1.A BURGOS [Poema del Editor]
2.Norma García Mainieri [Poeta sugerido]

Textos aquí: 1. del Editor, 2. del Poeta sugerido y 3. del Invitado (opcional)

MI POEMA… de medio pelo

 

Burgos yace en el silencio. Sus vetustos torreones
negruzcos y enmohecidos, ya no elevan sus canciones,
ya no dan la bienvenida al gentil visitador,
ya no narran las historias de sus héroes sin cuento,
que vencidos en la lucha no quedaron ni un momento
tan valientes y tan bravos como el Cid Campeador.

Y el Arlanza silencioso gime y llora sin consuelo,
Ya no se oyen de los monjes las pisadas por el suelo
al cruzar por los pasillos de la rústica mansión,
Mas aun veo sus figuras con las velas encendidas
a las doce de la noche por los claustros en dos filas
con sus hábitos parduzcos musitando una oración.

Burgos duerme. Sólo se oye el susurrar de dulce brisa.
Mas ya aclara, el ángel bueno nos envía una sonrisa
y el primero en quien se plasma es en la hermosa catedral.
Y al chocar con sus paredes de oro y plata se deslumbra.
Recibidle burgaleses, que es el sol que nos alumbra,
con su gesta, su empatía y su historia sin igual.
©donaciano bueno

«…Yo era un niño del extrarradio, que creció en los barrios industriales. Cuando me acercaba al corazón de la ciudad, ésta aparecía en el horizonte como un espejismo: rodeada de árboles, inverosímilmente hermosa, con sus agujas góticas erguidas como las lanzas de los caballeros medievales. Burgos parecía el escenario de la más simpática y aventurera de las obras teatrales. Edmundo de Amicis tuvo la misma sensación y comparó Burgos con un teatro de marionetas. ¿Se puede vivir en un lugar más alegre, más divertido? Cualquier niño diría que no. …» Óscar Esquivias, La ciudad de los príncipes y los dragones.

MI POETA SUGERIDO:  Norma García Mainieri

EMERGIENDO

Soy mujer y siento
en mi cuerpo concentrada
la naturaleza,
junto a la planta,
el fuego, las cacerolas,
las máquinas y los libros,
dejando correr por mis pechos
el fluir de la vida,
sintiendo la llama que
brota de mis entrañas
y que me abrasa junto al
hombre para dar fruto
y placer,
trabajo, amo y sufro,
vivo y muero
relegada en un rincón,
padeciendo silenciosa indiferencia
o brutal pasión.
Estoy en la historia, pero no
en el lenguaje que la expresa.
¿Por qué mi voz no se ha escuchado?
De tí­mido susurro ahora es griterí­o,
si junto al hombre vivo y lucho
del oscuro recodo salgo a luz
debo ocupar el lugar que me ha
sido arrebatado.

RÓMPESE LA FUENTE

Rómpese la fuente
de las aguas abismales
donde por milenios
se ha incubado la vida.

Eros desatados

Libre de ataduras
Eros invadió la tierra,
húmedas cuevas desafiantes
cuerpos erectos, crepitantes

Eros desatado, libre
y ubérrimo
pueblas el mundo de deseo consumado.

Ritual

Invocando –si existen-
a los dioses de la creación
ofrecí tiempo y vida
a cambio de palabras.

Hoy, ofrezco mis palabras
por tiempo y vida
con la certeza
de su anticipada negativa.

Los dioses de la creación
-si existen- son sordos
y, en tu caso, es lo mismo
responderán: «No hay trato’

Inexorable

El tiempo inexorable
se diluye entre los dedos
descarnados de la muerte
que ávida y voraz
aguarda
mi carne palpitante
y el alma
que escapa a su fatal llamado.

Acre veneno
que corroe mis venas
prolongará mi vida
a cambio del dolor.

De nada sirve rebelarse
ante la certeza de su cercanía
inexorable llegará.
Puntual aunque invoque
a un dios implacable
en tardía e inútil fe.

Voces de mujeres

Nuestras voces resuenan
por el mundo
desde el diálogo uterino
que el feto entabla
con el cuerpo que lo alberga

Desde la naturaleza
la cultura y la historia,
que hemos perpetuado
y son nombres de mujeres

Desde la marginalia
e injusta situación
en que estamos sumergidas,
invadimos la tierra
y rescatamos la vida,
las voces milenarias
de mujeres en el tiempo
y el espacio

Manos

Nunca la mano ha sido
tanto
alargamiento de un corazón
que late,
como en la mujer que trabajando
va bordando el mundo,
en los giros del barro que modela,
en la masa del pan que se cocina,
en la áspera tierra que rotura,
en el metal de la herramienta dura,
en las páginas del libro que penetra,
en todos los elementos que transforma,
mujer es el ser y hacer
lo que la iguala al hombre.

MI POETA INVITADA: María Eugenia Hernández Grande

El camino que lleva a Duluth

¡Regrese a mí, con todos sus demonios,
regrese a mí, otra vez, la Poesía!

Que tal vez, algún día, vuelva a escribirte
y a saborear en la lengua, en las papilas,
el dulzor amargo de los versos viejos,
de las rimas grises,
de las tardes lentas.

De los domingos aquellos de invierno
mojados de lluvia
desesperación,
recuerdos.

De aquella época en la que el amor
se divertía pasando el rato
haciéndome llamadas perdidas
para tener línea directa con mi vida.

Que quizá, más bien tarde que pronto,
vuelva de nuevo a lo bruno de la herida.
Y la sangre salada hasta estos labios
o en mi vientre a prenderse las hogueras
que sepulten a diciembre entre tus guerras.

Regrese a mí antes de que se desborde
nuevamente
mi cajón de calcetines suaves,
de dudas cerradas con llave,
de cobardías blandas yaciendo
entre el calor ahogado en mi ropa de cama.

Antes de que tienda en mí,
bien colocada,
blanca y aromada,
la colada de las penas vagas
junto al jersey de invierno abrigando
a estos pequeños versículos de muerte
centrifugados junto a lo que fue mi suerte.

Vuelva yo de nuevo a sentir
el gañido intenso en cada despedida
la quemazón insoportable,
la lágrima abrasiva
transitando maratones en mis pómulos.

Y recorra con mis pies desnudos
el sendero abrupto,
exiguo, peligroso
que destina, cual bufón de grotesco criollo,
a mi cuerpo inerte hasta la confluencia
que une a mi alma con la tuya,
mientras Dios hace mutis por el foro.

Regrese a mí, mas no se apresure,
pues llego limpia,
espléndida, radiante
al camino enlosado que lleva
a Duluth.

Donde agosto se funde con septiembre
y no agonizan el sosiego y la esperanza.

Que llego ahora allá donde permuta
un poder celestial mi sino entre sus manos,
regalándome la calma,
el consuelo,
la paz serena
que un día me arrebató el Poeta.

Qué fácil era la vida allá en la infancia.

Cuando la palabra problema no existía en nuestra lengua
porque todo lo que abarca no era más que una definición carente de significado.
Y la tristeza y la angustia no habían corrompido la memoria.
Y la lluvia era vida, y la vida era hermosa.
La vida de la infancia, el sentimiento puro.
La libertad heroica del palpitar infante.
Cuando la pena se traducía en un juguete roto.
Y el corazón latía acelerado a cada nuevo día.
La vida aterciopelada de la inexperiencia,
cuando la escarcha no enfriaba todos nuestros sueños.
Y si lo hacía la magia de la niñez sabía aprovecharla
perfilando sobre ella figuritas con su grácil mano.
La escarcha que la gelidez ahora posa en los cristales
y al templar, el alba y su rocío los ensucia.
Y se queda así mi alma pegada a esa ventana,
esperando que tu mirada sepa ver que estoy ahí.
Que ahí te aguardo.
Paseo por la calle y siento lástima
de esos niños ahogados en mares de rabietas.
Llorando lágrimas amargas por algo que no tiene importancia,
ignorantes del dolor que el futuro les tiene preparado.
Qué suave era la vida allá por los años de mi infancia.
Cuando la crueldad de la vida también me visitaba
pero mis ojos infantiles lo transformaban todo
como el arco iris esplendoroso de un caleidoscopio.
Y con diminutos vidrios posados en mis dedos
construía mundos en los que la vida salía como yo la predecía.
Y hasta la herrumbre más amarga estaba impregnada
por el aroma meloso y cálido de mis carcajadas.
Cuando mi madre era cercana y no distante.
Cuando mi hermana era mi hermana y no una extraña.
Y si me caía del columpio, esa herida no dolía.
Porque disfrutar del juego era lo importante.
Y sabía sin tener que recordármelo que caer sólo tiene sentido
si sigo teniendo la fuerza suficiente para levantarme.
Escritores.org

Bio de autores en esta página

"No están todos los que son pero son todos los que están."

  • María Eugenia Hernández Grande (Ávila, 1988) siente la pasión por la escritura desde la infancia y, a través de ella, comienza a descubrirse a sí misma plasmando sus emociones interiores. Actualmente, escribe en su blog literario (maruspleen.wordpress.com) y colabora en otros medios. Ha participado en diversos certámenes en cuyas antologías se han publicado textos de su autoría.

    Bibliografía

    "En algún lugar de Marte", Editorial Con M de Mujer, 19/04/2023. "Tal como va la herida", 2019. "Spleen Spleen (Seis años y quizás un día)", 2017. Ávila a través del espejo, 2021, asociación de novelistas La Sombra del Ciprés (publicación colectiva) Ávila amorosa, 2020, asociación de novelistas La Sombra del Ciprés (publicación colectiva) Revista "El Cobaya" invierno 2018 (publicación colectiva) Érase una vez en Ávila, 2018, asociación de novelistas La Sombra del Ciprés (publicación colectiva). Ávila amorosa, 2020, asociación de novelistas La Sombra del Ciprés (publicación colectiva). Diversas publicaciones colectivas y en antologías desde el año 2015 hasta la actualidad. Leer más...

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  • Norma García Mainieri (Isabel Garma) fue durante muchos años una de esas voces ignoradas que, hasta la primera edición, algo pirateada, de sus Cuentos de Muerte y Resurrección en México en 1987, era conocida en Guatemala estrictamente como historiadora y profesora universitaria. Anteriormente, sus publicaciones se habían dedicado a los campos de la historia y la archivística, aunque para entonces ya contaba con un número considerable de cuentos, poemas y novelas archivados, a la espera de mejores tiempos editoriales e históricos. Publicó dos libros de cuentos, Cuentos de Muerte y Resurrección (1987 y 1996) y El Niño de Perraje (1994), y dos libros de poesía, Poesía del Niño Caminante (1992) y Marginalia (1995). En general, su escritura muestra una clara preocupación por los problemas sociales, lo cual es claramente perceptible en su primer libro de poesía, dedicado íntegramente a reflexionar sobre la lamentable situación de muchos niños en el país. En este libro, cada poema ilustra una situación específica: maternidad temprana, niños guerrilleros, niños soldados, etc., y el tema predominante es la intención de establecer un diálogo con los sujetos de los que habla —los niños—, de modo que la simplicidad prevalece tanto en el lenguaje como en la forma. Marginalia, por otro lado, gira en torno al tema de las mujeres, destacando muchos de los problemas que enfrentan en la sociedad y expresando la necesidad de cambiar algunos patrones tradicionales. Por un lado, hay una protesta directa contra las situaciones de explotación e injusticia, y por otro, una afirmación de que ella es una mujer que, en muchos de los poemas, parece tener intenciones autobiográficas. Fuente

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  • (Burgos, 1972) Obtuvo en 2016 el Premio Castilla y León de las Letras y en 2008 el Premio Setenil de cuentos. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Burgos, residió un año en la Academia de España en Roma, becado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, para documentarse sobre los años italianos de Berlioz, protagonista del relato El arpa eólica. Con su primera novela, Jerjes conquista el mar, obtuvo en 2020 el Premio Arte Joven de la Comunidad de Madrid. Ese mismo año ganó el Premio Ateneo Joven de Sevilla con El suelo benditoInquietud en el Paraíso mereció en 2006 el Premio de la Crítica de Castilla y León. Ha escrito literatura juvenil y una serie de novelas de aventuras ambientadas en la Revolución francesa. Leer más...

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