poética formada por catorce versos de arte mayor, generalmente endecasílabos, y rima consonante, que se distribuyen en dos cuartetos y dos tercetos».
Te busco mas no espero yo encontrarte
que ciego soy. Y tú no me convienes.
No sé si eres real, si vas o vienes,
si sufres o enloqueces al besarte.
Naciste sin futuro, zafando de una guerra,huyendo entre los odios de hombres descerebrados¡porbre de ti perrilla! tus ojos avivadosya están amoratados o duermen bajo tierra.
No sabe, ignora, duda, desconoce,
quizás, posiblemente sea cierto
que un día vino aquí a cuidar un huerto
tratando de ocuparse del desbroce.
Pongamos yo soy malo y tú eres mala,
que tú eres petulante y yo un pillín,
que soy en este juego el comodín
y tú eres la belleza que resbala.
Mancharon nuestra honra, robaron nuestros barcos
en una tarde infausta preñada de emociones,
la sangre succionando brotando a borbotones,
piratas sin clemencia dejándonos los charcos.
Un átomo es, molécula, una brizna,
la cosa diminuta y esmirriada
de un hombre pastoreando en la manada,
pavesa de una lumbre en que se tizna.
Si Baco levantase hoy la cabeza
sería muy feliz al ver que el vino
sustento sigue siendo en el camino,
motivo de prestigio y de fineza.
Pongámoslo muy claro que ambos dos
caminos anduvimos muy distintos
sorteando diferentes laberintos
para al fin acabar juantándonos.
Recuerdo que iba yo tranquilamente
haciendo con la sombra un garabato
en esto que topéme con un gato
y tuve que lanzarme en parapente.
El año que ha venido ya se ha ido
mas otro que es intruso seguirá,
pues sepas nunca el mundo parará
así puedas pensar que está dormido.
Amigo, la distancia es la prisión
que entre ambos interpone sus barrotes,
no se pueden forzar aunque los frotes
la fuerza sólo anida en corazón.
La vida te da fuerte, te golpea,
con un rugido cruel y despiadado,
te mira y se mantiene así a tu lado
e impulsa a sucumbir en la pelea.
A ti, Dios, que tantas veces te he buscado,
y en lograrlo siempre he puesto un arduo empeño,
al que tanto en mis penurias he implorado
y he acercado mis pupilas muy risueño.
Volvamos a jugar al escondite,
tú me buscas a mi, y yo me escondo,
tu gritas hasta diez, yo no respondo
y luego tú me invitas a un convite.
¿Cuántos días me quedan? dos, tres, cuatro,
quizás una semana, quizá un mes,
un año podrá ser, pueden ser tres
para aquí poner fin a este relato.
Partamos de la base de un supuesto,
que dios con su bondad me creó a mi,
mi madre trajo al mundo con lo puesto
y en esto yo un payaso es lo que fui.
Yo cuento mis historias como el cantor que canta
sus logros, sus temores, y expande sus miserias
y siente aunque no quiera que un nudo en la garganta
cual coagulo mental le ataca a sus arterias.
Soledades. De un día que el destino
quiso hacerme nadar contracorriente
entrando en mis entrañas displicente,
llenando de pedruscos mi camino.
