A UNA PLACITA DE PUEBLO [Mi poema]
Julio Llinás [Poeta sugerido]
Julio Llinás [Poeta sugerido]
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MI POEMA… de medio pelo |
Recoleta, remolona y redondita, Tú, expectante aunque siempre en movimiento. Siempre atentas, las farolas que tiritan, Que del pueblo eres pináculo de citas Hoy bendita plaza bien remodelada, |
En la foto, la placita de mi pueblo, Zazuar (Burgos)- En el centro el rollo y la picota, símbolo de los privilegios otorgados por Felipe II que incluían el poder de exponer a la vergüenza pública a los reos o delincuentes, hecho del que el que esto escribe fue testigo.
Una muestra de sus poemas
MI POETA SUGERIDO: Julio Llinás
LA ALONDRA
El niño rompe sus juguetes
en busca de la alondra.
la oveja con ruedas,
el caballo de lechero,
el oso negro de la tía Blanca,
el tíovivo con música,
la locomotora alemana
y hasta el fonógrafo infantil
con aquella marcha espantosa
norteamericana.
Lo rompes todo,
le dice su padre.
Todo lo rompes,
le dice su madre.
Busco la alondra,
dice el niño.
Y, claro está, pasa el tiempo.
Y el niño, que ya está crecido,
busca la alondra en los campos,
en las bestias, en los libros,
en las mujeres.
Y todo lo destruye
en busca de la alondra.
Se ha convertido
en un hombre rodeado
de juguetes rotos,
de libros inútiles,
de mujeres destrozadas.
Hasta que llega el momento
en que se hace viejo
y camina por las calles,
distraídamente,
buscando siempre la alondra.
Pero una tarde, empuña
su bello Colt 38
y se pega un tiro.
Entonces,
de su cabeza ensangrentada
sale volando la alondra.
Es lástima que no haya
nadie para verlo.
RAÍCES
El hombre que habla
y devora sus palabras,
teje una fábula en su Tierra.
Y el aire invade
los verbos de su raza.
Así cayó esta zarpa
en mi inocencia.
Así creció mi orgullo
en este mundo.
CHOLO VALLEJO
Si el mundo fuera cuerdo,
-si lo fuera digo, es un decir-
acaso yo sabría, después de tantos años,
de tantos accidentes, catástrofes, combates,
humillaciones, navajazos, intoxicaciones,
pánicos, muertes, esperanzas,
caídas de caballos, de dientes, de cabellos,
y esa legión de oscuridades,
si el mundo fuera, entonces, cuerdo,
-digo, es un decir-
tal vez acaso yo sabría
por qué me ha condenado la letra
en que nació la pena
a estar aquí de pie, a solas con la vida.
LAS CIENCIAS NATURALES
Junto a las rocas,
la negra sal radiante.
¡Oídos!
Crujen las pieles de la Tierra
gastadas por el sueño
bajo una calma infernal.
¿Dónde está el hombre que renace
en las cenizas de una gran poesía,
la mano de oro
que bautiza y desarrolla
las ciencias naturales?
Palabras,
Serpientes de la asfixia.
Delicias
Escapaba hacia los grandes templos,
catedrales del Gin,
santuarios del comercio la política,
puentes y cárceles, delicias.
Y el astillero sagrado
de la Ciencia.
Abandonaba
algunas plantas amistosas
y una morada invisible.
Amaba el brillo de esas fieras
que se descubren en el canto
y que son dueñas de la guerra.
Caía,
como los reyes en el trópico
en un tornado indescriptible.
Raíces
El hombre que habla
y devora sus palabras,
teje una fábula en su Tierra.
Y el aire invade
los verbos de su raza.
Así cayó esta zarpa
en mi inocencia.
Así creció mi orgullo
en este mundo.
Donde yo estoy
Los ojos blancos,
la piel paralizante:
me buscaréis en vano
entre mis bestias.
Mi roja música
ha triunfado.
(Ah la frenética infancia
junto al médano
y la esmeralda polar,
surcando nuestra casa).
Me encotraréis
en lo más hondo del bosque,
temblando al grito de la lava,
sirviendo a un mágico idiota.