Una muestra de sus poemas
Alma
Vive el alma al ser amada,
y para amar fue creada;
sin amor el alma muere,
para vivir amar quiere.
Muere el alma no mirada,
cual polvo de llamarada;
el olvido es cruel desierto,
quien no ama yace muerto.
Vive el alma de su fuente,
vive tan profundamente;
gozando el tierno regazo,
comulgando eterno abrazo.
¿HAN VISTO ALGUNA FLOR CON ANSIEDAD?
En los ecosistemas de natura
la vida no conoce los problemas,
las partes se entrelazan en sistemas
y nada es desechable ni basura.
En la naturaleza no hay ruptura,
pues todo sobrevive en unidad,
no existe hierba mala, hay hermandad.
El árbol aprovecha lo que llega
y todo lo que tiene al bosque entrega.
¿Han visto alguna flor con ansiedad?
El mal es el producto de la mente,
que insiste en rebelarse contra el alma,
en tal temeridad perdió la calma.
Tan sólo la bondad es nuestra fuente.
Es buena, sin malicia, la serpiente.
No hay muerte, sólo hay cambio de estación.
Resisto cuando llega la aflicción,
abrazo con el alma al universo
y siento con la tierra que lo «adverso»
es nueva creación en transición.
AMADA TIERRA
Soy un enamorado de la tierra,
la siento viva, bella y palpitante.
La quiero, verde, azul, en su semblante.
¡Sin paz, sin ella, mi alma se destierra!
Tengo mi corazón puesto en la tierra,
gracias a ella prosigue palpitante.
La miro y resplandece mi semblante.
¡Sin paz, sin ella, mi alma se destierra!
Le abrazo con el fuego de mi aurora,
le canto con sus aves, se estremece.
¡Con ella, con su canto, mi alma danza!
Me abraza con la brisa de su aurora,
me unge con fragancias, me estremece.
¡Con ella, con su canto, mi alma danza!
QUIMERA
Lenguaje del amor es mi suspiro,
que aspira complacido la fragancia
del lago, del pinar, en mi retiro,
y exhala paz que acorta la distancia.
En sueños, a colores, yo lo miro:
refléjase en sus aguas la abundancia
del cielo, de la tierra y las totoras
que juegan con el viento en las auroras.
Lenguaje del amor es el anhelo
de paz en mi cabaña, en la pradera,
con vista a la montaña y hacia el cielo,
y el fuego crepitando en una hoguera.
El lago, compañía, y un anzuelo
para pescar instantes de quimera.
Quimera, como el ave por su nido.
Aléjense las sombras del olvido.
HAY CASAS
Hay casas maquilladas por los años,
rincones que atesoran añoranzas,
de adobe y de ensamblados travesaños
que gimen cual fantasmas en andanzas.
Cual discos de vinilo, sus paredes
conservan el bullicio de menores,
y espléndidos balcones, como redes,
atrapan el perfume de las flores.
Son casas que acunaron nuestros sueños,
al verlas de emoción el alma llora,
nos vemos correteando, muy pequeños,
sus patios alegraron nuestra aurora.
Nos dice el corazón que en el ocaso,
allí recogeremos nuestro paso.
RECUERDOS
Añoro las fábulas de mi infancia,
revivo recuerdos de mi pasado,
los días felices y el anhelado
festín en el campo de la abundancia.
Añoro los juegos y mi ignorancia
de aquellos problemas de los mayores:
las penas, los gastos, los desamores.
Añoro los tiempos de mi niñez:
los montes, los saltos, mi timidez.
Y lloro soñando con mis albores.
Los golpes con lágrimas se curaban,
y ausentes los cálculos de la muerte,
tan sólo pensábamos en la suerte
de juegos y trompos que bailoteaban;
en cálidas tardes que nos quemaban,
nos dieron los árboles sus ramajes,
e hicimos piruetas en los paisajes.
Las lágrimas vierto por la emoción,
recuerdos que vienen al corazón.
¡Y el llanto pintándonos los tatuajes!
AMIGO
En las profundidades de la vida
te encontrarás con pocos caminantes,
y nunca faltará quien haga arder
tu ser cuando te hable.
En la precariedad de la mirada,
cuando el hastío eclipse tu destino,
vendrá como la paz en tempestad
el aura de tu amigo.
En lo trascendental de la existencia,
en soledad y en cósmicos abrazos,
el eco de tu amigo y su fulgor
serán signos amados.
En la fragilidad y en la añoranza
arribarán los fúnebres veleros;
tu amigo llegará para calmar
tu sed de hálito eterno.
SILENCIO
Ven silencio, tendrás cariño y techo,
calmarás el clamor de mi añoranza.
Ven silencio, levanta mi esperanza,
con tu calma los sueños yo cosecho.
Ven silencio, los ruidos te olvidaron,
te rechazaron.
La oscuridad,
la soledad,
fue tu escondite.
¡Qué resucite!..
… en el mundo tu mágica presencia
y a las almas fecunda con tu esencia.
FELICIDAD
Felicidad, jugando al escondite.
¿En qué rincón, incógnita, te escondes?
Vestida con la niebla te marchaste,
quedó sin tu fulgor el horizonte.
Te fuiste con dolor y desencanto,
en alas de las aves de la noche,
llorando al ver hundida la inocencia
del alma que acogió los desamores.
Felicidad, no estás tras bambalinas,
no vives en palacios ni en relojes;
en vano te buscamos en recuerdos,
no existes en fugaces estaciones.
Viviendo, sin buscarte, te encontré:
Amando, y en los plácidos acordes
del canto que enternece el resplandor
de mi alma que es nativa de los bosques.
*De su poemario Versos de arcilla y cielo, en George Reyes, ed., Actuales Voces de la Poesía Vanguardista Latinoamericana (Ciudad de México: AVPLatinoamericana, 2021)