y 3,062 POETAS Sugeridos e Invitados
1.RECICLAR SIN PARAR [Poema del Editor]
2.Juan Manuel Inchauspe [Poeta sugerido]

Textos aquí: 1. del Editor, 2. del Poeta sugerido y 3. del Invitado (opcional)
MI POEMA de medio pelo
Se escucha reciclar, que está de moda,
¡no olviden la palabra reciclar!
repiten, y ya deja de comprar,
que al mundo has de cuidar, si te incomoda
te debes de aguantar.
Las ansias, los deseos son pulsiones
que todos deberemos de evitar,
¿envidia? no quisiera aquí mentar,
invitan a estar preso, son pasiones
que debes de aguantar.
Los ricos, a los que esto no conviene
son todo una excepción. No han de cambiar.
En cambio tú les debes demostrar
que el mundo tal cual es no se sostiene,
debiendo de aguantar.
O escuchen al profeta Nostradamus
diciendo nos debemos de aguantar
dejándonos de lado al bienestar,
lo dijo recitando un gaudeamus
que él fuera aquí el primero en predicar.
©donaciano bueno
MI POETA SUGERIDO: Juan Manuel Inchauspe
Una muestra de sus poemas:
Suave es caer en la habitación
cuando hemos dejado atrás
esa acumulación crujiente de horas
quemadas para vivir.
Suave es la presencia de los muebles
la línea de tu nuca acompañando
la inclinación de tu cabeza sobre el libro
Suave el fondo de mar de tus ojos.
Y más suave la hora en que- ya cansado
pero terriblemente libre- enciendo
la lámpara que apagaré muy tarde.
mayo, 1966
La araña
La veo asomarse en el orificio de un tronco podrido.
¿Cuál es, exactamente, su mundo? No lo sé.
Quizás sea ese tenso cordaje
entre ramas y hojas,
sobre el cual pretende ahora avanzar.
Alrededor nada se mueve.
Pero ella debe haber escuchado un oscuro llamado:
¿Mide realmente
la distancia que la separa del centro?
¿O se siente poderosamente atraída
por ese vacío cargado de peligros?
Como nosotros, a veces, en medio de la oscuridad
y de las palabras,
ella, la araña, emerge de pronto hacia la luz
y se aquieta de golpe
atenta a todas las vibraciones
de la red..
De Trabajo nocturno (1985)
Trabajo nocturno
Temprano
esta mañana
encontré en el patio de casa
el cuerpo de una enorme rata
inmóvil.
Moscas de las tornasoladas
zumbaban alrededor del cadáver
y se apretaban en los orificios de unas heridas
que había sido sin duda mortales.
Con bastante asco
la alcé con la pala y la enterré
en un rincón alejado
del jardín.
Al volverme
desde el matorral de hortensias florecidas
emergió mi gata dócil
desperezándose.
Su brillante pelaje estaba todavía
erizado por la electricidad de la noche.
Me miró
y después comenzó a seguirme
maullando suavemente
pidiéndome —como todas las mañanas—
su tazón de leche fresca.
Los tuyos
Has llorado, en secreto, a los tuyos.
Lenta, inexorablemente, los has visto partir
alejarse para siempre.
Has sentido, en tu corazón,
el desprendimiento de una rama que cae.
Y luego has borrado
las huellas de esas lágrimas,
has contenido, en el límite infranqueable,
los bordes de tu propio dolor
y lo has devuelto a tu pobre vida,
a los días siguientes, a las horas,
para que permanezca allí.
Oculto
como una invisible y constante
cicatriz.
Pensamientos sueltos
.Lo que quiero decir
casi siempre me es escamoteado.
Lo que quiero decir, es decir
lo que nunca debiera torcer su dirección,
pero que siempre fatalmente
se tuerce y malogra.
Nunca tuve una buena relación
con las palabras y cuando ellas
me llegan ya casi no me sirven.
Sólo a veces vislumbro la felicidad
de lo que debió haber sido.
Es cuando me abandono, callado y destruido,
al flujo suave de la tarde
sin más intención que la de mirar
el lento movimiento de las nubes
y dejarlas hacer.
. Entonces percibo el rumor
sereno y silencioso.
Sentado en mi vieja reposera
miro el cielo vacío
y escucho lo que nunca escuché.
Pero lo escucho como su viniera de muy lejos
y no tuviera para mí
ni principio ni fin
y por eso mismo
nunca pudiera ser escamoteado..
Época
Un prolongado ulular me despertó durante la noche.
Tuve una visión fugaz de luces rojas y amarillas, intermitentes.
Con los ojos recién abiertos en la oscuridad
escuché el sonido giratorio por las calles desiertas.
Instintivamente estiré mi mano por entre las varillas
y palpé el cuerpo de mi pequeño hijo:
suave, cálido,
pacificado como un animalito.
Él no sabe nada de estas cosas.
No sabe nada del sueño cortado
en la fría madrugada.
No tiene nunca tampoco por qué saber
cómo brotan del sueño estas visiones;
cómo giran, intermitentes, en la memoria,
y flotan con sus ojos de vidrio alrededor del corazón.y pura.







