A TOMAR VIENTO (Mi poema)
Nicolás Suescún (Mi poeta sugerido)

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MI POEMA… de medio pelo

 

El viento de Levante, prepotente,
un poco de humildad bien le vendría,
se puso a deslizar por la pendiente ,
mas quiso retornar y no sabía.

Demuestra ser muy poco complaciente
tratando de llegar siempre el primero,
por mí puede seguir, así reviente,
mas pido que respete a mi sombrero.

Pues sigue sin cesar, más le valdría
pararse a reposar algún momento.
No puede descansar ¡quién lo diría!
que preso siempre está del movimiento.

Le increpo cuando salgo a pasear,
por mucho que le grito él va contento,
que el tipo nunca para de soplar.
Perdonen que hoy le mande a tomar viento.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Nicolás Suescún

Nicolás Suescún

NO DEPENDE DE MÍ

No depende de mí.
Es algo que se contrae y se expande
sin que yo pueda hacer algo al respecto.
Sin embargo,
me han aconsejado que sea prudente,
que reconozca mi impotencia en esta materia.

No depende de mí,
pero siento en el fondo que debo hacer algo,
aunque no resuelva ni siquiera el problema
de la identidad del desconocido
que no quiso participar en esta tarea
que me he impuesto, sin saber muy bien
de qué se trata, como si me la hubieran dictado
en un sueño que he olvidado.

No depende de mí,
sino de algo que me mueve y me lleva
más allá de lo razonable y lo sensato,
quizás más allá de la locura,
en un punto donde ésta da la vuelta
y llega -¡oh, milagro!- a la suprema cordura,
donde la emoción y la razón
son una y la misma cosa.

No depende de mí,
porque nada de lo que he escrito
ha sido razonado, pensado, planeado,
o hecho con alguna intención
que no sea el acto mismo de escribir
lo que siento muy hondo, muy hondo.

No, no depende de mí.

EL FILÓSOFO

Está el filósofo en la foto
en blanco y negro
contra un fondo de árboles
con grandes flores blancas,
o bajo un cielo poblado
de enormes estrellas?
¿Y está él iluminado,
muy blanca su camisa
y su mata de pelo,
por el sol, o bajo la luz,
muy blanca, de la luna?
¿Y qué esta explicando
con esa mano fuerte, levantada?
¿Acaso que la realidad
tiene dos o más explicaciones
pero es una misma realidad?
Pues solo la foto, y él la explica
sin darse cuenta
-su trabajo es explicar
incansablemente
el ser y el mundo?
nos demuestra
que la luz de la luna
es la misma ?reflejada?
luz del sol, que la ilumina.

LA PUERTA

Tengo sueño. Siempre sueño
que despierto, que veo mejor.
Me hallaba en el terminal marítimo
cuando un terremoto destruyó
la ciudad y toda la república.
A eso debo mi vida,
a mi pasión por el agua,
por su música,
por la sinfonía eterna del mar.
Años llevo desde entonces
recorriendo el mundo
y aquí estoy, ante la puerta.
Toda puerta, pienso,
para que sea de verdad una puerta
debe estar cerrada,
de lo contrario es un agujero
necesario para que pueda yo
pasar al otro lado.
Esto no lo dice la ciencia
sino el Tao
que es el camino
entre el vacío y la plenitud,
sabiduría milenaria
que dice que el cuarto
tampoco sirve para nada
si no tiene puerta,
es decir,
que el vacío del cuarto
es útil y es un cuarto
por el vacío que le es propio,
y el de la puerta
-y las ventanas.

¡Qué dicha vivir en este país tan bello!

¡Qué dicha vivir en este país tan bello
donde la gente ama tanto los toros
y la sangre en la arena! ¡Qué bella la sangre, tan roja! ¡Qué bueno vivir aquí
donde los policías juegan a la ruleta rusa
no apuntando el revólver
hacia su propia cabeza
sino hacia la cabeza de los adolescentes,
donde los asesinos ríen al matar
y acumulan cadáveres
que tiñen los ríos de púrpura
y nos cubren con un velo bermejo! ¡Qué hermoso país es éste
con tantos matices del rojo,
aunque la sangre con el tiempo
se vuelva negra,
y aunque nuestras fiestas delirantes de alegría
las presida y clausure
el esqueleto del capuchón y la guadaña!

Jamás tantos muertos

Jamás tantos muertos rondaron la casa de los vivos,
jamás tantos vivos habitaron la casa de los muertos.

Nunca se oyeron tantas voces, nunca tanto silencio,
nunca se fue al traste tanta cosa,
y se pudo más y se hizo menos.

Siempre es que hemos vivido tanto tiempo
que uno ya se pregunta
qué sería de la tierra sin el peso gravoso de los hombres,
y qué sería de los hombres sin la tierra.

Ahora son las diez de un martes o de un muerto
y mi sangre corre, corre la de los vivos
a dieta de sopas de sangre de sabores diversos,
y huesos enlatados, cadáveres en polvo,
todo el corpus delicti de la A a la Z.

Infancia 1

El mar, inmenso, azul,
profunda tumba de piratas y tesoros,
estaba allá muy lejos
detrás de las montañas.
Era una ausencia.

Los ríos, también, eran grandes ausentes:
sus aguas bajo la tierra
corrían espesas y oscuras,
arrastrando desperdicios,
y la belleza también se escondía,
rara vez salía a la calle
pero a veces a veces se asomaba con el sol en el patio
o en los ojos del gato,
y los viajes tenían que ser imaginarios,
pobres ensueños tibios en los fríos rincones
donde empezaban los caminos,
así que todo viaje era un proyecto,
todo proyecto un viaje secreto, inconfesable,
y los potreros donde jugaba fútbol
se iban llenando de casas:
había que caminar mucho
donde no hubiera extraños.

El camino de la escuela a la casa:
ese simulacro de la Odisea.

Los pedazos
La vida ya no tiene sentido para ella
y se le rompe el corazón, ya roto,
en más pedazos, y yo, ¿qué puedo hacer,
ya casi muerto y hablando oscuro?
Es que hay algo que me espera,
lo presiento, en la noche,
un mar silencioso o un laberinto
imaginado, sin salida.
Y hay tantas preguntas sin respuesta.
Hay tantas cabezas rotas
como piedras destrozadas en el camino,
como ideas olvidadas
y decepciones, sueños truncos.
También tengo yo roto el corazón,
y sólo ella, lo sé, pueda tal vez
recoger los pedazos uno a uno,
los suyos y los míos.

La casa de N

II
N escribe una fábula: «El hombre y el río del tiempo». Una vez un
hombre se sentó en la ribera de un río a esperar que se secara. El río
no se secó, pero el hombre no murió de sed.

Moraleja: Los modernos no podemos hacer fábulas a la antigua.

VII
El Amargo le dijo a su sombra: «Desde hoy no volveré a jugar contigo».
La sombra le respondió: «Te equivocas, como siempre». Pero él no oyó
nada, no creía que la sombra hablara.
***
En el estruendo
la paz interior,
círculos perfectos
en los charcos.
***
No hay mayor placer que estar con uno mismo, ni mayor tormento.

X
Explogans de N. Convierta sus sueños en millones. El que nace y
renace se deshace. La unión hace la rosca. Mejor matar que curar,
más barato. Cultiva los vicios y llegarás al cielo.

XXI
Aquí reina la noche entre mí mismo, y el ayer cae, la noche cae, todo
cae irremisiblemente, las piedras y los relojes, los hombres y sus sillas,
y los ángeles.

Pequeño poema a mi padre en espera de una larga y tendida conversación que muy probablemente jamás tendrá lugar

Con usted no puedo hablar de nada
a pesar de que mis ojos
y mi nariz sean suyos
—me lo han dicho—
o de que yo haya sido
su mayor imprudencia
—me lo han dado a entender—
y de que en cierto modo
sea usted quien camina
—soy yo quien lo sospecha—
cuando voy por la calle.

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Donaciano Bueno Diez
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