«La sociología política o sociopolítica es interdisciplinaria, donde la ciencia política y la sociología se cruzan».
No intenta ya opinar, su decadencia
palpable está al hablar y se le nota,
ni insiste en replicar ni se alborota,
ni arguye pues no impone resistencia
diciendo que es lo que hay, que es lo que toca.
Esa calle algo arrugada, esa es la calle Isilla,
que aunque un poco paticorta es la más presumida
pues conoce al dedillo la ida y la venida
de la gente del pueblo ¡qué pueblo! de la villa.
No crean que ocasión es la primera,
la historia atiborrada está de ejemplos,
son gentes nos invitan a sus templos
tratando que sigamos a su vera.
Pues más allá del cielo nada existe,
debajo de la mar no se halla nada,
la tierra es un volcán que se resiste,
la luna con el sol juega al despiste
y el hombre va cual ave despistada.
Estos pueblos unidos a Valencia
por un metro ruidoso y persistente,
seres son de estos lares, esta gente,
que arrejuntan reflujos y cadencia.
Hoy tu alma en varios trozos se ha partido,
se te nubla la mirada a cada instante,
te arrepientes sin dudar de haber venido
y quisieras no mirar hacia adelante.
¿Quién fue este hombre equidistante,
estimado escribidor,
de salud algo peor
por la tisis galopante
que no abandonó un instante
y le cegó de dolor?...
Yo aquí me confieso potencialmente corrupto,
todos los somos, la diferencia está en el precio,
y usted, y usted y también aquel que tanto aprecio
en el monto de la tentación reside el gusto.
Hoy yo tengo el alma herida
por nuestro futuro incierto,
porque alguien a nuestro huerto
quiere echarle fungicida
y lograr que la bebida...
Todos los humanos aspiran/aspiramos a vivir bien.
Todos los que viven bien quisieran que los demás también vivieran bien (si es posible un poco peor que ellos).
Todos los que no viven bien critican y envidian a los que viven bien.
Andalucía tiene arte,
lo sabe to er mundo entero,
tiene gracia y gran salero,
tiene enjundia que reparte.
Su gracejo pinturero
se conoce en cualquier parte,
en humor punto y aparte,
pero no tiene dinero.
En este mundo traidor
hay quien nunca te ha leído,
Campoamor
pues que él es predicador
de su verdad, presumido.
El mal existe, sí, yo lo conozco,
se cruza por mi lado cada día,
entre rezos, está en la sacristía
y en tugurios de alto y bajo costo.
Es triste, mas preciso, hay que decirlo,
que en estas sociedades avanzadas
mujeres hay que son apaleadas
teniendo a un mal marido que sufrirlo.
Así es la vida y así va pasando,
mirando al horizonte, al infinito,
recelando y siempre filosofando,
la esencia del amor siempre buscando
y hasta a veces a dios pegando un grito....
Cruzaba yo la floresta
una tarde de verano
con el sombrero en la mano
y el sol calando en la testa.
Las guerras las provocan unos pocos,
así que a alguien le engañen y no crea,
con maña y uso haciendo de sofocos,
saliendo a predicar en la platea
gritando cual si fuera que están locos.
Cada día, de la poesía un verso,
un paso de la gloria hacia el olvido,
ilusión que te impulsa al universo,
un sueño, una esperanza que has perdido.
