»ALFONSINA STORNI

Alfonsina Storni. Esta poeta argentina nacida en 1892 en Suiza es uno de los íconos de la literatura posmodernista. Con una infancia difícil y con carencias y luego una vida con recurrentes enfermedades, su poesía está impregnada de lucha, audacia, amor y una reivindicación del género femenino. Algunos de sus poemas a resaltar son: ¡Adiós!, Alma desnuda, La caricia perdida, Razones y paisajes de amor, Queja, Tu dulzura, Dolor y Frente al mar.
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DOLORQuisiera esta tarde divina de octubre Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera, Con el paso lento, y los ojos fríos Perder la mirada, distraídamente, |
DOS PALABRASEsta noche al oído me has dicho dos palabras Dos palabras tan dulces que la luna que andaba Tan dulces dos palabras Tan dulces y tan bellas |
LO INACABABLENo tienes tú la culpa si en tus manos Las lágrimas vertidas se harán perlas Tú seguirás tu ruta; yo la mía Las palabras se secan como ríos Mas… ¿lo que fue? ¡Jamás se recupera! |
BIEN PUDIERA SERPudiera ser que todo lo que en verso he sentido Dicen que en los solares de mi gente, medido A veces a mi madre apuntaron antojos Y todo eso mordiente, vencido, mutilado |
CONVERSACIÓNDios te perdone al fin tanta tortura: Que una vez más conozca la amargura Iba teniendo una sospecha vaga Temblaba acaso por su leve abrigo, |
VOY A DORMIRDientes de flores, cofia de rocío, Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame. Déjame sola: oyes romper los brotes… para que olvides… Gracias. Ah, un encargo: |
UN DÍAAndas por esos mundos como yo; no me digas No nos conoceremos, distantes uno de otro Quizá nos encontremos frente a frente algún día, |
GOLONDRINASLas dulces mensajeras de la tristeza son… ¡Las dulces golondrinas que en invierno se van Cada vez que las veo siento un frío sutil… ¡Oh! ¡Pobres golondrinas que se van a buscar ¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid! Sostenedme en las alas… Sostenedme y cruzad ¿Sabéis cómo se viaja hasta el país del sol?… ¡Llevadme, golondrinas! ¡Llevadme! ¡No temáis! ¿No sabéis, golondrinas errantes, no sabéis, ¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid! ¡Venid! ¡Llevadme pronto a correr el albur!… |
SÁBADOMe levanté temprano y anduve descalza |
VIAJEHoy me mira la luna Es la misma de anoche, Pero es otra, que nunca Tiemblo como las luces Tiemblo como en los ojos Tiemblo como en las carnes ¡Oh! la luna ha movido ¡Oh! la luna me ha dicho «Muerte, amor y misterio…» Sobre las carnes muertas Alma —gato nocturno— Va por los cielos largos Va por los cielos largos |
¡ADIÓS!Las cosas que mueren jamás resucitan, Cuando los capullos caen de la rama ¡Los días que fueron, los días perdidos, ¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas, ¡Corazón… silencia!… ¡Cúbrete de llagas!… ¡Adiós para siempre mis dulzuras todas! |
BUENOS AIRESBuenos Aires es un hombre (Gigante que está sentado En sus dos ojos, mosaicos Bajo sus pies, todavía Por eso cuando los nervios Choca este soplo que sube Entonces sus duras manos Sorda esta lucha por dentro Pero tras ellos, velados, Como de mujer encinta Mira que tiene en la boca Ponle muy cerca el oído: |
LA DULCE VISIÓN¿Dónde estará lo que persigo ciega? Un perfume divino el alma anega: ¿Dónde estará ese mundo que persigo? Y mientras danzo sobre el césped fino A MADONAAquí a tus pies lanzada, pecadora, No me atrevo a mirar tus ojos puros Una pequeña rama verdecida ya que vivir cortada de tu sombra SoySoy suave y triste si idolatro, |
A UNA ROSAGrata flor que te destacas CUADRADOS Y ÁNGULOSCasas enfiladas, casas enfiladas, |
DUERME TRANQUILODijiste la palabra que enamora Cuando encanta la boca seductora Te reclaman destinos más gloriosos ¡Cubre de bellas víctimas el suelo! LA INQUIETUD DEL ROSALEl rosal en su inquieto modo de florecer |
TENTACIÓNAfuera llueve; cae pesadamente el agua |
SOY ESA FLORTu vida es un gran río, va caudalosamente. Cuando creces, me arrastras y me muero en tu seno; Soy esa flor perdida que brota en tus riberas |
Animal cansadoQuiero un amor feroz de garra y diente
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Voy a dormirDientes de flores, cofia de rocío, |
TÚ, QUE NUNCA SERÁSSábado fue, y capricho el beso dado, No es que crea, no creo, si inclinado Yo soy esa mujer que vive alerta, y más se encrespa mientras corre y poda. |
LA CARICIA PERDIDASe me va de los dedos la caricia sin causa, Pude amar esta noche con piedad infinita, Si en los ojos te besan esta noche, viajero, Si no ves esa mano, ni esa boca que besa, |
RAZONES Y PAISAJES DEL AMORAMOR Baja del cielo la endiablada punta La sangre de hombre que en la herida apunta En su vano aguardar de la respuesta Vientos negros, detrás de los cristales II Rosas y lirios ves en el espino; Plantas la testa en el azul divino Miras el horizonte y tu mirada Muda la mano que te alzaba en vuelo, III Ya te hundes, sol; mis aguas se coloran Ya en opacas orillas se avizoran Pellejo muerto, el sol, se tumba al cabo Mano huesosa apaga los luceros: |
FRENTE AL MAROh mar, enorme mar, corazón fiero Oh mar, dame tu cólera tremenda, Vulgaridad, vulgaridad me acosa. ¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena, Me empobrecí porque entender abruma, Mar, yo soñaba ser como tú eres, Mírame aquí, pequeña, miserable, Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza. Y el alma mía es como el mar, es eso, Vuele mi empeño, mi esperanza vuele… |
TU DULZURACamino lentamente por la senda de acacias, Genio bueno: este día conmigo te congracias, Es que anoche tus manos, en mis manos de fuego, Tan frescas que en la limpia madrugada de Estío |
QUEJASeñor, mi queja es ésta, Persigo lo perfecto Me consumo en mi fuego, |
Alma desnudaSoy un alma desnuda en estos versos, |
Un solMi corazón es como un dios sin lengua, |
EL SUEÑOYo vi dos soles rojos dominando el espacio Las dos pupilas rojas como rosas del cielo Después, como un crujido de nudos que se quiebran… Más tarde una sonata más dulce que la miel; Y después manos blancas desparramando rosas Y después la mañana que llega a los cristales PARÁSITOSJamás pensé que Dios tuviera alguna forma. |
MELANCOLÍAOh muerte, Yo te amo, pero te adoro, vida… Déjame algún momento bajo el calor del cielo, No me asusta el descanso, hace bien el reposo, NOCHE DIVINAEste jardín nos cede su delicia, Mas blanco mármol sin igual pudicia Se hacen tus ojos demasiado azules, No cortemos la fruta deleitosa |
LETANÍAS DE LA TIERRA MUERTALlegará un día en que la raza humana Y el viejo sol en el espacio sea Llegará un día en que el enfriado mundo Una gran sombra rodeará la esfera La tierra muerta, como un ojo ciego, Pero en la sombra, a tientas, solitaria, Sola, con sus criaturas preferidas (Madre que marcha aún con el veneno Ni una ciudad de pie… Ruinas y escombros Desde allí arriba, negra la montaña Acaso el mar no será más que un duro Y así, angustiado en su dureza, a solas Y pasará los años en acecho Y allá, donde la tierra se le aduna, Y ya nada tendrá más que el deseo, En vano querrá el bloque mover bocas Oír sobre ellas el horrendo grito Ya nada quedará; de polo a polo Voluptuosas moradas de latinos Oscuras cuevas de los esquimales Y negros, y amarillos y cobrizos, Se mirarán entonces bajo tierra De las manos tomados, la redonda Y gemirán en coro de lamentos: ?La tierra era un jardín lleno de rosas ?Se recostaban sobre ríos unas, ?Entre ellas se tendían finos rieles, ?Y florecía el campo, y todo era ?Y en vez de comprender, puñal en mano ?Calumniábanse entre ellas las mujeres ?Íbamos todos contra el que era bueno ?Y ahora, blancos huesos, la redonda ?Y de la humana, nuestra llamarada, |
Pero quién sabe si una estatua muda Y así, surcando por las sombras, sea El último refugio de la forma Y que, aplastada por su sutileza, Y alguna dulce, cariñosa estrella, ¿Quién es esa mujer que así se atreve, Y la amará por celestial instinto Y acaso un día, por piedad sin nombre La luz de un sol que viaje pasajero Y le insinúe: Oh fatigada esfera: ?Absórbeme un instante: soy el alma ¡Cómo se moverán bajo la tierra ¡Cómo pujando hacia la luz divina Mas será en vano que los muertos ojos ¡En vano! ¡En vano!… ¡Demasiado espesas Amontonados todos y vencidos, Y al llamado del astro pasajero, PAZVamos hacia los árboles… el sueño Vamos hacia los árboles, el alma LA INQUIETUD DEL ROSALEl rosal en su inquieto modo de florecer SIETE VIDAS(A la Sra. María A. S. de Fontán) Siete vidas tengo, tengo siete vidas. Dragón purpurado de garras floridas, Siete vidas tengo, tengo siete vidas, Secará las siete cabezas floridas, |
INDOLENCIAA pesar de mí misma te amo; eres tan vano Y me dicta el deseo, tenebroso y pagano, ?¿Salomé rediviva? ?Son más pobres mis gestos. Pues no pierde su línea por una fiesta griega |
UN LÁPIZPor diez centavos lo compré en la esquina Saltó la mina que estallaba ideas lo eché en el bolso entre pañuelos, cartas, Iba hacia no sé dónde y con violencia |
ESTA TARDE…Ahora quiero amar algo lejano… Y quiero amarlo ahora. Está la tarde Siento un vago rumor… Toda la tierra Pero |
VIDAMis nervios están locos, en las venas Tengo deseos de reír; las penas El mundo late; toda su armonía Es que abrí la ventana hace un momento |
SILENCIOUn día estaré muerta, blanca como la nieve, Un día estaré muerta, fría como la piedra, Un día habré logrado el sueño vespertino, Un día habré dormido con un sueño tan largo Un día estaré sola, como está la montaña Será una tarde llena de dulzuras celestes, La primavera, rosa, como un labio de infante, La primavera rosa me pondrá en las mejillas La primavera dulce, la que me puso rosas La primavera dulce que me enseñara a amarte, ¡Oh la tarde postrera que imagino yo muerta ¡Oh la tarde como esos silencios de laguna ¡Oh la tarde embriagada de armonía perfecta: La muerte justiciera que nos lleva al olvido Y caerá en mis pupilas una luz bienhechora, Una luz tamizada que bajando del cielo Una luz tamizada que ha de cubrirme toda Una luz que en el alma musitará despacio: Y que ha de deshacerme en calma lenta y suma
Oh, silencio, silencio… esta tarde es la tarde Oh, silencio, silencio… en torno de mi cama Oh silencio, silencio que tus besos sin ecos Oh silencio, silencio que la tarde se alarga Oh silencio, silencio que se callan las aves, Oh silencio, silencio que una estrella ha caído Oh silencio, silencio que la noche se allega Oh silencio, silencio… que el Silencio me toca Oh silencio, silencio… que la calma destilan |
Canción de la mujer astutaCada rítmica luna que pasa soy llamada, Y a través de mi carne, miserable y cansada, Un engañoso canto de sirena me cantas, Engaño por engaño: mi belleza se esquiva PRIMAVERA¿Vendrás tú? Por mis jardines vuelan ¿Y vendrás tú? Se cubren Selvas ¿Y vendrás tú? El lecho mío es blanco |
Alma muerta
Piedras enormes, rojo sol y el polvo
alzado en nubes sobre tierra seca…
El sol al irse musitó al oído:
el alma tienes para nunca muerta.
Moviéndose serpientes a mi lado
hasta mi boca alzaron la cabeza.
El cielo gris, la piedra, repetían:
el alma tienes para nunca muerta.
Picos de buitre se sintieron luego
junto a mis plantas remover la tierra;
voces del llano repitió la tarde:
el alma tienes para nunca muerta.
Oh sol fecundo, tierra enardecida,
cielo estrellado, mar enorme, selva,
entraos por mi alma, sacudidla.
Duerme esta pobre que parece muerta.
Ah, que tus ojos se despierten, alma,
y hallen el mundo como cosa nueva…
Ah, que tus ojos se despierten, alma,
alma que duermes con olor a muerta…